15 julio 2024

balanza comercial

ME VOY DE VACACIONES. SI QUIERES ALGO ME LLAMAS POR TELEFONO, O ME ESCRIBES SOLO A MI EMAIL PARTICULAR

 

China posts biggest monthly trade surplus in at least 24 years, nearly $100B in June

Y mientras tanto en EEUU:

This week’s report on the US trade balance shows a continued and substantial decline, primarily driven by a significant increase in imports.

At first glance, this might seem irrelevant.

However, when a country runs a fiscal deficit exceeding 6% of GDP, a trade balance deficit approaching 4% is certainly noteworthy.

The reality is that the US now has a 10% twin deficit, worse than during the peak of the Tech Bust and not far from the depths of the Global Financial Crisis.

This is a critical issue at the heart of funding risks for US Treasuries, forcing the Fed to increasingly resume its role as the primary financier of government debt.

This is why, despite my strong belief in long-term inflation, given the drastic shift in market expectations from seven rate cuts to now only two, I firmly believe several interest rate cuts are more likely than not.

The central point for that view is that the potential benefits of cutting interest rates to alleviate surging debt service payments are beginning to outweigh the fight against inflation.

To put this in perspective, three Fed cuts could reduce the annual cost of federal debt by one-third. In that sense, today’s environment is remarkably similar to the 1940s.

Back then, when the debt problem was as severe as it is today, the Fed had to set aside inflation concerns to focus almost solely on the government’s ability to service its debt through yield curve control measures.

However, today’s inflation problem is arguably more entrenched than it was then.

Two main differences are that, in the 1940s, we were at the tail end of a highly deglobalized macro environment with the end of World War II, and the US monetary system operated under a much more disciplined policy with the dollar strictly pegged to gold.

Today, the situation is almost the opposite.

Geopolitical risks continue to escalate, the money supply appears to be in an unending increase, government spending is on a reckless path, and global economies desperately need to rebuild their infrastructure capabilities in a historically constrained commodity environment.

This serves as a strong reminder of how hard assets will likely re-emerge as a key alternative for investors in the coming decade.

Y la paridad del yuan con el dólar ha estado yendo a favor del dólar que se fortalece, luego empeora su balanza:

Abrazos,

PD: El verano es tiempo de descanso, de familia, de ver a amigos, de tratar a Dios en la oración. Tenemos mucho más tiempo que hay que aprovechar. Hay que seguir siendo apóstoles y cumplir el mandato del Señor de evangelizar allá donde estemos. En eso no podemos descansar… Que pases un buen verano y disfrutes de la vida.

12 julio 2024

buen dato de IPC de EEUU

Y el mercado piensa que hay que volver a bajar los tipos ya. Subidón en los bonos, pero mal las bolsas. Las 7 grandes tecnológicas dieron un paso atrás. Quizás ya les tocaba…

¿Hay que bajar los tipos de interés o no?

Aunque los banqueros centrales no se atrevan a decir donde está ubicado el tipo de interés neutral, parece bastante claro que es ahora más elevado que antes de la pandemia

Al terminar el año 2023 muchos analistas y gestores de activos financieros esperaban numerosas bajadas de tipos en Europa y USA en 2024. Hasta seis o siete. Pero, cuando ya hemos sobrepasado la mitad del ejercicio, el BCE solo ha decidido un descenso y la Fed ninguno.

Actualmente, hay dos tipos de consideraciones sobre lo que deberían hacer los bancos centrales. Una corriente de opinión, mantenida por algunos economistas ortodoxos, defiende que la inflación no está controlada, basándose en su persistencia por encima del 2%, sobre todo en su componente subyacente. Además, señala que la liquidez continúa siendo abundante y ese factor monetario ha sido la principal causa de la inflación. Y, para cerrar la argumentación, recuerda que la política fiscal está siendo bastante expansiva lo que perjudica a la eficacia de la política monetaria restrictiva y dificulta relajarla. Así que no existiría urgencia en bajar los tipos y, en consecuencia, desaprueban incluso la única bajada llevada a cabo -en junio- por el BCE y piden que no haya más, al menos mientras no cambie la situación. A estos economistas no les falta lógica en su planteamiento y al menos algo de razón en sus peticiones. Sin embargo, creo que no es eso en lo que están pensando en el BCE y la Fed sobre todo para 2025.

En USA quizás al final del verano, pero sobre todo una vez que pasen las elecciones. Y en la UE lo mismo, en una sintonía que responde además a la necesidad de evitar problemas con el tipo de cambio

Porque la otra corriente de opinión, extendida entre observadores más pegados a los mercados, ve reducciones claras al dar mayor importancia en sus análisis a la inflación esperada que a la histórica. La inflación interanual actual es una pantalla pasada y lo que importa realmente es la estimación hacia adelante que, dicen, es claramente más moderada. Incluso temen alguna probabilidad de deflación futura si no se actúa con una relajación monetaria. Y además ven sobrevolar la posibilidad, si no de una recesión, al menos de una caída del crecimiento económico. Por todo ello, apuestan por bajadas de tipos. En USA quizás al final del verano, pero sobre todo una vez que pasen las elecciones. Y en la UE lo mismo, en una sintonía que responde además a la necesidad de evitar problemas con el tipo de cambio.

Este contraste de opiniones es parecido al que ocurre dentro de los propios bancos centrales entre los llamados halcones y las palomas. Los primeros suelen ser representantes de países serios y frugales, que no quieren trivialidades; y los segundos suelen ser de países manirrotos y endeudados, que quieren liquidez abundante y pagar pocos intereses…. A estos últimos países, en la UEM, se les denominaba antes como PIGSy ahora FIGS (higos en inglés) al haber cambiado la P de Portugal (que ha mejorado mucho) por la F de Francia que es un desastre. Por supuesto, la S es de Spain (y de Sánchez).

En cualquier caso, una cosa es que haya algunas bajadas de tipos y otra cómo sea su intensidad y cuánto totalicen. Porque, aunque los banqueros centrales no se atrevan a decir donde está ubicado el tipo de interés neutral, parece bastante claro que es ahora más elevado que antes de la pandemia. Por ejemplo, no hace mucho, la representante germánica en el BCE -Isabel Schnabel-decía que actualmente está claramente por encima del 2%. Y, también, podemos citar al antiguo secretario del Tesoro norteamericano Larry Summers que situaba ese nivel de tipo de interés natural o neutral, hacia el 4,5%. Lo que suena un poco “too much”, por cierto.

Así que, conjugando las dos posturas que se han expuesto, la síntesis podría ser que los tipos van a bajar, a pesar de lo que propugnan esos economistas, los más ortodoxos, a los que me refería al principio. Pero, sin ninguna duda, no van a reducirse excesivamente. Si alguien se cree que los tipos van a bajar en la misma cuantía que subieron, más vale que se vaya olvidando. En la UEM se elevaron 450 puntos, desde julio de 2022 hasta septiembre de 2023, pero van a reducirse menos de la mitad que eso. Veremos si sobrepasa un tercio. Y, además, habrá que ver el tiempo que se quedan abajo antes de volver a subir. Quizás no demasiado.

Promueven el gasto no productivo, generan una mala asignación de recursos, e inflan el valor presente de los activos provocando incluso burbujas

En definitiva, caminamos hacia un escenario de tipos más bajos, pero creo que no muchísimo más bajos. Es deseable que sea así. Los tipos de interés no pueden ser testimoniales ni cero, ni mucho menos negativos, porque distorsionan el ahorro y la inversión. Promueven el gasto no productivo, generan una mala asignación de recursos, e inflan el valor presente de los activos provocando incluso burbujas. Los tipos tienen que ser positivos en términos reales (descontada la inflación prevista). Y, si no ocurre así, es que algo está fallando en la economía.

La inmensa deuda púbica

Así que los agentes económicos tienen que amoldarse a ese escenario. Las economías domésticas y las empresas que buscan financiación no pueden esperar tipos de interés ridículos como hubo durante seis años; los ahorradores tendrán una cierta remuneración a corto plazo pero no será muy allá y les convendría evolucionar hacia inversores; los Estados se enfrentarán a tipos de interés reales probablemente positivos y les costará gestionar la inmensa deuda pública que existe en muchos países; y, en fin, los bancos podrán seguir obteniendo márgenes de intereses apreciables, lo que será moderadamente positivo para sus cuentas de resultados tras los ajustes realizados en su estructura en la época de tipos negativos.

Abrazos,

PD: Interesante esto que leo del Dalai Lama:

11 julio 2024

desde 2010 la tendencia es distinta...

Hasta el año 2010, la evolución de Europa y EEUU en bolsa fue muy similar. Desde entonces, se truncó todo y EEUU salió disparada.

La realidad es que la crisis de 2008, que la empezó la quiebra de Leahman Brothers, pilló a Europa mucho peor que a EEUU. Hubo muchos bancos en Europa con problemas y hubo que hacer un restructuramiento bestial. Las primas de riesgo dejaron en 2012 a Europa muy tocada, mientras que en EEUU el consumo se reactivó con rapidez, y lideró el crecimiento económico en la última década y media.

Esta fue la evolución en los mercados:

Adicionalmente, la evolución del euro dólar fue muy intensa. El euro estaba cotizando en los 1,5 euros/dólar en los 2010, frente a los 1,08 actuales:

Y por último, los mercados emergentes están en los mínimos de los últimos 50 años frente a EEUU:

Abrazos,

PD: De nuevo, aprender a dar gracias:

10 julio 2024

consecuencias de la barrera arancelaria

"Imaginemos una situación en la que EE.UU. levanta un enorme muro arancelario contra China... Todos estos productos chinos tendrían que desviarse a otros mercados, incluida Europa, por lo que veríamos un gran shock deflacionista en Europa:" George Saravelos de Deutsche Bank:

Deutsche Bank’s Saravelos Sees FX Risks From a ‘Huge Tariff Wall’

Says sweeping tariffs from a Trump presidency would send dollar and euro to parity

Tariff impact

On Surveillance we’ve focused a lot on the ballooning US deficit. But for markets, trade and immigration policy may be more important.

That was the message from several guests today, who see dollar strength and higher benchmark rates resulting from potential new policies.

Deutsche Bank’s George Saravelos sees the prospect for significant euro weakness on the heels of proposed US tariffs on China and beyond. His logic: China has a lot of goods to sell, and will likely find a receptive market in Europe. This flood of products will keep prices lower in the euro region, reducing the European Central Bank’s need to keep rates high.

“Going back to this discussion of all the different implications of the US election, the most important one by far from an FX perspective is trade policy,” Saravelos said. While more tariffs on China and elsewhere would have inflationary consequences for the US, “the bigger impact will actually be the disinflationary consequences it would have for the rest of the world.”

This would exacerbate the asymmetry between the Federal Reserve and the ECB, he noted.

“Imagine a situation where the US puts up a huge tariff wall against China,” he said. “All these Chinese goods would have to get diverted into other markets including Europe, so therefore we would see a big deflationary shock in Europe.”

Saravelos sees such tariffs implemented in a more sweeping and rapid fashion if Donald Trump wins the US presidency, leading to parity between the euro and dollar.

Beyond tariffs, immigration policies will be key to inflation, according to Adam Posen of the Peterson Institute for International Economics. If immigration is substantially reduced, inflation will be higher and growth lower, he said.

“On the pure economics, this is taking away the secret sauce that has made the US grow without inflation and with low unemployment for the last couple years,” Posen said. He sees an 80% chance that the Fed will hike rates by the end of the third quarter of 2025 in response to price pressures driven by immigration and tariffs.

Abrazos

PD: El entrenador de la selección de fútbol de España ha impactado con su reciente respuesta a una periodista. Luis de la Fuente Castillo resaltó que hacer la señal de la cruz no es superstición, sino un acto de fe.

Se ha declarado como persona creyente y es meritorio por esto, por no esconder su fe. Así nos va de bien… ¡Vivan los valientes!

09 julio 2024

¿optimismo económico?

Interesante esto de Manuel Hidalgo:

Del cohete a la tierra. ¿Por qué no se percibe el optimismo económico en la calle?

A pesar del crecimiento económico el sentir en la calle es algo menos optimista

La economía española se encamina hacia un nuevo año de crecimiento económico superior al estimado en su inicio. Los datos e indicadores coyunturales que vamos conociendo nos informan, una vez más, de que el crecimiento no solo será superior al esperado, mostrando nuestra economía una importante capacidad de resiliencia en un contexto complejo sino que, además, lo hará con una dinámica muy superior a la de nuestros vecinos europeos, a excepción de pequeñas economías cuyas evoluciones están sometidas a dinámicas diferentes.

Y es que no pocas macromagnitudes, no solo el PIB, revelan una dinámica muy positiva. Por ejemplo, la renta per cápita logró recuperar los niveles previos a la COVID-19 en el primer trimestre de este año. Los datos de empleo encadenan récords, tanto en afiliación como en desempleo, las exportaciones crecen de forma intensa y en particular la de los servicios. Con estas cifras, no es de extrañar que el presidente Sánchez haya sacado pecho para afirmar que nuestra economía va “como un cohete”. Del mismo modo, diferentes responsables regionales han hecho lo propio para sus respectivos ámbitos de gestión. Todos parecen contentos.

¿Todos? No iría tan lejos. A pesar del crecimiento económico y de la evolución de las macromagnitudes económicas comentadas, el sentir “popular” es algo menos optimista. Aunque los niveles de confianza son positivos, no parece que la sensación entre las familias españolas, al menos una buena parte de éstas sea que la economía vaya como un cohete. La inflación y otros factores relevantes han hecho mella en ellas y, aunque las cosas van a mejor, la sensación general es que las economías familiares no parecen recuperarse del todo como sí lo parecen mostrar los grandes agregados. ¿Por qué este aparente puzzle? ¿Tiene sentido esta aparente paradoja?

En primer lugar, podemos decir que buena parte del crecimiento económico de estos últimos años ha venido por lo que llamaríamos un crecimiento extensivo, y no intensivo. Esto es, hemos sumado más factores de producción, pero no necesariamente hemos mejorado en la eficiencia de su uso. Así, un factor relevante de este proceso es el fuerte aumento de la inmigración, especialmente proveniente de Latinoamérica, lo que ha puesto a disposición de nuestra economía más personas que buscan participar en nuestro mercado de trabajo. Así, población activa y ocupación han crecido, lo que explicaría que haya más gente trabajando y, en general, ganando un sueldo.

Sin embargo, el aumento de la población, en cerca de 1,5 millones de habitantes, implica fuertes efectos composición. Para empezar, su incorporación ha sido en buena parte en segmentos retributivos de salarios medios-bajos, lo que implica que esta creación de empleo esté limitando el aumento de los salarios, al menos en términos agregados. No dejan de ser nuevas nóminas que van a las familias, pero estas se concentran en niveles retributivos no especialmente elevados. Esto podría explicar que el aumento de los salarios por persona u hora trabajada haya tenido mejoras más moderadas que en agregado.

Una de las consecuencias más relevantes es que, aunque los salarios medios hayan crecido, estos aún no han logrado restablecer el poder adquisitivo pre-pandemia, más aún si cabe tras el impacto de una inflación que erosionó profundamente el poder adquisitivo de estos. Esta recuperación parcial y no total se explicaría, además y como se ha apuntado en más de una ocasión en esta columna, a las consecuencias de aumentos en precios de bienes importados, lo que empobrece al país importador, teniendo su traslación al salario real, cuyo poder adquisitivo se ve afectado a la baja.

No obstante, dicha recuperación se ha producido parcialmente, al menos en términos nominales, lo que unido al aumento de la masa salarial por la mayor ocupación ha generado otros efectos complementarios, pero que aparentemente pueden ser difíciles de encajar, como es el aumento de la recaudación fiscal a ritmos muy superiores al de la economía o al de los propios salarios. El no ajuste de la tarifa del IRPF a la subida de los salarios nominales ha tenido su papel, sobre todo una vez los salarios iniciaron su reacción a la subida del coste de la vida. El resto se podría explicar por el aumento de la actividad y, sobre todo, por el incremento del valor nominal de lo producido, por la inflación.

Esta evolución del empleo y de los salarios explicaría que el consumo privado agregado hubiera aumentado, pero, sin embargo, y por las razones argumentadas, explicarían a su vez que los agregados en niveles per capita tampoco hubieran evolucionado de forma significativa. De hecho, el consumo per capita no ha logrado recuperarse tras la pandemia. Esto se debe nuevamente a un posible efecto composición, pero también a una nueva perspectiva de las familias españolas frente al ahorro, que se ha duplicado respecto a los niveles pre-pandemia (14,2% de la renta bruta disponible). Factores demográficos (edad), la subida de tipos o la precaución tras varios shocks económicos que han hecho tambalear la economía española y la de sus familias podrían estar detrás de este comportamiento.

En el punto más central de todo esto estaría, además, el hecho de que la economía mantiene un comportamiento en términos de eficiencia muy modesto. Nuevamente esto puede venir determinado por varios factores: elementos coyunturales, como el reajuste del empleo en sectores, o el aumento de este en aquellos sectores con menor productividad, como es el turismo. En todo caso, este escaso aumento de la productividad explicaría no solo algunas de las tendencias anteriores, sino también que la evolución de los salarios reales, una vez descontado el efecto composición, tras la pandemia haya sido muy moderada.

Este aumento de la actividad, pero menor en variables como el consumo per capita y el aumento del ahorro explicaría, finalmente, el aumento significativo de nuestro saldo exterior. Nuestra capacidad de ahorro, muy por encima del endeudamiento público, nos permite llevar a cabo una reducción de nuestra posición deudora neta exterior, siendo España hoy en día una economía con capacidad de financiación exterior, incluso tras el shock energético más intenso en varias décadas. No obstante, merece reflexión a parte el aumento de las exportaciones de servicios no turísticos, y que tira del empleo en sectores avanzados.

En definitiva, nuestra economía ofrece un ritmo de crecimiento envidiable para el resto de las economías principales de la zona euro. Debemos congratularnos. Sin embargo, la percepción “micro” no es tan positiva. Esto encajaría con un crecimiento en su mayor parte extensivo basado en creación de empleo en sectores con bajo valor añadido. Productividad, salarios reales, precios y consumo acompañarían a esta armadura tal y como se ha explicado.

Abrazos,

PD: Ten confianza en Dios. Nunca te rindas. Agradece lo que eres y tienes. Hazlo todo con y por amor.

08 julio 2024

Francia votó...

Al final, no ganó la ultraderecha, pero los problemas sigue siendo los mismos…

The French debt ratio is almost twice as high as the German debt ratio.

Abrazos,

PD: Hace 36 años que me casé con mi mujer. Sigo queriéndola como entonces. Durante 25 años, nos dedicamos a criar a 9 maravillosos hijos que Dios nos prestó. Y en los últimos 11 años, hemos casado a 6, hemos tenido 19 nietos, uno se ha ordenado sacerdote y no puedo darle al Señor más que las gracias por esta vida plena… Hemos hecho de todo, no hemos parado, con tantos recuerdos, tantas cosas compartidas… Siempre sirviendo, como tenía que ser, dándonos.

05 julio 2024

¿Bajará tipos el BCE otra vez?

En Europa la inflación parece controlada. ¿Volverán a bajar tipos el BCE en julio? Permíteme que lo dude, aunque Alemania lo necesite, que sigue muy floja…

Mira los datos:

Son los servicios que no ceden…

Germany's manufacturing orders declined again in May. Order levels are down a whopping 25% from its peak in 2021.

Abrazos,

PD: Munilla lo clava:

04 julio 2024

dos años muy raros

Tras la fuerte subida de tipos de los últimos años para luchar con la inflación, los mercados no se han enterado ya que, mientras seguían subiendo, se empezó a descontar que enseguida iban a bajar.

Han subido un 26% desde marzo de 2022, cuando empezó la escalada de tipos de interés.

Esto es lo que ha ocurrido:

No se ha deteriorado el consumo, ni ha aparecido el desempleo. Quizás sea en el sector inmobiliario de EEUU en el que se han visto las consecuencias solamente.

Han sido dos años muy raros, donde los valores tecnológicos de moda han seguido subiendo como si no hubiera un mañana…

Y sin embargo, las expectativas de crecimientos de beneficios se están deteriorando:

Interesante ver las expectativas de incremento de beneficios por acción de los mercados emergentes…

Abrazos,

PD: Como le pasó a Santo Tomas: “Dichosos los que creen sin haber visto”

Seguimos queriendo que se nos muestre. No le vemos ya que miramos con poca fe. Y no hace más que mostrarse todos los días con todo lo que nos pasa, sea bueno o malo. Imagínate que se hicieran hoy los milagros que hizo. ¿Creería la gente en masa, o como entonces, seguiríamos siendo incrédulos?

03 julio 2024

¿Seguir comprando deuda pública?

¿Debería el BCE seguir apostando por España, Italia y Francia?

José Luis Cava se pregunta si el Banco Central Europeo tiene que seguir comprando deuda pública de Francia, Italia y España cuando sus gobiernos no son capaces de controlar el gasto público.

¿Tiene sentido que el BCE siga comprando deuda pública francesa, italiana y española cuando los gobiernos de estos países siguen sin controlar el gasto público? Para contestar a esta pregunta, José Luis Cava se basa en un gráfico obtenido de Robin Brooks, que representa la evolución de la prima de riesgo de la deuda pública italiana y española. “El punto álgido de la crisis de deuda pública se alcanzó en 2012. En julio de ese año, Mario Draghi señaló que haría todo lo que fuese necesario para frenar la tendencia alcista de las primas de riesgo. Y lo hizo muy bien”. 

¿Cuál fue la respuesta de los gobiernos de Italia y de España a esa oportunidad que les dio Mario Draghi? Según el experto, no aprovecharon la oportunidad. “El ratio de deuda pública/PIB de España en el año 2012 estaría en torno al 70-75%. Y ahora está ya por encima del 100%. Si nos vamos a Italia, en aquel momento, el ratio deuda pública/PIB era peor, del 120%, y ahora está en el 140%. Luego no aprovecharon la oportunidad que les dio Mario Draghi. Es decir, que cuando el Banco Central interviene y baja los tipos de interés, los gobiernos de Italia y de España han reaccionado incrementando el gasto”, algo que se podría extrapolar también al caso francés.

Sin embargo, el analista explica que, a pesar de que se han incrementado los niveles de endeudamiento y los déficits fiscales primarios, la prima de riesgo es muy baja gracias a las compras del BCE. 

Para Cava esta situación no tiene solución, porque el ratio deuda pública/PIB está ampliamente por encima del 100%, y porque los déficits fiscales primarios están creciendo. “Luego estamos en una espiral de deuda pública”. En su opinión, el Banco Central Europeo va a seguir comprando deuda pública de estos países, lo que llevaría a condonar la deuda pública que tiene en el activo de su balance contra estos gobiernos, ya que la opción del impago resulta altamente imparable.

Abrazos,

PD: Tenemos que pedir al Señor: si me estoy equivocando, corrígeme, si me estoy perdiendo, guíame y si me estoy rindiendo dame fuerzas. Solos no podemos.

02 julio 2024

fuerte caída de los bonos de EEUU

En dos días han cedido 20 pb de rentabilidad:

What just happened in the bond market?

The 10-year note yield is now up over 20 basis points in since Friday's intraday low.

That's 20 basis points in a matter of hours without any material news.

For the first time in almost 5 weeks, the 10-year note yield is set to break above 4.50%.

Bond markets are trading like rate cuts got cancelled and inflation is on the rise.

Are bond markets telling us something?

Esta es la variación diaria de los bonos en los últimos meses. Demasiada volatilidad…

Lo único nuevo fue el debate electoral entre Trump y Biden el jueves pasado, donde parece que Trump será el nuevo presidente, y la continua debilidad del yen…

No podemos olvidar los tenedores de los bonos de EEUU, que puede estar haciendo caja alguno… Quizás sean los japoneses:

Abrazos,

PD: La confesión es el sacramento donde Dios te recuerda que te ama aunque no hayas hecho nada para merecerlo. Lo bonito es la enorme alegría de descargar en el confesionario todas las cosas que te pesan en la conciencia y el saberte limpio después…

01 julio 2024

renta per capita

Quizás sea esto lo que cuenta, no solo el crecimiento del PIB:

Crecimiento o redistribución

Si no se hace lo suficiente para remediarlo, el crecimiento tendencial futuro en comparación con los países de nuestro entorno será aún peor que el de los pasados 16 años

La elección económica entre crecimiento o redistribución es decisiva para el bienestar de una sociedad. Más precisamente, la elección entre crecimiento y redistribución inherente y coadyuvante al mismo o redistribución excesiva, que lo traba y limita.

Por crecimiento, en este contexto, no se ha de entender los vaivenes del PIB real per cápita a corto plazo sino el crecimiento tendencial del mismo a lo largo del tiempo. Pequeñas diferencias en el crecimiento medio anual de la renta per cápita real durante periodos dilatados tienen consecuencias acumulativas sobre el nivel de vida de los individuos y sobre la sociedad en su conjunto mucho mayores de lo que se suele pensar. Por ejemplo, con un crecimiento anual medio del 1% la renta per capita se duplica en 72 años, con uno del 1,5% en 48 años, del 2% en 36 años y del 3% en 24 años. Evidentemente el crecimiento nunca es lineal, hay periodos en los que supera el tendencial y otros en los que se sitúa por debajo, pero diferencias aparentemente insignificantes del crecimiento medio anual en el transcurso del tiempo terminan transformando radicalmente las condiciones de vida de la sociedad.

Maximizar el crecimiento económico no sólo no implica renunciar a la redistribución sino que exige gastos públicos medidos y bien diseñados en educación e investigación, sanidad, infraestructuras o seguridad; igualmente necesario por razones de estabilidad y cohesión social es el establecimiento de ayudas a quienes verdadera y demostradamente no puedan ganarse la vida por sí mismos. Ahora bien, traspasados ciertos límites estos gastos merman el crecimiento económico tendencial y terminan siendo contraproducentes. Cuando la redistribución es excesiva las personas trabajan menos y peor de lo que podrían y deberían; aumenta la población que vive de ayudas o subsidios de un tipo u otro y se genera una cultura de dependencia que cronifica la pobreza y frecuentemente atenta contra el orden social; los elevados impuestos a la empresa y a las rentas altas a los que se recurre para acentuar la redistribución desaniman la inversión y la innovación, reduciendo a la larga el crecimiento de los ingresos públicos; la dinámica de impuestos elevados y transferencias públicas excesivas engendra antes o después niveles de deuda pública insostenibles, que ocasionan aumentos de los costes de financiación y recortes de la inversión pública y otros gastos públicos y privados beneficiosos para el crecimiento tendencial; las transferencias excesivas, además, generan resentimiento social contra los inmigrantes e inducen presiones políticas contra la inmigración, imprescindible para el crecimiento en muchos países, entre otros y de manera destacada el nuestro.

Los países cuya economía se debilita más y tarda más en recuperar el nivel y el ritmo de avance del PIB anteriores a las crisis son habitualmente los que padecen un menor crecimiento tendencial de su renta per cápita

¿Cómo saber si la sociedad española está optando por el crecimiento o la redistribución? ¿Cómo saber si la redistribución es excesiva y está mal diseñada en nuestro país? La respuesta es obvia: comparando la evolución de nuestro PIB per cápita en términos reales con la de otros países de similar configuración política durante un periodo suficientemente dilatado. Consideremos los últimos 16 años, esto es, el periodo comprendido entre 2007 y 2023. Este periodo, aunque es relativamente corto, es interesante porque contiene dos etapas recesivas, las asociadas con la gran recesión de 2007 y la crisis del Covid de 2019. La inclusión de etapas recesivas es útil porque en estas fases se manifiestan con mayor intensidad que en las expansiones las limitaciones que merman el crecimiento tendencial del PIB per cápita. Esto es, los países cuya economía se debilita más y tarda más en recuperar el nivel y el ritmo de avance del PIB anteriores a las crisis son habitualmente los que padecen un menor crecimiento tendencial de su renta per cápita.

Pues bien, en este periodo el PIB real per capita de España apenas ha aumentado un 3,4%, lo que supone un crecimiento medio anual del 0,2%, mientras que el de la UE se ha incrementado un 13,4% (un crecimiento medio anual del 0,8%) y el de la eurozona un 9% (un crecimiento medio anual del 0,6%). El PIB real per capita de Estados Unidos en este periodo ha aumentado un 18%, con un crecimiento medio anual algo superior al 1%. Nótese, a pesar de ser un periodo relativamente corto, las amplias brechas de renta per capita que se abren entre los países que apenas crecen, como es el caso de España, y los que crecen alrededor o por encima de una u otra media. Los excesos redistributivos a costa del crecimiento económico son por tanto bien patentes en nuestro país y lamentablemente se han intensificado de mala manera en los últimos cinco años. Esto implica que, si no se hace lo suficiente para remediarlo, el crecimiento tendencial futuro en comparación con los países de nuestro entorno será aún peor que el de los pasados 16 años.

Los remedios son conocidos aunque no siempre se exponen con la claridad y contundencia que exige la gravedad del problema. Las instituciones del mercado laboral son incompatibles con el crecimiento económico porque encarecen y limitan severamente la reasignación de recursos entre empresas y sectores, porque fomentan el paro voluntario y el absentismo de todo tipo y porque elevan fiscal y artificialmente el coste del factor trabajo. La singularidad de nuestro mercado de trabajo es fruto de la singular existencia de sindicatos de clase, hermanados con partidos políticos de izquierda y extrema izquierda e infiltrados en los mecanismos funcionales del ministerio de trabajo. Estos sindicatos, ayer perseguidos y, desde la llegada de la democracia, perseguidores de quienes osan delatar o reducir sus privilegios, han controlado la política laboral y en los últimos cinco años con vocación totalitaria. Por otra parte, los altos impuestos a la actividad empresarial y a las rentas y patrimonios elevados frenan la inversión y la innovación. El sistema de pensiones es inviable, aún más con la última reforma, e imposibilita la consecución de los saldos presupuestarios necesarios para estabilizar la deuda pública, amén de restringir la inversión pública y otros gastos públicos beneficiosos para el crecimiento. Se pueden citar otras pero estas son las barreras principales que hay que superar para que nuestra renta per capita no siga cayendo en relación con la de los países de nuestro entorno.

Cualquier justificación de estas políticas se derrumba ante los beneficios que procuraría aumentar el crecimiento tendencial, aunque fuera solo unas décimas ¿Habrá en España políticos que nos liberen de estas cadenas que coartan nuestro nivel de vida y que nos están robando el futuro?

Abrazos,

PD: Recuerda que lo único que puedes llevar contigo al Cielo, es a otras personas