La oferta monetaria amplia mundial aumentó un 9,3% interanual en julio, hasta un récord de 140 billones de dólares.
Esta métrica cubre 169 países y territorios, que representan el 99% del PIB mundial.
Desde principios de año, la oferta monetaria en dólares estadounidenses ha aumentado en más de 10 billones de dólares.
La oferta monetaria mundial ha aumentado en unos MASIVOS 40 billones de dólares desde la pandemia de 2020.
Esto representa una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de +7,0%.
La liquidez global está aumentando.

En mi opinión, el hito de 140 billones de dólares en oferta monetaria global revela el problema fundamental de utilizar agregados monetarios para entender las condiciones económicas, que es que la mayor parte del crecimiento de la oferta monetaria nunca llega a la economía real, donde la gente efectivamente vive y trabaja.
El aumento de la liquidez global indica que la expansión de la oferta monetaria se traduce en un aumento del crédito, la inversión y la actividad económica. Sin embargo, la mayor parte de la expansión de 40 billones de dólares circula entre bancos e inversores institucionales sin afectar a las pequeñas empresas ni a la inversión en infraestructura.
Cuando el dinero circula con mayor lentitud entre los participantes, se necesita una mayor oferta monetaria para mantener el mismo nivel de actividad económica. Esto es una sustitución monetaria por una menor eficiencia de circulación, no una expansión monetaria.
Los distintos tipos de expansión de la oferta monetaria generan distintos efectos económicos: la flexibilización cuantitativa infla los precios de los activos, el gasto fiscal infla los precios al consumidor y la inversión en infraestructura infla la productividad.

Abrazos,
PD: Ya sabes que Dios nos dio la libertad a los seres humanos para que eligiéramos lo que quisiéramos. Nunca nos obliga a nada. Y sin embargo, y usando toda mi libertad, me considero un esclavo. Igual que la Virgen María, que dijo un Sí muy grande, y pudo dudar o decir que no, se hizo la esclava de Dios, hágase en mí según tu palabra.
Como ella, soy un esclavo del Señor y acepto todo lo que me mande, sea bueno o malo, lo entienda o no. Ya veré después sus motivos y entenderé lo que me ha ido pasando… Pero soy un esclavo del Señor y uso mi libertad para hacerme su esclavo. Los cristianos solo queremos la Gloria de Dios y todo lo que hacemos es para su Gloria…
Y estamos aquí para dejarnos la vida en esta bendita esclavitud…, que muchos no entienden por esa defensa a ultranza de la libertad y aborrecimiento de la esclavitud. Por supuesto que yo defiendo la libertad y nunca he sido partidario de la esclavitud, pero me encanta ser el esclavo del Señor…