30 noviembre 2012

26 noviembre 2012 Argentina, de nuevo, a punto de quebrar...

Así es imposible…hacen lo que quieren. Se lo pasan todo por las napias…En Europa los PIGS, ¿les seguiremos en su tortuoso camino?. Hay cosas que ya me suenan, por ejemplo, la manipulación y engaños…, pero es que se pasan estos de ese país que fue tan amigo nuestro. Ay de los argentinos, ay de los griegos…: España, por lo que más quieras, no les sigas… Sensatez, señores, que hay que hacer más y esperar menos, que hay que meter tijera y ser más realistas. Que nos salvamos nosotros solos, que no podemos seguir esperando a los de fuera, que puede que no llegue nunca… y que no nos salven. En las maduras, como ahora, no tienes socios ni amigos, te quedas tú sólo…

Argentina. Espiral de Autarquía, Populismo y Autoritarismo

Un abrazo,

PD1: CDS de Argentina actualizados a ayer:

Y mientras el peso argentino se sigue devaluando, miedo al futuro no, pavor…:

Con algo de zoom: se aprecia la continua devaluación… Nadie quiere saber nada de Argentina.

PD: Mientras, en España esto es lo que estamos haciendo:

PD3: Se salvan los ricos…

Hoy me he coscado. Se salvan los ricos. No por la misericordia de Dios, que es inmensa, sino por su desapego a los bienes materiales. Siempre pensé que los ricos era cuasi imposible que se salvaran, que lo de pasar el camello por la aguja era imposible. Sí, si tienes desapego al dinero, aunque tengas pasta como tenéis todos vosotros, os podéis salvar... El dinero, ya lo he comentado miles de veces, es lo menos importante del mundo. Yo intento ir muy desapegado a él. Pero me ha encantado saber que Amancio Ortega, ese rico, rico español se salva, menuda cacho generosidad con Cáritas. ¡Bravo amigo! No es mejor el que más tiene, sino el que mejor sabe usarlo y no vive para él. Los lujos no sirven de nada. Esas comidas opulentas que tanto gustan, acaban en las cloacas. Esos coches lustrosos síntoma de poderío, acaban desguazados en el chatarrero. No, el dinero no da la felicidad, ni ayuda a encontrarla… La felicidad está en compartir, no en tener.