06 octubre 2020

no tenemos tiempo

Y sin embargo, parece que no tienen prisa, que les da igual la economía…, cuando se puede morir más gente del empobrecimiento general que vamos a ver…

El tiempo es crucial

Lograr una cierta normalización de la actividad económica cuanto antes es crucial para la supervivencia de miles de compañías, especialmente las PYMES. Cada semana que transcurre con limitaciones a la movilidad y, por tanto, con menor actividad económica, las pérdidas en las empresas aumentan. La capacidad de absorción de pérdidas de estas empresas es muy limitada. Cuanto más tiempo transcurra con la economía en la actual situación de semi-hibernación o al ralentí, mayor será el número de empresas que tendrán muy difícil permanecer abiertas. El tiempo es crucial. Cuando una empresa cierra, los trabajadores acaban en el paro y la empresa no vuelve a abrir.

Las pequeñas y medianas empresas son las más vulnerables ante la menor actividad y la reducción de ingresos. Los ERTEs (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) y los créditos ICO son ayudas muy bienvenidas, que anestesian el problema, pero no lo solucionan. El fin de los ERTEs puede suponer una sangría en el cierre de empresas y en el empleo si para entonces no se ha normalizado la economía. Previsiblemente en enero volverá a ser necesaria la negociación de una ampliación de los mismos. Los créditos ICO han ayudado a financiar las pérdidas de las empresas de los primeros meses de la pandemia, pero si la situación se prolonga el número de empresas que no podrá hacer frente a la devolución de los créditos será ingente.  

La importancia de las PYMES sobre el conjunto de la economía es evidente. En los países del sur de Europa el peso del empleo en empresas con menos de 50 trabajadores ronda el 60% del total del empleo. Por lo tanto, parece obvio que, del éxito de las medidas de apoyo a las PYMES evitando un elevado número de quiebras empresariales, dependerá la profundidad de la recesión de la economía en general. Cuantas más PYMES cierren, mayor será el desempleo, más caerá el consumo y mayor será el retroceso de la economía en su conjunto. A su vez, cuanto más tiempo transcurra con fuertes restricciones a la movilidad, mayor el daño económico, con especial incidencia en el turismo, el comercio, el transporte y servicios.

 Las medidas de restricción de la movilidad y de ralentización de la actividad económica, aunque discutibles en su implementación, son debidas a la crisis sanitaria provocada por el Covid-19. En cualquier caso, aunque el número de personas contabilizadas como contagiadas por Covid-19 en países como España o Francia es incluso superior a las cifras registradas en primavera, el número de fallecimientos es muy inferior. Las gráficas de casos confirmados y fallecimientos por Covid-19 de Francia y España reflejan que la mortalidad actual de los infectados es considerablemente inferior a la de primera ola, aunque sigue habiendo fallecidos.

El daño económico de las medidas adoptadas con motivo de la pandemia no ha aflorado en su totalidad. Las medidas de apoyo vía ERTEs y créditos avalados han dilatado en el tiempo la afloración de los problemas. Una segunda ola de medidas de restricción de la movilidad provocará una caída adicional de los ingresos que difícilmente podrán resistir muchas compañías. El factor tiempo en la normalización de la economía es crucial.        

Abrazos,

PD1: Mientras tanto, seguimos rezando todos los días por la pronta salida de la crisis que ha originado el virus, por la cantidad de muertos que no tenían que haber fallecido, y por sus desconsolados familiares, por los enfermos, físicos y los que se ven afectados por la soledad del aislamiento… No nos queda más que rezar… ¿Saldrá algo bueno de todo esto? Siempre ocurre así, de lo malo salen cosas muy buenas, aunque solo las veremos después de pasar a la otra vida…