05 febrero 2021

volatilidad

Repunta la volatilidad en las últimas semanas, pero volvemos a las andadas. Ayer nuevo máximo histórico de Wall Street y de Alemania… ¿Se descuentan mayores beneficios futuros? No lo creo ya que las valoraciones son extremas. Se descuenta que no hay alternativa de inversión en renta fija y que el flujo de dinero de los bancos centrales sigue inundando los mercados…

La volatilidad de la volatilidad

En el gráfico de hoy se ven las vicisitudes por las que ha pasado la volatilidad durante los últimos trece años; es decir, desde la crisis financiera.

La volatilidad en este caso está medida por el VIX que representa la volatilidad implícita en las opciones de compra sobre el índice de Bolsa S&P 500.

En la parte transcurrida de 2018, el VIX (también conocido como índice del miedo) ha tenido una subida considerable, desde el 21,24 (intradiario) del 31 de diciembre hasta el 37,21 (al cierre) del día 27 de enero. Esto permite que la comparación con enero-febrero de 2018 sea más completa.

Ayer comentábamos que: “en el primer artículo de los dos recomendados más abajo amplío esa comparación al VIX, que tuvo en enero de 2018, y ha tenido ahora, una subida espectacular, y aprovecho para comentar que tanto entonces como ahora las caídas de las Bolsas estuvieron motivadas por el "cierre de cortos”.

La diferencia entre los dos años comparados es que, mientras ahora el cierre de cortos se refiere a unas cuantas acciones concretas de empresas que iban bastante mal (y que los fondos bajistas habían vendido después de tomarlas prestadas) lo que los fondos bajistas habían vendido en descubierto en 2018 era más un concepto que un activo. El concepto en cuestión era la propia volatilidad, convertida en activo por el arte financiero de crear derivados que lo tienen como subyacente".

La venta de volatilidad, que estuvo muy de moda en 2017, es lo que llevó a un estrangulamiento de los fondos bajistas, lo que estuvo en el origen de la quiebra de alguno de ellos, y coincidió con la caída de un 12% del S&P 500 en aquellos días de enero-febrero de 2018.

El gráfico de hoy muestra los diferentes brotes que ha tenido la volatilidad en cada una de las crisis vividas por los mercados financieros en los trece últimos años. Los dos brotes más pasmosos se dieron en octubre de 2008 y marzo de 2020, respectivamente por la quiebra de Lehman Brothers y por la COVID-19, llegando a niveles de entre 70 y 80 en ambos casos.

Esos casos coinciden con las recesiones correspondiente, señaladas con bandas verticales grisis.

Tambien se producen brotes de volatilidad muy llamativos en momentos en que las economías rozaban o parecían abocadas a recesiones que finalmente no se produjeron: en 2012 (coincidiendo con la amenaza de default de la deuda pública de EEUU y los problemas en la zona euro); en 2015-2016, por las devaluaciones del yuan, la caída de precios de las materias primas y los rumores de quiebra del Deutsche Bank: en esas ocasiones el VIX estuvo en torno a 40 en los peores momentos (yuan) y a 30 en otros no tan graves; y, finalmente, en momentos como la caída de Bolsa del 20% en el último trimeste 2018, o como en el actual, en que el VIX ha subido hasta 37.

Lo llamativo de esta última ocasión es que, para una caída de Bolsa que no ha llegado al 4%, el VIX se disparara hasta 37, cuando en diciembre de 2018 llegó al mismo nivel de 37 pero tras acumular las mencionadas pérdidas del 20%.

¿Por qué esa enorme sensibilidad ahoa en la reacción del VIX? Porque se ha visto el peligro de desestabilización del sistema tras “el asalto a Wall Street” por los inversores del chat de Reddit. La caída del último trimestre de 2018 no tenía esos elmentos tan desestabilizadores del sistema.

Disfruten del gráfico.

Evolución de la volatilidad (VIX)

Abrazos,

PD1: El Señor nos busca donde estamos, nos ama como somos y con paciencia acompaña nuestros pasos. Con su Palabra quiere hacernos cambiar de rumbo, para que dejemos de ir tirando y vayamos mar adentro en pos de Él. Sale todos los días a nuestro encuentro, pero no lo reconocemos. Hay que mirar las cosas simples que nos pasan cada día y ver su mano en todas ellas…