07 abril 2025

Crash

Estamos viendo un crash en los mercados, similar al de 1987 por culpa de los aranceles que generarán inflación mayor y menor crecimiento económico sino recesión. Muchos largos que se tienen que cerrar obligatoriamente y que empujan las cotizaciones a un suelo difícil de predecir. Pero llegaremos a un suelo en breves. No han durado antes mucho las caídas. Se toman medidas para frenarlas, quizás una marcha atrás de los aranceles gigantescos. Y rebotará con rapidez.

Solo por recordarte lo que pasó en el crash de 1987, el mínimo fue "el" mínimo, que nunca más se volvió a tocar:

¿Alguien cree que estos serán los aranceles definitivos? Trump acaba de sentarse a negociar

Una vez conocidos los aranceles anunciados por Trump en el Día de la Liberación, es importante centrarse en el fondo y en los objetivos reales de los conatos de esta guerra comercial.

Hace escasas semanas, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, comentó las utilidades que la actual administración Trump ve en la imposición de aranceles: la corrección de prácticas comerciales injustas, el aumento de los ingresos fiscales, la protección de la industria local y un método de negociación sobre otros aspectos que nada tienen que ver con el comercio. Analizamos uno por uno.

Corrección de prácticas comerciales injustas. El principal destinatario de este concepto es China. Estados Unidos considera, con mucha razón, que China ha estado subvencionando con ingentes ayudas de Estado durante más de una década a compañías chinas en sectores estratégicos. Gracias a dichas ayudas ahora China domina un elevado número de sectores como los vehículos eléctricos, las baterías, la fabricación de paneles solares o la producción de acero. Los precios a los que venden sus productos en los mercados internacionales son imbatibles para los fabricantes estadounidenses o europeos.

Adicionalmente, China lidera 57 de las 64 tecnologías consideradas críticas, tales como la informática de alto rendimiento, el diseño avanzado de circuitos integrados, fabricación de semiconductores, tecnología de funcionamiento de sistemas autónomos y los sensores cuánticos. China no habría conseguido esta posición sin las cuantiosas ayudas públicas. Inevitablemente estas tecnologías se convertirán en una ventaja competitiva de sus productos en el comercio mundial.

En la decisión sobre el nivel de aranceles recíprocos aprobados también se han tenido en cuenta factores cualitativos como las trabas legales y burocráticas a los productos y servicios estadounidenses; aquí las miradas apuntan a Europa, sobre todo por las limitaciones a los productos digitales de Estados Unidos. Otros factores como el nivel del IVA frente al impuesto sobre las ventas (sales tax) también se ha considerado, aunque la argumentación utilizada es muy discutible.

Aumento de los ingresos fiscales. Teniendo en cuenta que los aranceles que gravan las exportaciones estadounidenses son del 6,5%, de media, frente al 3% que soportan las importaciones de Estados Unidos, es una realidad que los ingresos por aranceles van a aumentar significativamente, al menos hasta igualar el nivel de aranceles de las exportaciones.

Una de las claves de la política de la administración de Trump es la bajada de impuestos, o al menos la prolongación en el tiempo de las rebajas realizadas en 2017 que vencen a final de este año, es crucial sincronizar los mayores ingresos por aranceles con los menores ingresos por impuestos directos.

La rebaja de impuestos no tendrá efecto hasta 2026. Por lo tanto, las negociaciones de los aranceles que finalmente graven a las importaciones pueden durar gran parte de este año.

Proteger la industria local. Tras más de tres décadas de globalización, Estados Unidos ha externalizado la mayor parte de su producción industrial. De hecho, el nivel de la producción industrial de Estados Unidos se sitúa ahora apenas un 10% por encima del nivel existente en el año 2000, mientras que su PIB se ha incrementado en más de un 60% y el consumo privado más de un 70%.

Con la globalización, las grandes empresas buscaron la ubicación donde la producción fuese más barata. Ahora revertir dicha situación inevitablemente implicará, o una subida de los precios de los bienes o una reducción de los beneficios de las empresas, o ambas cosas a la vez. De hecho, las empresas estadounidenses que producen fuera de Estados Unidos y venden sus productos en suelo norteamericano son unos de los objetivos de los aranceles. Apple es un caso claro. Sus iPhone son "diseñados en California y ensamblados en China". Así se entiende el anuncio de Apple de invertir 500.000 millones de dólares en Estados Unidos en los próximos cuatro años.

Método de negociación. Trump utiliza los aranceles como instrumento de negociación para los temas más dispares. Ya amenazó a Colombia, con éxito, con aranceles si no admitía vuelos de inmigrantes irregulares. La resistencia del gobierno colombiano duró 24 horas.

Entender este punto en la estrategia de Trump es fundamental, e invita a pensar que el nivel de aranceles anunciados el 2 de abril no es más que el punto de partida en las negociaciones bilaterales. El hecho de que el gobierno del Reino Unido haya anunciado que no tomará represalias y que las conversaciones con EEUU van por buen camino es una prueba de esa táctica negociadora.

Realmente no estamos acostumbrados a los modales y maneras de Trump, pero todo parece indicar que el nivel de aranceles anunciados abrirá una fase de negociaciones bilaterales sobre los temas más diversos, mucho más allá de los meramente comerciales. Entre dichos acuerdos se puede incluir un Mar-a-Lago Accord, pero esto lo dejaremos para próximas entregas.

Abrazos,

PD: Ser bueno no consiste en no cometer ninguna falta, sino en saber enmendarse. San Juan Bosco