Wall Street empieza a ponerse nervioso. Ha salido del letargo expectante que llevaba desde el pasado 15 de diciembre, y le entran dudas. Se empiezan a barajar que la bondad del efecto Trump de reflacionar la economía no acabe degenerando en una stagflación: recesión y subida de la inflación… Y esto es malo.
Lo cuenta Mohamed A. El-Erian en Bloomberg, interesante tipo que siempre hay que tener muy en cuenta:
We’re in Phase III of the Trump Rally
The post-election movements of U.S. stocks have been heavily influenced by policy. First they soared, then they traded in a narrow range. Now the markets have entered a period of greater volatility underpinned by a tug of war between the expectation of reflationary policies and the risk of stumbling into stagflation. Where we end up will be predominantly a political call.
Phase I: Euphoric Markets
The markets’ euphoric phase started in the early morning of Nov. 9, when President-elect Donald Trump delivered his acceptance speech. It lasted until mid-December.
Trump’s remarks at the Hilton Hotel were conciliatory in tone and notably pro-growth in content. They calmed markets that had been concerned about some of his campaign rhetoric, especially when it came to the imposition of prohibitive import taxes on China and Mexico, the dismantling of the North American Free Trade Agreement and the cancellation of bilateral trade agreements. Having sold off sharply in the run-up to the acceptance speech, Dow futures erased an 800-point drop and the S&P 500 Index climbed off its limit-down level, starting what turned out to be an impressive market surge that set records for the major indices.
This first phase was fueled by expectations that, after years of frustrating gridlock on Capitol Hill, the president and the Republican majorities in both houses of Congress would work constructively to unleash the significant potential of the U.S. economy. Markets internalized expectations for policy-induced improvements in growth and inflation, and their translation into higher corporate revenue and stronger pricing power. It was also hoped that stocks would get a boost from higher repurchase activity thanks to the policies that encouraged companies to repatriate cash held abroad. And all of this also fed a surge in both the dollar and yields on U.S. Treasuries.
Phase II: Consolidating Markets
Policy announcements can only take you so far in asset markets, especially when the president-elect hasn't been sworn in. That is why, from mid-December to Trump’s inauguration on Jan. 20, stocks traded in a remarkably narrow range as markets waited for information on the detailed design of policies and their implementation. The dollar gave back some gains and yields retraced part of their pronounced upward movement.
Phase III: Twitchier Markets
After the inauguration, markets became more fidgety, with sharper moves up or down depending on the latest policy indicators. On the one hand, for example, the deregulation signal provided by the executive order on pipelines took major averages to new records, including a move above the 20,000 milestone for the Dow. On the other hand, concerns about protectionism, fueled by talk of a 20 percent tariff on Mexico or the travel ban affecting seven countries, drove stocks lower. In both cases, the moves were larger than what had been seen in the second phase.
There is a bigger issue at play here, and its implications go well beyond financial markets. Now that the baseline of low and insufficiently inclusive growth has become less secure due to economic, financial, institutional and political factors (I have discussed this issue in previous articles), the policy-driven economy could be getting nearer to a tipping point: into beneficial reflation or damaging stagflation.
Specifically, the implementation of a well-designed set of policies built around the president’s three headline initiatives -- tax reform, deregulation and infrastructure -- would unleash reflationary forces that would validate existing asset valuation, and could take them a lot higher if the rest of the world were also to improve its policy mix. If, however, the U.S. stumbled into protectionism and trade wars, the markets would give up more of the recent gains, and possibly even overshoot on the way down.
Where markets go from here is therefor is a matter of politics more than anything else, with both U.S. and international dimensions. I leave you to make the call. I will limit myself to a simple observation: Having patiently waited for quite a while, markets are now a lot twitchier and point to a period of greater volatility for traders and investors.
Es penoso, ahora dependemos del componente político, algo que no estaba en la escena en los meses pasados. Ahora dependemos de los tweets de Trump, de los empellones que de a uno u otro, de sus decisiones y lo que consiga convencer al personal. Ganarse al CEO de una gran corporación, metiéndole presión, es muy fácil. Lo difícil es liderar el país y que los estadounidenses le hagan caso…, y sigan consumiendo como si tal cosa. Los recientes datos adelantados marcan subida de precios y PMI menores. Estaremos atentos. Abrazos,
PD1: ¿Seguirá subiendo la deuda, o será capaz la bolsa sin subir al calor de la deuda? Parece que los EEUU llegan ya a los 20 trillones de dólares de deuda, y no pasa nada…
El tirón que produjo Trump se ha calmado:
Y lo que pesa ahora es el acumulado de tantos años de subida y la nada atractiva valoración de las acciones:
¿Habrá recorte? Ni lo dudes… Ahora no hay valor hasta que no se acerque a los 1900 puntos. Es un 20% de recorte que permitiría entrar con más garantías de éxito… De otra forma, el último duro que lo gane otro…
Y puede subir más a corto plazo, pero ya está caro… PER:
PD2: En Europa la inflación sube amenazante… ¿Qué era mejor no crecer y no tener inflación, o no crecer y tener inflación?
Y al calor de la nueva inflación, suben los rendimientos de los bonos y generan pérdidas de capital…
Y le mete una presión de caballo al Banco Central Europeo…
¿Seguirá a su bola comprando todos los papelitos del mundo mundial? Lo dudo. Próximamente no es descartable que anuncie el fin de este despropósito…
Mientras las expectativas de crecimiento siguen siendo pobres:
Y en la guerra particular de divisas que se traen ambos bloques, primaría el euro, debería subir… No lo hace porque está muy cuestionado su futuro, por todas partes…
PD3: Y no consigo comprender que el BBVA haya mejorado sus cuentas gracias a México y Turquía, con lo que ha debido perder por la depreciación formidable del peso y la lira… Hay duendes inexplicables. De hecho, ayer la bolsa reflejó con fuertes caídas esos buenos resultados, qué raro… Mira la composición de sus beneficios por origen:
Ya no es un banco español, lo sabíamos… Tampoco es un banco global diversificado… Es un banco turco, mexicano, sudamericano y yanqui… Alucinante!
PD4: ¡Qué triste! Es desesperante ver como se engancha la gente a la televisión… ¿No hablan entre ellos? Por supuesto que no, ¿de qué? No leen, los hombres muy pocos libros al año. Unos miran la tele atontados, otros a las maquinitas (móvil y demás), otros juegan al solitario… Sí, es cierto que al final del día hay que descansar y relajarse, desconectar de la dureza de la jornada… ¿Por qué no se irán a la cama para no tener tanto sueño al día siguiente? El ser humano demuestra su fragilidad por la noche: no puede más. Lo malo es que se claudica muy pronto y muchas cenas se hacen con la tele puesta, abstrayéndose de eso que es hacer familia, de comunicarse con tus hijos, de comentar las cosas que pasan, de hacer tertulia, tan enriquecedora, tan imprescindible para la formación humana de todos los ser inteligentes… No, llenamos el mundo de lerdos e ignorantes mirando la aburrida televisión…
Sí, son datos de EEUU y supongo que los españoles serán parecidos, con las mujeres que andan por casa, enganchadas a esas mierdosas series todo el puñetero día…