14 noviembre 2023

dogmas económicos

Falsos dogmas económicos

Dogma: proposición tenida por cierta y como principio innegable (RAE.es).

Algunos dogmas económicos que marcan la política monetaria aplicada por los bancos centrales son muy cuestionables, cuando no errados. Su seguimiento sin discusión durante lustros está generando unos efectos altamente perniciosos a medio plazo.

El objetivo principal de los bancos centrales es la estabilidad de los precios. Se entiende que se consigue dicha estabilidad de precios si la evolución de estos, medidos a través de la inflación (IPC: Índice de Precios al Consumo), se sitúa en niveles cercanos al 2%.

La inflación o el IPC, sirve para medir el aumento del coste de la vida. Se expresa como porcentaje de variación respecto a los precios del mismo mes del año anterior. Por lo tanto, cualquier dato que refleje un IPC por encima de cero implica que el coste de la vida es superior al del año anterior.

Las persistentes presiones inflacionistas, con constantes subidas de los precios, merman de forma sistemática el poder adquisitivo de las personas, especialmente de las franjas de población menos favorecidas. Por lo tanto, intentar controlar la inflación y las expectativas inflacionistas es loable y va en beneficio del conjunto de la población, aunque suponga sacrificios en el corto plazo.

No se puede decir lo mismo de las decisiones adoptadas por el BCE para intentar aumentar los niveles de inflación cuando estos se situaban en niveles cercanos a cero o incluso negativos. Ha sido un gravísimo error cuyas consecuencias se están pagando ahora. Tanto tiempo de liquidez abundante, accesible y a tipos ínfimos, incluso negativos para los Estados y algunas empresas, han tenido un efecto totalmente contraproducente a medio plazo.

No es cierto que la deflación, es decir, inflación negativa o una caída de los precios, sea necesariamente nociva para la economía, ni para los ciudadanos. Se argumenta que la deflación es perniciosa porque hace que los consumidores pospongan sus compras y sus consumos en espera de caídas adicionales de precios. Es una conclusión precipitada y muy discutible.

Ningún ciudadano, ni ninguna familia se quejará porque desciendan los precios, medidos por la inflación y, por tanto, su poder adquisitivo aumente. Tomando como ejemplo las televisiones, su precio no ha dejado de bajar en las últimas dos décadas, a la vez que aumentaban las prestaciones de los aparatos. No por ello los consumidores han pospuesto las adquisiciones de televisores, ni ha disminuido su demanda.

Hemos asistido durante varias décadas a presiones deflacionistas globales que han mantenido la inflación a raya: los "los dividendos de la paz", China, la globalización, el comercio electrónico o los bajos precios de la energía durante un largo periodo. Por lo tanto, no se puede achacar un nivel de baja inflación a una situación de escasa demanda y, por consiguiente, de debilidad económica que necesita una inyección monetaria para dinamizarla.  

El gran beneficiado de la inflación es, sin duda, el EstadoSu recaudación aumenta con la inflación. Los costes financieros de su deuda se incrementan en mucha menor medida. Al subir los precios de los productos en general, aumenta la recaudación del IVA, al ser un impuesto proporcional al precio de venta. En el caso del IRPF, con un tipo de gravamen progresivo, de tal forma que cuanto mayor sea la cantidad sujeta al impuesto, mayor es el tipo de gravamen aplicado, la inflación hace que el incremento de la recaudación sea incluso superior al incremento del IPC.

El resto de personas y entidades endeudadas sólo se favorecen de la inflación si sus ingresos crecen al ritmo de la inflación y siempre que el coste financiero de sus deudas no crezca al mismo ritmo.

Los grandes perjudicados por la inflación son los consumidores, tanto más, cuanto menor es su poder adquisitivo.

El falso dogma de inflación ideal del 2%, cuando el índice de precios se situaba en niveles inferiores entre 2012 y 2021, llevó a una política monetaria ultraexpansiva que ha sido gasolina para la inflación cuando esta ha aparecido. La inflación es como la pasta dentífrica: una vez fuera del tubo no hay forma de volver a meterla en él.

A medio plazo los falsos dogmas económicos son muy perniciosos.

Abrazos,

PD: Nunca tenemos tiempo…

10 noviembre 2023

Alemania

Podría adelantar su PIB al de Japón y convertirse en la tercera potencia económica del mundo:


Y eso que sus fábricas ya no son las que eran:


Y que las previsiones de crecimiento siguen siendo muy pobres:


Abrazos,

PD: Erik Olano escribe esto:

El demonio se apareció a tres monjes y les dijo: si les diera potestad para cambiar algo del pasado, ¿qué cambiarían?

El primero de ellos, con un gran fervor apostólico respondió: "Impediría que hicieras caer a Adán y Eva en el pecado para que la humanidad no pudiera apartarse de Dios".

El segundo, un hombre lleno de misericordia, le dijo: "Impediría que tú mismo te apartases de Dios y te condenaras eternamente".

El tercero de ellos era el más simple y, en vez de responder al tentador, se puso de rodillas, hizo la señal de la cruz y oró diciendo: "Señor, libérame de la tentación de lo que pudo ser y no fue".

El diablo, dando un grito estentóreo y estremeciéndose de dolor se esfumó. Los otros dos, sorprendidos, le dijeron: "Hermano, ¿por qué has reaccionado así?".

Él les respondió: "Primero: NUNCA debemos dialogar con el enemigo.

Segundo: NADIE en el mundo tiene poder para cambiar el pasado.

Tercero: el INTERÉS de Satanás no era probar nuestra virtud, sino atraparnos en el pasado, para que descuidemos el presente, el único tiempo en el que Dios nos da su gracia y podemos cooperar con ella para cumplir su voluntad".

De todos los demonios, el que más atrapa a los hombres y les impide ser felices es el de "lo que pudo ser y no fue". El pasado queda a la Misericordia de Dios y el futuro a su Providencia. Pero el presente está en su amor. Vive hoy amando a Dios con todas las fuerzas de tu corazón y a quienes Dios te ha dado. 

08 noviembre 2023

castigo a la banca española

Leña a los bancos:

¡Castiguemos a los bancos, que son perversos!

Parece probable que, tras llevar al 4% el tipo de depósito, el BCE no suba más los tipos. El debate ya se ha trasladado más bien hacia el momento en que empezará a bajarlos. Algunos lo ven para la próxima primavera, incluso a comienzos de la misma, yo más hacia el verano y algunos otros más tarde, incluso en 2025.

Pero, con independencia de cuándo ocurra eso, parece claro que el BCE afronta otra decisión: la reducción del exceso de liquidez existente en los mercados sin provocar inestabilidad financiera. La realidad es que al BCE se le fue la mano inundando el mercado de liquidez durante la crisis económica y, especialmente, a Lagarde para amortiguar los efectos económicos del covid. El resultado fue que llegó a haber un importe cercano a los 5 billones de liquidez excedentaria en 2022. Ya se ha reducido una parte. Porque se dejaron de reinvertir los bonos que iban venciendo del programa APP (el de Draghi) y porque también los bancos han reintegrado al BCE la mayor parte de los préstamos otorgados a las entidades (LTROS y TLTROS) en las crisis. Pero aún quedan más de dos billones de liquidez sobrante. El BCE dijo que continuaría reinvirtiendo los vencimientos del PEPP (programa de compra de muchísimos bonos en la pandemia) hasta finales de 2024. Pero creo que lo dejará de hacer mucho antes. Quizás anuncie el final en alguna de sus próximas reuniones.

Y, mientras tanto, el exceso de liquidez sigue ahí. A los bancos les desborda y la depositan en el BCE obteniendo a cambio, actualmente, el 4%. Y son cantidades bastante importantes.

Pues bien, con este trasfondo, hay supuestos expertos financieros y periodistas que, con un cálculo sencillo, aunque no muy riguroso, intentan mostrar que buena parte de los beneficios obtenidos por la banca hasta septiembre se explican por la remuneración de este depósito en el BCE. En su opinión, se trataría de una ayuda pública adicional a la banca, que pagan los contribuyentes.

Para ello, toman la partida del activo “Efectivo, saldos en efectivo en bancos centrales y otros depósitos a la vista”, le aplican el 4%, consideran el resultado un beneficio “regalado” y lo comparan con el beneficio total de cada entidad, concluyendo que es demasiado (obtienen porcentajes variables según cada banco, que pueden llagar al 30 o 40% del beneficio). Sin embargo, se trata de un cálculo burdo y sesgado.

Si el BCE no remunerase esos saldos, los bancos los dedicarían a otro activo, por ejemplo, a comprar Letras del Tesoro u otros activos, españoles o de otro país

Por varias razones. Porque el efectivo más lo depositado como coeficiente de caja no se remunera. Porque el 4% es lo que se cobra ahora pero el año empezó en el 2%, por lo que el promedio anual es más bajo. Porque sobre ese resultado se pagan impuestos, tanto el de sociedades como la tasa inventada por el gobierno Frankenstein, con lo que se quedaría en menos de dos terceras partes del importe bruto. Y, además, y sobre todo, porque, si el BCE no remunerase esos saldos, los bancos los dedicarían a otro activo, por ejemplo, a comprar Letras del Tesoro u otros activos, españoles o de otro país, que les podría rentar un interés no muy diferente. Así que, esos periodistas nacionales e internacionales y supuestos expertos que utilizan estos cálculos para demonizar a la banca,  otra vez, por una medida de política monetaria para luchar contra la inflación, hacen algo un poco absurdo.

Ahora bien, dado que golpear a los bancos se ha convertido en un deporte muy practicado por parte de los reguladores y los gobiernos, todo eso constituye un caldo de cultivo que nos podría llevar próximamente a alguna nueva medida que castigue al sector.

De hecho, en el BCE, ya se plantea la posibilidad de elevar el coeficiente de caja, es decir la parte no remunerada de los depósitos de los bancos en el BCE. Actualmente se encuentra en el 1% de los depósitos y hay quien dice que podría elevarse al 2% e incluso al 3%, Lo que drenaría beneficios al sistema bancario y disminuiría las pérdidas de los bancos centrarles integrantes del BCE. A este último argumento son especialmente sensibles los representantes de países donde esas pérdidas son más elevadas o menos aceptables políticamente. Aunque la realidad sea que no es muy importante que un banco central pierda dinero, porque su objetivo no es ganarlo sino llevar a cabo la política monetaria adecuada. Y buscar la estabilidad financiera, no ponerla en peligro con medidas poco meditadas.

Tributar dos veces

Por otra parte, ese run-run parece la disculpa para justificar también nuevos golpes por parte del Gobierno español. Qué más quieren para prorrogar el impuesto a los bancos sobre los beneficios “extraordinarios” (eufemismo indecente, ya que se ha definido sobre los ingresos ordinarios). Con esta gente, casi, damos ya por descontado que ocurra. Otra medida que sería especialmente lesiva para las entidades con presencia en el exterior es el 15% mínimo de impuesto de sociedades sobre Bº contable, no sobre la base imponible como ocurre en el mundo civilizado. Porque supone tributar dos veces sobre los beneficios obtenidos fuera de España, que en BBVA y Santander son la inmensa mayoría. Y ya veremos si a estos “genios de las finanzas” que hay en el entorno de Frankenstein no se les ocurre alguna otra barbaridad más.

Sin duda, la Dirección de estas entidades financieras españolas tiene que estar estudiando la deslocalización de su domicilio social. Aunque algunos columnistas de medios lacayos de Moncloa lo califiquen como “amenazar”. Pero la obligación de los gestores es preservar los intereses de los accionistas y protegerlos de la depredación gubernamental. Claro que, en banca, resultará más complicado que en Ferrovial. Porque su actividad en España es al por menor y puede sufrir con la segura campaña en su contra que llevaría a cabo el gobierno socio-comunista…

Abrazos,

PD: Te he hablado muchas veces la bondad de ser Hijo de Dios. Nos protege, nos mima, nos cuida, nos quita los miedos, nos da la esperanza. Se es Hijo de Dios desde nuestro Bautismo. Es por eso por lo que no se pueden dejar de bautizar a los niños que nacen.

Hay una anécdota muy bonita de cuando eligieron al Papa Juan Pablo II. Su primer viaje fue a su pueblo natal en Polonia. Celebró la Misa en la pequeña iglesia del pueblo. Iban entrando los monaguillos, curas, obispos y, por último, el Papa nuevo. Nada más entrar, se salió de la fila y se arrodillo en la pila bautismal de la iglesia. No estaba preparado esto. Y se quedó no un minuto, ni dos ni tres… Se puso de rodillas y se quedó así 16 largos minutos dando gracias por su bautismo, por haber empezado ahí el ser Hijo de Dios…

07 noviembre 2023

mejorar la productividad

Rafael Domenech, del BBVA escribe esto:

España necesita aumentar el nivel de empleo y que su productividad crezca por encima de la media europea, para afrontar retos pendientes como la consolidación fiscal o el envejecimiento, y para cerrar la brecha de renta per cápita con la UE:

Abrazos,

PD: Cuidado con lo que decimos… 





06 noviembre 2023

el pasado no se repite

Cada año es algo nuevo a lo que nos enfrentamos. Y muchos se equivocan pensado en que se repite la historia…

El mundo ha cambiado

Uno de los errores más frecuentes de los inversores radica en extrapolar a futuro lo que ha sucedido en el pasado cercano. Equivale a conducir mirando al espejo retrovisor, en lugar de mirar al frente. Los largos años de tipos de interés cero, o incluso negativos, y la fuerte intervención de los bancos centrales anestesiaron los problemas económicos y distorsionaron los mercados financieros. Ahora las cosas han cambiado. Dichos cambios tienen influencia en el comportamiento de la economía y en la rentabilidad de los distintos activos financieros.

Algunos de estos cambios son los siguientes:


Vuelta de la inflación. Incluso las previsiones de la Fed y el BCE indican que la inflación estará por encima del objetivo del 2% por lo menos hasta 2025. Numerosos factores estructurales como la desglobalización, los riesgos geopolíticos o la vuelta del proteccionismo hacen prever que la inflación tardará bastante tiempo en volver a niveles considerados satisfactorios para los bancos centrales. Es como la pasta de dientes: una vez fuera del tubo es muy difícil volver a meterla.

Tipos de interés. Lamentablemente algunos responsables de la política monetaria llegaron a manifestar que los tipos de interés iban a estar muy bajos para siempre. Con la vuelta de la inflación, alcanzando niveles no vistos en 40 años, los tipos de interés han abandonado sus niveles extremadamente bajos. No se debe esperar que vuelvan a niveles tan reducidos como los existentes entre 2011 a 2022.

Liquidez, comportamiento de los bancos centrales. Tras más de una década de inyección de grandes cantidades de liquidez por parte de los bancos centrales, ahora toca drenar parte de la liquidez inyectada. Como consecuencia, la facilidad de financiación de las empresas se reduce, siendo los tipos de interés a pagar por los endeudados los más altos en al menos 15 años.

Aversión al Riesgo. Fin del seguro (put) del Fed. Desde el inicio de la crisis financiera cada vez que la bolsa estadounidense ha sufrido caídas de al menos el 20%, la Fed ha intervenido: primero bajando tipos de interés e inyectando liquidez con la compra de activos (QE). Esto provocó una aversión al riesgo mínima, al contar con la intervención asegurada de la Fed si los mercados se torcían. Esta forma de actuar se truncó en 2022. La Fed ya no bajará tipos de interés, ni inyectará más liquidez porque la bolsa baje. Como resultado, la aversión al riesgo ha aumentado sensiblemente.


Diferenciales de crédito. Cuando los tipos eran cero, o negativos, y la liquidez disponible era abundante, los diferenciales de tipos de interés aplicados a la mayor parte de las financiaciones eran anormalmente bajos. Ahora los diferenciales se han normalizado, al alza.

Facilidad de crédito. Además de tener que pagar tipos de interés superiores, la facilidad de concesión de créditos por parte de las entidades financieras se ha visto restringida. Así lo muestran las cifras de nuevos préstamos por parte de las entidades financieras. 

Previsiones económicas. Los tipos de interés cero (o negativos) y los elevados déficits públicos de los estados de los últimos años han supuesto un "dopaje" que ha favorecido el crecimiento económico, pero sólo de forma coyuntural. Las previsiones económicas globales, especialmente para Europa, son poco boyantes. Las fuertes subidas de los tipos de interés desde el año pasado y la menor liquidez disponible acaba haciendo mella en la economía, aunque con un cierto retardo.

Inestabilidad geopolítica. Desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia la inestabilidad geopolítica ha ido incrementándose paulatinamente, produciéndose una fragmentación del mundo en dos bloques liderados por EE. UU. y China. Las consecuencias económicas de esta fragmentación se han convertido en estructurales.

Rentabilidad sin riesgo. La mejor noticia para los ahorradores, respecto a todos los cambios acontecidos, es la vuelta a la rentabilidad positiva de los activos considerados sin riesgo. Así, la Letra del Tesoro a un año ofrece una rentabilidad cercana al 4% (3,876%), cuando hace menos de dos años el retorno ofrecido por las Letras del Tesoro era negativo.


Conviene conocer la historia para no cometer los errores de antaño. Aun así, es importante ser consciente de que durante casi 15 años la economía y los mercados financieros han estado totalmente distorsionados por unos tipos cero, o incluso negativos, una liquidez extraordinariamente elevada y un incremento del gasto público a nivel global no sostenible. Por lo tanto, no es recomendable tomar como referencia del comportamiento futuro de las inversiones, las rentabilidades obtenidas en los últimos 15 años.

Abrazos,

PD: Me sigue superando… En estos momentos de desanimo, hay que volver a él: