Ya sabes lo que me gusta todos los  sábados leer a este hombre. Hoy te copio una entrevista a Daniel  Lacalle. Largo, pero no tiene desperdicio. Merece la pena. Me encanta la  gente que va diciendo la verdad y no esas patrañas habituales de analistas  varios, bancos de inversión, casas de bolsa, políticos y periodistas. Es lo que  tiene, tendremos razón el Sr. Lacalle y yo, o no, pero decimos verdades como  puños, aunque no son políticamente correctas:
    Rescatar bancos es una anomalía  y una auténtica aberración del sistema económico estatista.
    Lo que muchos ciudadanos no comprenden es que se les exija  responder a sus obligaciones con el mercado al tiempo que se les obliga a  rescatar a agentes fallidos del mismo, como los bancos.
    El rescate de los bancos, efectivamente, es una anomalía y es  una auténtica aberración del sistema económico estatista, por supuesto. Yo  siempre digo que igual que ahora nos echamos las manos a la cabeza  preguntándonos por qué rescatamos a la minería y a la siderurgia, que fueron un  desastre, y por qué gastamos miles de millones en rescatar sectores en  decadencia, lo mismo pasará con la banca. Rescatar bancos es un enorme error y  en eso tiene razón la ciudadanía, pero no exime de su responsabilidad en otras cosas,  como aplaudir un sistema de cajas –todas públicas- político, despilfarrador e  ineficiente. Y no nos exime a nadie de nuestra responsabilidad de informarnos a  la hora de invertir sea en un coche, en una casa o en una acción.
    Cuando hablo con inversores pequeños que me llaman tienen un  cuidado exquisito y buscan informarse con todo detalle de una inversión en un  producto financiero o de una acción de una empresa y, sin embargo, las  inversiones más grandes que hacemos como empresas que somos las familias, que  son nuestra casa y nuestro coche, son las que hacemos con decisión menos  informada con respecto a los detalles.
    Hay gente que se compra un coche porque tiene un color bonito y  hay gente que se compra una casa, sin saber, sin buscar de antemano, cuál es la  demanda y cuál es la oferta y cuál es el precio de equilibrio en la zona donde  va a comprar. Y parte de eso es culpa del sistema en el que vivimos y que hemos  aceptado. Un sistema en el que se presupone que el precio es un factor decisivo  a la hora de tomar una decisión y que el precio lo justifica todo. "El precio  es el precio" escuchaba yo cuando estaba en España. ¿Cómo que el precio es el  precio? Habrá una demanda y habrá una oferta. Ese concepto de que algo vale lo  que yo digo que vale aunque nadie me lo quiera comprar es muy de nuestros  países. Todo eso es parte de la cultura financiera, y parte de la cultura  financiera también es que ahora que sabemos que rescatar a los bancos es una  locura, evitemos que en el futuro vuelva a pasar creando, y con el aplauso de  toda la población, un sistema bancario como fue en España las cajas, que eran  jaleadas por el pueblo como grandes beneficiarios y como grandes entes  creadoras de riqueza. De los errores hay que aprender. A mí no me preocupa  tanto cometer errores como no aprender de ellos. Y mientras aprendamos de ellos  es bueno.
    Por lo menos lo que no hacemos desde el mercado es cuestionar el  hecho de que la demanda y la oferta dictan el precio. Y ese elemento es muy  importante porque cuando rompemos la relación entre demanda y oferta, y cuando  rompemos otro elemento muy importante del sistema económico que es la  responsabilidad crediticia, se desvirtúa todo. Porque si no hay responsabilidad  crediticia, no hay responsabilidad inversora. Y si no hay responsabilidad  inversora el precio no tiene ningún tipo de lógica comparado con la dinámica de  la oferta y la demanda. En vez de aceptar esas burbujas y esas ineficiencias  como inevitables, y que si no funcionan nos rescate el estado (sea a los  ciudadanos, a los bancos, a las empresas o a lo que sea), lo que tenemos que  hacer es simplemente acostumbrarnos a evitar al máximo esas ineficiencias y  entender porqué se generan y al menos comprender dónde nos estamos metiendo  para no tener que depender del estado. Porque la dependencia del estado después  viene con recortes y con impuestos.
    El error es asumir que sin  deuda no hay crecimiento.
    Sin embargo, la hoja de ruta que se ha seguido hasta ahora para dar  respuesta a la crisis en Europa se basa precisamente en aplicar ajustes en el  sector privado y mayor endeudamiento público para impulsar el crecimiento.
    Claro, es que el error que se ha introducido también, desde hace  décadas, y es un problema grave porque está metido en el ADN de la población,  es asumir que sin deuda no hay crecimiento. Se asume desde el punto de vista de  la población y de los gobiernos que más endeudamiento nos va a sacar del  problema, cuando lo único que hace es agrandar el agujero. En el mercado,  cuando uno maneja un portafolio relativamente grande, lo primero que sabe es el  concepto de stop-loss. El  problema de no hacer stop-loss, como  cualquiera que maneja una inversión, es que al agrandar el agujero es más  difícil salir de él. El aumento de déficit y de las necesidades de déficit a lo  único que va a llevar en el futuro es a que los recortes y los impuestos  vuelvan a ser mayores. Eso se paga, siempre se paga y se paga de dos maneras:  empobreciendo a la población a través de un default, un  impago y una devaluación masiva (lo hemos visto en todos los países que han  sido rescatados), o a través de represión financiera, menos renta disponible,  más impuestos y más recortes.
    El problema de un estado no es el mismo problema que el de una  empresa. Un estado no puede hacer lo que hace una empresa que es ampliar  capital. Y monetizar deuda es tirar de una ampliación de capital falsa a través  de la renta de los ciudadanos que se empobrecen. Es un trade-off muy  negativo para la población.
    Hacer política económica  basada en lo que puedan pensar los mercados es un error.
    Seguir esa ruta es un diagnóstico que preocupa a muchos  analistas, pero los mercados la aplauden, cuando no la reclaman.
    Yo creo que hacer política económica basada en lo que puedan  pensar los mercados es un error. Por ejemplo, la bolsa alemana se disparó  durante la República de Weimar. Los activos de riesgo durante la época de la  represión jacobina en la Francia de 1750 se dispararon también mientras la  gente se moría de hambre. Hay que tener mucho cuidado porque los activos de  riesgo funcionan según distintas variables y entre esas variables se incluye  una inflación desbocada. Si se aumenta la inflación un 27%, pues efectivamente  la bolsa subirá alrededor de un 27%. Otra cosa es que en términos reales la  bolsa no esté subiendo. Hay que tener mucho cuidado con eso de "la percepción  de los mercados". Las cosas se tienen que hacer bien lo acepte o no lo acepte  el mercado y, particularmente, el tema de la deuda. Es decir: precisamente lo  que hay que hacer es actuar contra el ciclo. Si los mercados están aplaudiendo  un entorno de endeudamiento de los estados y están comprando esa deuda a un  precio relativamente bajo, es precisamente el momento para reducir gasto y  reducir deuda, no para endeudarse más.
    La política de los estados debe ser contracíclica a lo que hacen  los mercados. No debe comprar cuando sube la bolsa, debe reducir cuando sube la  bolsa. Si se tienen que vender activos del estado, activos inmobiliarios, una  oportunidad maravillosa hubiera sido hacerlo entre 2005 y 2007, en vez de  gastar. Y esto tiene una importancia desde mi punto de vista cardinal, porque  si yo me equivoco y todo va a ir bien ese estado que está llevando a cabo esa  política contra cíclica estará mucho mejor, los ciudadanos pagarán menos impuestos,  la renta disponible subirá y la economía crecerá aún más. Si yo no me equivoco,  y estos periodos de euforia bursátil y crediticia son solamente espejismos,  entonces tenemos un gran problema a medio plazo.
    Y eso es lo que me sorprende cuando tengo debates, a veces  encarnizados, con los defensores del gasto público, porque tengo la sensación  de que si se hace lo que ellos dicen y hay un shock en los  mercados financieros, todos los países estamos en una situación débil de  impago. Sin embargo, si no se hace así, serán estados más fuertes. Ese concepto  de que el estado tiene que suplantar al sector privado cuando éste se está  desapalancando es muy peligroso porque parte de tres asunciones radicalmente  falsas desde mi punto de vista: la primera es que a largo plazo todo crece. La  segunda que el estado parte de una información mejor y más cualificada para  tomar decisiones de inversión que el inversor privado. Y tercera, que el uso de  los fondos del estado se hará desde una perspectiva mejor y más eficiente que  el privado. Como no tengo ninguna evidencia empírica de que eso se haya  producido, no he visto ninguna inversión hecha por el estado en crisis que haya  sido económicamente –o socialmente– más rentable que se si se hubiese hecho  desde el punto de vista del sector privado, pues por lo menos me preocupa. Y  sin olvidar que el estado ha de tener un papel, por supuesto. Nadie está  hablando aquí del desmantelamiento del estado, pero ese papel es de coordinador  y de facilitador, no de suplantador.
    La recuperación económica  no puede venir de la mano de los sectores que han creado la crisis: ni del  estado con gasto excesivo ni de la banca hipertrofiada.
    Teniendo en cuenta que todo apunta a que el crédito no volverá a  fluir corto plazo y que el gasto del estado sigue estando fuera de control,  ¿qué perspectivas de recuperación tienen?
    Nuestra perspectiva es muy sencilla: la recuperación de la  economía no puede venir –no ha venido nunca, en ningún período económico– de la  mano de los sectores que han creado la crisis. Si la crisis ha venido por un  gasto público excesivo y de un sector bancario hipertrofiado, no se va a  solucionar a través de un gasto público excesivo y de un sector bancario  hipertrofiado. Esas dos áreas me parece que son muy peligrosas. La recuperación  sólo puede venir de dos áreas: de la inversión privada y del consumo.
    El consumo, en particular, no se pude recuperar en un entorno de  devaluación interna y de represión financiera. Cuando la renta disponible de  las familias, y de las empresas, está cayendo, porque sube la inflación, suben  los impuestos y se reducen los salarios, el consumo no tira. Ya podemos  producir los mejores equipos, devaluar todo lo que queramos, que el consumo  simplemente no tira. Por eso, desde mi punto de vista, soy defensor de tomar  una decisión agresiva que impulse el consumo. No va a poder ser a través de  deuda, porque después de un shock como el  que ha sufrido la población en los últimos siete años, la población no va a  entrar en una espiral consumista con deuda porque tiene muy tatuado dentro de  su alma el efecto de esos años. Sólo puede venir de una mejora de la renta  disponible. Y la mejora de la renta disponible en una economía que tiene poco  crecimiento y en la que los salarios probablemente no van a crecer, sólo puede  venir a través de reducir impuestos.
    Tras escuchar la comparecencia del presidente del gobierno  español ante el Congreso la semana pasada, parece improbable que eso ocurra.
    Yo tengo claro que no va a pasar. Todo lo contrario, la  situación se recrudecerá.
    La clase media está siendo  destrozada.
    ¿Entonces vamos directos hacia la insolvencia?
    La insolvencia es un hecho cuando los estados gastan un 25% más  de lo que ingresan. Eso es un hecho. Cuando usted tiene un estado, sea el  británico, sea el español o sea el francés, en el que si aumentasen los  impuestos un 50% a todo el mundo no se reduciría su déficit estructural, el  problema no son los ingresos, son los gastos. Sé que no se va a hacer porque  está metido dentro del ADN de los gobernantes que la solución es el crédito,  pero el crédito es imposible que se recupere de tal forma que sea un factor que  mitigue el aumento de la deuda. Hay una cosa de la que siempre hablo y es el  umbral de saturación de deuda: el punto a partir del cual una unidad adicional  de deuda no solamente no genera una unidad adicional de PIB, sino que genera  una unidad negativa, o una fracción de unidad negativa. Esto es muy importante  porque se pasa del efecto virtuoso que tiene tomar un poco de apalancamiento e  invertir, al efecto vicioso de tomar apalancamiento para sostener gastos  corrientes. Eso en las empresas es la muerte por el capital circulante. Cuando  se tiene el problema de que elworking  capital se come  la capacidad de crecer. La única manera para salir de ese círculo vicioso es atrayendo  consumo, y el consumo sólo se atrae de dos maneras: a) reduciendo los impuestos  y aumentando la renta disponible de las pequeñas economías, pero eso no reduce  el déficit porque no es suficiente y b) la clase media.
    La clase media está siendo destrozada. Está siendo completamente  desmantelada en los países de la OCDE. ¿Por qué? Porque son los que lo sufren  todo: los impuestos, los recortes y además no se mueven. ¿Y cuál es la política  que toman los países de la OCDE en este entorno? Dicen dos cosas: "vamos a  meter dinero en la economía, vamos a imprimir moneda, porque entonces el estado  se sigue financiando gratis", gasto que no va a la economía real y que no  genera retorno productivo porque es casi todo gasto corriente y, segundo, lo  que llaman el "efecto riqueza": suben las bolsas, suben los bonos… El problema  es que con los ricos solamente no se recupera la economía.
    Ese es otro mito, que los ricos impulsan la recuperación…
    Ese es un enorme mito. Un señor que gana, digamos, cien millones  de dólares, si gana ciento veinte no gasta más. A lo mejor invierte, eso va a  fondos de inversión, pero no se traslada a la clase media. Donde hay que  centrarse es en la clase media, que en un entorno en el que no hay un  crecimiento industrial importante dentro de la OCDE, no puede crecer con  represión financiera.
    La solución la tenemos en  España y la hemos visto en España: reducir el gasto público, reducir los  impuestos, aumentar la clase media y trabajar en un entorno no subvencionado y  no intervenido.
    Entonces, si no hay expectativas de cambio, ¿sufriremos otro  colapso antes de salir del error?
    Siempre ha sido así. Desafortunadamente no aprendemos en un  entorno controlado. Como nos parece que el país no se ha ido al desastre  absoluto, pensamos que la cosa no estaba tan mal. En vez de pensar, "menos mal  que no se ha ido al desastre absoluto, trabajemos para evitarlo". Siempre, por  desgracia, se reacciona a través de crisis. La crisis que comentaba de la  Revolución Francesa, ahí se terminó por una burbuja financiera monstruosa,  imprimiendo moneda. Lo mismo ocurre ahora. Lo mismo exactamente: pobreza y se  terminó con Napoleón. La República de Weimar terminó como terminó.
    Siempre ha sido así. Desafortunadamente no aprendemos en un  entorno controlado. Como nos parece que el país no se ha ido al desastre  absoluto, la cosa no estaba tan mal. En vez de pensar, "menos mal que no se ha  ido al desastre absoluto, trabajemos para evitarlo". Siempre, por desgracia, se  reacciona a través de crisis. La crisis que comentaba de la Revolución  Francesa, se terminó por una burbuja financiera monstruosa, imprimiendo moneda.  Lo mismo. Lo mismo exactamente: pobreza, y se terminó con Napoleón. La  República de Weimar terminó igual.
    La solución se puede dar dentro del sistema, porque lo hemos visto.  Qué casualidad, ¡en España! A mí lo que más me enfada como ciudadano español y  como persona a la que le preocupa su país es que, habiendo tenido la solución  delante de nosotros, habiendo vivido la transición de una economía de baja  productividad a una economía exportadora entre el año 1975 y 1980, habiendo  hecho un país moderno desde el consenso y desde el sector privado, que fue el  que tuvo el mayor repunte de la Unión Europea actual, hasta que vimos el  milagro alemán. La solución la tenemos en España y la hemos visto en España:  reducir el gasto público, reducir los impuestos, aumentar la clase media y  trabajar en un entorno menos subvencionado e intervenido. También lo hemos  vivido en Reino Unido. Aquí en 1977-1978 era un erial, como lo es Europa ahora  mismo, donde todo estaba subvencionado, todo era gasto público, todo era  intervencionismo y tuvo que venir una revolución agresiva. Una revolución que  además no bajó el gasto público. Margaret Thatcher lo cambió, no lo bajó. Y  esto es algo que los defensores del gasto público no entienden porque lo ven  como algo que añade PIB, no entienden el gasto como productivo. ¿Qué hizo  Margaret Thatcher? Se cargó lo que era burocracia y la parte que le sobraba, la  misma cantidad, la utilizó para inversión productiva fuera, en el Mar del  Norte, en Defensa, en cosas que no solamente generaban PIB falso, sino  rentabilidad.
    No ha habido un problema de  "marca España" como concepto. Lo que sí ha habido es un problema de "deuda  España".
    ¿Cómo cotiza en la City la "marca España" de la que tanto se  habla?
    Yo creo que hay un mito. Pensar que España era un desastre y que  había una mala imagen. Falso. En Reino Unido y en Estados Unidos llevo años  oyendo hablar sobre el milagro económico español, las empresas españolas que  han comprado empresas aquí y lo hacen bien, trabajadores españoles que, como  yo, todos saben que trabajan bien. Para nada ha habido un problema de "marca  España" como concepto. Lo que sí ha habido es un problema de "deuda España".  Ese no es un problema de imagen, sino de modelo productivo en el que se  decidió, en el año 2005-2006, que de esto se salía apalancándose.
    Tiene necesariamente que ser un problema de modelo productivo,  porque para deuda de vértigo la italiana, ¿no?
    La diferencia entre Italia y España es que la mayoría del tejido  industrial italiano se ha creado escapando del estado. Por lo tanto, es un  tejido que no necesita de beneficios extraordinarios dentro del país para  sostener inversiones fuera, sino todo lo contrario. En España, históricamente,  las empresas se han apalancado mucho ante los favores, las ayudas y la política  inversora del estado para, con esos ingresos, salir fuera. Entonces, cuando se  pierde el ancla, el barco zozobra. Esa es una gran diferencia. Cuando hablas  con empresarios italianos, ellos parten de la base de que el gobierno italiano  los va a hundir. Entonces, viven con ello, pero no parten de la base de que los  van a venir a rescatar, sino todo lo contrario, y con esa premisa salen fuera,  donde para ellos está el ancla.
    La concepción española de  estado es que éste te da favores cuando tienes dificultades y te confisca  cuando comienzas a sacar la cabeza y ganar dinero.
    Parece que nuestro actual gobierno nos está empujando a asumir  esa misma premisa.
    El gobierno actual y el anterior. Yo creo que es una concepción  española del estado, que se creó hace ya más de una década, y que se basa en un  estado que te da favores y que te confisca. Es decir, es un estado que, cuando  tienes dificultades, vas al ministro o al secretario de estado y te da una  ayudita y te permite sobrevivir. Y cuando comienzas a sacar la cabeza y a ganar  un poquito de dinero, te lo confisca. Y ese es el problema recurrente de los  llamados "sectores estratégicos" que son motor de muchas partes de la economía.  Sectores estratégicos en los que el gobierno nunca te deja despegar, pero  tampoco te deja morir. Es, como decía Al Pacino en aquella película, "el peor  casero del mundo", porque te deja intuir la posibilidad de recuperación, pero  no te permite tenerla. Es una relación simbiótica que hace además que las  empresas cuando crecen no se hagan más fuertes, sino más gordas. Y más  vulnerables, porque los países donde se exponen mucho a las subvenciones están  también expuestas a los vaivenes regulatorios.
    Deberíamos aprender del  descalabro de Argentina porque lo que nos están poniendo sobre la mesa como  soluciones son las fórmulas que los han llevado a un 25% de inflación.
    En tu periplo al otro lado del Atlántico te tocó ser testigo del  descalabro de Argentina. ¿Hay lecciones de esa experiencia para España?
    El descalabro de Argentina debería ser para nosotros un ejemplo  porque somos dos pueblos con muchísimas cosas en común, tanto en términos  políticos como en términos sociales. Deberíamos aprender del descalabro de  Argentina precisamente porque lo que nos están poniendo sobre la mesa en el  Debate del Estado de la Nación como soluciones son las fórmulas que los han  llevado a un 25% de inflación, a que nadie se crea los números y a la situación  tan dramática que hay.
    Todos deberíamos de aprender, para que no pase lo que ha pasado  en Argentina -y tengo muchos amigos argentinos. Que la gente que se va la da  por perdida. Que los argentinos que viven fuera en Nueva York, en Miami, en Los  Ángeles, en Londres dan a su país como perdido. No demos por perdidos los que  estamos fuera. Aprendamos de los errores de los demás y tengamos lo que nos  falta a los dos pueblos: la humildad de reconocer dónde nos hemos equivocado y  que en nosotros está la solución.
    El riesgo está en la  complacencia.
    Abrazos,
    PD1: Subasta de bonos públicos de  Alemania: vende 1.939 millones de euros en Letras a 12 meses a una rentabilidad  media del 0,0355%. Alguien se tiene que beneficiar de que haya crisis. Menuda forma  de vender papelitos por nada de rendimiento, y llevan así unos añitos. Coste  de financiarse cero…cojonudo!!
    PD2: Lo mejor que he leído sobre la  DACIÓN  EN PAGO. No es la solución y puede que sea un mal mayor grave, muy  grave. No está sesgado, es técnico y muy real. Y se pueden equivocar los  políticos de nuevo como intenten arreglar esto…
    PD3: ¿Aguantará la Libra  Esterlina los 1,40 dólares? No sé yo… Está muy débil… Sus parámetros macro  son muy flojos. Acaba de perder la AAA. Estar fuera del euro le sirve para  devaluar, pero no tiene buena pinta. Además, no sé si consigue algo, a la  desesperada, que sus exportaciones mejoren abaratando divisa… Los británicos  están regular. Mira los datos recientes:
    
    Y si lo miramos desde hace muchos  más años, se confirma que los 1,40 dólares por libra son una mierda, puede  bajar mucho más:
    
    Se pueden perder y acercarse a la  unidad… ¡Qué fuerte! Estuve yo viviendo en el Reino Unido cuando esto pasó la  otra vez. Fue la leche, sobre todo los que cobrábamos en libras y vimos como se  apreciaba tan fuerte después de la extrema debilidad… Mis primeros duros  ganados en los mercados… ¡Qué recuerdos! Me forré con la fortaleza de la libra  de entonces… Ahora, no tendría yo libras. Qué miedo, hay tanto que perder. No,  no merecen la pena las esterlinas. Tienen muchas deudas y poco negocio… Ya  sabes, la espoleta no será España, pero Italia, Francia, el Reino Unido, o EEUU  pueden serlo y provocar que tengamos una crisis sistémica como la del 2008 de  nuevo… Malo, malo.
    PD4: El Presidente del Gobierno nos  contó que iban a hacer contratos temporales para frenar el desempleo juvenil.  
    
    Estas son las dos Europas, el  núcleo duro alemán y los PIIGS… ¿Tendremos que hacer dos euros, el fuerte y el  flojo? Seguro. Como solución a nuestros males no creo que hagamos más Europa,  sino que la dividiremos en dos…, euro fuerte, los del Norte, y euro flojo, los  mediterráneos. Al tiempo macho.
    Se sigue igual: pensando que a base  de leyes se va a reducir el paro, a pesar de que muchas de estas leyes ya han  sido promulgadas (reforma laboral),  el paro continúa creciendo. Cualquier  entidad contratará a quien necesite, cuando lo necesite: cuando-lo-necesite.  Hoy, con unas leyes laborales mucho mejores, España tiene 3,5 veces más parados  que en el 2007 y 2,8 veces más de desempleados juveniles, y eso que aquellas  leyes laborales dijeron que eran nefastas. No es un tema de leyes. ¡No es un  tema de leyes!. ¿Por qué se seguirá diciendo? No hay que legislar tanto,  hay que gestionar los recursos escasos, y salir fuera a tratar de  vender nuestras cosas. Se está tan ocupado dentro, con corruptelas y  zarangas, que no hay tiempo para lo que se debía hacer: mucha actividad  comercial, al alimón con la cúpula empresarial. Pero con un rey viejo y un  presidente de Gobierno que no parla el guiri…, apañados vamos oiga. 
    PD5: Un país que vota  masivamente a PP y PSOE no debería mirar con superioridad a otro que vota a  Berlusconi. De hecho, nuestra prima de riesgo se mueve al son de lo que  haga la italiana… ¿No somos casi iguales? ¿Es peor Berlusconi? No sé yo…  Imagínate a Berlusconi explicando el finiquito de Bárcenas como andan los  peperos estos días. Se descojonaría de nosotros con mucha más gracia que  Cospedal…
    PD6: Las consecuencias de las  corruptelas, de la financiación irregular de los partidos: "yo recibo a cambio  de…" son tremendas. Sinvergüenzas. ¿Cuánto de más nos han costado esas obras  para que se financiaran los políticos? Que te apuestas a que siguen  investigando y descubren que son las obras faraónicas de los aeropuertos  vacíos, las concesiones de las autopistas de peaje, la Ciudad de las Artes de  Valencia, el AVE…etc, etc… Es todo una vergüenza.
        Gran parte de las donaciones registradas en la supuesta  contabilidad B de Luis Bárcenas se solapan en el tiempo con lucrativos  contratos públicos decididos por administraciones gobernadas por el Partido  Popular. La ley electoral prohíbe tajantemente que empresas que contraten con  la Administración donen a los partidos políticos. Entre todas las constructoras  que aparecen en la lista de Bárcenas recibieron más de 6.600 millones de euros en contratos  públicos durante estos años
    PD7: JAPAN'S  10-YEAR YIELD FALLS TO 0.68%, LOWEST SINCE 2003. Mira lo que ha hecho el  bono a 10 años japonés desde 1984: tender a cuasi-cero. ¿Les copiaremos?  Pobres rentistas españoles… Sin rendimiento y con inflación, la peor  combinación para que trabaje el dinero y se viva de ello. ¡Eh! ¡Que hay  alternativas…!
    
    PD8: lo que dice un ateo...
    
    Yo fui educado en  la religión, como todos los niños de mi edad. Y decidí que mi hija fuera a  escuelas religiosas porque yo no creo. Yo llegué a la conclusión de que no  tengo fe. O de que no me lo creo. Pero también creo que es importante para  entender nuestra cultura, y me refiero a la cultura occidental, entender la  religión. Y por eso decidí que mi hija fuera a escuelas religiosas. Porque yo  no podía darle esa educación, no me lo creía. Y cuando ella sea mayor, que  decida. Si tú no educas a los niños en conceptos religiosos es muy difícil que  se vuelvan religiosos, pero al revés no ocurre lo mismo. Y, por lo tanto, para  tener libertad de elección creo que es importante conocer la religión. Cuando  seas adulto ya decidirás si crees o no.