Buen comienzo para la renta variable europea: ¿Qué se necesita para que continúe la recuperación?
TRIBUNA de Thorsten Winkelmann, CIO, European and Global Growth Equities, AB. Comentario patrocinado por AllianceBernstein.
La RV europea ha tenido un buen comienzo de año. Varios factores podrían ayudar a que el mercado se sobreponga a unas condiciones difíciles. Los inversores en Europa apenas han tenido motivos para el optimismo en los últimos años, un periodo en el que las ganancias de la renta variable han estado fuertemente concentradas en Estados Unidos y, sobre todo, en las siete magníficas. Sin embargo, ahora que las valoraciones son más atractivas, creemos que la renta variable europea merece un análisis más detenido.
Aunque todavía estamos a comienzos de año, las acciones europeas muestran potencial. El MSCI Europe Index ha avanzado un 8,2% en euros hasta el 14 marzo, más que el repunte registrado por el S&P 500 en lo que llevamos de año. ¿Conseguirán los mercados europeos ganar más terreno en un entorno cambiante? Que lo hagan o no dependerá en parte de si las medidas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump terminan convirtiéndose en una guerra comercial global sin cuartel. A pesar de los aranceles, creemos que los inversores de las acciones europeas tienen motivos para el optimismo.
No se trata solo de valoraciones atractivas
El primer argumento a favor de Europa suele centrarse en las valoraciones, que sin duda son atractivas en estos momentos. A finales de febrero, el MSCI Europe Index se negociaba con un descuento del 35% respecto al S&P 500, mucho más que su media a largo plazo (Gráfico). Evidentemente, estos dos mercados presentan diferencias estructurales. Estados Unidos está mucho más expuesto al sector tecnológico, mientras que, en general, Europa lo está más al sector bancario y las materias primas. Incluso teniendo en cuenta esas diferencias, Europa se negocia con un 20% de descuento respecto a Estados Unidos en términos comparables.

El problema con los argumentos basados en las valoraciones es que se necesita un catalizador para acortar distancias, algo que ha faltado durante algún tiempo en Europa. Ese catalizador podría ser una mejora del contexto técnico. Enero de 2025 ha sido el primer mes desde el comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania en el que han producido flujos de entrada hacia el mercado europeo de renta variable. Pero, sobre todo, según una encuesta reciente a gestores de fondos de Bank of America, estaríamos ante el segundo mayor cambio en el sentimiento hacia las acciones europeas de la historia.
¿Podría esto favorecer más flujos de entrada? Los inversores están generalmente sobreponderados en renta variable estadounidense, y, a finales de 2024, la asignación en los fondos globales a renta variable europea había descendido hasta el 5% (Gráfico), en comparación con la ponderación de Europa en el MSCI ACWI Index, que era del 13%. Por tanto, incluso un pequeño aumento de la asignación a Europa podría impulsar mayores ganancias.

Los beneficios han superado las expectativas
Los indicadores macroeconómicos también son favorables. Los datos cíclicos resisten mejor de lo esperado, y los planes para incrementar el gasto en defensa en toda Europa podrían impulsar el crecimiento del PIB. Los beneficios empresariales también parecen sólidos y, de hecho, la empresa europea media superó las expectativas del consenso en un 3% en la temporada de resultados del cuarto trimestre. Las empresas europeas también revisan al alza sus previsiones de resultados con más frecuencia que las estadounidenses y, en este sentido, se prevé que el crecimiento de sus beneficios se acelere durante 2025.
Aunque los datos económicos han empeorado, el crecimiento del PIB no se refleja necesariamente en los beneficios. De hecho, el crecimiento medio del PIB real de la zona euro ha sido del 1% anual en los últimos cinco años, mientras que los beneficios empresariales del MSCI Europe Index han aumentado alrededor de un 10% (Gráfico, arriba).
Además, la depreciación del euro es un factor favorable para muchas empresas europeas, especialmente para aquellas con exposición a ingresos internacionales. Por otra parte, el descenso gradual de la inflación hace que la senda de futuros recortes de tipos esté más despejada en la zona euro que en Estados Unidos. Cabe destacar que el Banco Central Europeo rebajó un cuarto de punto el tipo de interés de referencia de la región hasta situarlo en el 2,5%.
La guerra entre Rusia y Ucrania afecta al sentimiento inversor
Otro factor importante que aumentaría la confianza en Europa es un posible alto el fuego en Ucrania. Según Citigroup, la renta variable europea ha registrado salidas acumuladas de 150.000 millones de USD desde el comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania. Este conflicto también ha lastrado enormemente el sentimiento inversor, con sus consiguientes efectos en los flujos, las valoraciones y los mercados energéticos (los costes de la energía siguen estando un 75% por encima de los niveles anteriores a la guerra). Esto a su vez ha provocado presiones inflacionistas, un deterioro de la confianza de los consumidores y un débil crecimiento de la economía.
Evidentemente, la reconfiguración del contexto geopolítico según la agenda exterior de Trump hace que resulte sumamente difícil predecir cómo será la próxima etapa en la guerra entre Rusia y Ucrania. Por otro lado, el avance hacia un alto el fuego no resolvería instantáneamente los problemas de Europa puesto que algunos de ellos parecen ser estructurales. No obstante, creemos que supondría ciertamente un paso en la buena dirección para mejorar el contexto macroeconómico.
Los aranceles no afectarán por igual a todas las empresas europeas
Ahora bien, los debates sobre macroeconomía que suelen copar los titulares tienen menos importancia para los inversores en renta variable que aplican un enfoque bottom-up a largo plazo para invertir en empresas de calidad. Las empresas con productos o servicios líderes del mercado, equipos directivos sólidos, poder de fijación de precios y barreras a la entrada consolidadas suelen tener mayor control sobre su destino y no están a merced del entorno macroeconómico o de los políticos.
A pesar de que la expansión económica de Europa ha sido muy reducida en los últimos cinco años, sigue habiendo oportunidades de crecimiento interesantes. Muchas empresas europeas líderes del mercado se benefician de fuentes de demanda diferenciadas y muchas veces la mayor parte de sus ingresos se generan fuera de Europa.
Una ilustración perfecta de este hecho es el debate sobre los aranceles de Estados Unidos, que admite más matices de lo que suele parecer. Las empresas europeas, al igual que las de otras regiones, se enfrentan a grandes retos derivados de las políticas de la administración Trump. El arancel del 25% afectará directamente a los exportadores de acero y aluminio, y la Unión Europea ha respondido con contramedidas.
Las empresas europeas generan de media un 20% de sus ventas en Estados Unidos. Sin embargo, las exportaciones a dicho país solo suponen una cuarta parte de ese porcentaje. El resto proviene de productos y servicios fabricados en Estados Unidos que podrían no estar sujetos a aranceles. Tal es el caso de los automóviles, la tecnología médica y los componentes industriales, entre otros productos.
Aunque los aranceles perjudicarán a muchas empresas, los efectos serán muy variables y algunas compañías europeas serán capaces de superar las nuevas dificultades que se presenten. El reto para los inversores en renta variable europea es identificar las empresas que mejor puedan competir en ese contexto. Las compañías con un fuerte poder de fijación de precios y con operaciones en Estados Unidos serán mucho menos vulnerables a los posibles aranceles. Puede que hasta consigan convertir las guerras comerciales en oportunidades para ganar cuota de mercado.
Incluso si las condiciones de mercado siguen siendo convulsas, las empresas con líneas de productos sólidas, grandes fosos competitivos y modelos de negocio de calidad pueden tener excelentes resultados. Si aplican criterios claros para invertir en empresas de crecimiento de alta calidad, los inversores pueden identificar aquellas que con más probabilidades conseguirán superar los obstáculos que generan las políticas y vencer cualquier pesimismo persistente por las dificultades que afrontan los mercados europeos.
Abrazos,
PD: El cristianismo fue ilegal en el Imperio Romano hasta el año 313 d.C. en que el emperador Constantino emitió el Edicto de Milán, permitiendo practicar públicamente la fe. Anteriormente, las iglesias eran muy poco frecuentes, la Misa era habitualmente celebrada en casas particulares.
¿Cómo era la Misa en el siglo III? https://www.primeroscristianos.com/la-antigua-misa-en-el-siglo-iii-no-era-tan-informal-como-podriamos-pensar/