29 febrero 2024

de nuevo, desmadre en bitcoin

Impresionante:

Es como un tobogán que baja y un cohete que sube… ¿Cuál será el siguiente movimiento? Ni idea. ¿Por qué se ha desmadrado ahora con los mercados eufóricos y tan mala macro? Pues eso. Quizás tenga que ver algo con el dólar que se quiere menos: con este diferencial de tipos entre EEUU y la UE, y ese diferencial de crecimiento económico, el dólar debería estar mucho más fuerte de lo que está…

Eso sí, la volatilidad del Bitcoin es impresionante. Mira lo que hizo ayer en unos minutos:

Abrazos,

PD: Me encanta este relato de caridad:

28 febrero 2024

seguirá tirando la economía de EEUU este año

Muy interesante lo que cuenta El Erian:

Will the US Economy Drive Global Growth this Year?

Feb 26, 2024

Despite rosy forecasts, the US economy faces powerful headwinds that call into question its ability to serve as the world’s main growth driver. These challenges are compounded by domestic and geopolitical uncertainties that have not been reflected in market valuations and economic assessments.

CAMBRIDGE – What happens in the United States does not stay in the United States. The global economy depends on America to act as a main engine of growth, and global financial markets depend on US investors’ outsize appetite for risk. This became particularly evident in 2023 when major economies like Japan and the United Kingdom slipped into recession, Germany narrowly avoided one, and China grappled with obstacles to growth and pockets of high debt.

But whether the US economy can drive global growth in 2024 depends on the answers to three key questions. First, can the domestic economy maintain its current growth momentum and achieve the softest of soft landings? Second, can it remain resilient in the face of domestic political divisions and geopolitical uncertainties around the world? And lastly, will investors be able to secure sufficient liquidity to refinance debts accumulated during the era of artificially low interest rates and exceptionally high liquidity injections by central banks?

Based on current market prices, investors believe the answer to all three questions is a solid yes. Similarly, many economists are optimistic about the US economy, albeit with slightly less enthusiasm than that exhibited by capital markets.

I find myself taking a more nuanced view. Consider the three key issues.

The US economy undoubtedly holds two significant advantages over other major economies: its current growth engines are more dynamic, and it has taken significant measures to foster and invest in future growth drivers. This helps to explain why the US exceeded expectations in 2023, with GDP growing by 4.9% and 3.3% in the third and fourth quarters, respectively. By contrast, the German, Japanese, and UK economies contracted, while China, grappling with cyclical issues, risked being pulled into the dreaded middle-income trap.

These huge advantages set the US apart from other developed economies. Moreover, its comparative advantages will continue to strengthen unless other countries shift swiftly and decisively toward policies that support growth and increase productivity.

But the American economy also faces powerful headwinds. The US has entered 2024 with weaker household balance sheets, marked by lower savings and higher debt levels. This reduces the future effectiveness of consumer spending as a direct and indirect growth driver. Moreover, with inflation receding, there is a greater risk that the Federal Reserve’s overreliance on historical data will lead to another monetary-policy mistake.

These challenges are compounded by domestic and geopolitical uncertainties that have not been adequately reflected in market risk premia and economic assessments. The possibility of escalation in the Middle East is considerable as the already distressing number of civilian deaths and human suffering in Gaza rise further. The war in Ukraine risks tilting in a manner that threatens wider conflict over time. Meanwhile, the ongoing tensions between China and the US show little sign of abating. Elections this year in dozens of developed and developing countries add another layer of uncertainty, as political shifts could trigger new supply shocks and further weaponization of trade and finance.

The third issue is whether markets can navigate the refinancing legacy of excessive risk-taking fueled by years of artificially low interest rates, massive liquidity injections, and an unhealthy codependency between the Fed and financial markets. The commercial real-estate sector, where roughly $1.5 trillion in debt is set to mature by the end of 2025, is a prime example. But there are other areas of concern, especially within the lightly regulated and insufficiently understood non-banking sector.

It is important to note that these refinancing issues tend to unfold gradually. This has both advantages and disadvantages: while the slow pace mitigates the risk of massive contagion and sudden stops, it also erodes resilience and agility.

Together, all these factors challenge the automaticity of the consensus forecast of a very soft landing for the US economy and its ability to drive global growth. Indeed, looking ahead to the rest of the year, I would put the probability of a soft landing at 55%. There is also a 30% likelihood that the US will slip into a recession, and a 15% chance that continued transformational innovations – particularly in generative artificial intelligence, life sciences, and green technologies – will lead to surprise on the upside.

While the consensus entered 2024 with a much more optimistic view than a year ago, it needs to be more nuanced than what is currently reflected in market prices and economic forecasts. Think of a “yes, but” outlook, which calls for paying timely attention to the two tails of the distribution of potential outcomes.

Abrazos,

PD: Ayer me tragué otro funeral en la Misa de diario. La pena es que el cura da por salvado al fallecido y a todos los presentes. Ya está en el cielo, haya hecho lo que haya hecho. Y los que están ahí vais a seguir el mismo camino, el cielo para todos… Esto no es lo que dijo Jesús. ¿Te acuerdas de la puerta angosta? Efectivamente Dios es misericordioso y no sabemos quién se salvará. Pero matan el infierno. Y destrozan la fe de los presentes. La mayoría de los casos es gente que aparece en el funeral como única vez que van a ir a una Misa en años. Si en vez de hacer un panegírico sobre el difunto, que solo saben de él tres cosas que le han contados sus hijos, hicieran una glosa del mensaje del Señor… Pero no, todos nos salvaremos. Ese maldito buenismo que se ha instalado en la sociedad, donde todo vale ya que no hay infierno ni hay que hacer nada para alcanzar el cielo… Cuantos se condenarán por culpa de estos curas. Demasiadas oportunidades perdidas.

27 febrero 2024

nos ganan por goleada...

Si comparamos la evolución del PIB con su crecimiento potencial, esto es lo que tenemos:

Menuda tundra nos han dado los americanos…

Eso sí, su crecimiento de su deuda es preocupante: En 5 años:

Debt: $22T to $34T

GDP: $21T to $28T

Abrazos,

PD : La Cuaresma…

26 febrero 2024

compradores de deuda de EEUU

¿Quién comprará la deuda americana? (2ª parte)

Cuando una situación de riesgo se prolonga durante un largo periodo de tiempo sin que se materialice dicho evento, avisar sobre el mencionado riesgo puede ser interpretado como un error de análisis o de valoración.

Nassim Taleb popularizó hace más de quince años el concepto de "cisne negro": un evento con muy baja probabilidad de ocurrencia, pero que si acaba sucediendo puede provocar elevados efectos perturbadores en la economía y los mercados. Taleb ha hablado recientemente de "cisnes blancos". Desde hace meses Taleb, insiste en que ahora tenemos un "cisne blanco" delante de todos, sin que nadie parezca darse por aludido, refiriéndose a la evolución de la deuda pública estadounidense. En otras palabras, los efectos perturbadores de un problema en la deuda pública estadounidense podrían ser tanto o más dañinos que un "cisne negro".

En octubre del pasado año, Taleb, refiriéndose a la deuda pública estadounidense, dijo literalmente: "El riesgo está delante de nosotrosSi ves un puente frágil, sabes que en algún momento va a colapsar". La realidad es que el S&P 500 ha subido más de un 20% desde su aviso.

La pregunta clave, ante el persistente déficit de EE. UU. y su necesidad de financiación es quién comprará la deuda del Tesoro estadounidense a partir de ahora. Analizando los distintos grupos de tenedores de deuda, como se comentaba en la primera entrega de este artículo, se observa la limitada capacidad de demanda de los distintos compradores: 

los extranjeros difícilmente aumentarán su demanda al ritmo del crecimiento de la deuda;

la Reserva Federal ha manifestado que va a seguir reduciendo su cartera de bonos, no incrementándola (de momento);

los particulares, pese a aumentar su posición en deuda pública ante el fin de los tipos cero, no tienen capacidad para sustituir a otros tenedores con mayores importes;

los bancos no van a poder incrementar proporcionalmente su posición en deuda pública, de acuerdo con la propia Reserva Federal;

los fondos de inversión, fondos de pensiones y las compañías de seguros podrán aumentar sus posiciones en la medida en que aumente su patrimonio, algo no garantizado.

EE. UU. tiene dos opciones para afrontar la situación cuando empiece a flojear la demanda a los tipos de interés actuales.

La primera opción es subir los tipos de interés de las emisiones a más plazo para atraer más demanda a dichas emisiones. El mercado de bonos actúa como cualquier otro mercado: si baja el precio sube la demanda. En el caso de los bonos, si suben los tipos en la emisión, sube la demanda de dichos bonos.

Las consecuencias de adoptar esta solución serían, entre otras: un aumento de la elevada carga de intereses, la quiebra de un elevado número de empresas zombis, una deuda pública difícilmente sostenible y un lastre para la economía que podría desembocar en una recesión. Esta situación no sería sostenible durante mucho tiempo.

La segunda opción es una vuelta a las políticas cuantitativas de la Fed.  La Fed volvería a ser el principal comprador de la nueva deuda emitida, como ya ocurrió entre los años 2018 y 2021 cuando adquirió el 45% deuda neta emitida.

De ser esta la opción elegida, las consecuencias serían radicalmente distintas: las bolsas siempre han recogido con alegría la inyección de liquidez de la Fed; los tipos de interés de los bonos caerían, o al menos se limitaría la subida; la inflación acabaría aumentando; la demanda exterior de deuda pública estadounidense se reduciría; y previsiblemente volveríamos a la represión financiera, con tipos de interés por debajo de la inflación.

Para que la Fed vuelva a intervenir de forma contundente es casi inevitable que primero asistamos a momentos de alta tensión en los mercados. No existe solución óptima, pero todo lleva a pensar que a la Fed no le quedará más remedio que volver a intervenir. Es sólo cuestión de tiempo.

Desde que Nassim Taleb avisó en octubre pasado sobre el "cisne blanco" de la insostenibilidad de la deuda pública de Estados Unidos, el S&P se ha revalorizado más del 20%. En los mercados financieros los plazos de materialización de los riesgos importan. Ojo avizor al resultado de cada subasta de bonos del Tesoro estadounidense.

Abrazos,

PD: Me contaban que los hombres de 45 a 65 años son los que tienen más dificultades en su vida espiritual… No aceptan de buen grado la dirección espiritual. Ya se lo saben todo, ya lo han oído muchas veces…, pero no cambian, no aceptan los buenos consejos que se les da. Es esa edad complicada que tienen, donde la fe, o la perdieron, o la tienen tibia.

De hecho, yo que voy a Misa a diario a las 20:00 horas, me sorprende no ver a gente de mi edad apenas. Hay gente más joven, y muchos mayores de 65 años. Hablo de hombres no de féminas. Son esos años pesados que tienen los hombres que se creen los “reyes del mambo”. Qué equivocaditos están…

23 febrero 2024

como en 2008, los niveles de deuda siguen muy elevados

After 2008, Euro zone growth tumbled, as debt levels in Italy and Spain were too high. Euro zone growth is once again tumbling. The reason is the same. As long as policy makers continue the fiction that these debt levels are fine, this will be the reality after every bad shock...

Se genera deuda nueva para seguir creciendo, algo que apenas consiguen…

Abrazos,

PD: Todo lo que se escriba y diga en las redes sociales debe ser bueno…

22 febrero 2024

sector exterior

Trade surplus por países:

Te llevo contando meses que en Alemania se frena la producción, y sin embargo, exporta… Francia sigue sin hacerlo, y cada vez más. Y España ya no tiene tanto déficit externo que hace muchos años, pero quizás solo salga del hoyo vendiendo a Marruecos nuestros alimentos y tal…

Abrazos,

PD: Ya sabes que no nacen niños. Y no se hace nada, no hay políticas que traten de fomentar la natalidad. La gente ni puede por dinero, ni quiere por la mentalidad de no tener que ocuparse de ellos y no poder viajar, ni darse homenajes…

21 febrero 2024

hay que reducir el déficit público

Según David Cano de AFI:

Imprescindible reducción del déficit público

El balance del desempeño de las economías desarrolladas en las últimas dos décadas es decepcionante, al menos si lo medimos mediante el PIB. Esto segundo no es un debate baladí, ya que no está claro que este agregado macroeconómico recoja bien las mejoras en nuestro “día a día” (longevidad, salud, tecnología, …) y que incluya los logros que se deberían considerar a la hora de valorar el grado de avance de una economía (seguridad, igualdad de oportunidades, no discriminación, felicidad, …). Pero dejemos para otro momento ese planteamiento, que tiene claros tintes filosóficos y antropológicos (ver La crisis del capitalismo democrático, de Martin Wolf, Deusto, página 273), y aceptemos el PIB como indicador para medir el grado de desarrollo económico. Aun así, falta realizar una matización adicional: tener en cuenta el crecimiento de la población. Porque cuando medimos el PIB per cápita la decepción es aún mayor, al constatarse un avance muy pobre (prácticamente nulo). Las razones de este resultado las encontramos en las diversas crisis sufridas en los últimos años, con la financiera de 2008 y el Covid de 2020 como máximos exponentes.

El pobre desempeño económico ha tenido una clara implicación: un aumento del nivel de endeudamiento público. Porque los Estados han reaccionado durante estos años aumentado el gasto público. Ello, junto con la caída de la recaudación, ha implicado un fuerte aumento del déficit público y, lo que es más relevante, durante demasiados años seguidos. Tras dos décadas de aumento de la ratio de deuda pública sobre el PIB, muy lejos queda la cota del 60%, cuya superación, según el consenso, activaría una crisis (por más que Bélgica, Italia y Japón presentaran ratios de deuda pública de 2, 3 y 4 veces esa cifra ya a inicios del siglo XXI).

Y es posible que hubiera sido así si los bancos centrales no hubieran creado dinero (base monetaria) para adquirir los bonos emitidos por los Estados (la denominada “expansión cuantitativa”). Podemos citar el caso de las primas por riesgo de la periferia de la zona euro en verano de 2012 y el famoso whatever it takes de Mario Draghi como máximo exponente.

Acabamos de exponer alguno de los debates mantenidos por los economistas en los últimos años: ¿Ha sido acertada la acción de los Estados al aplicar “recetas keynesianas”? ¿Ha sido correcta la aparición en escena de los bancos centrales monetizando todo ese déficit público? Los monetaristas recuperan lo explicado por Milton Friedman en la década de los setenta y vinculan el estallido de la inflación entre finales de 2021 y finales de 2023 (un 15% acumulado) a esa expansión cuantitativa y advierten de que, en los próximos años, la inflación será más alta de lo normal. Tal vez por ello, o porque no se ha producido un escenario tan malo para el crecimiento económico en los últimos tres años (aunque hemos señalado al principio la decepción, conviene recordar los peores augurios que se manejaban en primavera de 2020), desde junio de 2022 los bancos centrales están reduciendo el tamaño de sus carteras de deuda pública. Y lo hacen mediante la no reinversión de los bonos que vencen. El proceso está en marcha y serán necesarios, a este ritmo, del orden de 10 años para compensar todo el aumento de la base monetaria. Parece tiempo suficiente, pero conviene advertir que, sin un “comprador de última instancia” de deuda pública como lo han sido los bancos centrales, los gobiernos tendrán más difícil emitir bonos (es decir, tendrán que pagar más tipo de interés). Ya solo por eso deberían plantearse una senda de reducción del déficit público mucho más agresiva que la que han presentado hasta ahora. Esto no es debatible. Con una deuda pública por encima del 100% y unos intereses de la deuda que pueden suponer entre el 3% y el 5% del PIB, parece imprescindible contar con un superávit primario (es decir, el que no tiene en cuenta el pago por intereses). Sé que es todo un reto desde el lado de los gastos si consideramos el proceso de longevidad y, sobre todo, envejecimiento que se va a intensificar en los próximos años. Pero es que, además, la descarbonización y la apuesta por la sostenibilidad que estamos implantando en la zona euro va a implicar un aumento del gasto público, por más que la iniciativa privada vaya a financiar parte en forma de préstamos y de inversión.

Y no olvidemos el necesario gasto en defensa que se tendrá que materializar ante la evidencia de que los riesgos militares persisten y que, también en esto, en la zona euro presentamos claras deficiencias en capacidad defensiva y de ataque. Es difícil compatibilizar el objetivo de reducción del déficit público con una mayor carga de intereses (tanto por superior nivel de deuda como por tipos de interés más elevados), con un mayor gasto militar, con partidas crecientes destinadas a las personas mayores y con “nuevos” recursos como los que va a demandar la transición hacia una economía sostenible. Parece más bien imposible si no se alteran las fuentes de ingresos. Sería estupendo que aumentara la recaudación manteniendo las tasas impositivas vía mayor crecimiento del PIB. Pero esto es más bien un deseo o una ilusión, a juzgar por lo observado con el PIB estos últimos años. Resulta imprescindible aumentar los impuestos, en especial los vinculados a los rendimientos del capital, a los beneficios empresariales, a las rentas del trabajo más altas y al patrimonio. Sé que no es nada agradable el diagnóstico, pero ante la elevada deuda pública es la única vía para poder financiar el aumento de gasto que viene por delante.

Abrazos,

PD: Hay que confesarse en Cuaresma:

20 febrero 2024

tener menos deuda es un privilegio cuando se tuerce la economía

Con una desindustrialización acelerada, un desempleo creciente y una sociedad que envejece, Alemania necesitará emitir una gran cantidad de deuda pública a medida que avancemos. Pero puede, ya que tiene muy poca deuda pública, no como otros:

En España:

- La deuda pública sube un 4,8% hasta los €1,57 billones.

- Los pasivos totales de las administraciones públicas (deuda que se debe y que se paga) suben a casi €2 billones.

- La deuda de la Seguridad Social se dispara un 9,4% hasta los €116 millones.

- La ratio deuda/PIB solo se modera por el efecto en el denominador de la inflación, no porque baje la deuda.

- Te crujen a impuestos, te empobrecen con la inflación y encima te endeudan más.

- Entre 2019 y 2023 la economía solo ha "crecido" 2,5 puntos, de los cuales 2,3 son gasto público pagado con más deuda. La deuda pública ha aumentado 7,7 puntos.

España no crece, la endeudan.

Abrazos,

PD: Hay que convertirse muchas veces en nuestra vida. Una sola no basta…

19 febrero 2024

deuda de EEUU

¿Quién comprará la deuda americana?

Cuando un Estado gasta más de lo que ingresa incurre en un déficit que alguien tiene que financiar. El Tesoro Público de cada país se encarga de emitir instrumentos de deuda para financiar tanto el déficit del año, así como para refinanciar los bonos y letras que vencen en el ejercicio.

Los Estados occidentales dan por hecho que siempre van a existir compradores para sus nuevas emisiones de deuda. Esta sensación se ha visto reforzada en la última década tras las ingentes compras de bonos soberanos por parte de los bancos centrales (BCE en la Eurozona y Fed en Estados Unidos).

De acuerdo con las propias estimaciones del CBO (Congressional Budget Office), el déficit público estadounidense es crónico y difícilmente bajará del 5% del PIB en los próximos años. Por lo tanto, la deuda seguirá incrementándose en términos absolutos. Para financiar dicha deuda creciente se requiere que los tenedores de deuda estadounidense incrementen su demanda de bonos soberanos al menos en el mismo porcentaje en el que se incrementa la deuda.

Aunque el total de la deuda pública estadounidense excede ya los 33 billones de dólares (trillones americanos), la deuda plasmada en títulos emitidos por el Tesoro asciende a casi 26 billones de dólares. Es interesante analizar la evolución de los distintos tipos de tenedores de la deuda pública norteamericana emitida por el Tesoro estadounidense para intentar prever quienes serán los principales compradores futuros de las nuevas emisiones.

El principal grupo tenedor de deuda estadounidense son los inversores extranjeros. Aunque en volumen hayan aumentado su posición en 1,7 billones de dólares en los últimos diez años, han pasado de representar el 42% del total de la deuda en 2013 al 29,5% (dato del tercer trimestre de 2023). Los dos principales países inversores en deuda de Estados Unidos son Japón y China, con un 14,4% y 10% del total de la inversión extranjera.

No hay que esperar un aumento relevante de demanda por parte de los inversores japoneses, existiendo, además, el riesgo de venta de parte de sus posiciones si los tipos de interés acaban subiendo en Japón.

Por su parte, China ha reducido su posición en deuda soberana estadounidense un 33% en los seis últimos años. Las autoridades chinas han manifestado públicamente que no tienen ningún interés en aumentar la posición en bonos estadounidenses.

El aumento del comercio entre los países "no occidentales" en divisas distintas al dólar tampoco ayuda a aumentar la demanda de bonos del Tesoro estadounidense por parte de los inversores extranjeros.

El segundo tenedor de deuda del Tesoro de Estados Unidos es la propia Reserva Federal (Fed). A finales de 2021 poseía el 23,8% del total de la deuda. En apenas dos años ha reducido su posición en 1,6 billones de dólares, representando ahora el 17% del total. De acuerdo con los planes anunciados por la Fed pretende seguir reduciendo su tenencia de bonos, no incrementarla. El papel de la Fed ha sido fundamental para absorber la avalancha de papel de los últimos años. Del incremento neto de deuda entre 2018 y 2021, la Fed adquirió el 45% del total de la emisión neta de dicho periodo.

De los restantes tenedores de deuda, los fondos de inversión (13,7% del total) y los fondos de pensiones (14,3% del total)sólo aumentarán su exposición a la deuda del Tesoro en función de los flujos de entrada de nuevo patrimonio. La propia Fed reconoce que la demanda por parte de los bancos estadounidenses (6,7% del total) tiende a disminuir. Los particulares (9,3% del total) han sido los grandes compradores en los dos últimos años, 1,8 billones de dólares de incremento de posición. Un incremento de la misma magnitud en el futuro próximo no es previsible. En caso de ocurrir, implicaría que estarían retirando depósitos de los bancos, pudiendo colocar en una situación financieramente delicada a algunos bancos regionales.

Salvo hecatombe totalmente imprevisible, siempre habrá demanda de bonos del Tesoro estadounidense a tipos adecuados. Cuanto mayor sea el tipo de interés ofrecido, mayor será la demanda. No obstante, dado el elevado nivel de deuda estadounidense y los elevados vencimientos en los próximos años, Estados Unidos no puede permitirse que los tipos de sus bonos se disparen mucho más allá de los máximos recientes.

Una vez más, sólo es cuestión de tiempo que la Fed salga al rescate: primero dejando de reducir su tenencia de bonos; posteriormente, volviendo a adquirir bonos otra vez. Es sólo cuestión de tiempo.

Abrazos,

PD: He vuelto a convertirme un poco en el retiro que he hecho. Días de encontrar la Paz de Dios, de verle a Jesús su rostro de nuevo. En la vestidura del altar, que debe tener un nombre, ponía: “IN LAETITIA NVLLA DIES SINE CRVCE”. No sé latín, pero se me quedó grabado, lo de la alegría en la Cruz de cada día. Muy bueno para la Cuaresma… A ver si me duran los buenos propósitos que me he puesto.

diferencias en el impuesto del trabajo

ME VOY A MI CURSO DE RETIRO ESTA NOCHE. MAÑANA NO HABRÁ EMAIL. SI QUIERES ALGO ME LLAMAS AL MOVIL

 

Se han publicado los nuevos tramos del IRPF para 2024.

Vamos a compararlos con los de Francia y Alemania

Le he preguntado a Bing y:

FRANCIA: el 11% hasta 25k, el 30% hasta 73k, no se paga el máximo hasta 158k

ALEMANIA: el 14% hasta 57k el máximo a partir de 270k

ESPAÑA: el 24% desde los 12k

 

Que quieres que te diga, es una brutalidad y son inmensas las diferencias. ¿No íbamos a hacer una harmonización de impuestos después de entrar en el Euro? Parece que no, se dedican a hacer normas y más normas, a regularlo todo, que dejan las calles llenas de tractores…

Abrazos,

PD: La relación nuestra con Dios es de amor. Dios nos lanza su amor continuamente. Si nosotros le correspondemos, le tratamos, ahí empieza el verdadero amor. Si no hacemos nada, el tampoco hace mucho por nosotros. Si frecuentamos los sacramentos, si hacemos oración, si vemos su mano en todo, empieza nuestra correspondencia, y Él nos deja ver más su amor, nos da muestras de su cariño, nos mima.

Y si pasamos, Dios parece que también pasa de nosotros… Espera que le busquemos, pero no nos obliga a nada. Está en nosotros que queramos amarle o no. Pero si pasamos, entonces no disfrutamos del verdadero amor de Dios por nosotros. Es de lo que se trata, de vivir enamorados y no solo de nuestra pareja, sino de Dios. Esa locura de amor es lo que da sentido a la vida. Lo demás, llena la tripa y el ego, pero los excesos sientan mal… Nada te llena más si no es el amor.

14 febrero 2024

malos datos de inflación

US Inflation is back?. Core Services ex Housing CPI rose by 6.7% on a 3-month annualized basis. That's huge. In fact, during the 'inflation crisis of 2022,' there were only three months in which Core Services ex Housing inflation was higher.

Y un repunte de inflación recuerda a lo que pasó en los años 70:

Mohamed A. El-Erian dijo ayer:

Wondering how a small miss on the US #inflation numbers can result in such a spike in yields on US government #bonds (2- and 10-year below)?

A lot of it has to do with the extent to which #markets had embraced, subject to limited critical thinking, the narrative of a very soft landing that allows for sizeable early cuts by the #FederalReserve.

Today’s data release does more than serve as a soft reminder of the challenges of the last mile in the inflation battle. It also points to complex analytical issues (such as the level of the neutral rate) and the insensitivity of certain sectors of the #economy  (e.g., services) to higher interest rates.

Abrazos,

PD : Hoy pasa de todo : Miércoles de Ceniza: ayuno y abstinencia. Inicio de la Cuaresma. Días de penitencia y mortificación. Y por supuesto de hacer una buena confesión.

A su vez, 14 de febrero, día de los enamorados. Día de las mujeres y los sacerdotes… Mucha felicidad…

13 febrero 2024

crudo

Texas vs. EE. UU.

Aunque con escaso eco mediático, la situación de tensión entre el estado de Texas y el gobierno federal de EE. UU. está en un punto álgido. Por un lado, una crisis migratoria de notables proporciones y, por otro lado, Biden ha decidido suspender, temporalmente, las nuevas instalaciones de exportaciones de GNL (Gas Natural Licuado), siendo Texas el estado de EE. UU. más afectado.

En un año electoral, cualquier polémica entre autoridades demócratas (gobierno federal de Biden) y autoridades republicanas (gobierno de Texas) puede tener un impacto con efecto en las urnas. La actual situación de inmigración irregular masiva a través de la frontera sur de EE. UU. es un claro ejemplo.

Según los datos del propio gobierno estadounidense, sólo en el mes de diciembre pasado más de 370.000 inmigrantes fueron detectados entrando ilegalmente en los EE. UU. De ellos, 302.000 entraron a través de la frontera con México, cuatro veces más que en el mismo mes de 2021.

Fuente: Nationwide Encounters | U.S. Customs and Border Protection (cbp.gov)

En los últimos tres años, más de 7 millones de inmigrantes ilegales han sido detectados entrando a través de México. Esta cifra supera a la población de 33 estados estadounidenses. Mientras que el Tribunal Supremo de EE. UU. ha dictaminado que no se puede impedir a los agentes federales quitar las concertinas instaladas de la frontera de Texas con México, el gobernador de Texas ha invocado un artículo de la constitución de Texas (Artículo I, 10, Cláusula 3), calificando la situación como "invasión". Bajo este artículo, Texas tiene la autoridad constitucional para defenderse y protegerse a sí mismo. De acuerdo con palabras del propio gobernador "esta autoridad es la ley suprema de la tierra y sustituye a cualquier norma federal en contrario". El gobernador Abbott desafía al gobierno federal de EE. UU., según él, de acuerdo con la constitución estadounidense.

Hasta 25 gobernadores de estados republicanos han firmado una carta en apoyo de la resistencia de Texas frente al gobierno federal y, al menos, 8 estados han enviado contingentes de su propia "Guardia Nacional" para ayudar a vigilar la frontera con México.

Al tiempo que se produce este episodio de alta tensión entre el gobierno federal de EE. UU. y Texas, Biden ha establecido una suspensión temporal en la aprobación de nuevas instalaciones para la exportación de GNL. El Departamento de Energía va a paralizar los procesos de aprobación de terminales de exportación de GNL hasta realizar un mayor análisis del impacto climático. La supuesta razón es la lucha contra el cambio climático. En la práctica se puede interpretar como un pulso con el estado de Texas, el mayor perjudicado con la medida.

Texas es el tercer mayor exportador de GNL del mundo. En 2023, EE. UU. superó a Catar como el mayor exportador de GNL del mundo. EE. UU. se ha convertido en el principal exportador de GNL a Europa, tras la voladura del Nordstream y las sanciones a Rusia. La cantidad de GNL puesta en el mercado por EE. UU. ha permitido a Europa superar la dependencia de Rusia y reducir los precios globales del gas.

Si el bloqueo sobre las nuevas instalaciones de GNL en Estados Unidos se mantiene, Europa y Asia deberán buscar otras fuentes de suministros para hacer frente a la creciente demanda. Si el GNL no es producido y exportado desde EE. UU., se producirá y exportará desde otra parte del mundo, seguramente menos cuidadosa con el medio ambiente que EE. UU. De hecho, una mega planta de exportación de GNL está prevista que entre este año en funcionamiento en RusiaIrán, que es el tercer productor de gas natural del mundo, prevé completar la construcción de unas instalaciones para la exportación de GNL en 2025.

En el caso de China lo tienen claro. Si el precio del GNL sube por encima de determinado nivel, sustituyen el consumo de gas por la quema de carbón. No en vano tienen proyectadas o en ejecución 305 nuevas plantas energéticas de carbón. En términos globales, es absurdo argumentar que suspendiendo exportaciones de más GNL de Estados Unidos al resto del mundo se reducen las emisiones de CO2. Los países consumidores buscarán otros proveedores o, como en el caso de China, sustituirán el gas por otra energía más contaminante.

Aunque de momento la disputa entre Texas y el gobierno federal de Estados Unidos sea un asunto apenas cubierto por los medios y sea ignorado por los mercados financieros y los inversores, conviene seguir su evolución por los riesgos que podría traer consigo.  

Abrazos,

PD: Francisco: