30 junio 2022

Consecuencias de la subida de tipos de interés

Si se pasan de luchar contra la inflación vía tipos de interés, se frenará la economía…

El estudio de la Reserva Federal que el BCE debería leer

Por favor, absténganse de subir de manera notoria los tipos de interés oficiales porque su impacto en la inflación será marginal, mientras podrían hundir la actividad económica

Desde principios de año, los precios de determinadas materias primas energéticas vitales para empresas y familias, como el petróleo o el gas, han subido fuertemente debido al empeoramiento de las expectativas sobre la oferta mundial tanto de petróleo como de gas. También se ha producido una aceleración de la inflación en los Estados Unidos y en la Zona del Euro, así como un fuerte aumento de la pendiente de las trayectorias previstas de los tipos de interés oficiales en ambas economías. Estos factores, combinados con la posibilidad de una desaceleración del crecimiento, han hecho que las perspectivas de inflación sean bastante inciertas. La pregunta clave, por lo tanto, es ver cómo podrían afectar las subidas de los precios del petróleo y de los tipos de interés a las perspectivas de inflación a corto plazo. Para responder esta cuestión, nos basaremos en un artículo muy reciente de economistas de la Reserva Federal de New York“How Could Oil Price and Policy Rate Hikes Affect the Near-Term Inflation Outlook?

En este trabajo, los autores combinan la descomposición de la oferta y la demanda de los precios del petróleo del Informe sobre la Dinámica de los Precios del Petróleo de la Reserva Federal de Nueva York (New York Fed’s Oil Price Dynamics Report) con los datos de la curva de rendimientos de la deuda soberana para cuantificar la probable trayectoria de la inflación en Estados Unidos y la Zona Euro durante los próximos doce meses.

Los tipos de interés de los bancos centrales

A lo largo de este año, la fijación de precios en los mercados financieros se ha visto impulsada en gran medida por los cambios en las expectativas sobre la trayectoria de los tipos de interés oficiales de los principales bancos centrales. Para obtener medidas cuantitativas de estas expectativas cambiantes, los autores utilizan información de las curvas de rendimiento de los bonos del Estado en Estados Unidos y la zona del euro. Concretamente, las estimaciones de la curva de rendimiento de cupón cero para Estados Unidos, procedentes del Consejo de Gobernadores de la Reserva Federal, y para Alemania, procedentes del Bundesbank. Los datos muestran claramente que las trayectorias previstas de los tipos de interés oficiales para los dos bancos centrales han aumentado considerablemente, especialmente desde marzo. También muestra que se espera que la política monetaria estadounidense sea más restrictiva que la de la zona del euro en los próximos dieciocho meses.

A continuación, los autores aprovechan la información contenida en la descomposición del precio del petróleo, los tipos de interés a corto plazo y los diferenciales forward de los tipos de interés a corto plazo para evaluar la trayectoria probable de la inflación en los próximos doce meses. Tanto los precios del petróleo como las expectativas de la senda de la política monetaria pueden comportarse de forma no lineal, donde los periodos de cambios volátiles van seguidos de periodos de cambios poco volátiles y viceversa. Esto podría sugerir que estas variables tienen una importancia diferente para las distintas partes de la distribución de la inflación, por ejemplo, las colas frente a la mediana. Para tener en cuenta todo ello, los autores utilizan regresiones cuantílicas que pueden relacionar por separado las distintas partes de la distribución de la inflación con las variaciones de los componentes del precio del petróleo, los tipos de interés a corto plazo y las expectativas de los tipos de interés oficiales. En concreto, emplean dos conjuntos de regresiones cuantílicas para poder prever la inflación durante el próximo año: el primero modeliza el cambio en los primeros seis meses del horizonte de previsión, y el segundo conjunto modeliza el cambio de la inflación en los seis meses siguientes.

Previsiones de inflación para Estados Unidos y Zona Euro

Los resultados muestran que si en enero, la previsión más probable para la inflación estadounidense de finales de 2022 era de alrededor del 5,8% interanual, en mayo la previsión más probable para la inflación estadounidense de mediados del segundo trimestre de 2023 era de alrededor del 6,5%. El aumento de la inflación del IPC estadounidense desde enero, junto con la serie de perturbaciones adversas de la oferta de petróleo durante el período, hizo subir la trayectoria probable de la inflación estadounidense. La distribución de las previsiones de inflación más recientes parece más sesgada a la baja, lo que sugiere que, aunque las tasas de inflación medias implícitas en las dos distribuciones se han desplazado al alza, la distribución de mayo de 2023 sugiere más riesgo a la baja que en diciembre de 2022.

Para la zona del euro, en comparación con Estados Unidos, hay un cambio mucho más dramático en las distribuciones entre las dos fechas, con las tasas de inflación interanual proyectadas de la zona del euro desplazándose significativamente. Si en enero, la previsión más probable para la inflación europea de finales de 2022 era del 4,3% anual, en mayo la previsión más probable para la inflación europea de mediados del segundo trimestre de 2023 era superior al 7%. La distribución de la inflación de la zona del euro en mayo de 2023 también parece relativamente más simétrica que la de la inflación de Estados Unidos: la probabilidad de que la inflación sea igual o inferior al 5% en la distribución de la zona del euro es de aproximadamente el 5%, mientras que esta probabilidad es de aproximadamente el 22% en la distribución de Estados Unidos.

En ambas regiones, en definitiva, se prevé que la inflación se reduzca ligeramente, pero seguirá siendo elevada en mayo de 2023. Las distribuciones de las previsiones indican, sin embargo, una mayor probabilidad de una relajación de la inflación mayor de la prevista en Estados Unidos en comparación con la zona del euro. La relajación de la inflación prevista en Estados Unidos se debe principalmente a la inversión del impacto inflacionista de las recientes perturbaciones de la oferta de petróleo y al endurecimiento de la política monetaria, mientras que en la zona del euro el endurecimiento de la política monetaria tiene un impacto menos importante. Obvio, la inflación es completamente de oferta. De ello se deriva una lección para el BCE. Por favor, absténganse de subir de manera notoria los tipos de interés oficiales porque su impacto en la inflación será marginal, mientras podrían hundir la actividad económica.

Por cierto, somos los campeones, la tenemos más alta que ninguno de nuestros vecinos. El 10,2%:

Será por esto por lo que se han cepillado al Presidente del INE…Abrazos,

PD1: Ayer en Misa nos tocó un cura que estaba de paso que me gustó mucho. Dijo una Misa pausada y muy piadosa. Era muy joven, ordenado hace solo un año. En la Consagración se tomó su tiempo y tocaba al Señor con delicadeza. En la comunión nos exponía la Sagrada Forma antes de dárnosla. Se notaba que iba rezando mientras celebraba. Le desee que siguiera con ese espíritu tan piadoso todos los años de su vida sacerdotal, que no se metiera en la rutina…

29 junio 2022

Los PMIs fueron muy malos

La macro está siendo terrorífica estos meses. Se consume menos, todo cuesta más… Es una tendencia que viene para quedarse y que siembra dudas de si estaremos enfrente de una nueva recesión…

¿Recesión?

Los próximos trimestres serán posiblemente peores que los próximos meses, al menos en España. Vienen curvas, pero no sabemos qué tan cerradas serán

¿Tendremos recesión en los próximos trimestres? Es posible. Parece que todo se confabula para que así sea. ¿Será global? Muy probablemente. Si llega, deberá arrastrar a medio globo. Las causas son globales, por lo que la recesión afectará a un buen grupo de países, sobre todo los occidentales. ¿Podemos hacer algo para evitarla? No mucho.

Las dinámicas cíclicas son inherentes a la propia economía. Los ciclos están presentes desde que la historia es historia. Siempre hemos oído hablar de la historia de José y sus sueños, con las siete vacas malsufridas y malnutridas dando paso a las siete vacas bien alimentadas y esplendorosas. También habremos oído hablar de los ciclos derivados de las manchas del Sol, proto-intento de explicar las razones de por qué una sucesión de años buenos seguía a años malos y al contrario. Habremos oído hablar de los ciclos a muy largo plazo y, por último, también de que estos son generados por un Leviatán ansioso de capturar hasta nuestra alma.

A pesar de tanto interés e intención en conocer las razones de los ciclos económicos, lo cierto y siendo humildes es que aún nos falta por entender muchas cosas. Lo que sabemos es que los ciclos son generados por impulsos y que estos se traducen, y adquieren consistencia en el tiempo por cómo nosotros, los consumidores, productores, inversores, gestores y demás gente, reaccionamos ante ellos. Podemos decir, además, que los ciclos son una especie de traducción del estado de ánimo de quienes participan en la economía. Si creemos que las cosas van a ir bien, es más probable que vayan bien. Si creemos que van a ir mal, las posibilidades de que la economía se deteriore, crecerán. De ahí que usemos indicadores de confianza, de PMI, o de pedidos como indicadores adelantados del ciclo.

Si bien es verdad que dicho indicador aún no descuenta una fuerte contracción, solo un debilitamiento sin estridencias, lo que podríamos llamar eufemísticamente un suave aterrizaje, no existe duda tampoco de que se nos presentan tiempos complejos

Y estos indicadores están hablando. Lo que estos nos van diciendo es que la actividad económica va deteriorándose. Por ejemplo, el Composite Leading Indicator de la OCDE muestra que, para un buen grupo de países, su indicador se ha dado la vuelta y ya cotiza por debajo del 100. Esto quiere decir que las economías están desacelerando su crecimiento. Si bien es verdad que dicho indicador aún no descuenta una fuerte contracción, solo un debilitamiento sin estridencias, lo que podríamos llamar eufemísticamente un suave aterrizaje, no existe duda tampoco de que se nos presentan tiempos complejos. Así, los próximos trimestres no serán buenos, con permiso de un inicio de verano que en España será positivo.

Otros indicadores, como son los índices PMI, refrendan este perfil descendente. Por ejemplo, el valor para EE. UU. de este mes de junio es el segundo más bajo desde lo peor de la pandemia; eso sí, aunque de momento en terreno “positivo”. Algo mejor, pero con similar comportamiento, se sitúa el PMI para la eurozona, aunque con una importante heterogeneidad dentro de ella. Así, mientras Irlanda, Francia, Alemania o Italia se encuentran en valores inferiores a los registrados en 4, 2, 5 y 2 meses, respectivamente y en tendencia decreciente, España aún se encuentra prácticamente sin cambios, quizás reflejando el paréntesis que supondrá un verano de normalización post-pandémica.

Existen numerosos indicadores más. La percepción que trasladan muchos de ellos es similar. Pero tampoco es necesario acudir a los mismos para llegar a la conclusión a la que estamos llegando y que no es otra que podemos estar a las puertas de una fase recesiva.

La inflación, principal alma mater de lo que está pasando, en vez de darse la vuelta, ha seguido aumentando por unos meses más, lo que provoca que se instale en las economías y diluya el optimismo de un retorno a niveles manejables

Y es que la situación se ha deteriorado a ojos vista. La invasión de Ucrania ha sido la gota que ha colmado el vaso de unas economías que estaban sufriendo la repentina ruptura de las cadenas de comercio por motivos diversos, conocidos, y que no vamos a repetir. La inflación, principal alma mater de lo que está pasando, en vez de darse la vuelta, ha seguido aumentando por unos meses más, lo que provoca que se instale en las economías y diluya el optimismo de un retorno a niveles manejables en el corto plazo. Además, la osada intensidad de las políticas fiscales en países como EE. UU. ha obligado a su Reserva Federal a no seguir esperando y a elevar tipos.

Y es que así se generan buena parte de las recesiones. Un crecimiento intenso del consumo y de la inversión suele crear tensiones en los mercados, tanto de bienes y servicios como los financieros. La tarta a la que optamos cuando crecemos es cada vez menor comparada con los deseos y la capacidad de consumirla. Al competir por estos recursos, ya sean bienes o servicios o los créditos necesarios para obtenerlos, se elevan tanto precios de los primeros como tipos de los segundos. Este proceso conlleva irremediablemente al cambio del ciclo. Curiosamente, cuando este se dé la vuelta y comience a entrar en terreno negativo, los tipos a corto plazo empiezarán a bajar, creando las condiciones de la propia recuperación.

Bien es verdad que en esta ocasión el ciclo es muy particular, por lo que su estructura y naturaleza, en su probable faceta recesiva, será igualmente extraña. No estamos ante un ciclo generado por un comportamiento natural de los grandes agregados mencionados, sino uno donde una guerra y los coletazos de la pandemia medran para hacerlo único. Esto introduce mucha incertidumbre y riesgos que no somos capaces de valorar en este momento. Así pues, de lo poco que podemos decir es que los próximos trimestres serán posiblemente peores que los próximos meses, al menos en España. Vienen curvas, pero no sabemos qué tal de cerradas serán o si, al final de la primera, tendremos de nuevo un camino recto, soleado y de buen firme. Veremos.

Abrazos,

PD1: Me ha gustado esto:

Enójate menos y sonríe más.

Juzga menos y comprende más.

Quéjate menos y agradece más.

Habla menos y escucha más.

Ora, bendice y ama siempre más a Dios.

28 junio 2022

los bancos

Nos meten mano en la cartera como pueden… Subieron en bolsa pensando que el alza de tipos les iba a dar mayores beneficios, pero luego se desplomaron de nuevo… Ay de los bancos, ay!!!

Los bancos disparan un 73% desde 2016 las comisiones por ventas de fondos de inversión

El año pasado ingresaron 5.886 millones de euros por este concepto. El volumen de dinero en fondos crece sin parar en la última década

Los bancos españoles han encontrado un filón de oro en la comercialización de fondos de inversión. El sector ingresó en 2021 5.886 millones de euros en comisiones por vender fondos y prestar servicios de valores. La cifra es un 23% superior a la del año anterior y un 73% mayor a la registrada en 2016, de acuerdo con los datos recogidos en el informe anual sobre los mercados de valores de la CNMV, publicado la semana pasada.

Hay varios factores que han contribuido a que se haya disparado este negocio bancario. El principal, el larguísimo periodo de bajos tipos de interés. Con el dinero tan barato, los depósitos bancarios no ofrecían ninguna rentabilidad, así que los clientes de banca han ido migrando parte de sus ahorros hacia fondos de inversión, en los que podían lograr mejores rentabilidades a cambio de asumir mayores riesgos.

Al cierre de 2021, los clientes de fondos españoles tenían 317.000 millones de euros. Más del 90% de estos productos estaban distribuidos por bancos. A esta cifra hay que añadir los 272.000 millones de euros de fondos de inversión extranjeros (sobre todo de Luxemburgo) que las gestoras internacionales distribuyen en España, fundamentalmente a través del sector bancario.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recuerda que el volumen de inversión de los fondos extranjeros comercializados en España “ha experimentado un continuo y notable avance durante los últimos años, que fue especialmente intenso en 2021”, con un avance del 38,5%

Los dueños de los fondos de inversión tienen que pagar a las gestoras una comisión de gestión por administrar el dinero que está en ese vehículo (por comprar acciones, bonos o derivados para conseguir rendimientos). Ahora bien, cerca del 60% del dinero que ingresan las gestoras por gestionar los fondos acaba en los bolsillos de los bancos, que cobran las denominadas comisiones de retrocesión por su labor en la comercialización de estos productos de inversión.

Servicios de valores

La rúbrica de la CNMV que incluye las comisiones por ventas de fondos de inversión (los citados 5.886 millones de euros) también incorpora los servicios de valores. Esta partida, aunque minoritaria, incluye los ingresos que tienen los bancos por tramitar y custodiar las órdenes de compra de acciones y bonos por parte de grandes clientes corporativos (grupos industriales, aseguradoras, fondos de pensiones...).

También ingresan dinero por la custodia de fondos de inversión de gestoras extranjeras, propiedad de algunos de sus clientes. Aunque en ocasiones los bancos deciden no cobrar ninguna comisión de custodia.

El cobro de comisiones de fondos de inversión, así como las percibidas por la venta de seguros, ha sido fundamental durante los últimos cinco años para compensar las caídas de ingresos del negocio puramente bancario: prestar dinero para comprar una casa o una televisión. Con los bajos tipos de interés, el margen de intermediación que aplican los bancos ha caído con fuerza.

El dinero que ganan los bancos con los fondos de inversión no se limita únicamente a las comisiones que cobran sus redes comerciales por la distribución. Casi todos los bancos cuentan con sus propias gestoras de fondos (con personal y recursos propios) que se quedan con un tercio de la comisión de gestión.

En 2021, la sociedades gestoras de fondos de inversión tuvieron un beneficio agregado de 874 millones de euros. La que más dinero ganó fue la de BBVA AM, con 163 millones de euros (un 44% más que el año anterior); le sigue CaixaBank AM, con 141 millones (+51%), y Santander AM (+42%). De las 10 gestoras de fondos que más ganaron el año pasado, siete pertenecen a grupos bancarios.

Ahora bien, la tendencia creciente de volumen gestionado, comisiones y beneficios se va a cortar bruscamente en 2022. La mala evolución de los mercados financieros ha hecho que se deprecien los activos en los que invierten los fondos. En concreto, los fondos españoles manejaban al cierre de mayo un 3,7% menos de patrimonio que el que administraban a finales de 2021. Además, desde el sector se teme que el deterioro de la situación económica en el segundo semestre empiece a provocar retiradas de dinero.

El problema adicional de los bancos es que les va a subir la mora en breves… Los ICOs que no hay quién los devuelva, y el final de la moratoria concursal están a la vuelta de la esquina…

El BCE teme un estallido súbito de la morosidad bancaria tras el verano

El supervisor está convencido de que el nivel de impagos acabará reflejando la situación real de la economía. El fin de la moratoria concursal y de la carencia de los ICO serán una prueba para el sector.

Los supervisores llevan tiempo preocupados por el impacto de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania en el sector financiero. El mensaje a los ejecutivos bancarios para que tengan prudencia se ha reforzado en los últimos meses, pese a que la tasa de morosidad está contenida en el 4,19% y se sitúa en niveles mínimos de 2009. Pero el Banco Central Europeo (BCE) tiene claro que en algún momento la morosidad real acabará aflorando en los balances de los bancos y teme que la previsible subida sea repentina, con lo que las entidades tendrían menos margen de maniobra, según fuentes financieras en contacto con Fráncfort.

El supervisor único considera que los créditos impagados del sector financiero español, que apenas supera los 50.000 millones, no refleja la situación económica actual, con un crecimiento menor del esperado y con una espiral de aumento de precios. El BCE quiere que los bancos no bajen la guardia y aprovechen la inercia positiva de la primera subida del precio del dinero en Europa, que se materializará en julio en 25 puntos básicos"No podemos cegarnos con la subida de tipos de interés a corto plazo", advirtió la semana pasada Luis de Guindos, vicepresidente del BCE.

El supervisor asume que el nivel de provisiones es el exigido por la normativa actual. Aunque no esconde públicamente que prefiere que las entidades sean más conservadoras y refuercen las dotaciones para absorber repuntes súbitos de la morosidad. Hay temor en el sector financiero a que emerja gran parte de la morosidad tras el verano, cuando la actividad económica podría sufrir de forma más acentuada los efectos de la escalada de precios, con un retroceso del consumo y de la inversión, señala un alto directivo de una de las grandes consultoras financieras.

El 23% del crédito ICO está en riesgo de impago, según el Banco de España"

Además, el fin de la moratoria concursal y de la carencia de los créditos ICO supondrán un punto de inflexión, que podría hacer repuntar los impagos de forma notable. "En el BCE no se explican por qué no sube la morosidad y se mantiene en niveles de 2009", indican fuentes del sector financiero.

En los últimos trimestres, el Banco de España ha detectado un deterioro en la calidad crediticia de los ICO. El 22,7% del crédito garantizado a través del ICO está clasificado en vigilancia especial, según datos a marzo, lo que representa un incremento de 6,4 puntos porcentuales respecto a junio de 2021. Este tipo de préstamos está potencialmente en riesgo de impago.

En el seno de los bancos se considera que los créditos impagados están controlados y que no habrá una fuerte subida, aunque sí reconocen que la tasa de morosidad del 4% actual acabará aumentado. La banca podría absorber casi el doble de mora, con un aumento hasta casi el 7%, según estimaciones de PwC.

Retención de provisiones Covid

Las diez principales entidades españolas reforzaron su nivel de provisiones entre 2020 y 2021 en más de 8.000 millones para hacer frente a posibles deterioros por el Covid. Este colchón cubriría un alza adicional del nivel de dudosos en unos 26.000 millones. La mayoría de estas dotaciones la banca las ha retenido en balance, con alguna excepción de los grandes grupos en Estados Unidos y Reino Unido, en donde liberaron gran parte.

Pero las entidades no sólo han asumido el mensaje del supervisor y han mantenido estas provisiones, sino que algunas han realizados nuevas dotaciones para cubrirse de los efectos de la invasión rusa a Ucrania. Estos han sido los casos de CaixaBank y BBVA, que han reforzado su balance con otros 200 millones en provisiones.

El supervisor está preocupado por los efectos inflacionarios que puede provocar la guerra y su impacto en las carteras de crédito, sobre todo en la financiación al consumo, que es la que sufre primero la caída de la actividad. De hecho, el BCE, según desveló Guindos, ya contempla que la economía de la eurozona entre en recesión en 2023, aunque no es el escenario central para el organismo.

Abrazos,

PD1: Amar a otra persona es desearle lo mejor, estar al pendiente de ella, tratarla de forma excepcional, darle lo mejor de nosotros, anhelar su felicidad. ¡Busca amar más y mejor, siempre! Vale para con Dios, contigo mismo, tu familia, quienes te rodean…

27 junio 2022

plan de infraestructuras del G7

Para potenciar el crecimiento económico, se harán infraestructuras. No sabemos como se pagarán. Parece ser que serán de iniciativa privada…

El G7 destinará 600.000 millones de dólares en infraestructuras hasta 2027

De esa cantidad, Washington movilizará 200.000 millones de dólares a través de fondos públicos y privados, a lo largo de los próximos cinco años

El G7 destinará 600.000 millones de dólares a un macroplan de infraestructuras en países de ingresos medios y bajos para contrarrestar el avance de China, anunció este domingo el presidente estadounidense, Joe Biden.

De esa cantidad, Washington movilizará 200.000 millones de dólares a través de fondos públicos y privados, a lo largo de los próximos cinco años. Biden hizo este anuncio en una rueda de prensa conjunta con el resto de líderes del G7 (Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia, Japón) y la Unión Europea en Elmau (sur de Alemania).

El mandatario estadounidense apuntó que las inversiones en infraestructuras son "cruciales" para un desarrollo sostenible y para lograr una "estabilidad global". Añadió que los países en desarrollo a menudo no tienen las infraestructuras que les ayuden a navegar crisis como la pandemia, "por lo que sienten el impacto de manera más fuerte y les cuesta más recuperarse en un mundo profundamente conectado".

"Esto no es solo una preocupación humanitaria -siguió-. Es una preocupación económica y de seguridad para todos nosotros". La Casa Blanca precisó en un comunicado que la iniciativa, bautizada como "Colaboración por la Infraestructura Global y la Inversión", pretende impulsar el desarrollo de países de ingresos bajos y medios, fortalecer la economía global y la cadena de suministros.

Biden destacó que este plan se centra en ámbitos como la sanidad y la seguridad sanitaria, la conectividad digital, la igualdad de sexos, el clima y la seguridad energética. En el marco de este plan, el presidente de EE.UU. mencionó la creación de un cable submarino, que unirá el sureste asiático con Oriente Medio y Europa Occidental, que se ha adjudicado la compañía de la compañía de telecomunicaciones estadounidense SubCom.

EE.UU. también quiere movilizar 335 millones de dólares en inversiones para proporcionar internet y tecnología financiera en países de África, Asia y Latinoamérica. Este macroplan de infraestructuras fue propuesto por Biden en la cumbre del G7 del año pasado, que tuvo lugar en el Reino Unido.

El plan quiere ser una alternativa al proyecto chino "One Belt, One Road" (Una ruta, un cinturón), que pretende revitalizar la conocida como Ruta de la Seda mediante la modernización de infraestructuras y telecomunicaciones para mejorar la conectividad entre Asia y Europa.

No se ha hablado de la necesidad de poner cargadores de coches eléctricos. Algo muy caro que no acaba de funcionar. Sólo en los Estados Unidos, pasar de los aproximadamente 100.000 cargadores públicos actualmente accesibles a unos 1,2 millones para 2030 requiere unos 38.000 millones de dólares en inversiones:

Abrazos,

PD1: Hay que hacer las cosas para agradar a Dios, no para agradar a los demás. Es el verdadero sentido del amor, a Dios, a los demás y a uno mismo, pero con este orden…

24 junio 2022

tiempos tumultuosos

Según el director macro de Mapfre:

¿Una tormenta perfecta?

No olvidemos que el aumento de la prima de riesgo, y por tanto de los diferenciales de rendimiento, forma parte de cualquier endurecimiento monetario

Cuando era pequeño sentía devoción por la película “The Philadelphia Experiment (1984)”, en la que unos marines de la armada de EEUU atravesaban, en plena II Guerra Mundial (1943), una tormenta provocada por un experimento con tecnología avanzada que les trasladaba al futuro en los años ochenta y, en este contexto, se narraban sus peripecias para regresar a su momento histórico natural.

Estando hoy día en un contexto bélico similar y viendo los experimentos con tecnología avanzada de la política monetaria, intuyo con algo de resquemor cómo nos aproximamos rápidamente a otro ‘Experimento Filadelfia’. A través de una -más que posible- tormenta perfecta, podemos acabar en una crisis con enormes similitudes al año 2011.

Los tres elementos de ese experimento Filadelfia podrían ser los siguientes. Por un lado, tenemos la elevada incertidumbre en torno a las perspectivas económicas, como resultado de los costes de energía y materias primas derivados de la guerra que, además, llega tras un shock sin precedentes como la pandemia. En 2011, ya vimos las consecuencias de la crisis financiera mundial de 2008-09.

En segundo lugar, hay un punto de inflexión en el ciclo financiero internacional, como resultado del cambio de dirección de la política monetaria de EE.UU. en 2021 y, próximamente, por el BCE, como ya anunciaron el jueves pasado. En 2011, la institución monetaria de la eurozona ya subió los tipos dos veces antes de dar marcha atrás.

Por otro lado, no olvidemos que el aumento de la prima de riesgo, y por tanto de los diferenciales de rendimiento, forma parte de cualquier endurecimiento monetario. El pobre rendimiento bursátil de los bancos de la zona del euro, que deberían beneficiarse de la subida de los tipos de interés, genera dudas sobre su capacidad para seguir financiando la economía de la región de forma adecuada y homogénea, especialmente en las fronteras de la unión.

Esto se une al estrés de muchos países emergentes no productores de materias primas ni energía que son clientes y depositarios de la financiación de la zona euro y el G20. Estos ya no se beneficiaron de la suspensión del pago de intereses de la deuda de la etapa pandémica y se han convertido en insolventes de facto, con necesidades de reestructuración de su deuda y con efectos encadenados sobre algunos países, por ejemplo, aumentando la percepción de riesgo en la zona del euro.

Y, por último, las agencias de calificación, que habían adoptado una actitud muy conciliadora en el pasado, podrían cambiar pronto de sesgo. Esto unido con los diversos ciclos políticos de países muy relevantes de la unión, puede alimentar aún más el riesgo de convertibilidad y fragmentación del que no habla Lagarde. Es más, aumentan las posibilidades de que los mercados financieros quieran poner a prueba la determinación del BCE en algún momento. Por lo tanto, creo que ara evitar un ‘Philadephia Experiment’ se hace imprescindible la activación inmediata de un paraguas protector de carácter monetario o fiscal para prevenir posibles problemas de estabilidad y fragmentación financiera.

Abrazos,

PD1: Hoy celebramos el Sagrado Corazón de Jesús. Hay muchos que no saben de esta devoción tan española.

23 junio 2022

la renta fija..., muy poco fija

Tras el varapalo de los últimos meses, ha habido un rebote en estos últimos días. Los bonos han bajado de rentabilidad y han subido algo de precio… Tanto los de EEUU como en la UE. Las palabras del BCE de hace unos días, que iba a defender las primas de riesgo, han funcionado…


¿Será temporal como la inflación?

Aunque lo que queda claro es que la renta fija este año está siendo mucho pero que la bolsa, con caídas de precio que para los 10 años, superan el 20% de descenso…

Renta Fija: la más variable de las rentas

Tradicionalmente se ha entendido la renta fija, es decir, la inversión en bonos, como la parte más segura de una cartera, en contraposición de la inversión en renta variable o acciones cotizadas.

Dentro de las inversiones en activos de renta fija, los bonos emitidos por el Estado se consideran la inversión más segura de todas, calificándose como el "activo libre de riesgo". De hecho, en la propia normativa bancaria la inversión que los bancos realizan en bonos del Estado se considera que no tiene ningún riesgo para la solvencia del banco. Los bonos del Estado son la única inversión que pueden realizar los bancos sin prácticamente limitaciones. Se les otorga un riesgo CERO.

Pues bien, es entendible la sorpresa, o incluso estupefacción, de los inversores cuando observan las fortísimas caídas de este año en la valoración de sus activos de renta fija, mantenidos directamente o a través de fondos de inversión.  


El bono del Tesoro español a 10 años ha perdido casi un 20% de su valor desde principio de año. El bono a 5 años se ha depreciado un 12,1% y el bono a sólo 2 años un 4,2%. Esta caída en el precio de los bonos se debe a la subida de los tipos de interés exigidos por los inversores en cada uno de los plazos. Así, el tipo de interés de los bonos a 10 años ha pasado del 0,57% al 3,12% y el de 2 años, que era negativo a fin de 2021 ha alcanzado el 1,71%. El precio de los bonos baja cuando suben los tipos de interés. De igual modo, el precio de los bonos sube cuando bajan los tipos de interés.


El equívoco con la definición de renta fija reside en que sólo es fija la rentabilidad proporcionada por el cupón periódico que pagan los bonos, pero no la valoración diaria de los bonos. Cuando alguien invierte en un bono en el momento de su emisión y lo mantiene hasta su vencimiento, recibe cada año el cupón fijado en el momento de la emisión y al vencimiento el nominal del bono, salvo que la empresa haya quebrado. No obstante, dichos bonos tienen una valoración diaria y pueden ser comprados y vendidos en mercados secundarios.

Cada bono se emite a un plazo determinado y con un cupón o rentabilidad fijado en el momento de su emisión. Al valorarse diariamente, el precio al que los inversores estarán dispuestos a comprar un bono fluctuará en función del tipo de interés que en cada momento exijan los inversores a bonos de similares características.

De forma sencilla, si un bono A se ha emitido con un nominal de 1.000 y un cupón del 5%, generará cupones de 50 ¤ cada año. Si ahora el tipo de interés de un nuevo bono de características similares ofrece una rentabilidad del 6%, la valoración del bono A descenderá hasta 833, cantidad que hace que su cupón (50 ¤) ofrezca un 6% de rentabilidad, lo que supone una caída del 16,7%. Por el contrario, si los tipos exigidos por los inversores se reducen del 5% al 4%, el bono A tendrá una valoración de 1.250, cantidad que hace que su cupón (50¤) ofrezca una rentabilidad del 4%. Con la subida de un 1% en la rentabilidad exigida el precio del bono se depreciaría un 16,7%, mientras que la caída de un 1% en la rentabilidad exigida proporciona una subida en la valoración del bono del 25%.


Los fondos de inversión proporcionan liquidez diaria a sus partícipes. Para ello, se ha de valorar diariamente cada uno de los activos que componen la cartera del fondo. Así, no pueden escapar de la enorme volatilidad en la valoración de los bonos mantenidos en cartera, incluso aunque ninguno de dichos bonos corra riesgo de impago a vencimiento por parte del emisor.

La política desarrollada por el BCE en la última década ha hecho desaparecer la rentabilidad del activo sin riesgo y fuerza a los ahorradores a convertirse en inversores y asumir riesgos si desean lograr rentabilidad financiera de sus inversiones.

Abrazos,

PD1: Me ha gustado esto: 6 consejos del Papa Francisco para ser un buen padre

Como resumen si no te lo quieres leer:



22 junio 2022

las expectativas

…que van cambiando cada día y cada dato nuevo macro que se publica…

Siguiendo la pista a las expectativas

Los bancos centrales, como hemos comprobado esta semana, no van a permitir que las expectativas se consoliden como paso previo a la transformación de una inflación temporal en otra permanente

La subida reciente de tipos en EE.UU. y la perspectiva de lo mismo en la Unión Monetaria nos indica que los respectivos bancos centrales de las dos mayores economías del mundo no quieren dar opciones a que se conformen o consoliden las tan temidas expectativas de inflación. Como explicaba hace unas semanas, subir tipos busca más evitar que estas expectativas echen raíces en el imaginario económico y colectivo de las economías que luchar contra una inflación impulsada por un shock energético. Aunque este segundo objetivo no es despreciable, pues puede anteceder a dicha conformación, en el ánimo de los responsables de la política monetaria está principalmente combatir unas expectativas crecientes.

De nuevo es necesario comprender qué mueve a la inflación en el corto y medio plazo para comprender aún mejor cómo podemos atajarla. La última referencia que tenemos de un episodio intenso de inflación data de los años 70. Como he explicado en no pocas ocasiones, en la creencia colectiva está el shock del petróleo como origen y causa única de la estanflación de los setenta. Pero esto no es así. La Edad de Oro del capitalismo, entre los 50 y 60, había generado un círculo virtuoso de crecimiento y estabilidad macroeconómica en buena parte de occidente. Este círculo virtuoso tenía como principales características una relación empresario-trabajador establecida a través de la negociación colectiva dominada por sindicatos fuertes y por un programa potente de inversión empresarial que facilitaba tanto subidas de salarios reales como de estabilidad laboral. El rebufo tecnológico de la Segunda Guerra Mundial y la ordenación del sistema monetario y financiero internacional ayudó mucho a este ciclo expansivo.

Estos factores tan positivos en la década de expansión se volvieron nocivos durante el inicio de los setenta. La crisis, de origen económico, político y militar, con la consecuente caída de las inversiones unido al poder sindical arrastraron a los salarios y a los precios a una carrera suicida, con unas expectativas que se descontrolaron ante la imposibilidad (o desinterés) de entonces de atajarla por los gobiernos occidentales y sus bancos centrales. La estanflación no fue, así, motivado por un shock energético; fue consecuencia de la putrefacción de un sistema agotado para el cuál la subida del crudo fue uno de los detonantes. Así pues, sin expectativas no habría habido estanflación.

Antes de Ucrania, todo parecía estable, es decir, no había una respuesta clara de la ciudadanía y de los agentes económicos ante el posible futuro de crecimiento de los precios

Todo esto lo cuento, una vez más, para explicar qué hay que hacer y cuándo hay que hacerlo para atajar cualquier atisbo de estanflación. Y esto es antes de que se conformen las tan temidas expectativas de inflación y estas se materialicen en los famosos efectos de segunda ronda. ¿En qué momento nos encontramos?

El Banco de Españaen su último informe trimestral, lleva a cabo un pequeño análisis sobre dichas expectativas (páginas 20 a 25). Utilizando los datos de la Encuesta de Expectativas de los Consumidores del Banco Central Europeo (BCE), los autores analizan estas y las ponen en comparación en el tiempo y entre países. La principal conclusión es que dichas expectativas comienzan a conformarse, sobre todo a inicios de este primer trimestre, qué duda cabe, gracias a la fuerte subida de precios originada por el conflicto bélico en Ucrania. Antes de eso, todo parecía estable, es decir, no había una respuesta clara de la ciudadanía y de los agentes económicos ante el posible futuro de crecimiento de los precios. Parece que el 24 de febrero lo cambia todo.

Más aún, el análisis se centra en ver qué ocurre en los diferentes intervalos de renta en donde se sitúan los encuestados. Lo que se observa es que, entre los más vulnerables, y que es el colectivo entre quienes más mella hace esta subida de precios, las expectativas crecen mucho más que entre aquellos con más renta, para los cuales el crecimiento es mucho más moderado. Como se puede comprobar a partir de este análisis, la reacción depende de la exposición a la subida de precios.

Pero una cosa es que aumenten las expectativas y otra que se puedan canalizar hacia subidas de precios. Así, para ello hace falta que quienes creen que los precios van a seguir creciendo puedan reclamar con éxito una subida de rentas, como los salarios, o sostener sus ingresos, como las empresas cubriendo sus márgenes. Y esto es otra cosa muy diferente.

Los márgenes de buena parte de las empresas españolas se están moderando, e incluso evolucionando a la baja si lo comparamos con los márgenes de otros países

En el mismo informe del Banco de España se certifica lo que ya se ha comentado en esta columna en otra ocasión. De momento no hay una traslación de las expectativas hacia los salarios, al menos de forma intensa, lo que puede ser consecuencia de las grandes diferencias con los setenta, la capacidad de los trabajadores y sus sindicatos de ejercer fuerza y presión. No significa que no vaya a suceder, pero es obvio que después de más de cuatro décadas de fuertes cambios estructurales en las economías occidentales, y en sus relaciones laborales, cualquier traslación de la experiencia setentera es, cuando menos, forzada.

Pero tampoco parece que los márgenes empresariales estén actuando como transmisor de la inflación. Cuando menos tratan de minimizar pérdidas. Con las dificultades que tiene hacer estas valoraciones al carecer de indicadores finos sobre esta cuestión, como sí tenemos con los salarios, lo que podemos decir y que ya se adelantó la semana pasada es que los márgenes de buena parte de las empresas españolas se están moderando, e incluso evolucionando a la baja si lo comparamos con los márgenes de otros países. A excepción de sectores como el energético, donde sí podemos hablar de un incremento de los márgenes, en el resto de la economía es muy dudoso que esto pueda estar pasando.

En definitiva, los bancos centrales, como hemos comprobado esta semana, no van a permitir que las expectativas se consoliden como paso previo a la transformación de una inflación temporal en otra permanente. Antes de que se inicie esa carrera suicida todo parece indicar que se está dispuesto a generar una recesión para evitarla. En todo caso, más en Europa que en Estados Unidos, esta política puede estar llegando aún a tiempo. Todo depende de la capacidad que tenga el BCE de convencer a los agentes que la inflación va a ser controlada en el medio plazo.

Abrazos,

PD1: Una hija mía que se casa en diciembre, fue a ver a una prima hermana de su novio, monja de las clarisas de Soria. Estuvieron 3 horas hablando por la reja, de la vida, de ellos, del convento… Lleva 20 años de monja en Soria, lo cual le ha quitado ya el ímpetu de los primeros años vocacionales. Estaba feliz con su vida contemplativa de oración, sosteniendo con sus rezos a muchos otros cristianos y haciendo un gran apostolado desde el convento.

Es un convento de clausura, tipo las de las carmelitas descalzas. Les contó su vida allí y dejó a mi hija “topizcueta”…: Tienen el Santísimo expuesto las 24 horas y tratan de acompañarle todo el día. Por la noche también. Les rompen el sueño, es decir, las levantan todos los días para velarlo unas horas por turnos. Salvo ella, que al estar enferma, se queda de las 22:00 hasta las 01:00, tres horas alabando a Jesús Sacramentado… Luego amanecen como las demás a las 06:00, para rezar todas juntas, Misa, larga Acción de Gracias, hasta el desayuno a las 10:00… Y luego a trabajar, en silencio, haciendo pastas y dulces buenísimos. No se suelen quejar de nada, bien al contrario, se las ve muy felices.

Por supuesto que no tienen las comodidades de las casas. Como en Soria hace mucho frío, en invierno tienen que romper el hielo del lavabo donde se bañan. Usan sandalias, se sientan en el suelo, se van mortificando cada día como pueden, para Gloria de Dios y como reparación de tantos pecados…

Tampoco pueden hablar unas con otras. En los conventos de clausura el silencio está siempre presente. Tienen 15 minutos de recreo para parlotearse a mitad de mañana, y luego en la reja cuando toca. Pero saben de todo, ya que lo que ven del mundo por la reja lo asimilan con rapidez. Y todas esas peticiones que les llegan, las elevan a Dios…

Así que si hoy te quieres quejar de algo, piensa en la vida consagrada de clausura. Y si no te ha salido la oración, quizás lo podrías intentar de nuevo…

21 junio 2022

debilidad del euro

Que esté tan flojo el euro es inflacionista: nos cuesta más los productos energéticos que compramos, gas y petróleo, que al resto.

Y esta debilidad del euro se debe a varios factores: diferencial de tipos de interés y perspectivas de financiación pobres sin el BCE…

El euro se deprecia un 7,5% en lo que va de año frente al dólar estadounidense y un 11,75% en los últimos doce meses. Las subidas en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal y los riesgos que el mercado ve en la economía del Viejo Continente explican el mejor comportamiento de la moneda norteamericana.

La debilidad del euro es un arma de doble filo. Por una parte, es positiva porque las compañías europeas exportadoras ganan competitividad al poder vender a precios más baratos frente al dólar estadounidense. Sin embargo, en un momento de tensión en los mercados energéticos por la guerra de Rusia y Ucrania, un euro depreciado encarece las compras de gas natural y petróleo y añade mayor presión inflacionista a la economía europea.

Se da, además, la paradoja de que Estados Unidos ha triplicado sus importaciones de gas natural licuado (GNL) a Europa desde el comienzo del conflicto bélico en Europa del este. La Unión Europea (UE) quiere elevar los inventarios de almacenamientos de gas natural con el objetivo de estar preparado de cara al invierno y poder asumir sin cortes de suministro los meses más duros de frío. El ‘fracking’ en la industria gasística estadounidense genera gas en abundancia y precios competitivos en un momento en el que la UE quiere reducir a cero su dependencia energética de Rusia. Catar, Nigeria o Argelia son otros de los socios comerciales que están incrementando sus importaciones al Viejo Continente gracias a la guerra.

EEUU exportó el 74% de su gas natural licuado (GNL) a Europa, en comparación con un promedio anual del 34% el año pasado, según las estimaciones de Natural Gas Monthly y EIA publicadas en abril. En 2020 y 2021, Asia había sido el principal destino de las exportaciones de GNL de EEUU, representando casi la mitad de las exportaciones totales, recoge El Periódico de la Energía. Estados Unidos se convirtió en el mayor proveedor de GNL de la UE y el Reino Unido en 2021, representando el 26% de las importaciones totales. En los primeros cuatro meses de 2022, las importaciones de GNL de Estados Unidos a la UE y el Reino Unido se han más que triplicado, en comparación con 2021, con un promedio de 7,3 miles de millones de pies cúbicos (Bcf/d) y representando el 49% de las importaciones totales, según datos del observador empresarial Cedigaz.

Este escenario alcista para el dólar es, en gran medida, gracias a la agresiva subida de tipos de interés que está llevando a cabo la Reserva Federal de EEUU con el objetivo de frenar la inflación que se sitúa en máximos desde 1981. El pasado 15 de junio, el banco central con sede en Washington elevó el coste del dinero en 0,75 puntos porcentuales y dejó el tipo de interés oficial de la mayor economía del mundo en la horquilla entre el 1,5% y el 1,75%. Es decir, fue su mayor subida de tipos desde 1994 y la tercera desde que empezó a normalizar su política monetaria en marzo. El organismo emisor que preside Jerome Powell adelantó que muy probablemente en julio se produzca otro aumento de 0,75 o de 0,5 puntos para luchar contra la inflación.

El Banco Central Europeo (BCE) va a tener que incrementar el coste del dinero porque una mayor rentabilidad de la deuda de EEUU atrae capitales desde la Unión Europea y esto a su vez supone una forma de depreciar el euro. Para comprar bonos del Tesoro estadounidense habría que ir al mercado de divisas y cambiar euros por dólares, lo que supone descensos para la divisa comunitaria. El mercado anticipa que el nivel de subidas de tipos en la eurozona va a ser mucho más moderado que en EEUU con el objetivo de no someter a las economías a una desaceleración por lo que no se espera en el corto plazo un fortalecimiento de la divisa común europea.

“El mercado se ha vuelto tan dependiente del BCE que la retirada de estímulos provocó que los rendimientos de los bonos italianos a 10 años se dispararan desde el 1,24% de principios de año, al 4,2% el 14 de junio de 2022. Eso llevó al BCE a convocar su primera reunión de emergencia desde 2020. ¿Cuál fue la conclusión de la reunión? ¡Que necesita nuevas herramientas! Es decir, algo que pueda ayudar a contrarrestar la fragmentación de los mercados de bonos europeos a medida que reduce las compras. Todavía no se han publicado muchos detalles de cómo sería, pero lo más probable es que se busque dirigir las reinversiones hacia los títulos soberanos en situación de estrés”, apunta Nitesh Shah, director de materias primas y análisis macroeconómico de WisdomTree.

“Parecería que, por el momento, la Fed no está preocupada por la venta generalizada de la renta variable. Sin embargo, dada la fuerte destrucción de riqueza que se suma a la crisis generada por el incremento del coste de vida, nos preguntamos cuánto tiempo pasará antes de que otros bancos centrales acompañen al BCE en el desarrollo de nuevas herramientas para reducir la presión. Esperamos que los mercados se estabilicen a medida que los bancos centrales dan un paso atrás, evalúan sus problemas únicos, y diseñan herramientas de política apropiadas”, añade.

Otro argumento que explica la debilidad del euro es la percepción que tiene el mercado sobre los riesgos que afrontan las finanzas europeas. En primer lugar, una gran dependencia de materias primas de Rusia y Ucrania, de hecho los precios del gas en Europa se dispararon un 50% a lo largo de la semana después de que Rusia redujera las entregas. Además, preocupa la posible fragmentación de los mercados de bonos europeos entre la renta fija emitida por los países más endeudados y los del centro de Europa a medida que el BCE reduce las compras de deuda y el organismo monetaria arrastra un balance acumulado de 8,56 billones de euros y todavía no ha puesto fecha a la reducción de su balance frente al calendario de la Fed.

Abrazos,

PD1: Ayer hubo un asesinato en la calle Serrano. Murió la mujer a manos de su marido. La pobre hija de 9 años andaba por Eurodisney con otra compañera de colegio. Mi mujer conocía al hombre de verle llevar a su hija al colegio suyo. No andaba muy bien. No quiero entrar en detalles, pero hoy dirijo mis oraciones sobre la pobre hija que se ha quedado huérfana de esta manera tan trágica. Os pido una oración por la niña y su futuro…