30 marzo 2017

Europa es todavía vulnerable

Tenemos un batiburrillo formado que da miedo. Hay frentes abiertos por todos los lados… Se amenaza con formar una Europa a dos velocidades, conformando la realidad… ¿Qué pasará con los países periféricos del Sur? Quien sabe…

The Eurozone is Still Vulnerable

Despite recently experiencing an overall economic uptick, the eurozone remains fragile and uninsured against the risk of another crisis. And a major reason is that it is still vulnerable to asymmetric boom-and-bust cycles.
Simply put, while all eurozone members can benefit during good times, some suffer far more than others during busts. This means that whenever the next crisis hits, safety-conscious investors will flee from fiscally weak countries toward fiscally strong ones that have a proven track record of generating economic growth.
When the economic calculus reverses, we can expect to experience a sense of déjà vu. Each country's gain will entail another country's loss, which will undermine inter-eurozone cooperation and fuel political tensions. The effects will likely reverberate through each country's domestic politics, strengthening forces that favor disintegration.
To be sure, reforms that were implemented in response to the last crisis have improved the situation at the aggregate level; but they have not resolved the eurozone's fundamental asymmetry. Underlying fiscal positions still vary from one country to another, despite all the efforts to achieve fiscal convergence through top-down rules.
Likewise, Europe's financial-sector reforms in recent years, while significant, have not provided an adequate solution to the problem. The European banking union has now partly muted one of the primary channels – domestic banks – through which public debt piled up during the last crisis. Financial supervision has been placed at the EU level, rather than being delegated to national authorities. And government bailouts have been replaced with creditor bail-ins, at least when the latter does not threaten financial stability. But none of this will avert the need for public bailouts when the next crisis hits, out of fear that financial contagion will amplify the initial market reaction.
At the same time, Europe's new crisis-management tools have obvious limitations. With a lending capacity of only €500 billion ($535 billion), the European Stability Mechanism (ESM) will likely not make much of a difference in the next crisis. An alternative option would be to activate the European Central Bank's "outright monetary transactions" program, in which the ECB would purchase eurozone member states' bonds in secondary markets. But the OMT, announced in September 2012 but never applied, would be politically difficult to implement. And because, like the ESM, it is conditional, it would do nothing to alleviate the tension between creditors and debtors.
In fact, even a second round of the ECB's Public Sector Purchase Program would not solve Europe's asymmetry problem. Because the ECB, together with national central banks, buys government bonds in proportion to each country's share of ECB capital, the PSPP cannot privilege the countries that are under stress.
High-debt countries are limited in their ability to pursue proactive fiscal-stimulus policies. During the peak of the last crisis, some countries had to spend over 5% of their GDP just paying interest on their outstanding debt. And even after the market turmoil ended, and the PSPP brought interest rates down, high-debt countries last year still spent an average of around 3-4% of their GDP on interest payments. Most of these countries are far from being insolvent. But their debt is like a straightjacket, limiting their capacity to deliver economic growth in good times, and posing a liability in times of crisis.
A formal debt restructuring is often offered as an alternative to ineffective supranational and national fiscal frameworks. In this scenario, market supervision would replace political supervision. But, because some countries are still clearly more vulnerable than others, introducing a debt-restructuring program now would scare investors away from those countries, thereby doing more harm than good.
In the short term, policymakers should explore other avenues for solving the public-debt overhang. The PSPP, as it is currently constructed, allows repatriation of interest on bonds purchased by the ECB and national central banks. But interest savings are modest, because the ECB is formally limited from buying more than a certain amount of each country's government debt. Lifting this limit would permit the existing framework to be used in the future to alleviate some countries' fiscal burdens.
Meanwhile, the ECB would need to play a different and more distant role than it has. And independent authorities – such as the European Commission or even an entirely new institution – would need to ensure that savings were put to productive use in each country.
Abrazos,
PD1: Alemania se reunificó y pudo con ello, gracias a la labor de sus propios políticos y su potente industria exportadora… No sucumbió, como otros países a disparates tipo boom inmobiliario, que no lo tuvo, ni subidas masivas de salarios, indiciados a la inflación, sino que mantuvo durante décadas unas líneas maestras muy ortodoxas del buen hacer… Ahora recoge sus buenos frutos, aunque sufre el lastre de la UE:

Merkel logra un superávit récord: los tres gráficos clave de su exitoso modelo de austeridad

Paro al 4%, crecimiento sostenido y superávit fiscal. Desgranamos la receta del milagro teutón. 

La Oficina Federal de Estadística de Alemania acaba de hacer públicos los datos presupuestarios definitivos para el ejercicio 2016. De las cuentas se deduce que, por tercer año consecutivo, el país teutón registra un superávit fiscal. De hecho, el saldo favorable logrado en 2016 es el más alto desde la caída del comunismo y la reunificación nacional de 1990.
El gobierno de Merkel ha conseguido que los ingresos fiscales superen los gastos del conjunto de las Administraciones en casi 24.000 millones de euros. Esto supone un superávit del 0,8% del PIB que convierte a Alemania en uno de los pocos países de la UE que tiene sus cuentas en orden.
Si se desagregan los datos, podemos ver que un tercio del superávit proviene de la Seguridad Social, mientras que otro tercio viene del gobierno central que encabeza Merkel y el tercio restante se explica por el superávit de las Administraciones regionales y municipales.
La reforma laboral inauguró un círculo virtuoso
¿Cómo ha logrado Alemania un vuelco presupuestario tan potente? En primer lugar, merece la pena echar la vista atrás y recordar las cuatro reformas laborales que impulsó el gobierno del socialdemócrata Gerhard Schroeder. El eje común de estas modificaciones normativas fue la combinación de un mejor trato fiscal al empleo con un endurecimiento de los subsidios y ayudas concedidas a los desempleados. Jugando con el palo y la zanahoria, Alemania frenó la escalada del paro y empezó a crear empleo con intensidad. Este vuelco inauguró un círculo virtuoso que, vía creación de empleo, conduce a menos gasto público en políticas asistenciales y permite aumentar la recaudación al tiempo que la fiscalidad se reduce levemente.
Como vemos en la siguiente gráfica, el gigante teutón ha logrado dejar los niveles de paro por debajo del 5%, menos de la mitad de los niveles que se llegaron a dar hace ahora poco más de una década.
Esa creación de empleo ha reducido el stock de parados y ha facilitado un modelo de crecimiento moderado pero sostenido. En suma, el PIB alemán se comportó muy bien durante el pasado ejercicio y apuntó a un alza del 1,9%. Ampliando la perspectiva, podemos ver que, salvo en los años de la Gran Recesión, el PIB per cápita viene aumentando de manera regular.
Los datos de la Oficina Federal de Estadística confirman que la combinación de más empleo y más crecimiento le sienta bien al saldo presupuestario alemán. Sin aumento alguno en los tipos, el IRPF aumentó su recaudación en 2016 un 6,5%. Lo mismo sucedió con las cotizaciones, que crecieron un 4,6%.
Hay, eso sí, preocupación por el aumento del gasto en beneficios sociales. La llegada masiva de refugiados e inmigrantes ha empujado al alza estas partidas, con una subida del 6,2% en 2016. En este sentido, se espera que la canciller Merkel endurezca el acceso a estos subsidios, sobre todo teniendo en cuenta que se acercan las elecciones y que Alternativa para Alemania amenaza con restar votos a la derecha moderada de la CDU/CSU.
PD2: Mientras, los burócratas europeos definiendo qué hacen con la UE, si se opta a dos velocidades, o no se hace nada y se espera acontecimientos… ¡Qué triste! No avanzar, siempre ha sido, retroceder…
La Comisión Europea (CE) comenzó este mes presentando su Libro Blanco sobre el futuro de Europa: reflexiones y escenarios para la Europa de los Veintisiete en 2025, COM(2017) 2025. En ambos casos se pretende proporcionar una respuesta al Brexit.
Dicho libro blanco proporciona una lista de posibles escenarios a los Veintisiete, que es por lo que se afirma que justifica la denominada Europa a la carta, que ya existe en diversos ámbitos. Uno de estos es la Unión Económica y Monetaria (UEM), una de las políticas expresamente tratadas en el libro blanco. En el cuadro siguiente se puede ver como se concibe esa UEM en cada uno de los escenarios.
Como puede verse, el futuro de la UEM depende de cuál de estos escenarios se opte, pero en ningún caso se cuestiona, lo cual no significa que no se pueda hacer, entre otros frentes, por algunos partidos políticos que apuestan para sus respectivos países por su salida del euro. En este sentido, se celebraron elecciones en Holanda, cuyos resultados no han respaldado las tesis antieuropeas.
La postura del libro blanco sobre la UEM es entendible. Por un lado, sigue vivo el Informe de los cinco presidentes, que recoge la síntesis de la visión de las instituciones de la UE sobre la UEM. Publicado el 22 de junio de 2015, no se puede decir que esté desarrollado por completo. Por otro lado, la propia CE anuncia, en un anexo del libro blanco, un documento de reflexión sobre el futuro de la UEM para finales del próximo mes de mayo.
La UEM es un proceso que la crisis ha mostrado que no estaba tan sólidamente asentado como se suponía cuando se puso en marcha por el Tratado de la UE. Esto ha provocado que se haya completado con iniciativas para fortalecerla, la más importante de las cuales, por el camino recorrido, pero también por el que resta por recorrer, es la Unión Bancaria (UB), que también está en curso. Y no hay que olvidar que la UB emplea instrumentos del mercado único (regulación y supervisión, resolución de crisis y garantía de depósitos) para fortalecer la unión monetaria.
Hace escasos días publicó el Parlamento Europeo un breve documento, Completing the Banking Union. Risk sharing initiatives and parallel risk reduction measures, que muestra el estado de la cuestión de todo lo que se está haciendo, y quien lo está haciendo, sobre la UB en la UE. No es precisamente poco, con diez áreas de trabajo en la reducción de riesgos, algo cuya necesidad es difícil discutir a la vista de los efectos que ha traído la crisis, no sólo en el sistema financiero, sino, sobre todo, en la economía real.
PD3: Un buen cuerpo y una bonita sonrisa, gustan; pero un corazón humilde y sincero, enamoran. Menos culto al cuerpo…, más sinceridad y mucha humildad.

29 marzo 2017

El Reino Unido se larga de Europa

¿Y ahora qué…? Ayer se firmo la carta de salida de la UE…, con una libra devaluada y un porvenir que hay que escribir…
Moments ago, Theresa May signed the letter to European Council President Donald Truk which will invoke Article 50 and Trigger Brexit.
What happens next? 
Here is a summary of next steps courtesy of Jack Davies, consultant editor of Trading Floor, courtesy of Saxo Group
+ The UK government triggers Article 50 starting the Brexit process Wednesday
+ Two years of negotiations to be set in motion to uncouple UK from EU
+ Sterling has plunged circa 15% since the night of the Brexit vote
+ Future of EU workers in the UK and visa-versa yet to be decided
The British government is set to formally invoke Article 50, the clause within the European Union’s de facto constitution that almost didn’t make it into the final draft because what it allows for – the exit of a member state from the EU – was thought by many too awful to be permitted.
But allowed it was and now what had been thought unthinkable is to happen Wednesday, a member state has begun what will undoubtedly be an excruciating divorce from the bloc.
How is Article 50 triggered and what happens next?
Triggering Article 50 is easy. In theory, it could be as simple as somebody in Whitehall sending an email to somebody in Brussels. In the end, the UK’s ambassador to the EU informed Donald Tusk that it would come in letter form to his office on March 29. But even as late as mid-March, eurocrats were still scratching their heads as to whether letter or email was more appropriate and if so who should be sending and receiving the memo.
But if they struggled with protocol, it doesn’t get much simpler from here. Under the Lisbon Treaty, member states wishing to leave the European Union have two years from the day they trigger Article 50 to negotiate their exit. In theory, if after 24 months a compromise has not been reached, then the state in question is dumped from all EU institutions and frameworks instantly and without any phasing out to cushion the fall.
Interdependency is hardcoded into the union, so this kind of cold-turkey exit is something both sides will be keen to avoid. If they are to do so, the bulk of the negotiations will have to have been concluded within 18 months of Article 50 being invoked, so as to allow enough time for both parliaments to approve the final deal.
The clock’s likely to run even tighter than that though, as the EU has said it won’t begin negotiating with Westminster until the UK settles a bill estimated to be as high as $64 billion.
What will happen to sterling when Article 50 is triggered?
Britain’s vote to leave the EU last summer trashed sterling, which lost 16 cents against the dollar overnight, and the pound has since plummeted to even lower depths. One slight consolation for sterling buyers will be that the pound will likely have little or no reaction to the invocation of Article 50, which has already been priced in by the market.
So much so in fact that many view the pound as undervalued, given the relative strength of the British economy, which is expected to grow by 2% over the coming year.

Source: SaxoTraderGO
What happens to FTSE 100 after Article 50 is triggered?
Saxo Bank’s head of equities Peter Garnry says that while general volatility will increase “simply because of the noise”, the triggering of Article 50 should not have a major immediate impact on equity markets since the event has already been discounted by them.
That said, what comes next could hold another story. As Garnry points out, “triggering starts the noisy political negotiations which will be a recurrent theme over the next two years.” 
The FTSE 100’s high concentration in financials, mining and export-driven consumer staples companies (such as BAT, Diageo, Unilever and RB) makes the index vulnerable “should the GBP go up again on improving sentiment or even worse in tandem with falling commodity prices,” Garnry warns.
What will happen to EU nationals in Britain and vice versa?
As we have pointed out before, the four million people most vulnerable in a showdown between Brussels and Number 10 are the EU nationals living in the UK and British citizens making their living on the continent.
The British parliament recently voted down a proposal to safeguard the presence of EU nationals already in Britain regardless of the outcome of the next two years’ negotiations. 
While the proposal was motivated by the Kantian precept that person should be used as a means to an end (in this case a bargaining chip in the messiest international negotiations since the second world war), British MPs sided with the government, which argued that while it was in favour of allowing EU citizens to remain, it did not want to give that concession away unconditionally.
And so, with neither side having ruled out a “hard Brexit” (the UK government has announced it’s currently drawing up plans for the outcome), those four million people appear to be as vulnerable right now as they fear.
Saxo’s head of forex strategy John J Hardy recently told TradingFloor that due to reciprocal rights for EU and UK nationals being such a potent bargaining chip, we could be well into 2018 before negotiators arrive at any meaningful accord on the issue.
Finally, here is Saxo’s head of macro analysis Christopher Dembik, who summarizes the salient points in the following video. Here are the key points:
+“Brexit will have clearly a deep impact on the [British] market in the medium term,” says Saxo’s head of macro analysis Christopher Dembik, who is based in the Danish bank’s Paris office.
+“For the British economy, I am not positive. There is no reason to believe that Brexit would have [only] a slight impact on the economy.
+“Brexit would have a strong impact because it would block investments as soon as investors understand that the UK doesn’t have a strong strategy to negotiate and that the EU won’t make it easy for the UK to leave.”
+He does not expect much to happen in terms of significant negotiations between the UK and EU until after the German federal election in September. However, Dembik says that British prime minister
+Theresa May could surprise many and pull a snap election to gain greater support - something former PM Gordon Brown failed to do when he succeeded Tony Blair and later lost a general election to the Conservative Party’s David Cameron.
+“Theresa May will face probably many challenges in order to negotiate with the European Union,” adds Dembik.
+“I do believe she will have no other choice than for calling for an early election in order to have enough popular support to try to negotiate with the European Union.”
+Despite these issues, Dembit says that in the longer term, the “strong” UK “will succeed and have a bright future.”
Abrazos,
PD1: Pero no les importa tanto ya que no les ha ido mal y su socio de referencia, los EEUU, les van a ayudar…
PD2: Pero la industria británica ya no es lo que era…
Están algo fuera de juego:
PD3: Y su saldo comercial con Europa es muy negativo…, les va a doler.
Sus expectativas de crecimiento son pobres:
PD5: Aunque su banco central, el Banco de Inglaterra (BoE), no ha hecho tantos disparates como los otros:
PD6: No será que los piratas británicos han visto el futuro mejor que los demás…
Sí, es una viñeta, pero ¿estamos así?
PD7: "Si ríes, yo reiré contigo; pero si lloras, yo haré que sonrías junto a mi." Esta es la mejor forma de comportarse con tu mujer…

28 marzo 2017

¿Seguirá subiendo EEUU?

Hay muchas dudas sobre que el efecto positivo de Trump en los mercados se haya terminado… Le va a costar sacar sus reformas adelante…
The last time Robert Shiller heard stock-market investors talk like this in 2000, it didn’t end well for the bulls.
Back then, the Nobel Prize-winning economist says, traders were captivated by a “new era story” of technological transformation: The Internet had re-defined American business and made traditional gauges of equity-market value obsolete. Today, the game changer everyone’s buzzing about is political: Donald Trump and his bold plans to slash regulations, cut taxes and turbocharge economic growth with a trillion-dollar infrastructure boom.
“They’re both revolutionary eras,” says Shiller, who’s famous for his warnings about the dot-com mania and housing-market excesses that led to the global financial crisis. “This time a ‘Great Leader’ has appeared. The idea is, everything is different.”
For Shiller, the power of a new-era narrative helps answer one of the most hotly debated questions on Wall Street as stocks set one high after another this year: Why are traders so fixated on the upsides of a Trump presidency when the downside risks seem just as big? For all his pro-business promises, the former reality TV star’s confrontational foreign policy and haphazard management style have bred uncertainty -- the one thing investors are supposed to hate most.
Charts illustrating the conundrum have been making the rounds on trading floors. One, called “the most worrying chart we know” by Societe Generale SA at the end of last year, shows a surging index of global economic policy uncertainty severing its historical link with credit spreads, which have declined in recent months along with other measures of investor fear. The VIX index, a popular gauge of anxiety in the U.S. stock market, has dropped more than 30 percent since Trump’s election.
“I don’t generally call the entire market wrong -- investors are very smart, highly motivated individuals -- but I find it hard to say why stock markets are so un-volatile right now,’’ says Nicholas Bloom, a Stanford University economist who co-designed the uncertainty gauge with colleagues from the University of Chicago and Northwestern University.
The simplest explanation may be that share prices have less to do with Trump than with tangible improvements in the economy and corporate earnings. With the U.S. unemployment rate well below 5 percent and S&P 500 Index profits projected to reach all-time highs this year, perhaps it shouldn’t be surprising that equities are doing so well.
But there’s more to the market’s resilience than just numbers, according to Ethan Harris, Bank of America Merrill Lynch’s global economist in New York. Like the fable of the boy who cried wolf, Harris says pessimistic forecasters have so badly over-estimated the consequences of big events -- the rolling European debt crisis since 2010, the U.S. debt-ceiling standoff in 2011, Brexit in 2016 -- that traders have become conditioned to ignore them. Even when bears are right, the past eight years have shown that central banks are more than willing to save the day when markets fall.
“It’s been a period of repeated shocks, and I think people get toughened against that,” Harris says. “It seems like uncertainty is the new norm, so you just learn to live with it.”
For Hersh Shefrin, a finance professor at Santa Clara University and author of a 2007 book on the role of psychology in markets, the rally is just another example of investors’ remarkable penchant for tunnel vision. Shefrin has a favorite analogy to illustrate his point: the great tulip-mania of 17th century Holland.
Even the most casual students of financial history are familiar with the frenzy, during which a rare tulip bulb was worth enough money to buy a mansion. What often gets overlooked, though, is that the mania happened during an outbreak of bubonic plague.
“People were dying left and right,” Shefrin says. “So here you have financial markets sending signals completely at odds with the social mood of the time, with the degree of fear at the time.”
Shiller says when markets are as buoyant as they are now, resisting the urge to pile in is hard regardless of what else might be happening in society.
“I was tempted to do it, too,” he says. “Trump keeps talking about a new spirit for America and so you could (A) believe that or (B) you could believe that other investors believe that.”
On whether stocks are nearing a top, Shiller can’t say with any certainty. He’s loathe to make short-term forecasts.
Despite the well-timed publication of his book “Irrational Exuberance” just as the dot-com bubble peaked in early 2000, the Yale University economist had warned (with caveats) that shares might be overvalued as early as 1996. Investors who bought and held an S&P 500 fund in the middle of that year made about 8 percent annually over the next decade, while those who invested at the start of 2000 lost money. The S&P 500 sank 49 percent from its high in March 2000 through a bottom in October 2002. The index has gained 6 percent this year, with futures slipping 0.1 percent before the open of U.S. exchanges on Tuesday.
What Shiller will say now is that he’s refrained from adding to his own U.S. stock positions, emphasizing overseas markets instead. One factor that makes him cautious on American shares is the S&P 500’s cyclically-adjusted price-earnings ratio: While the metric is still about 30 percent below its high in 2000, it shows stocks are almost as expensive now as they were on the eve of the 1929 crash.
“The market is way over-priced,’’ he says. “It’s not as intellectual as people would think, or as economists would have you believe.’’
Abrazos,
PD1: Volvemos a los miedos recesivos. Cada vez que la producción industrial estadounidense baja, su economía entra en recesión al poco tiempo…
Además, falla la evolución del crédito nuevo:
PD2: Los beneficios empresariales no ayudan a nuevas subidas de las bolsas…
Y el acumulado de las subidas de los últimos años es muy fuerte…
Además, ha habido muchas compras a crédito que se deben devolver…
Y parte del tirón de las bolsas fue el impulso monetario de la FED que dejó de estimular y tendrá que dar marcha atrás…
Alguien se equivoca, los bonos, la bolsa o el dólar…
Quizás funcione la teoría de los seis meses…

PD3: Ya lo habrás visto de la semana pasada, pero no dudo que vivimos en una sociedad diferente… ¿Por qué llega esto a los tribunales señor fiscal?
Pobre madre!!! Lo único que sé es que los jóvenes con un móvil en la mano no hacen más que perder el tiempo… Benditos teléfonos fijos, benditas cabinas de telefónica, y esas largas esperas en la calle, hasta que llegara el amigo tardón… Y muchos, con el washapp lo mismo. ¿Es tan importante lo que llega, o son solo memeces? Demasiado on line, demasiada gente enganchada…

27 marzo 2017

¿no nos preocupa nuestra pensión?

Muchos miran para otro lado… Hacen mal. Sobre la importancia de AHORRAR:

PREOCÚPESE Y OCÚPESE DE SU PENSIÓN

En este mundo tan acelerado, suele primar lo urgente y el corto plazo sobre lo importante y el largo plazo. Aunque debería ser esencial establecer objetivos de largo plazo y definir estrategias que aplicadas en el día a día permitan alcanzar dichos objetivos, solventar los problemas del momento, aun a costa de empeorarlo a futuro, es lo más habitual. El anuncio del previsible pago de parte de las pensiones con la emisión de deuda es un claro ejemplo de ello.
No por ignorar un problema éste deja de existir. Desafortunadamente tampoco suele resolverse sólo por el mero paso del tiempo. Es más, en la mayoría de las ocasiones, tanto en la vida familiar, como en las empresas o en las AAPP, no afrontar un problema lleva a un empeoramiento del mismo y a una mayor dificultad en solucionarlo en el futuro.
Cuando alguien se endeuda, sea una persona, empresa o administración pública, lo puede hacer para realizar una inversión que le permitirá generar mayores rentas en el futuro, o alternativamente se puede endeudar para pagar gastos corrientes. Conviene recordar que endeudarse para satisfacer gastos corrientes, supone renunciar a consumos futuros a cambio de consumo actual. Esta premisa también aplica al Estado. El pago de las pensiones es un gasto corriente. Endeudarse para pagar las pensiones supone trasladar un problema al futuro sin reconocer que el sistema actual de pensiones en sus parámetros actuales presenta serios problemas.
Existe un consenso entre todos los responsables políticos de todo el arco parlamentario para no reconocer que existe un problema con el futuro de las pensiones. Basta buscar en internet las críticas que recibió el gobernador del Banco de España en junio de 2015 tras su comparecencia en Comisión de Economía del Congreso por poner de manifiesto los problemas a futuro del sistema actual y apremiar a la reforma del mismo. Como en la fábula, es osado decir que el "rey está desnudo".
Para entender la gravedad del problema y la necesidad de cada uno de preparar su propio plan para complementar la pensión pública conviene conocer los elementos básicos del sistema de pensiones español.
Existe la creencia generalizada de considerar que de las aportaciones a la seguridad social que cada trabajador ha ido realizando durante toda su vida laboral saldrá la pensión que en su caso le corresponda. Craso error. Las aportaciones realizadas en cada momento sirven para pagar las pensiones de los pensionistas que haya en ese momento, no para acumular las aportaciones con vistas a las prestaciones futuras de los actuales cotizantes.
El sistema de financiación de las pensiones funciona como un sistema piramidal. La cuantía de lo percibido por los que están en la cúspide, es decir, por los que salen del mercado laboral o están ya jubilados, depende únicamente de la contribución de los escalones inferiores de la pirámide. Cuantos más trabajadores haya en los niveles inferiores de la pirámide, mayor sostenibilidad del sistema y viceversa.
Evidentemente este modelo depende, en gran medida, de la demografía para poder ser sostenible. El problema radica en que la pirámide de población habla por sí sola. En 2008 había 3 trabajadores por cada 1 jubilado. En 2050, previsiblemente, apenas habrá 3 trabajadores por cada 2 jubilados. Recordar que las pensiones proceden de las contribuciones que hacen los trabajadores en activo.
Afortunadamente la esperanza de vida ha ido aumentando, y lo hará más en el futuro. En consecuencia, el tiempo durante el que un pensionista cobrará su pensión ha aumentado y lo seguirá haciendo. La base de la pirámide se va reduciendo y la cima de la misma no deja de ensancharse.
Como el sistema de pensiones públicas es un sistema de reparto, aumentar los ingresos del sistema ahora a través de una mayor imposición a los actuales trabajadores, reducirá su capacidad adquisitiva actual sin que esté garantizado que a futuro se puedan mantener los actuales niveles adquisitivos de las pensiones.
La disminución de la cuantía de las pensiones en el futuro lamentablemente será una realidad. En un futuro no excesivamente lejano, quien no haya conseguido acumular un ahorro que complemente su pensión, sufrirá un descenso de nivel de vida que puede ser dramático. Desafortunadamente, muchas personas no son conscientes del nivel de ingresos que van a tener con la jubilación hasta muy poco tiempo antes de que ésta se produzca. Entonces el margen de actuación es ínfimo.
Ahorrar supone renunciar a un consumo presente por un consumo futuro. ¿A cuánto del consumo actual está cada uno dispuesto a renunciar para poder tener un mayor consumo futuro? Pensar que no es una prioridad ahora y que ya habrá tiempo para afrontar el problema no deja de ser un autoengaño.
Solventar el problema de corto plazo de la financiación de las pensiones aumentando la deuda, sin reconocer simultáneamente que existe un serio problema sólo agrava la situación para el futuro. Más vale que cada uno se preocupe y ocupe de su complementar su futura pensión. Ignorar los problemas no los soluciona. Matar al mensajero tampoco.
Abrazos,
PD1: Ahorrar y ahorrar, es lo único que debemos hacer:

Sistema de pensiones y futuro: por qué ahorrar para la jubilación es imprescindible

Este mes el Círculo de Empresarios ha presentado un informe que recomiendo leer a todos lectores, titulado “Un sistema de pensiones sostenible que asegure la cohesión y el equilibrio intergeneracional”. Es un trabajo no muy extenso, (16 páginas), escrito de manera comprensible, bien razonado y documentado. Un lector interesado en el tema puede hacerse una idea bastante completa del estado de situación de nuestro sistema de pensiones, sus perspectivas futuras y posibles soluciones. Un sistema cuya sostenibilidad, como se apunta en el texto, se halla condicionada por:
+ El patrón demográfico,
+ El mercado de trabajo
+ La estructura productiva de nuestro país.
En efecto, con la vista puesta en el sistema de pensiones, nuestras proyecciones demográficas no son nada halagüeñas. A una elevada esperanza de vida se le suma una muy baja tasa de natalidad. Esto determina un envejecimiento acelerado en el futuro.
En 2030, España será el cuarto país del mundo con mayor edad media: 50,1 años frente a 33,1 a nivel global. El 25,6% de la población española superará los 65 años. En el camino, además:
-Perderemos población.
-Aumentará la tasa de dependencia.
-Y el gasto en pensiones puede hacer inviable al actual sistema, de no adoptarse sustanciales reformas.
Piensen ustedes en este dato a la hora de intentar comprender cómo afectará al sistema de pensiones. En 30 años puede que acabe habiendo más jubilados que trabajadores.
Lo que está en nuestras manos y lo que no.

SISTEMA DE PENSIONES: EL MODELO DE SUECIA

No es objeto de este artículo analizar el contenido del citado informe. Sin embargo, les recomiendo revisar las muy sensatas propuestas de reforma para sistema de pensiones en España. En cuanto a la necesidad de ahorrar, coincido en la validez de plantear una transformación de nuestro actual sistema de reparto en uno mixto. Un planteamiento similar a lo que hizo Suecia hace ya muchos años. Este modelo se basaría en tres pilares o soportes:
-Un primer sistema público, de reparto y con cuentas nominativas, complementado con las pensiones no contributivas. Su objeto sería garantizar unas pensiones básicas de subsistencia.
-Un segundo sistema obligatorio de capitalización. Contribuirían empleadores y trabajadores, con el objetivo de acercar la pensión al nivel de vida disfrutado durante nuestro período de actividad.
-Un tercer sistema adicional de aportaciones voluntarias a planes y fondos de pensiones, que debería impulsarse mediante un mejor tratamiento fiscal que el actual. Este tercer pilar permitiría generar un complemento a nuestras pensiones mediante el ahorro.
Está claro: como individuos, no tenemos capacidad para acometer estos cambios estructurales del sistema de pensiones español en solitario. No obstante, como ciudadanos sí está en nuestras manos exigir a nuestros gobernantes, sin más dilación, un compromiso y voluntad de reforma mucho mayores. Lo que no se puede lograr sin grandes acuerdos nacionales. Y, por supuesto, en el ámbito estrictamente privado, no podemos hurtar nuestra responsabilidad personal a la hora de prepararnos para tiempos más duros. Elemento básico que suele olvidarse demasiado a menudo y que, muy atinadamente, también se menciona en el informe:
“El sistema ha de aspirar a un equilibrio entre ambos conceptos: libertad, para que cada persona tome las decisiones que afectarán a su futuro a través de su capacidad actual de ahorro, y justicia, atendiendo a aquellas en las que esa capacidad es muy limitada o inexistente.”

AHORRAR EN LA MEDIDA EN QUE PODAMOS, PERO AHORRAR

La reciente edición de la Encuesta Financiera de las Familias ofrece datos muy interesantes sobre la capacidad de ahorro de los españoles, con datos de 2014. Aunque un 98,4% de las familias poseen algún tipo de activo, real o financiero, la mayoría (un 80,4%) se decanta por la propiedad de una vivienda.
Como ya se explicaba en mi anterior artículo, los ciudadanos españoles dedican buena parte de todo el ahorro que son capaces de generar durante su vida laboral a la compra de una casa, razón por la que no pueden contratar otros activos financieros. Ello se refleja, entre otras cosas, en el reducido peso que poseen los fondos de pensión privados en España, un 14,3% del PIB frente al 50% de media en la OCDE:
Aparte de nuestra tradicional preferencia por la vivienda, hay otras razones para esta escasísima aportación a los fondos de pensiones privados:
su deficiente tratamiento fiscal,
una gestión muy mejorable de los productos disponibles en el mercado, tanto en rendimiento como en información
y, sobre todo, nuestras endémicas carencias en educación financiera, agravadas por una paupérrima labor divulgativa sobre la realidad del actual sistema de pensiones.
Se nos ha hecho creer que todo nos vendrá resuelto desde arriba, que “todo está garantizado” sin sacrificios personales, y ello nos ha convertido en ciudadanos demasiado pasivos y acomodaticios, poco implicados en nuestro propio futuro económico.
Son muchos los artículos que este blog le hemos dedicado al ahorro y la gestión sensata de nuestras finanzas personales. Les animo a revisarlos, especialmente a los más jóvenes, en cuyos bolsillos recaerá mayormente el impacto de las tendencias demográficas apuntadas al principio de esta entrada. Hay que ponerse manos a la obra, empezando por lo pequeño, para ir creciendo y asentando los cimientos de nuestro provenir. En el próximo artículo trataremos de presentar un sencillo enfoque estratégico que nos ayudará a articular mejor nuestros esfuerzos.
PD2: Y lo que está claro es que no podemos seguir así, con esta evolución:

Evolución de las pensiones

Cuantía en euros y nuevas pensiones en 2016

PD3: Para ser feliz, hay que tener mala memoria. No nos debemos acordar, echar en cara, las cosas malas que nos han dicho…