Suecia cambia su política. ¿Le
seguirán otros? Casi seguro que no quedará más remedio… Las buenas intenciones
del uso de las energías limpias quizás no se puedan alcanzar en el medio plazo…
Otra noticia inadvertida
Hay noticias que pasan desapercibidas,
pero que merecen un análisis en profundidad de sus causas y sus consecuencias.
En este caso, la noticia se refiere a la decisión de Suecia de abandonar su
objetivo de lograr el 100% de electricidad libre de "fuentes fósiles"
y 100% procedente de energías renovables. En palabras del
ministro de finanzas sueco: "Necesitamos
más producción eléctrica, necesitamos energía limpia y un sistema energético
estable". Para ello, Suecia volverá a dar más peso a la energía nuclear,
a pesar de que hace 40 años Suecia votó a favor del fin progresivo de la
utilización de esta fuente de energía.
Aunque
no existe necesariamente una relación directa, la decisión de Suecia mitiga,
en parte, los riesgos asociados a la
creciente guerra comercial entre China y EE. UU.
El anuncio
de las limitaciones de las exportaciones chinas de dos "tierras
raras", galio
y germanio, es una represalia
a las medidas adoptadas anteriormente por EE. UU. limitando la venta de chips a China.
También es un aviso de una posible
escalada de sanciones comerciales recíprocas, muy dañinas para
el crecimiento mundial. Representantes del gobierno chino ya han anunciado que
China dispone de numerosas contramedidas
si las restricciones a productos de alta tecnología desde Estados Unidos se
endurecen en el futuro.
El Galio es utilizado en la
fabricación de semiconductores, transistores, en pequeños aparatos
electrónicos, en la fabricación de LEDs y en diversa tecnología militar de alta
tecnología. El Germanio,
por su parte, se utiliza en rectificadores, transistores y en sistemas de
puntería de precisión (weapon-sighting
systems).
Christine Lagarde ya avisaba hace
tres meses del riesgo
económico de la dependencia de China en determinados minerales y en tierras
raras. En sus propias palabras: "Hoy, Estados Unidos depende
completamente de las importaciones de al menos 14 minerales críticos. Y Europa depende de China para el 98 % de su
suministro de tierras raras. Las interrupciones del suministro en estos frentes podrían afectar a sectores críticos de la
economía,
como la industria automotriz y su transición a la producción de vehículos
eléctricos".
En
un informe de 2020 del Parlamento Europeo se hacía hincapié en la vulnerabilidad de la UE a las restricciones en
el suministro de "tierras raras", poniendo de
manifiesto el dominio de mercado por parte de China. Ya en 2010, China impuso
un embargo a Japón por
una disputa por la captura de un barco chino en aguas reclamadas por ambos
países. En ese mismo año también redujo
sus exportaciones un 40% con la excusa de reducir
prácticas dañinas contra el medio ambiente, logrando un incremento de precios en
algunas "tierras raras" de
más del 1.000%. Claramente China ha demostrado que no duda en utilizar su fortaleza comercial en
ciertas materias primas para presionar a otros países si la ocasión lo requiere.
Europa
debería ser consciente de que su ansiada e "incuestionable" transición energética depende en
gran medida de materias primas procedentes de China. Estos
metales procedentes del gigante asiático son esenciales para la producción de vehículos
eléctricos, turbinas eólicas, panales solares y armamento de alta tecnología.
Fuente: IEA
La
dependencia de China para poder acometer la programada transición energética es
incuestionable. (Leer De depender de Rusia a depender de China - Blogs Expansion.com). China produce entre el 70% y el 98% de los
componentes necesarios para la fabricación de los paneles solares.
En el caso de las baterías
de litio necesarias para el vehículo eléctrico, China
tiene una cuota de mercado global del 78% (dato
de 2020).
Fuente: IEA
El propio John Kerry, conocido como
el Zar de EE. UU. contra
el cambio climático, reconoce que incluso si Estados Unidos llevara sus emisiones de
CO2 a cero, tendría un efecto despreciable si el resto del mundo no tomara las
mismas medidas. Estados Unidos es responsable del 14% de las
emisiones de CO2. La UE y el Reino Unido, de forma conjunta, sólo son
responsables del 8% de las emisiones.
Fuente: Our World in Data
De
nada sirve que una región del globo, Europa, tome drásticas medidas de
transición energética si la mayor parte del mundo no sigue las mismas líneas de
actuación. Así, China ha
aprobado dos nuevas plantas de carbón a
la semana en 2022. En los últimos veinte años, India y China
han concentrado, año tras año, entre el 70% y el 90% de las nuevas plantas de carbón a nivel global.
Fuente: Global Coal Plant Tracker - Global Energy Monitor
Decisiones como la adoptada por Suecia deberían servir de punto de
reflexión. Sin renunciar a la transición energética, pretende priorizar la seguridad en el suministro, y
de paso, reducirá su dependencia de China al reducir sus objetivos de implantación de
energías renovables. Sorprende que la UE priorice las medidas de transición energética
a la seguridad en el suministro energético. Al menos Suecia acaba de corregir el rumbo,
reconociendo que las energías
renovables son un complemento a otras fuentes de
energía, pero no pueden ser una alternativa
al 100%.
Abrazos,
PD: El salmo de ayer: “El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.”