05 mayo 2025

EEUU: -0,3% de PIB interanual

Estados Unidos acaba de publicar su PIB del primer trimestre. Las exportaciones netas (en verde) contribuyen enormemente negativamente al crecimiento, a medida que las importaciones se disparan. El aumento de las importaciones tiene como contrapartida una gran acumulación de inventarios (en gris). Esto se debe a la anticipación arancelaria, ya que las empresas acumulan reservas...

Se puede ver mejor así:

Comienza la contracción del PIB de EE. UU.: una señal estructural, no una casualidad estadística

El 30 de abril de 2025, la Oficina de Análisis Económico publicó datos preliminares del PIB del primer trimestre que muestran que la economía estadounidense se contrajo un -0,3%, lo que marca el primer dato negativo del PIB desde el segundo trimestre de 2022. Esta lectura no solo estuvo por debajo de las expectativas de consenso de +0,3%, sino que también confirma lo que los principales indicadores macroeconómicos han estado señalando durante meses: la economía real está entrando en contracción a pesar de la fortaleza nominal de los mercados de activos.

Por qué es importante

Esta impresión no es aislada. Se intersecta con:

+Las nóminas privadas de ADP más débiles desde julio de 2024 (62.000 empleos añadidos),

+Las mayores entradas de capital en ETFs similares al efectivo en la historia (las entradas de SGOV/BIL superaron los $10 mil millones),

+Una oferta monetaria M2 estancada que sigue siendo frágil después de la contracción, y

+La creciente emisión de bonos del Tesoro no ha logrado estimular el crecimiento a pesar de los enormes esfuerzos fiscales.

Señales cruzadas de nuestro marco estratégico

1. Grietas en el mercado laboral: La capacidad del sector privado para contratar está disminuyendo tanto en tendencia como en amplitud. Históricamente, las caídas de las nóminas preceden a picos de desempleo más amplios en uno o dos trimestres. Nos encontramos en un punto de inflexión inicial.

2. Comportamiento de la liquidez: El cambio histórico hacia los bonos del Tesoro de corta duración no responde a la búsqueda de rentabilidad, sino a la preservación de la solvencia. Es coherente con el comportamiento del mercado justo antes de la crisis financiera mundial (2007), marzo de 2020 y la crisis de los repos de septiembre de 2019. El aumento de la preferencia por la liquidez mientras el PIB se contrae no es casualidad, sino una advertencia.

3. Agotamiento del crecimiento impulsado por el crédito: Un dato del PIB del -0,3%, en un contexto de condiciones financieras aún laxas, implica que la capacidad de endeudamiento del sector privado está saturada. Las recientes señales de moderación de la Fed podrían llegar demasiado tarde para evitar que el ajuste crediticio se convierta en una bola de nieve que presione la insolvencia.

4. Eco histórico: Esto refleja las fases iniciales de 2001 y 2007, con modestas contracciones del PIB, inicialmente descartadas como "técnicas", hasta que las retroalimentación del mercado laboral, los ingresos y el crédito revelaron la narrativa. Para cuando se registra la segunda contracción, los mercados suelen estar en contracción.

Dónde podría colapsar el marco

La Reserva Federal podría intervenir con fuerza (por ejemplo, mediante un recorte sorpresivo de tipos o inyecciones de liquidez) y reactivar temporalmente los activos de riesgo. Sin embargo, si la base estructural de los ingresos laborales y el consumo del sector privado se está erosionando, la reflación a corto plazo solo podría acelerar la fuga de capitales hacia el oro, el efectivo o activos estratégicos.

Síntesis de máxima convicción

Esto no es un temor al crecimiento. Es la primera reversión estructural de la producción real estadounidense debido al peso de un ajuste monetario sostenido, el aumento de los costos del servicio de la deuda y el agotamiento fiscal. Quienes lo desestiman como un bache podrían estar pasando por alto el inicio de la siguiente fase del ciclo económico: la contracción.

La segunda impresión negativa confirmará la recesión.

Abrazos,

PD: Mayo, mes de María