23 febrero 2017

para los agricultores...

No hay un buen retorno de la agricultura…
Earlier this week the U.S Department of Agriculture released its biannual report of farm incomes which paints a very bleak picture for the American farmer.  In its first forecast for 2017, the USDA sees real farm cash receipts down 14% versus 2015 and 36% from the previous high set in 2012 as farm debt continues to soar and leverage surges to all-time highs. 
As the Wall Street Journal notes, the deadly combination of rising input costs, lower grain prices, a strong dollar and excessive leverage will likely force many of America's Midwest farmers out of business in 2017.
Costs for seeds, fertilizer and equipment climbed so high and grain prices dropped so low that he still lost more than $120 an acre. Afraid to come up short again, Mr. Scott decided last fall not to plant 170 acres of winter wheat, close to a third of the usual amount. U.S. farmers sowed the fewest acres of winter wheat this season in more than a century.
“No one just grain farms anymore,” said Deb Stout, whose sons Mason and Spencer farm the family’s 2,000 acres in Sterling, Kan., 120 miles east of Ransom. Spencer also works as a mechanic, and Mason is a substitute mailman. “Having a side job seems like the only way to make it work,” she said.
She and her husband have declared bankruptcy before. Farmers around Sterling lost $6,400 on average in 2015, the latest available data, after profits of $80,800 a year earlier, according to the Kansas Farm Management Association.
Meanwhile, America's share of the global grain trade has been cut in half since the 1970's giving domestic farmers less control over pricing which has grown increasingly volatile over the past decade.
The U.S. share of the global grain market is less than half what it was in the 1970s. American farmers’ incomes will drop 9% in 2017, the Agriculture Department estimates, extending the steepest slide since the Great Depression into a fourth year.
“You keep pinching and pinching and pretty soon there’s nothing left to pinch,” said Craig Scott, a fifth-generation farmer in this Western Kansas town.
American farmers’ share of the global grain trade has fallen from 65% in the mid-1970s to 30% today, giving them less sway over prices. More producers and more buyers around the world also mean more potential disruptions from bad weather, famine or political crisis.
Corn prices once varied year-to-year by less than $1 a bushel. Since 2006 they have shot up and dropped more than $4 a bushel.
So where does that leave the American farmer?  Real farm incomes in 2017 are expected to sink below 2010 levels which represents a 36% decline from the recent peak and a 14% decline since 2015.
Meanwhile farm debt continues to rise at an astonishing rate...
While farmer leverage has spiked to the highest level since at least 1960.
And of course, lower incomes means less money to spend on shiny new John Deere tractors with equipment capex expected to decline 35% compared to 2015.
And finally, farmer returns have crashed to the lowest levels ever.  We're not sure about you but a 2.1% ROIC seems a "little low" even in our current rigged interest rate environment.  So, there's only a couple of ways to fix that problem...either commodity prices have to recover quickly or farmland prices need to come down substantially.  Which do you think will happen first?
Y sin embargo, algo que no se entiende es el comportamiento de valores puntuales:
what exactly are John Deere investors seeing that we're not? 
Abrazos,
PD1: Cada uno es como es…
No siempre están claros los límites entre estos dos términos. Y, además, suele ser un motivo muy común de discusión en la pareja. “Es que mi marido es más agarrado que un pasamanos. Podríamos perfectamente darnos unas buenas vacaciones, pero nos pasamos dos semanas metidos en un cuchitril de cuidado”, dice ella, mientras que él replica: “Si no fuera porque soy ahorrador, no tendríamos ni un euro en la cuenta”.
A pesar de que la diferencia está clarísima en la definición: ahorrador es la “persona que ahorra, que guarda dinero para necesidades futuras” y agarrado es el “tacaño, que escatima en el gasto”, la finalidad de ahorrar es lo que determinan que sea algo tan difícil y personal de diferenciar. El problema está relacionado con los valores que tenemos con respecto al dinero, el tiempo de ocio o lo que entendemos que nos da calidad de vida.
Una persona ahorradora debería ser contemplada como alguien responsable y previsor con su futuro, su economía o con posibles necesidades; una persona que se anticipa y no deja al libre albedrío circunstancias que se pueden controlar económicamente. Mientras que una persona agarrada es aquella que se priva de una vida placentera pudiendo tenerla, que vive con menos lujos de los que su pareja cree que pudieran disfrutar, que no es espléndida en regalos ni detalles, o a la que le cuesta sacar la cartera a la hora de repartir la cuenta de una comida. La persona tacaña nunca se verá como tal, se verá como ahorradora, mientras que una persona ahorradora no tiene por qué ser tacaña. La diferencia radicaría en que el ahorrador lo hace con un fin: prever el futuro, ahorrar para comprar una casa, comprar un coche o para hacer un viaje, mientras que el tacaño ahorra sin medida. Para él ahorrar es en sí la finalidad. Y con ello vive a un nivel por debajo del que podría permitirse. El agarrado, más que ahorrar, lo que trata es de no gastar. Uno de los síntomas del tacaño es que sufre cuando gasta, lo pasa realmente mal. Todo lo mide, todo lo compara, y se piensa una compra veinte mil veces.
¿Se puede cambiar a un agarrado de forma de ser respecto al dinero? Sí, si la persona desea dejar de serlo. Si no, puede ser harto complicado. Las conductas se mantienen porque se refuerzan y ser tacaño tiene un premio, por lo menos para el tacaño: ver grandes sumas de dinero en su cuenta del banco o debajo de la loseta donde lo esconde. Es decir, la conducta de no gastar se ve claramente reforzada al acumular dinero. Y ya sabemos que todo lo que va seguido de un refuerzo, se aprende, se repite y se potencia.
Uno de los grandes inconvenientes de ser tacaño es que se contrapone a la generosidad económica. Cuando convives en pareja o tienes un grupo de amigos, además del cariño, del tiempo y de la ayuda que pueden brindarnos, siempre esperamos, sobre todo en fechas señaladas, que nos hagan un regalo, que tengan un detalle con nosotros. La persona agarrada suele ser muy mirada para este tipo de momentos, lo que produce desconsuelo, rabia y dolor en el otro.
Es complicado convivir con alguien que no disfruta de la vida como lo hace la otra parte. Cuando tú eres una persona espléndida, que no mide, no porque derroches, sino porque te gusta tener detalles con el otro, te gusta disfrutar de un momento con los amigos, de unas buenas vacaciones, y compartes tu vida con alguien que controla en demasía el dinero, surge el conflicto continuamente. Estos son los típicos valores que uno debería poner en común y negociar antes de tomar decisiones como la de casarse o vivir juntos. Dejar las cosas claras evitaría futuras sorpresas y frustraciones.
Ahorrar es una conducta sana, permite prever y vivir un futuro tranquilo. Ahorrar tiene una finalidad en sí misma, y si algún mes no se puede, ello no suele generar ansiedad ni irritabilidad; mientras que el avaro sufre cuando no acumula dinero, sufre cuando gasta, desconfía de los bancos y tiene un comportamiento anormal con el dinero. Si vas a buscar pareja, cuida de que comparta contigo la misma filosofía sobre el dinero, el ahorro, el gasto, las inversiones, etc. Os ahorraréis futuros problemas.