Todo se contagia… Las redes sociales metieron miedo y dudas sobre la viabilidad del banco Popular, y después de una salida masiva de depósitos y cuentas corrientes se quedó sin liquidez y nadie que ayudara. ¿A quién le toca ahora? Al siguiente que tienen peores los números. ¿Y después? Habrá otro…
Stockholders and junior bondholders fear another "bail-in."
After its most tumultuous week since the bailout days of 2012, Spain's banking system is gripped by a climate of fear, uncertainty and distrust. Rather than allaying investor nerves, the shotgun bail-in and sale of Banco Popular to Santander on Tuesday has merely intensified them. For the first time since the Global Financial Crisis, shareholders and subordinate bondholders of a failing Spanish bank were not bailed out by taxpayers; they took risks in order to make a buck, and they bore the consequences. That's how it should be. But bank investors don't like not getting bailed out.
Now they're worrying it could happen again. As Popular's final days showed, once confidence and trust in a bank vanishes, it's almost impossible to restore them. The fear has now spread to Spain's eighth largest lender, Liberbank, a mini-Bankia that was spawned in 2011 from the forced marriage of three failed cajas (savings banks), Cajastur, Caja de Extremadura and Caja Cantabria.
This creature's shares were sold to the public in May 2013 at an IPO price of €0.40. By April 2014, they were trading above €2, a massive 400% gain. But by April 2015, shares started sinking. By May 2017, they were trading at around €1.20.
But since the bail-in of Popular, Liberbank's shares have seriously crashed as panicked investors fled. Scenting fresh blood, short sellers were piling in. On Friday alone, shares plunged another 17%. At one point, they were down 38% before bouncing at the close of trading, much of it driven by the bank's own share buybacks:
In the last three weeks a whole year's worth of steadily rising gains on the stock market have been completely wiped out. The main causes of concern are the bank's high risk profile and low coverage rate. By the close of the first quarter of 2017, Liberbank's default rate had reached 13%, over three percentage points higher than the national average (9.8%), while its unproductive asset coverage rate was just 42.1%, compared to 47% for Banco Sabadell, 48% for Bankia, 50% for CaixaBank and 55% for Unicaja.
Worse still, the vast bulk of the bank's unproductive assets are real estate investments. After Popular, it is the Spanish entity with most exposure to toxic real estate assets, according to the financial daily El Confidencial — a remarkable feat given the bank already had the lion's share of its impaired real estate assets transferred onto the balance sheets of Spain's "bad bank," Sareb.
It's not just the bank's shares that are feeling the pressure. With the memory of what happened to holders of Popular's junior, subordinate and convertible debt still fresh in their mind, investors are divesting their exposure to Liberbank's subordinate debt. On Friday alone the bank's most recent issuance, dating back to March 2017, generated losses of 9.8%.
Liberbank's management has responded the only way it can — with a slew of denials. The bank is nothing like Popular, it says. It is solidly solvent and its deposits are safe, which is probably true: even the deposits of Popular's customers are now safe despite the fact the bank had hemmorhaged €18 billion of deposits in the last few weeks of its truncated existence. It was this frantic run on deposits that ultimately sealed its fate, prompting the ECB to conclude that the bank was "failing or likely to fail."
Banco Popular's demise is a stark reminder that Europe's banking woes are far from resolved, despite the trillions of euros thrown at them. "The message the market is sending is that you have to buy solvent banks and stay away from those that pose high risks," said Rafael Alonso, an analyst at Bankinter, one of Spain's more solvent banks.
Another Spanish bank that could be considered to pose high risks is Unicaja, the product of another merger of failed cajas that is (or at least was) scheduled to launch its IPO some time in June or July. As things currently stand, the timing could not be worse. The greater the uncertainty over Liberbank's future, the lower the projected valuation of Unicaja's IPO falls. Before Popular's forced bail-in and acquisition, the Unicaja was valued at around €2.3 billion; now, just days later, it's valued at less than €1.9 billion. If the trend continues, the IPO will almost certainly be shelved.
As for Liberbank, if things don't improve soon and investor nerves aren't steadied, it too could find itself on the ECB's Single Resolution Board's chopping board. Perhaps it too will be sold for €1 to a much larger bank that, like Santander, is able to raise billions of euros of new funds at the drop of a hat, with other too-big-to-fail banks like UBS and Citibank more than happy to lend a helping hand. And just like that, another smaller bank would bite the dust while the biggest banks get bigger and ever more dominating in the market.
Many Banco Popular investors wiped out. Taxpayers off the hook. What it means for Italy. Read… "Bail-In" Era for Europe's Banking Crisis Begins
Y en Italia seguimos esperando desenlaces de sus bancos, que están al caer y meterán más presión sobre la confianza en general… Abrazos,
PD1: Como se ha perdido la noción del pecado, una somera descripción:
El concepto de pecado es bastante simple: básicamente, el pecado es un acto de egoísmo exagerado. Es preferirse a uno mismo y anteponerse a Dios y a los demás, cediendo a las pasiones desordenadas que nos ponen en el centro de nuestra existencia y negando nuestra naturaleza, que sólo se completa cuando se abre al prójimo y a Dios.
El pecado es el rechazo a instaurar con Dios y con los otros una relación de amor. El pecado es un "cerrarse a las criaturas" y "rechazar al Creador". En general, el pecador sólo desea los placeres proporcionados por las criaturas, y no necesariamente quiere rechazar al Creador.
Pero, al dejarse seducir por las satisfacciones fugaces proporcionadas por las criaturas, el pecador, implícitamente, está actuado contra el amor del Creador, pues siente que el placer terrenal no le llena, pero aún así, no se resiste a él.
Por eso, el pecado hiere al propio pecador, apartándole de la plenitud ofrecida por Dios. Y por ello, el pecado ofende a Dios: no porque Dios, como tal, se vea afectado, sino porque nosotros mismos, al pecar, nos disminuimos ante la grandeza que Dios nos ofrece.
Para Jesús, el pecado nace en el interior del hombre (cf. Mt 15, 10-20). Por eso, es necesaria la transformación interior, del corazón.
Para Jesús, el pecado es una esclavitud: el hombre se deja en poder del maligno, valorando falsamente las cosas de este mundo, dejándose arrastrar por lo inmediato, por las satisfacciones sensibles, que no sacian nuestra sed de amor y de plenitud.
¿Qué tipos de pecado hay?
1 – El pecado original es la herencia que todos recibimos de nuestros primeros padres, Adán y Eva: ellos desconfiaron del amor de Dios Padre y cedieron a la tentación de dejarlo fuera de sus elecciones personales. Como hijos de una humanidad que perdió la inocencia, todos nosotros nacemos con la naturaleza caída de pecadores y necesitamos la gracia de Dios, mediante el sacramento del bautismo, para purificar nuestra alma.
2 – El pecado actual o personal es el que cometemos como individuos, voluntaria y conscientemente. Puede ser cometido de cuatro maneras: con el pensamiento, con las palabras, con las obras o con las omisiones. Y puede ser contra Dios, contra el prójimo o contra nosotros mismos. El pecado personal puede ser mortal o venial:
2.1. El pecado venial o leve es el que cometemos sin plena conciencia o sin pleno consentimiento, o con plena conciencia y consentimiento, pero en materia leve.
2.2. El pecado mortal o grave es el que implica tres factores simultáneos: plena conciencia, pleno consentimiento y materia grave.
¿Qué es materia grave y materia leve?
La "materia" es el "hecho" pecaminoso en sí. Es grave cuando hiere seriamente cualquiera de los diez mandamientos. Algunos ejemplos: negar la existencia de Dios, ofender a Dios, ofender a los padres, matar o herir gravemente a una persona, ponerse en grave riesgo de muerte sin una razón justa, cometer actos impuros, robar objetos de valor, calumniar, cometer graves omisiones en el cumplimiento del deber, causar escándalo al prójimo.
La materia leve es la que no hiere seriamente ninguno de los diez mandamientos, aunque consista en un acto contrario a alguno de ellos. Por ejemplo: robar es pecado, pero la gravedad de ese pecado tiene graves diversos. Robar diez centavos no suele perjudicar gravemente a la víctima del robo; pero el robo de una cantidad cuya pérdida perjudica a la víctima de modo considerable pasa a ser materia grave.
¿Cuáles son los efectos del pecado?
El pecado mortal mata la vida de la gracia en el alma, rompiendo la relación vital con Dios; separa a Dios del alma; hace que perdamos todos los méritos de las cosas buenas que hacemos; impide que el alma participe de la eternidad con Dios. ¿Cómo se perdona el pecado mortal? Con una buena confesión o con un acto de contrición perfecto, unido al propósito de confesarse en cuanto sea posible
En cuanto al pecado venial, él debilita el amor a Dios, va enfriando la relación con Él, priva al alma de muchas gracias que ella recibiría de Dios si no pecase, facilita el pecado grave. ¿Cómo se quita el pecado venial? Con el arrepentimiento y las buenas obras, como oraciones, misas, comunión y obras de misericordia.
¿Y los pecados capitales, donde entran?
Los pecados capitales requieren especial atención porque son causa de otros pecados. Pueden ser veniales o mortales, dependiendo de las condiciones explicadas antes. Pero siempre son "cabezas" de nuevos pecados y de ahí viene el término "capital". Son siete:
– Soberbia: la estima exagerada de uno mismo y el desprecio a los demás.
– Avaricia: el deseo desmesurado de dinero y de poseer.
– Lujuria: el apetito y uso desordenado del placer sexual.
– Ira: el impulso desordenado al reaccionar con rabia contra alguien o algo.
– Pereza: la falta de voluntad en el cumplimiento del deber y en el uso del ocio.
– Envidia: la tristeza por el bien del prójimo, considerado como mal propio.
– Gula: la búsqueda excesiva del placer por los alimentos y la bebida.
– Avaricia: el deseo desmesurado de dinero y de poseer.
– Lujuria: el apetito y uso desordenado del placer sexual.
– Ira: el impulso desordenado al reaccionar con rabia contra alguien o algo.
– Pereza: la falta de voluntad en el cumplimiento del deber y en el uso del ocio.
– Envidia: la tristeza por el bien del prójimo, considerado como mal propio.
– Gula: la búsqueda excesiva del placer por los alimentos y la bebida.
¿Hay algún pecado que no puede ser perdonado?
Sí: el pecado contra el Espíritu Santo (cf. Mt 12, 30-32). ¿En qué consiste? En la actitud permanente de desafiar a la gracia divina; en cerrarse a Dios, en rehusar su mensaje. Esa actitud imposibilita el arrepentimiento. Y, como Dios respeta nuestra libertad y nuestro libre arbitrio, Él se deja obligar por nosotros a no perdonarnos, pues su perdón depende de nuestra aceptación voluntaria.
El pecado contra el Espíritu Santo se puede manifestar, por ejemplo, en la desesperación de la salvación, en la presunción de salvarse sin mérito, en la lucha contra la verdad conocida, en la obstinación en permanecer en el pecado, en la impenitencia final en la hora de la muerte.
Entonces, ¿cualquier otro pecado, sólo con quererlo sinceramente, puede ser perdonado?
¡Está claro! Dios quiere tanto nuestra plena realización con él que no dudó en morir en la cruz para redimirnos. Dios nos espera siempre con los brazos abiertos como un Padre que se olvida de todas nuestras ingratitudes, como Él mismo deja claro en la bellísima parábola del hijo pródigo (cf. Lc 15,11ss). ¡Basta con que queramos de verdad Su abrazo!