12 julio 2021

"riesgo moral"

Normalización del Riesgo Moral

El "riesgo moral" (moral hazard) se produce cuando una persona, una empresa o un Estado asume riesgos o varía su comportamiento porque sabe que los costes negativos de su actuación no van a ser soportados por él. Cuando se ha generalizado la existencia del riesgo moral, las personas y entidades aumentan la asunción de riesgos porque saben que no van a sufrir las consecuencias de la eventual materialización de los mismos.

Obviamente que la generalización del riesgo moral es indeseable. Desde el punto de vista financiero, los riesgos no se pueden extinguir, sólo se pueden transferir o distribuir. Lamentablemente, la actuación de la Reserva Federal (Fed) y el BCE ha generalizado y perpetuado el riesgo moral tanto en los Estados como en la inmensa mayoría de los inversores.

Aunque no haya sido algo deseado en origen, el BCE ha normalizado el riesgo moral entre los Estados de la Eurozona. Independientemente del nivel de déficit público y del volumen de la deuda pública, la financiación de los Estados se considera garantizada por las medidas implementadas por el BCE. Incluso con la deuda de numerosos países en máximos históricos, entre ellos la española, estos Estados se consiguen financiar a tipos incluso negativos.

Los compradores de los bonos soberanos de los distintos países de la Eurozona cuentan con la garantía "tácita" del apoyo del BCE al vencimiento de dichos bonos. Al menos ese es el convencimiento de los inversores.

Desde que en 2010 Bernanke introdujo en un discurso el apoyo a las bolsas para fomentar el efecto riqueza como tercer mandato de la Fed, su actuación siempre ha estado condicionada por la evolución de las bolsas estadounidenses. Una y otra vez, el intento de normalización de la política monetaria se ha visto desbaratado por correcciones más o menos intensas de las bolsas. Ocurrió tras las caídas del último trimestre de 2018, volatilizando las tres subidas de tipos anunciadas, y volvió a suceder tras la fuerte corrección de marzo del pasado año cuando, la Fed situó los tipos a cero y perpetuó la compra de bonos (QE sin límite temporal).

En el caso de la Eurozona no se ha explicitado como en EE.UU. la importancia del efecto riqueza. Aquí, en la práctica, el BCE ha normalizado los tipos negativos y la compra de bonos por parte del banco central. Ambas han sido actuaciones consideradas como "no convencionales". Pues bien, en la actual revisión de la estrategia del BCE, que no se ha modificado desde 2003, existe una elevada probabilidad de dejar de considerar los tipos negativos y la compra sistemática de bonos como actuaciones "no convencionales". En otras palabras, lo extraordinario pasa a normalizarse.

La actuación del BCE y la Fed con tipos artificialmente bajos, empuja a todo tipo de inversores a asumir más y más riesgo. Como contrapartida, existe el convencimiento de contar con el apoyo permanente de los bancos centrales en caso de caídas considerables de las cotizaciones de cierta magnitud.

Los bancos centrales se encuentran en una encrucijada de difícil salida: seguir con su política actual de forma permanente, aumentando más y más el riesgo moral; o realizar de forma paulatina y progresiva una normalización de los tipos de interés y de política de compra de bonos.

En el primer caso se seguirá asumiendo más y más riesgo sin que este haya desaparecido. En el segundo caso, los bancos centrales difícilmente podrán dar pasos en la normalización de la política monetaria sin causar graves daños a la valoración de los activos financieros y a la economía en general, creando el efecto contrario al efecto riqueza mencionado por Bernanke en 2010.

A día de hoy los mercados financieros sólo contemplan una actuación de los bancos centrales que salga en ayuda de los inversores en caso de producirse caídas relevantes. El riesgo moral creado se normaliza.

Abrazos,

PD1: Es sencillo ser feliz; lo difícil es ser sencillo…