26 mayo 2022

empobrecimiento salvaje de la familias

Tenemos un monstruo que nos come y nos empobrece. Se le han quitado las ganas al personal de gastar en nada. El consumo se ha desplomado. Se toman muchas cañas en los bares y punto. No se compra nada de nada…

Contra el Monstruo

La  inflación es la subida generalizada de los precios de los bienes y servicios de consumo de una de una economía (ver entender la inflación). La inflación provoca una pérdida de la capacidad de compra del dinero y un empobrecimiento de las familias y las empresas que no pueden aumentar sus ingresos a la velocidad en la que lo hacen los precios. Con el mismo dinero cada vez pueden comprar menos cosas.

El principal mandato de los bancos centrales es el control de la inflación, con un objetivo a medio plazo de un incremento anual del 2%. Como menciona el BCE en su webla economía funciona mejor cuando los precios se mantienen estables en general. El dinero conserva su valor y las personas y las empresas pueden planificar mejor sus gastos e inversiones. Ilustrativamente, el BCE representa a la inflación como un monstruo que destruye la economía y empobrece a los ciudadanos.


Fuente: web BCE

Cuando la demanda supera a la oferta en cualquier producto o servicio, se produce un incremento del precio de dicho producto o servicio. Esto se aplica a cualquier cosa, desde un litro de gasolina hasta las entradas para la final de la ChampionsSi la oferta es limitada y la demanda es abundante, los precios suben. Cuando la subida de precios en los productos y servicios es generalizada, se produce la inflación.

Ante un exceso de demanda sobre la oferta existen dos formas de afrontar la situación: tratando de reducir la demandao bien, facilitando el aumento de la oferta. Ante un exceso de demanda de billetes de tren entre Madrid y Barcelona sobre la oferta disponible, se puede poner trabas a las demandas o incluso aumentar los impuestos a los billetes para reducir la demanda, o se puede aumentar la oferta posibilitando que nuevos operadores cubran dicho trayecto ferroviario, logrando una reducción de los precios (como así ha ocurrido). Los bancos centrales sólo actúan sobre la demanda, no sobre la oferta.

Durante la última década, el BCE ha aplicado una política hiperlaxa con liquidez abundante y tipos incluso negativos. El objetivo (errado) era aumentar la inflación hasta el 2% a través de impulsar la demanda de bienes y servicios.  La economía ha estado "dopada" durante todo este tiempo (Economía Ben Johnson), por la inyección de liquidez y los tipos de interés artificialmente bajos. Se ha pretendido aumentar la demanda de bienes y servicios. Realmente, es difícil entender cuál era el problema cuando la inflación era cercana a cero debido, principalmente, a la caída de los precios importados, sobre todo de productos energéticosNo es cierto que una caída suave de los precios retraiga el consumo en espera de caídas adicionales de precios. El ejemplo claro son los productos electrónicos: cada nuevo modelo incluye mejores prestaciones y los precios se reducen año a año.

Ahora, cuando después de más de una década de intentar dopar la demanda aparece el "monstruo" de la inflación, los bancos centrales pretenden reducir los precios reduciendo la demanda, a través de retirada de liquidez del sistema y subidas de los tipos de interés.

En Europala principal causa de la inflación es el incremento de los combustibles y los alimentos por problemas en la oferta, no por exceso de demanda. Los incrementos de precios en otros bienes se deben, en gran parte, a problemas en las cadenas de suministros y al efecto secundario del aumento de los costes energéticos.

Así, intentar atacar la inflación provocando una disminución de la demanda y no un aumento de la oferta implica, inevitablemente, un severo peaje sobre el crecimiento económico. Adicionalmente, la demanda (el gasto) del sector público de la economía es muy inelástica, incluso creciente en momentos de deterioro económico por el mayor gasto social. Por lo tanto, el ajuste y la reducción de la demanda recaen de forma mucho más intensa sobre el sector privado de la economía, sobre familias y empresas.

Como reconocía recientemente Powell, el presidente de la Reserva Federal, la lucha contra la inflación causará "cierto dolor" (some pain). Los bancos centrales tienen una difícil elecciónluchar contra la inflación y provocar una fuerte ralentización de la economía, incluso una recesión, o seguir sosteniendo la demanda de forma artificial aumentando las inyecciones de liquidez y manteniendo los tipos de interés en niveles ínfimos, aunque la inflación siga presente durante largo tiempo.

Sorprendentemente, no se diferencia entre la inflación provocada por un sobrecalentamiento de la economía y de la demanda, como podría ser el caso de EE.UU. con un mercado laboral muy tensionado, de la inflación provocada por problemas de oferta, como es el caso de Europa. A causas distintas deberían aplicarse medidas distintas.

El mandato de control de precios del BCE no distingue respecto de cuál es la causa del alza de la inflación. Por lo tanto, las subidas de tipos están garantizadas. Queda por ver cuál será el dolor infligido a la economía. Tantos años de "barra libre de liquidez" y "tipos negativos" no iban a salir gratis (Leer artículo de 2016).

Y esta tendencia de consumir menos no pasa solo en España:


Abrazos,

PD1: Cuando acaba la Misa se nos dice: “podéis ir en Paz”. Está muy mal traducido del latín: “Ite, missa est”, que tampoco quiere decir solo que la Misa se ha acabado. Sino que nos manda en imperativo: Id y contar lo que aquí se ha dicho. Es un mensaje apostólico, es lo último que oímos en la celebración, que vayamos y lo contemos, que seamos apóstoles…