Y mientras le siga llegando liquidez, no termina por ceder…
La bolsa siempre descuenta
expectativas de beneficios futuros de las empresas. Por eso es
tan sensible a "noticias" que puedan alterar de forma
sustancial la economía en su conjunto y, por tanto, los
resultados de las compañías. La mañana del 26 de noviembre pasado las bolsas amanecieron con fuertes caídas ante las
"noticias" de una nueva cepa descubierta en Sudáfrica supuestamente
muy peligrosa.
Las primeras informaciones eran
realmente desalentadoras. Se había
descubierto una nueva variante del Covid supuestamente mucho
más contagiosa y que podría ser mucho más letal. Tal
información implicaba un riesgo sanitario relevante y
ponía en riesgo la normalización de la actividad económica. Auguraba
una nueva ronda de medidas restrictivas de la
movilidad y, por tanto, limitativas de la actividad
económica. Existía el temor a volver a la casilla de
salida de la crisis sanitaria. Así, las empresas relacionadas con el
turismo y con el ciclo económico sufrían de forma considerable. En apenas un
par de sesiones el Eurostoxx perdió un 6% y el
Ibex más de un 9%.
Sin embargo, desde el primer momento sorprendía que se anunciara el descubrimiento de una nueva
variante y simultáneamente se dieran a conocer el resultado de estudios que
señalaban la mayor capacidad de contagio y mayor letalidad de esta nueva
variante. Una de dos: o bien la nueva variante se había descubierto con
anterioridad y se había mantenido oculta; o bien los supuestos estudios sobre
la variante recién hallada sólo podían trasmitir hipótesis y conjeturas, pero
no realidades. El hecho es que enseguida, las noticias del primer caso de la
variante Ómicron en distintos países comenzaron a crear más zozobra en los
mercados.
Basta acudir a la hemeroteca del mismo 26 de
noviembre y días posteriores para constatar lo errado de las primeras "noticias" sobre la gravedad de
esta variante, que no se han visto respaldadas por los informes
conocidos en los últimos días. La propia Agencia Europa del Medicamento (EMA), ha confirmado que "los casos parecen ser en su
mayoría leves".
En cualquier caso, lo acontecido en las bolsas en estas dos semanas desde las primeras "noticias" del conocimiento de la variante Ómicron requiere alguna reflexión. Los miedos iniciales provocaron una fuerte corrección en las bolsas. En los días posteriores, la volatilidad ha estado presente con movimientos considerables en una y otra dirección, en función de las "noticias" positivas o negativas sobre la gravedad de Ómicron. Finalmente, ante los comentarios de entidades como la EMA rebajando la gravedad inicialmente asignada a Ómicron, los temores iniciales parecen en gran medida despejados por parte de los inversores.
Lo acontecido en estas dos semanas pone de
manifiesto la fragilidad de los niveles actuales de las
bolsas ante cualquier información sensible sobre el futuro de la situación
sanitaria global. La realidad es que las "noticias"
anunciando una realidad que en apenas quince días se ha demostrado incorrecta
han provocado un movimiento de caída y posterior recuperación en las bolsas.
Lamentablemente, ni todos los índices bursátiles
se han recuperado de la misma forma, ni todas
las empresas han vuelto al nivel de cotización del jueves 25 de
noviembre. Mientras que el Eurostoxx apenas está a un 1%
del nivel de hace quince días, el Ibex se deja más de un 5%, con empresas como IAG y
Meliá Hotels con retrocesos del 12% y del 8% respectivamente.
Algunos inversores que venden las acciones de
determinadas compañías no vuelven a comprar, aunque la "noticia" que
motivó la venta se haya demostrado desproporcionada. En cualquier caso, y a
pesar de la confirmación de la menor peligrosidad de Ómicron, son constantes
las "noticias" relativas a esa nueva variante, que sólo generan ruido
en las bolsas.
Lo mismo que ya nadie se acuerda de
Afganistán o de la variante Delta, Ómicron no tardará en ser
igualmente olvidada. Será sustituida por alguna nueva "noticia" hoy
desconocida.
Y el viernes se publicó la
inflación de EEUU. Da vértigo, pero no pasa nada…
Una inflación de casi el 7% con una subyacente en el 5% sería suficiente para tumbar la bolsa… Pero no, ya que la liquidez es el motor del mercado:
Aunque se va acabando… Abrazos,
PD1: Nos espera, nos busca, nos
levanta…