No lo estamos consiguiendo. La
nueva regulación de subastas de electricidad de la UE lo ha fastidiado todo,
pero no parece que quieran dar marcha atrás… ¿por qué?
Mira España los perniciosos
efectos de esta normativa:
Ahora a ver qué pasa con el gas. Espero que no acierten los que apuestan por “el gran apagón” y sus perspicaces compras masivas en el supermercado por si acaso…
Independencia energética y geopolítica
La presión
de los organismos internacionales sobre los gobiernos para descarbonizar la
economía es indiscutible. Tanto Europa
como EE.UU. se han comprometido a lograr emisiones
de dióxido de carbono "netas" cero para 2050. El
gran problema de dicho compromiso es cómo realizar la transición sin
causar gravísimos daños a la economía y al bienestar básico de la población.
Conviene
aclarar que emisiones netas cero, no es lo mismo que cero emisiones.
La introducción del adjetivo "netas", implica que seguirá
habiendo emisiones a la atmósfera. No obstante, se supone que
parcialmente serán neutralizadas a través de sistemas que permitan retirar el CO2 de
la atmósfera. Parte se realizará a través de ecosistemas
naturales. (Sirve de recordatorio que las plantas necesitan CO2 para
vivir). Otra parte del plan de retirar CO2 se basa en tecnologías
de geoingeniería climática no probadas suficientemente y,
por tanto, con riesgo, como la "bionergía con captura y almacenamiento de carbono"
(BECCS), o la "captura directa desde el aire" (DAC).
No todos los países están siendo tan proclives a abrazar los compromisos de "emisiones netas cero". Entran en juego factores tan relevantes como la "seguridad nacional". Como ejemplo, en Australia existe una ardua discusión al respecto. Por un lado, existe presión interna y externa para sumarse a los principales países occidentales en los compromisos de descarbonización. Por otro lado, la amenaza de un eventual conflicto con China recomienda tener garantizado el abastecimiento energético.
Australia es
un país energéticamente independiente gracias a
su producción de carbón y de gas. De hecho, Australia
es uno de los principales exportadores de carbón a China.
Realizar una transición hacia la descarbonización de la economía,
renunciando al uso del carbón y del gas, sin tener antes fuentes suficientes y
fiables de energías alternativas, supondría perder su actual independencia energética.
Introduciría una fuerte vulnerabilidad a su economía que ahora no tiene.
Son
conscientes de que en un escenario en el que las tensiones geopolíticas con
China son evidentes, y un conflicto en la región no puede ser descartado, el
país oceánico no puede permitirse depender energéticamente del exterior.
Los cortes de energía en numerosas áreas de China de las últimas semanas
afectando tanto a hogares como fábricas, son un ejemplo claro de los peligros
de la dependencia exterior de la producción de energía.
La experiencia
del Reino Unido sustituyendo el carbón como fuente de
energía principal por gas importado ha mostrado las vulnerabilidades de no ser
independientes energéticamente. La fortísima subida del precio del gas y, como
consecuencia del precio de la electricidad, ha provocado una crisis energética
que ha supuesto un duro revés para muchas industrias.
Se
da por sentado que la disponibilidad de la electricidad está y estará siempre
garantizada. Los cortes de electricidad en China y los avisos
gubernamentales de posibles apagones en países como Austria y Alemania muestran
que dicha disponibilidad no necesariamente estará siempre garantizada.
La
precaución de Australia respecto al mantenimiento de su independencia
energética ante las tensiones geopolíticas regionales es entendible. Nadie
garantiza a Europa que en un futuro no se tenga que enfrentar a tensiones de
ese tipo. De producirse, se lamentará de su dependencia energética del
exterior.
Abrazos,
PD1: Desde que te casas muy
enamorado, hasta que te haces mayor, el amor pasa por diferentes fases, para
llegar al amor maduro: