Es muy fácil enfrentarte a tu enemigo de siempre desde la lejanía. Encima nos va a vender el gas que necesitamos. En Europa es otro cantar. Primero nos hacen pagar el gas en rublos. Han conseguido que se revalorice. Ahora nos amenaza con cortar el suministro a los del Norte. Alemania y Austria lo tienen muy complicado…
"Hablar de un boicot inmediato a
la energía rusa es, a la vez, irrealista y erróneo. No funciona. Austria recibe el 80% de su gas de Rusia".
Declaraciones del canciller austriaco Karl
Nehammer.
Es lógico que muchos de los países que dependen considerablemente del gas ruso, como Austria o Alemania, discrepen
de EE.UU. y de Reino Unido respecto a la posibilidad real de
ampliar las sanciones a Rusia a sus exportaciones energéticas. Es
totalmente irrealista pensar en una alternativa que
sustituya a las importaciones desde Rusia en el corto plazo.
Adicionalmente, los inventarios europeos de gas se
encuentran en mínimos de los últimos años, agravando la
previsión para el próximo invierno.
Europa paga ahora las consecuencias de su naif política energética de las últimas décadas, que se ha traducido en una dependencia cada vez mayor de las importaciones energéticas del exterior. Rusia suministra el 29% del petróleo y el 51% de los productos derivados que se consumen en Europa. La Unión Europea recibe hasta el 97% del petróleo y de sus productos derivados del exterior.
España renunció hace décadas a aumentar la capacidad de generación eléctrica
a través de la energía nuclear, con un elevado coste
sufragado por los consumidores durante un largo tiempo. Alemania, que hace diez años disponía de 17
reactores nucleares, se está planteando ahora no cerrar los tres últimos en funcionamiento. Una
decisión tomada en 2011 al calor de la catástrofe de Fukushima en Japón, ha
situado a Alemania en una situación muy comprometida diez
años después.
Aunque existe un plan europeo de impulso adicional a las energías renovables,
conviene diferenciar entre consumo eléctrico y consumo energético.
La electricidad sólo representa el 19% del consumo total de energía en Europa. Por lo
tanto, aunque se sustituyera (casi) completamente la generación de energía
procedente de petróleo, gas y carbón por un despliegue extraordinario de
energías renovables, Europa seguiría necesitando
estas materias primas energéticas para la industria, gran parte del transporte
y para las calefacciones de los hogares. Es decir, la
descarbonización total, si es que se produce en algún momento, tardará
numerosas décadas en producirse. Hasta entonces, seguirá siendo necesario
importar petróleo, sus derivados y gas. A nivel global las exportaciones de gas ruso, que suponían un 41% de las exportaciones mundiales de gas en 2020,
son fundamentales para equilibrar la generación eléctrica solar y
foltovoltaica. La disponibilidad del sol y del viento para la
producción de energía no está siempre garantizada, siendo imprescindible el gas para dar estabilidad
a la generación eléctrica.
Austria y Alemania ya han dado los primeros pasos formales para un eventual racionamiento en el consumo del gas. Se priorizará el gas de los hogares, aunque haya que limitar el consumo de determinadas industrias. En Austria el gigante energético OMV ha limitado las ventas de diésel hasta nuevo aviso.
Afortunadamente, a pesar de las amenazas rusas de cortar el flujo de las exportaciones energéticas si el pago de las exportaciones no se realiza en rublos, en una conversación telefónica con el canciller alemán Olaf Scholz, Putin insinuó que los compradores europeos podrán seguir pagando en euros a través de Gazprombank (banco no incluido en las sanciones europeas).
Europa necesita las exportaciones energéticas rusas y
Rusia necesita los ingresos procedentes de dichas exportaciones. En el corto plazo no hay alternativa, ni para
Europa, ni para Rusia. En el caso de producirse una interrupción del suministro energético ruso a
Europa, los efectos serían inmediatos y preocupantes: subidas adicionales del precio de la energía,
posible racionamiento de la energía, graves problemas en numerosas industrias intensivas en energía y pérdidas de empleo. Rusia también necesita los ingresos
de las exportaciones energéticas, sin que sea factible una sustitución
sustancial de clientes en el corto plazo, sobre todo de gas.
A pesar de las presiones de algunos países, liderados
por Estados Unidos, para endurecer las sanciones a Rusia, ni la población, ni la economía europea están preparadas para las consecuencias que se derivarían de dicha eventualidad.
Mientras tanto, las bolsas europeas recuperan
los niveles previos a la invasión, ninguneando las consecuencias
económicas que tendrá la guerra económica creada tras la
invasión rusa a Ucrania.
Abrazos,
PD1: Mi mujer es espectacular.
Llega la Cuaresma (con el Adviento hace lo mismo) y se quita cosas… Para ser
exactos, dos: cerveza y queso. Curiosamente es lo que más le gusta, le
encantan, y toma a diario… Pues en estos largos días de Cuaresma, se mortifica
y nos sirve de ejemplo…
Este año nos hemos partido de la
risa. Va el cura y nos cuenta que los domingos son días de fiesta y no se deben
hacer mortificaciones. Incluso en la fiesta de San José y la Encarnación,
tampoco se deben hacer. Este año cayó en Viernes y dijo que no se tenía que
hacer abstinencia de carne tampoco… Y que las fiestas empiezan a las 5 de la
tarde del día anterior. Así que le abrimos botellín para cenar en vísperas de
la fiesta (sábados noche incluidos), so pretexto de eso que nos contó el cura…
Y los domingos, cervecita y queso…
Y ella tan contenta, lamentándose
no haberlo sabido los años pasados… Le da igual, el año que viene volverá a
quitarse estas dos cosas. Y sabemos que le cuesta un montón… Como siempre, el
buen ejemplo materno…