Con el petróleo a más de 100
dólares, es más probable que en un año esté por los 80 dólares que suba a los
150. Si así fuera, que es lo que está descontando el mercado estos días, si el
petróleo dejara de subir (en los últimos 12 meses lo ha hacho más de un 50%),
entonces veríamos ceder a la inflación…
¿Qué pasará con la inflación a final de año?
La disminución de la
oferta de alimentos y el aumento de los precios persistirán en los próximos
meses
Muchas de
las columnas u opiniones que determinados economistas esparcieron las primeras
semanas, en la segunda mitad de 2021, en distintos altavoces mediáticos, acerca
del repunte de la inflación producían un enorme sonrojo. ¡La achacaban a la
política monetaria de los bancos centrales y a la deuda pública! Sí, son los
mismos que nunca se enteraron de que fue la deuda privada alrededor de ciertas
burbujas de activos financieros e inmobiliarios quien nos llevó al desastre, a
la Gran Recesión. Para ellos la deuda privada era neutra,
un equilibrio entre ahorradores y deudores, asumida racionalmente por los
agentes privados.
El cuento infantil que nos
relataban aquellos días era que la inflación es un fenómeno monetario,
especialmente cuando la expansión de los bancos centrales sirve para financiar
en el mercado secundario a los Tesoros de sus países. Llevamos casi 15 años con
una expansión descomunal de los balances de los bancos centrales y el riesgo
siempre ha sido la deflación, incluso cuando allá por 2008 la inflación se
disparaba, como ahora, por encima del 5%. La teoría del multiplicador
monetario, en la que se apoya, es ¡falsa! Tanto el Banco de
Inglaterra como la Reserva Federal de los
Estados Unidos ya han abandonado este relato. En
septiembre de 2021 la Reserva Federal de St. Louis publicó el documento
“Teaching the Linkage Between Banks and the Fed: R.I.P. Money Multiplier”.
Parafraseando al presidente de la FED, Jerome Powell,
“Bueno, cuando tú y yo estudiábamos economía hace un millón de años, M2 y los
agregados monetarios generalmente parecían tener una relación con el
crecimiento económico... esa relación clásica entre los agregados monetarios y
el crecimiento económico y el tamaño de la economía, simplemente ya no se
mantiene... así que algo tenemos que desaprender, supongo”.
Las causas del repunte
Obedece a tres factores
consecuencia final de la implementación de políticas económicas apoyadas por
los economistas conservadores, liberales, y social-liberales (otrora
socialdemócratas). El primero, la financiarización de la energía y productos
agrícolas, es sin duda el más relevante. Dicha financiarización se llevó a cabo
mediante la expansión y el acceso a los mercados derivados de materias primas a
especuladores y a fondos institucionales. Como consecuencia, en determinados
momentos, la evolución de sus precios no obedece a fundamentales económicos
sino a burbujas especulativas y procesos de propensión o aversión al riesgo de
los inversores, si bien no son simétricos, impactando mucho más en los precios,
al alza, durante las fases de toma de riesgos excesivos, como la actual. Véase
gráfico 1.
Gráfico 1.- Financiarización Energía y Productos
Agrícolas y su impacto en los Precios
Fuente: Banco Mundial https://www.worldbank.org/en/research/commodity-markets
El segundo factor, paralelo a la
desregulación de los mercados derivados de materias primas energéticas y
agrícolas, tiene que ver con una reestructuración radical de los sectores
industriales, de los que el eléctrico es un ejemplo
destacadísimo. Los sectores eléctricos reestructurados, incluido el de España,
están mostrando resultados contrarios a los beneficios que los entusiastas de
la liberalización proclamaron, produciéndose una rápida escalada de los precios
de la electricidad en los hogares y empresas. Además, la inversión en nueva
capacidad de generación no está siendo estimulada por los precios del mercado
mayorista. Ver gráfico 2
Gráfico 2.- Tasa variación interanual
IPC y Electricidad (%)
Fuente: Instituto Nacional de Estadística
El repunte de la inflación se debe básicamente a estos dos
factores, tanto a la subida de precios de aquellos componentes que se
establecen en los mercados derivados de materias primas, es
decir, carburantes y alimentos no elaborados, así como a un defectuoso diseño
del mercado eléctrico español, con su reflejo en el precio de la luz. Se trata
de los componentes no incluidos en la inflación subyacente, debido a la
erraticidad de los mismos, especialmente desde que se desregularon los mercados
derivados de materias primas. Mientras la tasa interanual del IPC preliminar de
marzo se situó en el 9,8%, la inflación subyacente era del 3,4%.
Otro factor, si bien menos
importante, son los problemas de las cadenas de suministro que
han afectado al componente del IPC recogido bajo la rúbrica de Bienes
Industriales, y que sí forma parte del IPC Subyacente. A nivel académico se ha
demostrado que la concentración empresarial, consecuencia lógica de la
estrategia de globalización, ha hundido la productividad del capital, ante el
descenso en las inversiones en formación bruta de capital fijo. Pero además, la
concentración en las cadenas de suministro está detrás de los cuellos de
botella que también están haciendo repuntar temporalmente los precios de
ciertos productos que no llegan al mercado. Véase gráfico 3.
Gráfico 3.- Tasa variación interanual
IPC y Bienes Industriales (%)
Fuente: Instituto Nacional de Estadística
¿Qué podemos
esperar de aquí a final de 2022? Desconectar el precio del gas
De todas las medidas anunciadas,
la más relevante es aquella que pretende desconectar temporalmente el precio de
la luz del precio del gas, con el anuncio de España y Portugal de enviar una
propuesta a Bruselas de topar el megavatio hora (MWH) a 30 euros. El país del
G7 con la menor tasa de inflación en marzo fue Francia, con una tasa interanual
del 4,5%, muy por debajo del resto de países occidentales. La razón básica es
que sí dispone de mecanismos para topar el precio de la luz. El
gobierno francés, mediante el control público de la principal compañía
eléctrica del país, EDF, limitaba el MWH a 40 euros. Por lo tanto si Bruselas
acepta la propuesta conjunta de los gobiernos luso y español, el IPC se
aproximará a cifras cercanas al objetivo del BCE, alrededor del 3%.
Sin embargo, existe otro factor
que presionará en sentido contrario. Una de las consecuencias de la
invasión de Ucrania será la escasez de alimentos, incluido
en occidente, y las hambrunas, sobretodo países más pobres. Ello se debe no
solo a la importancia de Rusia y Ucrania en determinados productos básicos,
como el trigo, la cebada, el maíz, las semillas de girasol y los aceites de
girasol. Hay otro aspecto donde Ucrania, pero sobre todo Rusia y
Bielorrusia, son fundamentales a nivel global: son los principales proveedores
globales de tres elementos, recogidos bajo las siglas en inglés (NPK) -Nitrógeno,
Fósforo, Potasio-, y fertilizantes derivados de los mismos como la Urea,
necesarios para la agricultura intensiva que nos hemos dotado. La disminución
de la oferta de alimentos y el aumento de los precios persistirán en los
próximos meses. Ello situaría la tasa de inflación interanual a finales de 2022
en el intervalo 3%-4,5%
Al margen de la inflación, la escalada de los precios de los
alimentos no elaborados a medida que aumenten los precios de los alimentos
básicos, crecerán las necesidades humanitarias y
los riesgos políticos en los países más pobres. La última vez que los precios
de los alimentos alcanzaron máximos actuales, prepararon el terreno para las
revueltas de la Primavera Árabe. Varios países ya están aplicando restricciones
a las exportaciones para asegurar sus propios suministros, al tiempo que
agravan los problemas de los países más vulnerables. El impacto total no se
sentirá hasta la temporada de cosechas del próximo otoño. Anticiparse a futuros
déficits podría ayudar a suavizar el golpe y limitar el impacto humanitario de
las crisis de suministro de alimentos.
Abrazos,
PD1: Don Bosco dijo: “No basta
amar a los niños, es preciso que ellos se den cuenta que son amados”. He
intentado toda mi vida este lema para mis hijos (para mi mujer también). No
basta que les demos de comer, que les llevemos al colegio y les eduquemos… Se
deben sentir queridos por sus padres. La mayoría de los padres quieren a sus
hijos. Pero esto se debe notar de alguna manera clara, y no darlo por supuesto…
Ellos lo agradecen y nosotros tenemos recompensa de ese esfuerzo en mostrarlo.