20 abril 2022

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Entender la inflación

La inflación se sitúa en los niveles máximos de los últimos cuarenta años en las principales economías mundiales: 8,5% en Estados Unidos, 7,5% en la Eurozona, 7,2% en Alemania y 9,8% en España. La inflación, expresada a través del Índice de Precios al Consumo (IPC), pretende medir la evolución de los precios de los bienes y servicios que integran la cesta de la compra de una familia. Así, una inflación del 9,8% quiere decir que el conjunto de la cesta de la compra de las familias se ha incrementado de precio en dicho porcentaje en los últimos doce meses.

Como cualquier dato estadístico, la inflación es una aproximación a la realidad, pero con limitaciones para reflejar la evolución de los precios en la cesta de la compra de todas y cada una de las familias de una economía. Conviene conocer cómo se calcula y las limitaciones de dicho índice.

A través de encuestas a miles de familias se llega a definir cuál es la "cesta de la compra" estándar de una familia, asignando distintos porcentajes a los diversos tipos de gastos. En el caso del IPC español, se definen doce grupos distintos de gastos. Los que soportan mayor peso del gasto de las familias son: "Alimentos y Bebidas no alcohólicas" y "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles" con un 22,6% y un 14,2% del gasto total, respectivamente.  

El dato de inflación de un mes concreto se obtiene multiplicando la evolución de los precios de cada "grupo de bienes y servicios" por el incremento de precios de dichos bienes y servicios respecto al mismo mes del año anterior. Obviamente, la distribución de los gastos de una familia dependerá, por un lado, del nivel de ingresos de dicha familia y, por otro, del número de integrantes de la unidad familiar. Cuanto menor capacidad adquisitiva tenga una familia, más concentrado estará el gasto en partidas esenciales como "Alimentación" y "Vivienda" y menos gasto se destinará a partidas prescindibles como "restaurantes y hoteles" y "ocio y cultura".


La cesta de la compra que sirve de base para el cálculo de la inflación varía en cada país. Así, en EE.UU. el apartado de alimentación apenas representa el 13,4% del índice, casi la mitad que en España. Por el contrario, los gastos relacionados con la vivienda representan el 32% del índice, más del doble en el caso de España, aunque no reflejan exactamente los mismos componentes de gastos asociados a la vivienda. En Estados Unidos, a modo de ejemplo, el gasto en vehículos nuevos y de segunda mano supone un 8,8% del índice.


En cualquier caso, una subida de la inflación supone, por un lado, una pérdida de poder adquisitivo de las familias, que ven aumentar su coste de vida sensiblemente por encima de sus ingresos, además de ver reducido el poder adquisitivo de los patrimonios ahorrados durante años. El BCE sigue manteniendo los tipos de interés en negativo a pesar de que la inflación en la Eurozona se sitúa en el 7,5%. Una forma sibilina de licuar la deuda pública en detrimento de los ahorradores.  

Adicionalmente, dado que el cálculo del pago del IRPF se realiza en base a una escala progresiva que no se ajusta (deflacta) con la inflación, incluso en el caso en que los ingresos de una persona se incrementaran al nivel de la inflación, el impuesto a pagar aumentaría y, por tanto, su poder adquisitivo real, después de impuestos, disminuiría.

Aunque ya se oyen voces anunciando que posiblemente hayamos asistido al pico de la inflación, ello no implica que los precios vayan a bajar. En el mejor de los casos subirán a menor intensidad, pero mientras la inflación sea positiva, los precios seguirán subiendo.


A nivel global, la situación en los mercados de materias primas alimenticias y la escasez de fertilizantes a nivel mundial, augura tensiones adicionales en el precio de alimentos básicos durante algún tiempo. Los más afectados serán tanto los países de menos recursos, como las familias de menor poder adquisitivo de los países desarrollados.

Tras largos años con políticas extraordinarias y heterodoxas con la excusa de generar una inflación cercana al 2%, ahora los bancos centrales no saben cómo reaccionar para volver a meter el "genio de la inflación" dentro de la lámpara, sin provocar una profunda crisis económica en la Eurozona.

Abrazos,

PD1: En esta Pascua: hay que ser luz, ser agradecido, ser amable, ser auténtico. Hay que ser feliz…