21 diciembre 2022

siempre hay alternativas

El mercado corrige las intervenciones. No vende Rusia su petróleo y gas a Europa, pues lo vende a otros que nos lo venderán después… Y así todo. El tope del gas que acaba de aprobar la UE, puede tener una vuelta por fuera.

Se escapan las ovejas

Tanto Estados Unidos, como la Unión Europea y otros países del G7 ya están aplicando la prohibición de importar crudo ruso, aunque existan excepciones para determinados países. La prohibición no afecta, ni mucho menos, a todos los países del mundo. Quedan fuera de dicha prohibición la mayoría de los países asiáticos, árabes, africanos y latinoamericanos, además de Israel.

Los países occidentales son conscientes de la importancia de mantener el crudo ruso en el mercado para evitar un fuerte tensionamiento de los precios del petróleo. Si se aplicara una prohibición total a la compra de petróleo ruso, se sacarían del mercado 6 millones de barriles al día, sin contar los que llegan a China a través de oleoducto y tren. Viendo el comportamiento de la OPEP, que ha hecho oídos sordos a las peticiones de EE. UU. de aumentar su producción, no se puede esperar ayuda de los países miembros del cártel del petróleo. Adicionalmente, el acercamiento entre Arabia Saudita y China, para establecer el yuan como moneda de pago de las importaciones de petróleo, es otra clara señal del alejamiento de ambos países de las posiciones pro-occidentales.

Con la intención de intentar limitar los ingresos de Rusia por la venta de petróleo a terceros países, el pasado 5 de diciembre ha entrado en vigor la limitación de precio (price cap), a 60 dólares por barril, en la compra de crudo procedente de Rusia.

Las consecuencias para un buque petrolero de saltarse el precio límite estriban en la prohibición a los distintos operadores europeos de asegurar, financiar o prestar servicios portuarios durante 90 días al buque que transporte el crudo ruso adquirido a un precio superior a $60 el barril.

Como era previsible, los problemas no previstos no han tardado en aparecer. Se ha producido un atasco de más de una veintena de petroleros en los dos estrechos que controla Turquía: Bósforo y Dardanelos. Las autoridades turcas, para controlar la validez de los seguros de los buques que cruzan ambos estrechoshan solicitado a todos los buques petroleros información de los seguros mucho más completa que la información estándar requerida. Las aseguradoras argumentan que no están obligadas a dicha supervisión del cumplimiento de antemano. Sea como fuere, el atasco en el estrecho del Bósforo sigue existiendo, afectando no sólo a buques con petróleo ruso, sino también a buques con petróleo de otros orígenes como el kazajo. De hecho, buques rusos con seguros rusos han cruzado los estrechos sin problemas.

Adicionalmente, el precio límite de $60 por barril no tiene en cuenta que en numerosas ocasiones el precio fijado no es un precio fijo, sino referenciado a algún índice internacional de precio del petróleo. El precio final no se determina hasta semanas después de la compra. A modo de ejemplo, China acaba de adquirir un cargamento de petróleo ruso ESPO. El precio fijado en el contrato es un descuento sobre la media del precio del futuro del crudo Brent con vencimiento más cercano. Esa media sólo se conocerá a final del mes. Si estos contratos son cancelados, porque se considera que incumplen las sanciones, pueden producirse subidas relevantes en los precios por disrupción en las entregas.

Teniendo en cuenta que no todos los países están a favor de estas limitaciones de precio, los incentivos a "engañar" son notables. El coste final en la compra de petróleo recoge una multiplicidad de servicios que, en caso de ser desglosados y tarifados individualmente, pueden permitir sobrepasar el límite de los 60 dólares por barril. Algún informe ya sugiere cargar un buque petrolero de 80.000 toneladas de capacidad con apenas 50.000 toneladas de petróleo, de tal forma que el precio sobre la hipotética carga completa quedaría por debajo del límite de $60 el barril. En realidad, el precio pagado sería sensiblemente superior.

Los países de la OPEP son conscientes de que, si estas limitaciones al precio del petróleo ruso tuvieran éxito, previsiblemente en algún momento Occidente intentaría aplicarles limitaciones similares.

China acaba de adquirir petróleo ruso a $67,11 por barril con entrega en enero. Como utiliza sus propios buques petroleros y sus propios seguros, la limitación de precio no aplica. Las compras de petróleo ruso por parte de China se han duplicado respecto al año pasado. De igual modo, Rusia se ha convertido en el principal suministrador de petróleo a la India.

La propia explicación de la UE sobre esta medida (price cap), reconoce que los beneficiados de estos menores precios serán terceros países, no la UE. Los incentivos de estos países a revender el crudo ruso a la UE con un sobrecoste son evidentes. Curiosamente, Malasia ha exportado a China el 130% de su producción. Lógicamente, parte es reventa de otros orígenes "proscritos" como Irán y Venezuela. La reventa de petróleo existe, y seguirá existiendo con estas limitaciones sólo aplicables a determinados países.

La crisis energética en Europa tiene visos de ser duradera. La prohibición de importar derivados de petróleo ruso a partir de febrero de 2023 puede empeorar la situación. Actualmente la UE importa unos 400.000 barriles de diésel ruso al día. La imposición de un precio límite a la importación de diésel, similar al que acaba de entrar en vigor sobre el petróleo, será una muesca más en la tensión del mercado energético.

Seguramente las intenciones de estas nuevas sanciones de los límites de precios (price cap) sean loables, pero el problema de poner puertas al campo es que se escapan las ovejas. El cumplimiento de sus objetivos es más que dudoso, con peligros efectos secundarios no deseados.

Abrazos,

PD1: Siguiendo con lo de ayer, en esos primeros momentos de aprender a hacer oración, note la presencia del Señor, noté que me quería, que estaba conmigo. De ahí mi fuerte fe que me acompaña desde entonces. Y empecé a quererle yo también. Años después me he preguntado si la gente quiere a Dios. El Señor nos dijo que debíamos querer a Dios, al prójimo y a uno mismo… Y nos quedamos con el final, o con lo del prójimo si acaso.

¿Queremos a Dios? Es difícil quererle si no se le trata, si no vemos su mano actuando en todo, si no notamos su presencia diaria en nuestra vida, si no nos sentimos sus Hijos queridos por Él. Nos quiere a cada uno de manera especial, uno a uno, y nos manda cosas buenas y malas, para que le notemos. Sale a nuestro encuentro, todos los días, en muchas ocasiones de nuestro quehacer diario. Nos quiere y quiere que le queramos. De esto se trata la vida espiritual, de encontrarse con el Señor cuando nos busca.

Pero no soy muy positivo. La gente no quiere a Dios porque no le percibe, no le nota, no sabe que es su Padre, no le trata. A mi me pasó y solo cambié cuando me di cuenta de ese amor que me tiene a mi en particular, a mi, con mis defectos y mi mala leche. Tantas veces metiendo la pata y teniendo que confesarme. Me perdona, se olvida de lo que he hecho, y me sigue queriendo…