Juan Ignacio Crespo alerta de que
hay unos cuantos signos de una crisis crediticia
Los primeros síntomas de una crisis crediticia
Como
consecuencia de la crisis de los bancos regionales de EEUU y del Credit Suisse
ha ido creciendo la preocupación por el llamado en inglés “credit crunch” o
crisis crediticia (escasez de crédito).
En el
primer gráfico de hoy se ve la evolución del porcentaje neto de bancos de EEUU
que han endurecido las condiciones para conceder crédito comercial e industrial
a las empresas grandes y medianas.
El
porcentaje neto de bancos que han endurecido sus condiciones ha subido a
finales del primer trimestre del año a 44,8%, con lo que se va acercando a los
niveles de alguna de las últimas recesiones. Por ejemplo, ese porcentaje llegó
a ser de 54,2 en la recesión de 1990 y de 59,6 en la de 2001.
En las
dos últimas recesiones de EE UU los porcentajes fueron más elevados, como
corresponde a dos ocasiones en que los bancos se vieron más afectados. Así, en
la Gran Crisis Financiera, ese porcentaje llegó a 83,6 y en la recesión
decretada de 2020 a 71,2.
Queda,
pues, margen para que ese indicador se sitúe en niveles recesivos, pero eso no
evita el comprobar que el volumen de los préstamos comerciales e industriales
ha empezado a contraerse en USA. También decrece en tasa anual el ritmo de
expansión del crédito.
En el
Gráfico 2 puede verse cómo el volumen de préstamos comerciales e industriales
empezó a reducirse en febrero. No es una gran reducción (no llega al 0,5%) pero
es un síntoma del malestar que ya existía antes de que afloraran los problemas
del Silicon Valley Bank.
Que se
reduzca el volumen de préstamos es condición necesaria, pero no suficiente para
que se produzca una recesión, pues ha habido ocasiones en el pasado en que una
reducción del volumen de préstamos no ha llevado a una contracción económica
(por ejemplo, en 1952) pero son acontecimientos más bien raros y relativamente
cercanos a las recesiones, o como prolongación, tras la recesión, de la caída
experimentada durante ésta (como sucedió entre 1990 y 1993, entre 2001-2004, en
2008-2010 y en 2020-2021).
En todo
caso, la frenada en la concesión del crédito se intensificó en la última
quincena de marzo y afectó tanto a los sectores comercial e
industrial como a los préstamos hipotecarios. El crédito de los bancos
comerciales de EE UU decreció 1,2% en solo dos semanas (-1,7% desde diciembre).
Finalmente,
el Gráfico 3 muestra como en tasa anual la reducción del ritmo de aumento del
crédito es llamativa, tanto en EEUU como en la zona euro. Desde su mejor
momento de noviembre de 2022 la tasa ha bajado en EEUU de 15,1% a 12,4%. En la
Eurozona, desde octubre pasado, ha descendido de 8,1% a 4,9%.
El primer
gráfico de hoy muestra la evolución semanal del crédito y en su parte de la
derecha se puede observar esa caída del crédito de los bancos comerciales en
las dos semanas mencionadas (las dos últimas del mes de marzo).
Se ve
claramente que la disminución del crédito fue superior a la de los primeros
días del inicio de la COVID-19, que se puede ver a la izquierda del gráfico (y
que coincidió con el inicio de la “recesión por decreto” de entonces).
En
algunas ocasiones hemos mencionado el difícil momento por el que atraviesa el
sector inmobiliario de EEUU y, más especialmente, dentro de él, el de las oficinas
y locales comerciales.
En el
Gráfico 2 se ve cómo se han endurecido las condiciones del crédito bancario
para construcción y proyectos inmobiliarios, expresado como porcentaje neto de
bancos que han endurecido sus condiciones menos porcentaje de los que las han
suavizado. Se ve una fuerte subida, hasta 69,2. En el tercer trimestre de la
pandemia llegó a subir hasta 80,9.
Como se
ve, es el segundo peor momento para obtener crédito en ese sector de los
últimos 10 años. Hubo también un amago en 2016-2017, que coincidió con la
crisis bursátil y cambiaria en China y con los rumores sobre la estabilidad del
Deutsche Bank.
Y, para
terminar, el Gráfico 3 muestra como percibían en marzo las pequeñas empresas la
facilidad o dificultad para acceder al crédito bancario, según la encuesta de
su asociación, NFIB, que también mencionábamos ayer con motivo de la
publicación de su Índice de Optimismo.
Como se
ve en este Gráfico 3, las dificultades para obtener crédito (-9) las ven peor
que en la recesión de 2020 (-6) aunque aún falta mucho para que ese pesimismo
baje a los niveles de la Gran Crisis Financiera (-16).
En conclusión, todo empeoró en marzo en cuanto
a la marcha de las condiciones crediticias, y los distintos indicadores
muestran diferentes niveles de estrés. Los problemas están sobre la mesa. La
evolución está por ver, aunque no pinta bien, por ahora.
Abrazos,
PD1:
En la época del Señor, se saludaba deseando la paz. Una vez resucitado, el
mismo Cristo se les aparece y les dice “Paz a vosotros”. Es la paz que buscamos
todos en nuestra vida: tranquilidad, serenidad, bienestar, armonía... No es
solo la paz para que no haya un conflicto armado, sino que es, sobre todo, una
paz espiritual.
Hay
gente que tiene miedo. No debemos tenerlo, hay que tener confianza y buscar la
paz, que nos proporciona toda la felicidad. Un tío con Paz es una persona tranquila,
sin estrés, sin miedo, más feliz.. Esto se consigue fundamentalmente gracias a
la oración, a tener una vida más espiritual.
Esta paz espiritual, que proviene de una meditación o contemplación, debe estar guiada por el amor a Dios y a los demás. No sirve la meditación de vaciarnos, de las técnicas asiáticas, que muchas veces buscan a uno mismo, a su puro bienestar, a su individualidad. Aunque si practicas y te va bien, perfecto. Solo te faltaría encontrar a Dios y dejarle que entre en tu vida.