Hay movimiento y se nota en el
dólar…
Poco a poco y luego de golpe
Hay
declaraciones que pasan desapercibidas, pero cuyo contenido tiene una
importancia e implicaciones que deben ser tenidas en cuenta. Esto ha ocurrido
con el discurso pronunciado por
Christine Lagarde, presidenta del BCE, en Estados Unidos esta
semana. El título del discurso ya es significativo: "Los
bancos centrales en un mundo en fragmentación" (Central
Banks in a fragmenting world).
Siendo
la autora del discurso la máxima responsable del BCE, es evidente que el
contenido de sus palabras es debatido y tenido en consideración en las
discusiones de política monetaria del BCE. Analicemos algunas de las ideas
expresadas por Lagarde:
-
"Se está produciendo una fragmentación
en dos bloques que compiten entre sí".
Estos dos bloques están liderados por EE. UU. y China. Cada bloque está
intentando atraer hacia sí a aquellas naciones que comparten sus respectivos
intereses estratégicos y valores compartidos.
Evidentemente, ni los intereses, ni los valores de ambos bloques coinciden.
Lagarde menciona la "creciente rivalidad entre EE. UU. y China".
-
Las implicaciones de lo anterior son: una mayor inestabilidad
en las cadenas de suministros, con el consiguiente efecto en la
inflación; y un aumento de las tensiones geopolíticas. Ambas
condicionan la actuación de los bancos centrales.
- El
mundo de baja y estable inflación conocido desde el fin de la Guerra Fría se
desvanece. Desde la caída del Muro de Berlín se ha vivido
un periodo de un entorno geopolítico muy favorable, con el liderazgo
hegemónico de Estados Unidos y con el comercio
global en continua expansión. Las cadenas
de producción se globalizaron y la entrada
de China en la economía global proporcionó un aumento
considerable de mano de obra disponible.
Lo
relevante desde la perspectiva de los bancos centrales es que
en ese entorno era posible estabilizar la inflación actuando "sólo"
sobre la demanda, sin preocuparse de los problemas de la oferta.
Ahora, con una inflación motivada principalmente por problemas de oferta, como
el encarecimiento de la energía importada o la falta de suministros, la
inflación no se soluciona sólo reduciendo la demanda a través de menos liquidez
y tipos de interés más altos.
Remover
las limitaciones para aumentar la oferta de productos locales (o
cercanos) y para lograr una mayor independencia energética, que
permitan reducir la inflación, son tareas de las políticas fiscales y estructurales de los gobiernos,
no del BCE. Cuando Lagarde pide colaboración entre la política monetaria y la
política fiscal, hay que entender que en algún momento las compras de
bonos soberanos de un país por parte del BCE podrían estar condicionadas a
determinadas políticas fiscales que ayuden a bajar la inflación.
- A mayor riesgo geopolítico, más inflación, menor crecimiento económico y
menor comercio internacional. Lagarde indica que nos
encaminamos a un periodo de inestabilidad duradera, costes más elevados y acuerdos
comerciales más inciertos. No es casualidad que mencione
la dependencia de Europa de las tierras raras chinas,
o la dependencia de EE. UU. de la importación de catorce minerales
críticos. Dependencias que parecen ignorar las autoridades
europeas cuando ponen fechas relativamente próximas para el fin de los coches de
combustión. La dependencia del coche eléctrico de los materiales provenientes
de China es absoluta.
Fuente: Mineral Commodity Summaries 2022 (usgs.gov)
-
La regionalización de las cadenas de producción es
un hecho. Ante la menor seguridad sobre las cadenas de suministros globales,
tanto los estados como las empresas están dando pasos para regionalizar
las cadenas de suministros a países "amistosos y confiables".
EE. UU. ha
aprobado la Ley de Reducción de la Inflación (Inflation Reduction Act),
aportando ayudas millonarias para la repatriación de distintas producciones y
desarrollo de energías renovables.
Europa, siempre
por detrás, intenta aplicar su Agenda de Autonomía Estratégica (2013-2023).
Vista la crisis energética de Europa, y su elevadísima
dependencia del exterior, no parece que se haya conseguido demasiada autonomía
en la última década. Por su lado, cerca del 45% de las empresas multinacionales tienen planes para
regionalizar sus cadenas de producción.
La
consecuencia inmediata de esta regionalización es que el coste
ya no es el factor principal, sino la seguridad. Esto se
traduce en más inflación durante más tiempo.
- Primeras grietas en el dólar. A pesar del creciente
uso de la moneda china para los intercambios comerciales entre el gigante
asiático y sus socios comerciales, el yuan chino no va a sustituir al dólar como moneda de reserva
global, al menos en un horizonte considerable de tiempo. Aun
así, la demanda de bonos americanos y el porcentaje de reservas en dólares
por parte de los países con superávits comerciales se verá sensiblemente
reducida.
Fuente: Geopolitics and the U.S. Dollar's Future as a Reserve Currency (federalreserve.gov)
Las implicaciones de
las ideas transmitidas por Lagarde son enormes. Su convencimiento de la inevitable
fragmentación en bloques es tal, que finalizó su discurso
parafraseando a Ernest Hemingway: "La fragmentación puede ocurrir de dos formas: gradualmente y
luego de repente".
Abrazos,
PD1: Emaús: Pobre Cleofás y su compañero. No le reconocieron más que al partir el pan. ¿Y nosotros, los que tenemos más fe, le reconocemos, le vemos en las cosas que nos pasan, le notamos en la vida? Muchas veces no, ya que vamos demasiado deprisa y no miramos, o pensamos que lo que nos pasa es porque nos lo merecemos, porque somos unos campeones, porque nos lo deben… ¡Qué tontos somos!