24 abril 2023

geopolítica

Hay movimiento y se nota en el dólar…

Poco a poco y luego de golpe

Hay declaraciones que pasan desapercibidas, pero cuyo contenido tiene una importancia e implicaciones que deben ser tenidas en cuenta. Esto ha ocurrido con el discurso pronunciado por Christine Lagarde, presidenta del BCE, en Estados Unidos esta semana. El título del discurso ya es significativo: "Los bancos centrales en un mundo en fragmentación" (Central Banks in a fragmenting world).

Siendo la autora del discurso la máxima responsable del BCE, es evidente que el contenido de sus palabras es debatido y tenido en consideración en las discusiones de política monetaria del BCE. Analicemos algunas de las ideas expresadas por Lagarde:

- "Se está produciendo una fragmentación en dos bloques que compiten entre sí". Estos dos bloques están liderados por EE. UU. y China. Cada bloque está intentando atraer hacia sí a aquellas naciones que comparten sus respectivos intereses estratégicos y valores compartidos. Evidentemente, ni los intereses, ni los valores de ambos bloques coinciden. Lagarde menciona la "creciente rivalidad entre EE. UU. y China".

- Las implicaciones de lo anterior son: una mayor inestabilidad en las cadenas de suministros, con el consiguiente efecto en la inflación; y un aumento de las tensiones geopolíticas. Ambas condicionan la actuación de los bancos centrales.

El mundo de baja y estable inflación conocido desde el fin de la Guerra Fría se desvanece. Desde la caída del Muro de Berlín se ha vivido un periodo de un entorno geopolítico muy favorable, con el liderazgo hegemónico de Estados Unidos y con el comercio global en continua expansión. Las cadenas de producción se globalizaron y la entrada de China en la economía global proporcionó un aumento considerable de mano de obra disponible.

Lo relevante desde la perspectiva de los bancos centrales es que en ese entorno era posible estabilizar la inflación actuando "sólo" sobre la demanda, sin preocuparse de los problemas de la oferta. Ahora, con una inflación motivada principalmente por problemas de oferta, como el encarecimiento de la energía importada o la falta de suministros, la inflación no se soluciona sólo reduciendo la demanda a través de menos liquidez y tipos de interés más altos.

Remover las limitaciones para aumentar la oferta de productos locales (o cercanos) y para lograr una mayor independencia energética, que permitan reducir la inflación, son tareas de las políticas fiscales y estructurales de los gobiernos, no del BCE. Cuando Lagarde pide colaboración entre la política monetaria y la política fiscal, hay que entender que en algún momento las compras de bonos soberanos de un país por parte del BCE podrían estar condicionadas a determinadas políticas fiscales que ayuden a bajar la inflación.

A mayor riesgo geopolítico, más inflación, menor crecimiento económico y menor comercio internacional. Lagarde indica que nos encaminamos a un periodo de inestabilidad duradera, costes más elevados y acuerdos comerciales más inciertos. No es casualidad que mencione la dependencia de Europa de las tierras raras chinas, o la dependencia de EE. UU. de la importación de catorce minerales críticos. Dependencias que parecen ignorar las autoridades europeas cuando ponen fechas relativamente próximas para el fin de los coches de combustión. La dependencia del coche eléctrico de los materiales provenientes de China es absoluta.


 Fuente: Mineral Commodity Summaries 2022 (usgs.gov)

- La regionalización de las cadenas de producción es un hecho. Ante la menor seguridad sobre las cadenas de suministros globales, tanto los estados como las empresas están dando pasos para regionalizar las cadenas de suministros a países "amistosos y confiables".

EE. UU. ha aprobado la Ley de Reducción de la Inflación (Inflation Reduction Act), aportando ayudas millonarias para la repatriación de distintas producciones y desarrollo de energías renovables.

Europa, siempre por detrás, intenta aplicar su Agenda de Autonomía Estratégica (2013-2023). Vista la crisis energética de Europa, y su elevadísima dependencia del exterior, no parece que se haya conseguido demasiada autonomía en la última década. Por su lado, cerca del 45% de las empresas multinacionales tienen planes para regionalizar sus cadenas de producción.

La consecuencia inmediata de esta regionalización es que el coste ya no es el factor principal, sino la seguridad. Esto se traduce en más inflación durante más tiempo.

Primeras grietas en el dólar. A pesar del creciente uso de la moneda china para los intercambios comerciales entre el gigante asiático y sus socios comerciales, el yuan chino no va a sustituir al dólar como moneda de reserva global, al menos en un horizonte considerable de tiempo. Aun así, la demanda de bonos americanos y el porcentaje de reservas en dólares por parte de los países con superávits comerciales se verá sensiblemente reducida.


Fuente: Geopolitics and the U.S. Dollar's Future as a Reserve Currency (federalreserve.gov)

Las implicaciones de las ideas transmitidas por Lagarde son enormes. Su convencimiento de la inevitable fragmentación en bloques es tal, que finalizó su discurso parafraseando a Ernest Hemingway: "La fragmentación puede ocurrir de dos formas: gradualmente y luego de repente".

Abrazos,

PD1: Emaús: Pobre Cleofás y su compañero. No le reconocieron más que al partir el pan. ¿Y nosotros, los que tenemos más fe, le reconocemos, le vemos en las cosas que nos pasan, le notamos en la vida? Muchas veces no, ya que vamos demasiado deprisa y no miramos, o pensamos que lo que nos pasa es porque nos lo merecemos, porque somos unos campeones, porque nos lo deben… ¡Qué tontos somos!