25 septiembre 2023

no hemos visto las consecuencias de las subidas de tipos e inflación

Las vamos notando en el bolsillo, pero sus consecuencias están por llegar:

Efecto retardado

No todos los tratamientos tienen un efecto inmediato sobre la enfermedad que pretenden combatir. Lo mismo sucede con las subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales. El efecto pretendido no es inmediato, sino que requiere tiempo.

Los bancos centrales tienen como misión principal lograr la estabilidad de precios. En otras palabras, que la inflación no se descontrole por encima de su objetivo del 2%. Para ello, ante una situación como la actual con la inflación muy por encima del 2%, suben los tipos de interés para intentar enfriar la economía con el encarecimiento de la financiación y, así, reducir la demanda y la inflación.

El efecto de la subida de los tipos de interés no es inmediato: evidentemente encarece el nuevo endeudamiento, pero no afecta de forma instantánea a las deudas existentes, tanto de familias, empresas y Estados.

A continuación, un breve análisis del efecto de la subida de tipos sobre distintos casos:

- Deudas existentes establecidas a un tipo de interés fijo. La subida de tipos de interés no tiene efecto hasta el momento de la eventual renovación de la deuda al vencimiento de la actual. En el caso de una hipoteca concedida a tipo fijo, incluso por debajo del 2% hace apenas un par de años, no le afecta en absoluto la subida de tipos de interés.

- Deudas actuales con referencias a un tipo variable (Euríbor). El efecto de la subida de tipos de interés tendrá efecto a partir de la siguiente revisión del tipo de referencia del préstamo. La revisión generalmente es anual. No todas las hipotecas a tipo variable se revisan a la vez, sino a lo largo de todo el año. Cada hipotecado sufre el incremento de sus cuotas por los mayores tipos en la revisión anual. Para que la subida de tipos afecte a todas las hipotecas a tipo variable tienen que transcurrir unos años.


En España, hasta 2015 la inmensa mayoría de las hipotecas concedidas se realizaban a tipo de interés variable. Desde entonces, el porcentaje de nuevas hipotecas a tipo fijo ha ido creciendo hasta ser ahora la gran mayoría de los nuevos préstamos (73%).

De acuerdo con los datos de la OCDE, en España algo más del 75% de las familias tienen vivienda en propiedad. De ellos, sólo un tercio están hipotecados. El efecto "dañino" de la subida de tipos se concentra en los hipotecados a tipo variable.


- Nuevos préstamos. El efecto más inmediato de la subida de tipos de interés se produce en las nuevas deudas. Los mayores tipos de interés aumentan la carga financiera de los préstamos. Así, para una persona que desea contratar una hipoteca y dispone de una cantidad determinada para poder destinar a pagar las cuotas, podrá solicitar un importe nominal de la hipoteca menor. Una mayor parte de la cuota irá a pagar intereses y una menor parte al principal del préstamo. El efecto de la subida de tipos en la nueva demanda de préstamos es evidente.

- Renovación de deudas. Desde hace años los Estados y muchas empresas consideran que las deudas no se pagan a su vencimiento, sólo se refinancian. Así, los Estados con un aumento constante de sus deudas en términos absolutos (en euros o en su divisa correspondiente), cada año tienen que financiar vía deuda el déficit público de ese año y la deuda que vence en dicho año.

Afortunadamente, la mayoría de los países europeos, entre ellos España, han aprovechado el largo periodo de tipos "artificialmente bajos" para alargar los vencimientos de su deuda pública. En el caso del Tesoro español, el vencimiento medio de la deuda pública es de 7,89 años. Por lo tanto, cada año hay que refinanciar en torno al 12% de la deuda a un tipo sensiblemente superior.

En junio de 2022 los tipos de interés del BCE estaban en territorio negativo. Quince meses después, los tipos han subido 4,5%. Esta fuerte subida de tipos de interés no es inocua para familias y empresas endeudadas, pero su efecto es gradual y no inmediato.

Abrazos,

PD: Ayer me distraje en Misa. Los domingos llega la gente vestida de domingo, y me tocó delante una familia que postureaba de lo lindo… Y no hice más que pensar en la soberbia de los que posturean sin darme cuenta en que estaba valorando, o juzgando al prójimo, que tenía que querer… Lo suyo malo, pero lo mío peor. Ahora me tengo que confesar por juzgar y no querer a los demás… Hay que aceptar todo lo que vemos sin valorar si es bueno o malo. No sabemos nada y no somos quién para decidir si eso es mejorable…