26 mayo 2016

España envejece...

Sí, ya sé que no estaremos nosotros, pero sí que se quedarán nuestros hijos y nietos, con toda la deuda que les estamos dejando… ¿Cómo lidiarán con tanto debe?

España: será el país más envejecido de Europa

El proceso de envejecimiento es un fenómeno común en los principales países desarrollados y supone un reto para sus economías y especialmente para sus sistemas de bienestar. En el caso de España, recogíamos en un post anterior que los indicadores más recientes muestran que el proceso de envejecimiento continúa avanzando. En esta ocasión, compararemos con otros países industrializados y veremos que de cara a las próximas décadas nos enfrentaremos a un proceso más intenso.
Principalmente, tres elementos están detrás. En primer lugar una de las mayores esperanzas de vida del mundo, tanto al nacer como a los 65 años. Segundo, tenemos una de las tasas de fecundidad más reducidas junto con elevada edad a la maternidad. Además, el proceso avanza con cierto retraso con respecto a otros países debido a que las generaciones de los babyboomersllegaron más tarde pero el peso de la población de mayor edad aumentará en las próximas décadas. Aunque el proceso inmigratorio de los años 2000 supuso el rejuvenecimiento de la población, según todas las proyecciones España se enfrenta irremediablemente al proceso de envejecimiento de la población. Según el INE, en las próximas cuatro décadas habrá 8,7 millones menos de personas en edad de trabajar (entre 16 y 66 años) y al mismo tiempo 8 millones más de personas mayores de 67 años y el peso de los octogenarios en la población total se triplicará hasta alcanzar el 18% del total.
España: nº1 en esperanza de vida al nacer en Europa
En primer lugar, en comparación internacional tenemos una de esperanzas de vida más elevadas, tanto al nacer como a los 65 años. En 2014, España era el país con mayor esperanza de vida al nacer de los 28 países de la Unión Europea con 83,3 años, esto gracias a las mujeres españolas que son campeonas en longevidad con una expectativa al nacer de 86,2 años. Además, en comparación con los países de la OECD sólo Japón nos supera en esperanza de vida al nacer.
El aumento de la esperanza de vida en los últimos años se ha producido especialmente por la mejora a edades avanzadas, cómo veíamos en el post anterior (ver figura 4), en los últimos veinte años la esperanza de vida a edades a partir de los 65 años es la que más ha aumentado en términos relativos (un 24% más respecto a 1994 en media del grupo 65-99 años). Esto hace que una persona que cumpla 65 años tiene por delante 21 años de vida. De nuevo, España destaca este caso por ser el segundo país de la UE-28 con mayor esperanza de vida a esta edad con 21,5 años (por detrás de Francia) y el tercero en el caso de las mujeres entre los países de la OECD, después de Francia y Japón.
Todas las proyecciones estiman que la esperanza de vida seguirá aumentando, dado que continúa disminuyendo la mortalidad a edades elevadas. En España, mientras que en 1919 (cuando se establecieron los 65 años como edad de jubilación en España) tan solo el 33% de cada generación alcanzaba esa edad, en la actualidad ese porcentaje alcanza el 90%. La edad que únicamente alcanza el 33% de cada generación se sitúa ahora en los 89 años. Es decir, los 65 años de edad de principios del siglo XX se corresponden ahora con los 89 como veíamos aquí.
De cara a las próximas cinco décadas, España seguirá siendo uno de los países con mayor esperanza de vida al nacer y a los 65 años. En el gráfico 1 se muestra la evolución de la esperanza de vida al nacer y a los 65 años desde el año 2002, el incremento observado hasta 2014 y el avance esperado desde 2014 hasta el año 2050. Como se puede ver, según las proyecciones de Eurostat, en el año 2050 España tiene la mayor esperanza de vida al nacer en el caso de las mujeres, y es el segundo país para hombres y esperanza de vida a los 65 años, tanto hombres como mujeres.
España: entre los países con menor tasa de fecundidad
En segundo lugar, España tiene una de las tasas de fecundidad más bajas de los países desarrollados, con 1,32 hijos por mujer en edad fértil. Se considera que un valor de 2,1 niños por mujer es la tasa de reemplazo en los países desarrollados, es decir el número medio de nacimientos por mujer que se requiere para mantener el tamaño de la población constante en ausencia de movimientos migratorios. Sin embargo, todos los países de la Unión Europea con la única excepción de Francia con 2,01 niños se encuentran por debajo de este valor. En el año 2014, la tasa de fecundidad en la UE-28 fue en media de 1,58 niños, presentando Francia el máximo y Portugal el mínimo con 1,23 niños. En España fue de 1,32 niños. Entre los países de la OECD, Corea es el país con la menor tasa de fecundidad con 1,21 niños.
Además, a esta variable hay que añadir que la edad a la maternidad ha ido aumentando en los últimos años, en España ha pasado del 28,1 años en 1994 a 30,6 años en 2014. Si tenemos en cuenta ambas variables, se puede ver en el gráfico 2 que los países de la UE-28 que se encuentran en la actualidad en una situación de mayor dificultad serían aquellos con baja tasa de fecundidad y elevada edad a la maternidad, es decir en el cuadrante inferior derecho (tomando como referencia la media UE-28). En este grupo se encuentra España, junto con Italia, Grecia, Portugal y Alemania. También Japón y Corea se encuentran en esta situación.
España: el proceso de envejecimiento avanza más lentamente
En tercer lugar, el proceso de envejecimiento en España avanza con cierto retraso respecto a otros países industrializados. Este retraso se explica no solo porque las generaciones más numerosas, los llamados babyboomers, nacieron más tarde en nuestro país si no por el proceso inmigratorio que se produjo en la primera década del siglo XXI en España (véase Conde-Ruiz y González (2010)). En el gráfico 3 mostramos el peso de la población por edad en el año 2015 para Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido que suponen el 63% de la población de la UE-28. En el caso de España el grupo de edad con mayor peso es la población con 38 años. Sin embargo, en otros países europeos este pico se encuentra para edades mayores por lo que en nuestro país la ola del babyboom llegará más tarde y como se ve en el gráfico también a una edad superior a la de la media UE-28.
Si analizamos el peso de la población por grupo de edad entre los países de la UE-28, en la mayoría de países el grupo de edad entre 40 y 59 años es el que tiene el mayor peso en la población total, superando el 30% en Italia (30,4%), Alemania (30,3%), Austria (30,1%) y España (30,1%). Ampliando el foco a la población en edad de trabajar, entre 30 y 64 años, el gráfico 3(a) muestra el peso de este grupo de edad en la población total (eje horizontal) y la proyección según Eurostat (eje vertical), y lo mismo para los mayores de 65. Como se puede ver, el peso del grupo de población en edad de trabajar disminuirá en todos los países. España será el país donde este peso caerá más al pasar del 51,0% en el año 2015 al 39,4% en 2050. Por el contrario, como se puede ver en el gráfico 3(b) el peso de la población mayor de 65 años aumentará en todos los países. En este caso, España será el segundo país donde este porcentaje más aumentará, después de Eslovaquia, al pasar del 18,5% al 33,4% entre 2015 y 2050.
España: el país con mayor tasa de dependencia en el año 2050
La combinación de los tres factores mencionados va a suponer que en las próximas décadas España tenga una de las tasas de dependencia más elevadas del mundo. La tasa de dependencia es la ratio entre la población mayor de 65 años y la población en edad de trabajar (16-64 años). En concreto, la tasa de dependencia aumentará del 27,6% actual a casi el 72,5% en el año 2050, mientras que la media de la UE no superará el 50% en el mismo año. De hecho, España será el país de la Unión Europea con la tasa de dependencia mal alta como se puede ver en el gráfico 5.
Todos estos datos muestran que nuestro sistema de pensiones tendrá que enfrentarse en el futuro al reto del envejecimiento. Mayores valores de la tasa de dependencia supone que existen menos personas trabajando o produciendo por cada persona jubilada y también será mayor el gasto en pensiones como porcentaje del PIB. La evolución esperada de esperanza de vida, tasa de fecundidad y evolución de la población mayor de 65 años muestran que en las próximas décadas España se enfrenta a un proceso de envejecimiento entre los más intensos en Europa lo cual supondrá el aumento del peso de la población jubilada y por lo tanto recibiendo una pensión. El sistema de pensiones español empezó a adaptarse a este nueva realidad con la Reforma de 2011 (retraso edad de jubilación, ampliación período de cálculo y cambio de la tasa de reemplazo, para el impacto véase Conde-Ruiz y González (2011)) y la Reforma de 2013 (introducción del factor de sostenibilidad y cambio del factor de revalorización de las pensiones, véase aquí un primer análisis y en breve podremos comentar los resultados del paper sobre esta reforma en el que estamos trabajando). Sin embargo como señalábamos aquí, el sistema de pensiones español aún tiene pendiente continuar su adaptación al imparable reto del envejecimiento. Un envejecimiento que será el mas intenso de toda Europa.
Abrazos,
PD1: Y tenemos a la Seguridad Social quebrada ya…
Y lo cachondo es que en vez de jubilarse más tarde, se están jubilando antes…
Nos hemos vuelto un país de camareros. Evolución del desempleo desde el inicio de la crisis:
Es alucinante el daño que se ha causado en los años de crisis a la industria y a la construcción, empleos que nunca se repondrán… Lo único facilón ha sido contratar a los parados para el sector de la hostelería, que a la primera de cambio, se vuelven al paro… Es un empleo precario, mal pagado, con contratos basura y muy poco estable… Cojonudo, vamos.
PD2: Así se ha nacido en España:
Así quedaremos:
PD3: Pensamos demasiado en nuestro cuerpo. Le tenemos más aprecio que a cualquier otra cosa del mundo. Queremos que nos dure lo máximo posible, ya que muchos piensan que no hay nada después, que luego de vivir ochenta y tantos años, todo se acaba… Y venga, a darle al cuerpo lo que sea, exceso de comida, demasiada bebida y muchas guarrerías…
Pero sorprende que la dieta mediterránea, rica en verduras y fruta, no sea tan amplia como en otros países que no tienen nuestra huerta y frutales:
Pocas verduras se zampan los españoles, vis a vis:
Mejor en fruta:
Menos culto al cuerpo y más culto al espíritu, pero que no sea al yoga… please!!! Menos vaciarse la mente, y más llenarla con cosas buenas, con mucho amor…