De nuevo, la banca europea se ha cargado la subida del pasado verano… En cuanto los inversores lo vuelven a pensar dos veces, salen corriendo de los grandes bancos europeos, salen cagaditos de miedo…
La semana pasada supimos de la multa de 14.000 millones de dólares impuesta en EEUU al Deutsche Bank alemán por las subprime (los bonos que tenían problemas, originarios del caso Lehman Brothers)… Se desplomaba más de un 8% el bango germano…
Ayer cayó otro 2.4% hasta nuevos mínimos:
Lo alucinante es que capitaliza la cifra ridícula de 16.540 millones de euros, es todo lo que vale en bolsa semejante cacho de banco…, que por supuesto, no paga dividendo y que ha tenido fuertes pérdidas en su cuenta de resultados… Ahora deberá hacer ampliaciones de capital para pagar la multa de la semana pasada… ¿Quién acudirá a las ampliaciones?
A más plazo es un fiasco total:
¿Es ahora cuando se va a hacer un bail in, o esperamos un poco? Veremos cómo le toca al Gobierno de Merkel meter dinero y no hacerle un bail in, como se legisló hace poco…
Además, sabemos de la fuerte exposición en derivados que tiene el Deutsche Bank. Esto tampoco deja tranquilo a los inversores…
La capitalización de los bancos españoles es esta:
Ahora son las grandes empresas tecnológicas las que capitalizan más en bolsa:
¿Serán los nuevos bancos en el futuro? Ni lo dudes…
Los cuatro jinetes del Apocalipsis del sector bancario
“El crédito no volverá a ser la fuente de rentabilidad que fue para el sector financiero”, ha advertido este martes Ana Rubio González, de BBVA Research, en la presentación del estudio “El cambio del modelo de negocio de la banca”, el cual ha coordinado, en un acto celebrado en la Bolsa de Madrid con eminentes figuras del ramo.
El informe ha sido elaborado a partir de una serie de debates de reputados expertos del sector miembros de las principales entidades financieras del país, de las patronales bancarias, de firmas internacionales y grandes auditoras, fundamentalmente.
En el texto se recogen la cuatro principales amenazas para la banca que han detectado sus miembros.
1.- La primera gran amenaza es la enorme regulación financiera que ha desatado la crisis, “muy perjudicial para el desarrollo del negocio bancario”, han destacado los autores.
2.- La segunda es la reducción de los tipos de interés por parte de los bancos centrales a tipos cercanos a cero o incluso negativos lo cuál ha mermado la rentabilidad del negocio bancario.
3.- La tercera amenaza son los nuevos competidores en del sector bancario, en particular en el ámbito digital, las fintech y la preocupación de que se cree una regulación para ellas más laxa que la de la banca, que pasaría a competir en peores condiciones. “Es importante que todos los operadores actúen con las mismas normas del juego”.
4.- La cuarta es la atonía que presenta la actividad bancaria en un momento en que familias y empresas siguen desapalancándose, reduciendo su endeudamiento, en “un entorno de desconfianza hacia la banca”.
Por estos motivos, Rubio comprende que el crédito dejará de ser el motor de ingresos de la banca por lo que las entidades “ya no deberán estar tan centradas en crecer y expandir balance, sino centrarse en dar servicios que consumen poco capital más en línea con lo que vienen haciendo las de EE UU”, ha dicho.
En su opinión es “un momento crucial para el sector” y el objetivo es que la banca salga de proceso siendo “más sólida, más ágil y más transparente”. “¿Quienes serán los supervivientes? Quienes se adaptan a este marco, no necesariamente las más grandes”, ha aseverado.
La regulación
En una mesa redonda posterior a la presentación, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, ha incidido en el reto que plantea la ingente legislación financiera.
“El de la regulación es un proceso que parece no tener fin, una maquinaria infernal que parece difícil de parar. Uno se pregunta si estamos al final de proceso regulatorio o seguiremos” adaptando el negocio a nuevos requerimientos, ha dicho.
Roldán también ha subrayado el reto que supone los cambios en la oferta y la demanda con los nuevos competidores tecnológicos, las fintech, pugnando por los eslabones más rentables del negocio bancario.
“Es lo que yo llamo la deconstrucción del sistema bancario, pensando en en la tortilla de Ferrán Adria. No debe ser gracioso si eres la tortilla”, ha ilustrado el responsable de la patronal bancaria.
La revolución digital
“La tecnología fuerza a la banca, como siempre lo ha hecho, a adaptarse. Y como hablamos de disrupción digital, el cambio será disruptivo”, ha expuesto por su parte José Manuel González Páramo, consejero ejecutivo de BBVA y exmiembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo.
“Aquellos que esperen tener un periodo largo para adaptarse a lo digital estarán poniendo en riesgo la sustancia del negocio”, ha advertido, subrayando que la diferencia de la industria financiera con la de la música o el cine ante la revolución digital está en la regulación.
González Páramo ve dos posibles escenarios: uno en que la banca se convierta en una mera plataforma para la operativa de nuevos comeptidores –“esto es la muerte del negocio bancario porque se pierde la relación con el cliente”, o uno alternativo en el que “muchos bancos no van a sobrevivir a estos cambios” y los que queden competirán con las fintech en su terreno de juego o las adquirirán.
En su opinión los bancos están “en un entorno más difícil para sobrevivir” y tienen el grna reto por delante de transformar su organización interna para competir con lso gigantes digitales lo que requiere “dejar de funcionar como ministerios pasar a operar como Google o Amazone”.
La voz discordante
Por su parte, el economista Fernando Fernández Méndez de Andés se ha mostrado contrario a dos de las principales conclusiones del resto de ponentes: en su opinión no hay banca sin crédito, ni la revolución digital es tal.
“No creo en el nuevo modelo e la banca. La banca es la banca. Lleva reinventándose desde que yo la conozco. El modelo disruptivo es una exageración tecnológica. El gran reto es incompatibilidad de política monetaria y regulatoria”, ha expuesto subrayando que a los bancos se está pidiendo de un lado más capital y liquidez y a la vez que se les conmina a dar más crédito para lubricar la recuperación económica.
“El reto es posicionarse en un entorno regulatorio político lesivo para los intereses de la banca”, ha remachado. “Demasiado tiempo hemos esperado que la política monetaria arregle los problemas de la economía”, ha sostenido, asumiendo que esta “ilusión hará más larga la caída”.
“Necesitamos adaptar las tecnologías, pero no demasiado rápido. No creemos al consumidor” digital, ha advertido.
El ajuste pendiente
Finalmente, el economista Santiago Carbó-Valverde ha recordado que “llevamos anunciando la muerte de los bancos desde el principio de los mismos”, defendiendo que tienen capacidad de transformarse ante los nuevos retos.
Eso sí, Carbó da por muerta la era de las grandes campañas comerciales generalizadas en las que todos los trabajadores se lanzan a vender un producto, y ve venir la era de los servicios personalizados para cada cliente en base a su situación específica y necesidades. El dilema ahí es cómo conseguir ingresos suficientes para rentabilizar el negocio en un momento de márgenes mínimos y una clientela que no espera pagar por los servicios.
En cuanto al ajuste pendiente, Carbó es de la opinión que la banca española tiene ya mucho recorrido avanzado y que otros países de entorno tienen más trabajo por delante. Sin embargo, la banca deberá seguir recortando hasta que haya un equiblirio entre la oferta y la demanda, asume.
La Unión Bancaria
Finalmente, los ponentes han coincidió en señalar que hasta que no se den fusiones paneuropeas de entidades financieras, hasta que no se creen auténticos bancos transnacionales, no se podrá hablar del éxito de la Union Bancaria.
Es más, han señalado que, si estas entidades no se crean en los próximos años, la Unión Bancaria habrá fracasado.
Abrazos,
PD1: Con los datos de TARGET2, te entra un canguelo que para qué. El Target 2 es lo que se deben los bancos entre sí. Alemania es acreedora, muy abultada, de los bancos españoles e italianos; la periferia es la gran deudora: le deben 600.000 millones de euros a la banca alemana!!!
¿No te da ningún miedo? A mí un montón… No te dejes engañar cuando te digan que a los bancos españoles los están modernizando, digitalizando, etc. Deben un mogollón a los bancos alemanes y esto no va a ser para siempre…
PD2: Y adicionalmente al problema del Deutsche Bank, Alemania se enfría:
Y Francia e Italia se congelan:
España aguanta incluso sin Gobierno, porque salió mucho más tarde de la recesión y tuvo un efecto rebote, desde los mínimos de PIB alcanzados. ¿Hasta cuándo? Ay!!!
PD3: Y cuidadito con los engaños…
La OCU advierte sobre los valores estructurados que emiten los grandes bancos
En los últimos tiempos proliferan las emisiones de contratos financieros y bonos estructurados que se están ofreciendo desde las oficinas de algunos grandes bancos como alternativa a la frustración que sienten sus clientes al recibir como oferta a la contraprestación de su ahorro en depósitos un rendimiento prácticamente nulo, o más bien del 0,2% de media al plazo de un año.
OCU lanza una advertencia para que los pequeños inversores no se hagan falsas ilusiones con estos productos en los que a pesar de que utilicen el cebo de rendimientos el 4 o del 6% anual en determinadas circunstancias, se puede terminar perdiendo dinero con los mismos en más ocasiones de las que a simple vista pudiera deducirse ya que la devolución del dinero invertido no está garantizada. Ese cupón del 4 o del 6% termina aplicándose en pocos casos, muy pocos casos según nuestras estimaciones (obtenidas al utilizar simulaciones por el método de Montecarlo), y además se aplica a una pequeña parte de la inversión, de forma que el rendimiento TAE del estructurado queda, aun en el azaroso caso de que se cumpla la condición que produzca el pago de dicho cupón y la devolución de todo el dinero, muy por debajo.
Por ello, como concluye OCU inversiones cuando analizó p.ej. los Valores de Renta Fija Estructurados Serie 60 del Santander se trata de productos que en ningún caso son aconsejables para un inversor con perfil conservador que busca depósitos y tampoco para un inversor especulador dado lo irrisorio de la recompensa.
Además, la deuda emitida por una entidad financiera, bien sea con rendimiento fijo o ligada a Bolsa no está acogida a ningún fondo de garantía, por lo que en caso de impago de la entidad el inversor no sólo queda desamparado por fondo de garantía alguno sino que “gracias” al último cambio normativo de rescate bancario los bonistas están llamado a apechugar con las pérdidas de la entidad. En definitiva, el riesgo que implican los bonos estructurados emitidos por las entidades financieras es muy superior al de los tradicionales depósitos, y en ningún caso los primeros son sustitutivos de los segundos.
PD4: Todo lo que hay que hacer es amar, es lo único importante que debemos hacer en esta vida, amar…