07 junio 2018

Whatever it takes

Llevamos 6 años desde que Draghi parara la hecatombe diciendo que haría lo que hiciera falta, “whatever it takes”… Y casi 4 años desde que el BCE se liara a comprar todos los bonos europeos que sobraran, que son casi todos… Ahora en septiembre, en principio, dejará de acumular más bonos, e iremos viendo como se tienen que volver a diluir en el mercado según vayan venciendo…

Caducidad de 'Whatever it takes'

Nos acercamos al sexto aniversario de la famosa intervención de Draghi que supuso un punto de inflexión en la crisis del euro de 2012.
"Dentro de su mandato el BCE está preparado para tomar todas las medidas necesarias para mantener el euro. Créanme, será suficiente"
Las palabras de Draghi y la aprobación del programa OMT (Outright Monetary Transactions) que abría al BCE la posibilidad de comprar en el mercado bonos de un país con problemas de financiación de forma casi ilimitada, supuso un cambio radical en la evolución de los mercados de bonos y de la prima de riesgo.
Posteriormente, el BCE inició los sucesivos programas de compras de bonos de todos los países de la Eurozona en proporción a la participación de cada uno de ellos en el BCE (clave de capital). Como se puede observar en el gráfico de la evolución de las primas de riesgo de España e Italia, estas actuaciones de la autoridad monetaria europea lograron apaciguar los temores. Las primas de riesgo de España e Italia alcanzaron los 638 y 536 puntos básicos respectivamente justo antes de la intervención de Draghi. Hace apenas un mes se situaban en 70 pb en el caso de España y 117 pb en el caso de Italia. El BCE a través del mensaje de "Whatever it takes" y su intervención en el mercado de bonos tuvo éxito neutralizando los conatos de crisis de deuda en Eurozona.
Todo indica que el programa de compra de bonos finalizará en 2018, aunque de momento el BCE seguirá reinvirtiendo la totalidad de los bonos en cartera que venzan. Al finalizar este año su programa de adquisición de bonos el BCE habrá adquirido bonos por un importe de 2,4 billones de euros. Conviene no olvidar que los niveles de tipos de interés que los diferentes tesoros de la Eurozona pagan actualmente están distorsionados a la baja por la continua intervención del BCE en el mercado de bonos. A partir del año que viene el mercado de bonos soberanos no contará con uno de los principales compradores de los últimos años: el BCE.
Las incertidumbres políticas en Italia han puesto de manifiesto que la Eurozona no está libre de futuras crisis de deuda en alguno de los países integrantes de la moneda única. El reciente aumento de la prima de riesgo italiana hasta la cercanía de 300 pb, refleja el temor de los inversores a un empeoramiento de las cuentas públicas del país trasalpino, en caso de llevarse a cabo las medidas anunciadas por los partidos que previsiblemente formarán gobierno ahora o después de unas próximas elecciones.
A pesar de ser temores y no hechos consumados, el final de la política de compras de bonos por parte del BCE y el fin del mandato de Draghi dentro de año, con altas probabilidades de ser sustituido por un alemán, ponen en duda la vigencia temporal del "whatever it takes" de Draghi. A la incertidumbre política italiana, y en menor medida la española, se añade las dudas sobre la actuación futura del BCE una vez que Draghi ya no esté al frente de la institución. De momento el mercado ha reaccionado sólo ante temores, no ante medidas reales. En cualquier caso, la incertidumbre aumenta.
Abrazos,
PD1: En España habrá que ir pagando las facturas atrasadas también…, esas facturas que como no pudieron pagar se dejaron a nuestro hijos y tal.
Por cierto, me ha encantado el equipo de Pedro Sanchez. No me lo esperaba. Qué distintos a otros equipos que hemos visto en el pasado. No hay nada como que te odien los políticos de tu propio partido para hacer lo que quieras… Creo que, a pesar de las dudas iniciales, este cambio puede ser muy bueno para España, sin ataduras, sin mediocres…
PD2: El aspecto más nocivo de la vida contemporánea es que solo se piensa a corto plazo, sin tener en cuenta la eternidad. Se piensa en la utilidad de las cosas, se cree que nos las merecemos y nos las hemos ganado nosotros mismos… Lo que más importa es el enriquecimiento personal, el triunfo en la vida, a cualquier precio, y se desprecian las cosas espirituales… ¡Qué memos somos!