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Bajadas de tipos: ni tanto, ni tan rápido
En este año 2023 que finaliza coinciden tres cambios estructurales simultáneos: cambio de modelo monetario, cambio de modelo de crecimiento y cambio geopolítico.
Cambio modelo monetario. Aunque exista unanimidad en considerar que los tipos de interés fijados por los bancos centrales han tocado techo, no se debe interpretar como una vuelta a la situación previa a julio de 2023, cuando comenzaron las subidas de tipos de interés.
No volveremos ni a tipos cero, ni a disfrutar de la barra libre de liquidez. Los bancos centrales intervendrán de forma quirúrgica inyectando liquidez sólo en caso de "crisis puntuales". Dos ejemplos de ello han sido: la crisis de los bancos regionales de EE. UU. el pasado marzo, con la aprobación de líneas extraordinarias de liquidez por parte de la Fed; y la contundente intervención del Banco de Inglaterra con la crisis de los fondos de pensiones británicos en septiembre de 2022.
Aunque existe unanimidad en considerar que los tipos de interés fijados por los bancos centrales han tocado techo, las expectativas de bajadas de tipos parecen excesivas. A través de determinados instrumentos financieros se puede saber cuántas bajadas está esperando el mercado.
- En el caso de EE. UU. el mercado espera entre 6 y 7 bajas de tipos de interés, previendo la primera para marzo. Las previsiones de la propia Fed son de sólo 3 bajadas en el próximo año.
- En el caso de la Eurozona, el mercado descuenta 5 bajadas el próximo año, teniendo lugar la primera en torno a marzo. El BCE no facilita sus previsiones del número de bajadas estimadas, pero su discurso contrasta con las previsiones del mercado.
El mercado previsiblemente esté pecando de optimismo en cuanto a la reducción de tipos de interés. A pesar de la fuerte reducción de la inflación desde los máximos, las presiones inflacionistas estructurales harán muy complicado situar la inflación en los objetivos de los bancos centrales (leer). Por lo tanto, serán muy cautelosos con las bajadas de tipos.
Hay que acostumbrarse a la nueva normalidad de tipos de interés y de menor liquidez.
Cambio del modelo de crecimiento. El modelo de crecimiento económico basado en incrementos permanentes de deuda es intrínsicamente insostenible. La deuda anticipa al momento actual demanda futura, por eso la limita. (Esto no sería así si la deuda se dedicara a inversiones que aumentaran el crecimiento futuro). El modelo de crecimiento en base a deuda se agota porque a partir de un determinado momento deja de generar crecimiento.
A partir de ahora, el crecimiento deberá provenir de un incremento de la productividad. El paso de un modelo de crecimiento al otro será gradual y llevará tiempo.
En cualquier caso, el crecimiento esperado en 2024 y 2025 será débil por la digestión de las fuertes subidas de tipos realizada en los últimos dieciocho meses y por el endurecimiento de las condiciones monetarias. Los márgenes empresariales previsiblemente se resentirán.
Cambio geopolítico. La guerra de Ucrania iniciada en febrero de 2022 marcó el inicio de un nuevo periodo de inestabilidad geopolítica. En palabras de Christine Lagarde, el mundo se ha fragmentado en dos bloques liderados por EE. UU. y China (leer). Las consecuencias económicas de una cierta desglobalización y desdolarización de parte del comercio mundial son muy relevantes y con implicaciones de largo plazo.
Las tensiones geopolíticas serán una constante a partir de ahora. De momento, la atención se centra en la guerra de Ucrania, en la guerra entre Israel y Hamás y en las tensiones entre China y Estados Unidos con Taiwán de fondo. Las elecciones en Taiwán el próximo enero podrán calmar o tensar la situación, en función del resultado pronacionalista o prochino.
Sin duda, la cita electoral de EE. UU. en noviembre es uno de los eventos de 2024 con mayor capacidad de distorsión en la economía y los mercados financieros.
Como conclusión, la economía ha entrado en un periodo de ajuste y transformación que será largo en el tiempo. Las cifras de crecimiento económico serán reducidas durante un notable periodo de tiempo. Afortunadamente, existe una innovación disruptiva permanente que producirá ganadores y perdedores. El inicio de la generalización del uso de la Inteligencia Artificial ha sido la lanza de esta innovación en 2023. El entorno K será la nueva normalidad. Algunas empresas saldrán fortalecidas de la actual situación, representando el brazo de la K, mientras otras compañías sucumbirán al nuevo entorno, representando la pata de la K.
Al menos, el cambio de política monetaria permite a los inversores más conservadores obtener rentabilidades razonables con riesgos limitados a través de la inversión en renta fija. Los tipos de interés no bajarán tanto, ni tan rápido como ya ha descontado el mercado.
Abrazos,
PD: Hoy es el día de la Esperanza. Faltan solo una semana para que nos nazca. Y ayer el día de la alegría, el “Gaudete”. Ya casi estamos… Nosotros que somos de regalos en el día de Reyes vamos tranquilos. No hemos hecho nada de compras. Además no hay tiempo con tanto lío… Los que se regalan por Papá Noel van de cráneo… Cámbialo otro año, que la noche de Reyes es mágica si hay regalos… Y la Nochebuena es mejor sin su aspecto consumista… Pues eso, seguimos esperando y alegres. Feliz día a las Macarenas y Esperanzas…