En Alemania los economistas pronostican un crecimiento promedio de aproximadamente el 1 % en 2026. Y esto está inflado artificialmente, ya que 2026 tiene un total de 2,4 días laborables más, ya que dos festivos nacionales y un festivo regional caen en fin de semana. Existe una regla general: cada día laborable adicional aumenta el PIB en aproximadamente un 0,1 %. En otras palabras, una parte significativa del crecimiento proyectado para el próximo año no proviene de fundamentos más sólidos, sino simplemente del calendario.
Alemania está perdiendo lentamente una de sus últimas grandes ventajas competitivas: su excelente solvencia. Las primas de riesgo en el sur de Europa se han reducido drásticamente: el diferencial a 10 años de España se ha reducido a 0,42 puntos porcentuales, el de Italia a 0,68 puntos porcentuales y el de Portugal a tan solo 0,28 puntos porcentuales. Todos se encuentran en sus niveles más bajos desde 2008.
Los EEUU están en otra liga:
Abrazos,
PD: Feliz Año Nuevo. Haciendo planes para la última noche del año: No olvides que la Iglesia concede una indulgencia plenaria a todo creyente que rece el Te Deum el último día del año. Esto es algo muy bueno que podemos hacer en la víspera de Año Nuevo.
A ti, oh Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos.
A ti, eterno Padre,
te venera toda la creación.
Los ángeles todos, los cielos
y todas las potestades te honran.
Los querubines y serafines
te cantan sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios de los ejércitos.
Los cielos y la tierra
están llenos de la majestad de tu gloria.
A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles,
la multitud admirable de los profetas,
el blanco ejército de los mártires.
A ti la Iglesia santa,
extendida por toda la tierra, te aclama:
Padre de inmensa majestad,
Hijo único y verdadero, digno de adoración,
Espíritu Santo, defensor.
Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.
Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre,
aceptaste la condición humana sin desdeñar el seno de la Virgen.
Tú, rotas las cadenas de la muerte,
abriste a los creyentes el Reino de los Cielos.
Tú sentado a la derecha de Dios
en la gloria del Padre.
Creemos que un día has de venir como juez.
Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos,
a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna
nos asociemos a tus santos.
Salva a tu pueblo, Señor,
y bendice tu heredad.
Sé su pastor
y ensálzalo eternamente.
Día tras día te bendecimos
y alabamos tu nombre para siempre,
por eternidad de eternidades.
Dígnate, Señor, en este día
guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Señor,
ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
En ti, Señor, confié,
no me veré defraudado para siempre.