Seguro que sí. Primero pagaremos todo con el móvil, después aparecerán empresas no bancarias que montarán bancos online, que no serán los habituales bancos, y que se quedarán con una cuota muy grande del negocio bancario… Imagínate que empresas con una gran reputación y solvencia, tipo Apple, Google, Amazon…, se lancen a competir con los bancos y saquen bancos online (¿para qué es necesario ir a una sucursal si es un engorro?). La gente, habituada a pagar con el móvil, les dará igual tener su cuenta corriente en Apple que en otro banco al uso actual. Bancos nuevos que no tendrán la lacra de la mora de los actuales, de las malas inversiones, de sus carteras de bonos públicos y privados, muchos de los cuales serán incobrables, o dentro de la crisis de deuda que vivimos, no valdrá nada…
Es una tendencia global que difícilmente se va a poder parar:
Estos son las empresas más grandes cotizadas en bolsa:
Curiosamente, pocos bancos, cuando antes eran las entidades más grandes…, las que más capitalizaban.
Google, Amazon, Facebook o Apple se harán con el 30% de los ingresos de la banca en cinco años
En cinco años al menos tres de cada cuatro interacciones de los consumidores serán online o a través de dispositivos móviles.
Banquero visionario o friki tecnológico obsesionado. El tiempo dirá en qué categoría encaja mejor el presidente de BBVA, Francisco González, que ha confiado el futuro de la entidad a su apuesta digital, como ha dejado claro al renovar la cúpula directiva sin contar con el que fuera su número dos durante la crisis, Ángel Cano.
En esta nueva era de internet, en la que los teléfonos inteligentes (smartphones) se han convertido en un apéndice corporal, nadie discute que la tecnología ha provocado cambios de calado en los comportamientos y las expectativas de los consumidores a los que han de adaptarse todas las empresas para no quedarse arrinconadas en el mercado.
Y quizá el reto que encaran los bancos sea aún mayor que el de otro tipo de sectores ahora que los gigantes tecnológicos como Google, Amazon, Facebook y Apple dan sus primeros pasos en los servicios financieros. Y pisan fuerte. La incógnita es la magnitud de la amenaza que entrañan estos competidores digitales cuya incursión en el territorio bancario pasa desde soluciones de pago a financiación de espacios publicitarios y préstamos entre particulares (crowdlending).
Nueva era
Para despejar la duda, la consultora Accenture hace predicciones: en tan solo cinco años al menos tres de cada cuatro interacciones de los consumidores serán online o a través de dispositivos móviles, por lo que los bancos deben actuar con rapidez para encontrar su espacio de prestación de servicios de valor añadido, más allá de facilitar transacciones, en el nuevo ecosistema tecnológico.
Si se quedan quietos más del 30% de sus ingresos bancarios acabarán en manos de los nuevos competidores digitales, que para 2020 se habrán adentrado en su hasta ahora negocio. Extrapolar este porcentaje al margen bruto del conjunto de los bancos del Ibex (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular, Sabadell y Bankinter) en 2014 deja una imagen muy nítida del importe que está en peligro: 25.500 millones de euros.
Pero el partido aún no está perdido. El antídoto de los bancos a la obsolescencia lleva, según Accenture, una gran dosis de procesos automatizados tanto de cara al público como de puertas adentro, así como de mejoras de eficiencia y ganancias de escala con el objetivo último de dar al cliente lo que quiere, como lo quiere y cuando lo quiere.
Alianzas estratégicas
Y puede que incluso aquello que aún no sabe que quiere, aprovechando alianzas estratégicas con proveedores de todo tipo, desde supermercados a hoteles, pasando por servicios de salud a operadoras de telefonía o firmas de moda. Una entidad inmersa en lo digital debe además ser capaz de recortar los esfuerzos de las áreas de soporte (back-office) hasta un 80% y reducir el tiempo de respuesta entre un 40% y un 50%.
Pero sus esfuerzos deben ir más allá de los recortes de costes y plazos y extenderse hasta las redes sociales como Facebook o Twitter, donde el escaso posicionamiento de los bancos deja patente el amplio espacio de mejora para revertir la mala imagen que proyectan, exacerbada tras siete años de crisis. El desapego de los consumidores hacia la banca contrasta con la simpatía que despiertan los gigantes de internet.
El banco que aproveche de lleno las posibilidades que le ofrece el mundo digital podrá aumentar sus interacciones con los clientes en un 250%. Y si es capaz de ofrecerles una experiencia satisfactoria, logrará su fidelidad, lo que se traducirá directamente en más ventas de productos financieros y más ingresos, lo que podría catapultar en un 50% su beneficio antes de impuestos, calcula la consultora.
Apple está a punto de lanzar el pago por móvil. Los bancos se tratan de defender, pero el único que parece que reacciona en serio es JP Morgan: http://www.reuters.com/article/2015/10/27/us-jpmorgan-payments-idUSKCN0SK2MF20151027?feedType=RSS&feedName=topNews&utm_source=twitter
Los bancos se apalancaron en forma desmedida en los años de bonanza, alcanzando unos niveles insostenibles. Esta fue una de las consecuencias de la quiebra de Lehman Brothers, se inició un proceso de saneamiento bancario sin precedentes, algo muy necesario. En EEUU se alcanzó un ratio de créditos sobre depósitos del 100%, pero en la UE se alcanzó unas cotas superiores, y en España llegamos, en ese frenesí a financiar todo el ladrillo que se les ponía a tiro, hasta alcanzar un ratio de créditos sobre depósitos del 160%. Ridículo, con el beneplácito del Banco de España que miraba para otro lado…
En EEUU se ha corregido esta barbaridad gracias a toda esa inyección de dinero por parte de la FED, que ha fluido hacia los depósitos bancarios también que, al margen de tipos a cero, han crecido con fuerza al ser, en teoría, el activo más seguro:
En Europa no ha sido tan profundo ya que los depósitos apenas han crecido…
El mundo se ha digitalizado. Mira la capitalización de Amazon frente a la de Wall Mart (el establecimiento de tiendas retail más grande de EEUU). Ya vale en bolsa más Amazon:
Con el avance tecnológico y cada día más el uso de dispositivos móviles, aumenta la tendencia a dejar de usar dinero físico, así como las tarjetas bancarias, entramos en una nueva etapa de las criptomonedas y nuevas formas virtuales o electrónicas de pago o intercambio (véase 5 predictions for the future of payments).
Actualmente, 286 es el número de veces que cada año que el británico medio hace una compra sin efectivo. En los Estados Unidos, el número es aún mayor, 376 y en Finlandia es un enorme 448.
Por ejemplo, M-PESA ha hecho bastantes titulares desde su introducción en 2007. Después de su lanzamiento, la tecnología de dinero móvil se convirtió en el principal método de pago en Kenia, dado que su utilización plantea riesgos menores que los métodos de pago informales, el almacenamiento de dinero en forma móvil implica un menor riesgo que la del dinero en efectivo, y el uso de M-PESA para fines de pago cuesta menos que las transferencias bancarias. A partir de 2011, el 70% de la población adulta en Kenia tenía una cuenta de M-PESA (Jack y Suri 2011, 2014) y M-PESA ha contribuido a la inclusión financiera. Hay evidencia de que el uso de dinero móvil aumenta el uso de las cuentas de ahorro formales y permite la distribución de riesgos más eficaz. En una investigación reciente, se muestra otro importante canal a través del cual el dinero móvil puede mejorar el desarrollo económico. Es decir, al permitir un acceso más fácil a grandes cantidades de crédito comercial, el dinero móvil permite a las empresas una mayor producción, con importantes repercusiones macroeconómicas.
Véase el Caso de Estudio en Kenia (incluye bibliografía): How mobile money is driving economic growth.
Aunque para algunos, les pueda parecer extraño que esto este sucediendo en África, en realidad no es de extrañar, ya que en África existen más teléfonos móviles y smartphones que servicios de agua potable por habitante, esto se debe, al alto coste de habilitar pozos y conducir el agua dentro del continente (infraestructura y las distancias), así como purificarla o potabilizarla (el agua en este continente suele encontrarse sumamente contaminada).
Las predicciones señalan que para el año 2025, el 90% de nosotros va a utilizar los smartphones. Para el 2017 se cree que ya será el 50% de la población mundial.
La tendencia del uso del smartphone no solo se limita a los países desarrollados - en Kenia el año pasado, el 67% de las ventas de teléfonos móviles eran smartphones, y se ha pronosticado que el África subsahariana tendrá más de la mitad de mil millones de usuarios de teléfonos inteligentes en 2020. El siguiente gráfico ofrece una visión general de los países que ya están en camino de convertirse en móvil por primera vez:
Además, la gente no le tiene mucha simpatía a los bancos actuales dado lo perniciosos que han sido siempre cobrando comisiones y sin remunerar por los activos allí depositados. Preferirían tener sus ahorros en entidades sanas, solventes, sin problemas de créditos, sin mora, sin el tío de la sucursal engañándote como es habitual…, sino con una oferta de productos medida y comparable, transparente, igual para todos…
Mira lo que hacen los bancos, con unos tipos a cero, se centran en pillar comisiones de donde sea:
Y según AFI, y el Banco de España, el ROE de los bancos es difícil que vuelva a subir a dos dígitos… Tanta ampliación de capital, para refinanciarse y para pagar dividendos, y lo que te rondaré morena, se come el ROE:
Además, los bancos españoles no son tan grandes. Se sigue diciendo que se deben fusionar entre ellos, cuando lo que yo creo que en toda Europa debería haber un total de unos 10 bancos grandes solamente, el resto sobraría… En todo EEUU hay 5 grandes y muchos muy pequeños…
Mira la evolución de sus activos:
Así que cuidadito con los bancos que, adicionalmente, se han metido a invertir en activos de mucho riesgo (Brasil, México, Turquía…) que les puede pesar cual losa. Abrazos,
PD1: Hay que enseñarles a los hijos el valor del dinero, lo que cuesta ganarlo. Hay que alejarles de los caprichos, grandes (esos regalos demasiado caros en navidades) y pequeños, ese dinero despilfarrado en chuches… Pero tienen que saber lo que hay también y ver, en los padres, el ejemplo de austeridad, de vivir con moderación por mucho que se tenga… Sin un buen ejemplo paterno, no se enseña nada bueno, sino todo lo malo…
¿Cuánto ganas? ¿Somos ricos? ¿Somos pobres? ¿Por qué no me puedes comprar tal o cual cosa si nos lo podemos permitir? Muchos padres estarán al corriente de este tipo de preguntas. Desde muy temprana edad los hijos se cuestionan sobre todo aquello relacionado con el dinero. Lo hacen muy a menudo. Más de lo que los mayores imaginan.
Algunos padres tienen reparos a la hora de dar una respuesta a estas preguntas. Piensan que si se habla demasiado de dinero criarán a niños avariciosos que demandarán más y más y se convertirán en personas avariciosas. Para el columnista de la sección de dinero del diario neoyorquino The New York Times, Ron Lieber, se trata de hacer todo lo contrario.
En su libro The Opposite of Spoiled: Raising Kids Who Are Grounded, Generous, and Smart About Money (Lo opuesto a malcriar. Cómo educar a los hijos para que tengan los pies en la tierra, sean generosos y listos con el dinero) Lieber explica que precisamente enseñar a los niños cómo funciona el dinero es lo mejor para no malcriarlos en este aspecto, algo parecido a lo que explicamos en el blog de VidaCaixa acerca de cómo en la televisión pública catalana se enseñaba a los más pequeños conceptos básicos de economía. La idea que subyace en las páginas del texto de Lieber es que la habitual inquietud de los padres acerca del dinero les impide educar a hijos financieramente responsables, como se explica en la reseña del libro en el propio The New York Times.
Lieber señala que, en su opinión, “generosidad, curiosidad, paciencia y perseverancia son atributos que se pueden enseñar a los hijos mediante el uso del dinero”. Considera el autor que hoy en día este tipo de lecciones cobran todavía mayor importancia debido a la mayor influencia de las redes sociales en los más pequeños.
Lieber considera, por ejemplo, que Instagram es “realmente dañino” para los más pequeños porque “ejerce una enorme presión de grupo” en ellos al mostrar estilos de vida y conductas poco edificantes (en determinados casos). Además, el columnista del Timesseñala que los más pequeños hoy se enfrentan a un futuro con mayores presiones financieras que los adultos, tales como el ahorro para su jubilación o el pago de su propio seguro de salud, con lo que este tipo de enseñanzas se hacen todavía más cruciales.
En un artículo de la revista Forbes, Lieber propone siete claves acerca de cómo utilizar el dinero para criar hijos financieramente inteligentes.
1.- Utilizar una paga como una herramienta de enseñanza
Lieber aboga por dar una asignación a los más pequeños independientemente de la realización de una tarea doméstica. También indica que, además de la paga, que deberá ser bien gestionada o se le penalizará -cambiando la contraseña del wifi de casa, por ejemplo-, puede ganar un dinero extra realizando otras tareas, como limpiar el coche al abuelo, trabajo por el que puede recibir un bonus.
2.- Dividir la asignación en tres frascos: dar, ahorrar y gastar
En forma de tarros, se trata del primer presupuesto del niño y debe aprender a gestionarlo con modestia, austeridad, prudencia y paciencia. Algunos estudios sugieren que el fomento de la paciencia durante la infancia se asocia a mejores resultados financieros en la edad adulta. Lieber también propone el pago de intereses o de “incentivos fiscales” a los pequeños que ahorren adecuadamente.
3.- Permitir que tomen sus propias decisiones de gasto
Cometerán errores, como es obvio, pero educar a un hijo para que tome decisiones adecuadas financieramente requiere que se le proporcione un cierto grado de autonomía. Una de las propuestas de Lieber es probar que el niño gestione un presupuesto de año escolar (nueve meses) y ver cómo se desenvuelve.
4.- Enseñar qué se entiende por querer y por necesitar
Cada familia deberá aplicar en este punto su hoja de ruta. Eso sí, hay que definir adecuadamente y establecer los límites de qué es cada cosa y por qué.
5.- Involucrarles en las decisiones solidarias
Cuando en una familia parte del dinero se asigne a solidaridad es conveniente que los hijos aporten su granito de arena y den su opinión al respecto.
6.- Enseñar la importancia del trabajo
No pasa nada porque un niño trabaje. Hay muchos padres preocupados por que si su hijo tiene un pequeño empleo no está estudiando y aumentado su currículum de cara a la universidad. Lieber recuerda que este tipo de trabajos cuentan con una alta correlación con mejores promedios académicos, siempre y cuando no excedan las 15 horas semanales.
7.- Mostrar gratitud
Dar las gracias, así de sencillo. Según Lieber, es un concepto que parece pasado de moda y muy de película estadounidense pero en el fondo mostrar gratitud ayuda a que los más pequeños se centren en lo que se tiene y no en lo que no se tiene.