06 septiembre 2017

los tipos no subirán hasta dentro de 2 años

Mañana habla Mario Draghi… A ver qué dice para que el euro no se siga fortaleciendo, que le duele a las industrias exportadoras alemanes. Se tiene que acabar la ficción actual de comprar y comprar bonos públicos y dejarlos aparcaditos en el BCE. En EEUU ya hicieron el alto en el camino hace muchos meses… Ahora toca el “tapering”, el vender las pociones compradas a lo bestia por los bancos centrales… ¿Quién va a ser el que recompre esa millonada? Ni idea, nadie supongo. Así que debe venir algo de dudas en el mercado de bonos y en ese mantenimiento ficticio de las primas de riesgo.
Es un problema similar al que tenemos en España con el FLA, con la financiación autonómica. Antes las Comunidades Autónomas se financiaban en el mercado de bonos, emitían bonos que la gente, los inversores, les compraban. Pero como nadie quería más bonos autonómicos, se tuvo que sustituir por “papá estado” que hiciera las veces. ¿Serán capaces las autonomías de financiarse solas alguna vez? Lo dudo. ¿Querrá alguien la millonada de bonos españoles e italianos a esta prima de riesgo ficticia? Lo dudo
El economista Carmelo Tajadura prevé que «los tipos no subirían, probablemente, hasta 2019»
Alemania lleva tiempo criticando la política monetaria expansiva y poco convencional que viene aplicando Mario Draghi. Se explica por el atávico temor germano a la inflación y por el perjuicio que la ínfima remuneración derivada de los bajos tipos supone para los ahorradores alemanes. Sin embargo, la realidad es que el BCE ha sido casi la única institución que ha funcionado bien en la UE. Ha salvado al euro de un desastre y ha posibilitado que países como España hayan podido evitar una crisis más profunda y prolongada. Y esto último hace que sea realmente incomprensible que alguno de nuestros economistas mediáticos critique, precisamente en España, esa actuación del banco central.
Pero, dicho eso, una cosa es que la política monetaria heterodoxa haya sido benéfica y otra que no puede tener una duración ilimitada, por lo que habría llegado el momento de pensar en su desmantelamiento. Porque la economía de la UE está mejor y porque, cuando los estímulos monetarios se prolongan en el tiempo, empiezan a pesar cada vez más sus efectos negativos sobre los positivos. Aparte de que el BCE se está quedando, en el caso de algún país como Alemania, sin activos que comprar salvo cambios en las condiciones del programa de adquisición.
«Si los estímulos se prolongan, empiezan a pesar más sus efectos negativos»
En los planes de Draghi estaba empezar a contentar ya a Alemania e iniciar pronto el «tapering», es decir la reducción, hasta eliminarlas, de las compras de deuda que viene practicando desde marzo de 2015. Lo que constituiría la antesala de la subida de tipos. Todo ello con cautela, sin que los mercados se asustasen, para evitar riesgos en la Eurozona. Pero la inflación y el tipo de cambio han venido a amenazar estos planes.
Recordemos que el mandato del BCE, a diferencia de la FED, se limita al control de la inflación y estamos claramente por debajo del objetivo del 2%. Además, los mercados complican mucho el margen de actuación. Después de que Draghi diera a entender en junio que reduciría las compras, hubo una fuerte apreciación del euro. Y, como se empieza a descontar que quizás la FED no vuelva a subir los tipos del dólar este año como estaba previsto, mayor fortaleza para el euro. Ha llegado a superar los 1,20 dólares, cuando algunos pronosticaban la paridad, su nivel máximo desde antes de empezar las compras de deuda, como si éstas nunca hubieran tenido lugar. Un euro tan fuerte supone por sí mismo un factor adicional en contra de la inflación, al abaratar las importaciones, y aleja aún más a Draghi de cumplir el objetivo de su mandato. Así que el BCE se encuentra con presiones contrapuestas. Entre el Escila de Alemania y el Caribdis de la inflación y el tipo de cambio. Con dudas sobre si es oportuno empezar ahora a reducir la intensidad del programa de expansión monetaria.
Sin embargo, mi opinión es que el BCE no puede ser rehén de los mercados y aceptar pasivamente la continuación de las compras de deuda. Con una UE creciendo al 2%, y con inflación baja pero sin deflación, Draghi tiene que reducir el estímulo monetario aunque ello, al menos inicialmente, suponga una mayor apreciación del euro. Eso sí, debe hacerlo con suavidad. Lo comprobaremos el próximo jueves o en la reunión de octubre.
«El BCE no puede ser rehén de los mercados y aceptar pasivamente la continuación de las compras»
En mi opinión, es probable que el «tapering» empiece dentro de cuatro meses, reduciendo progresivamente las compras de deuda desde los 60.000 millones mensuales actuales a cero a lo largo de 2018. Pero los tipos no subirían, probablemente, hasta 2019 aunque, previamente, los de depósito podrían moderar su nivel negativo actual. Así que algunos bancos, que necesitan desesperadamente subidas prontas de tipos para mejorar márgenes, tendrán que esperar. Para más tarde quedaría que el BCE empezara a deshacerse de los más de dos billones de deuda adquiridos, lo que haría poco a poco. Su homólogo norteamericano va a iniciar esta desinversión en breve, pero es que la FED ha ido años por delante del BCE a lo largo de toda la crisis.
En definitiva, a pesar de la inflación y el tipo de cambio, el principio del fin de la laxitud monetaria en Europa debería estar próximo, pero será lento. Y completar todo el proceso llevará todavía varios años.
Abrazos,
PD1: ¿Estaremos viviendo una burbuja generada por los bancos centrales? Casi seguro:
Y en Europa los datos son muy similares. Lejos de mejorar, la raíz de la crisis de 2008 fue el excesivo endeudamiento que alcanzaron las economías:
Hoy, a fecha de final de agosto, seguimos igual o peor…
PD2: En Alemania la rentabilidad real (el rendimiento de los bonos menos la inflación) sigue siendo muy negativa:
Pobres ahorradores. Los rendimientos de los bonos siguen muy negativos en todos los países…:
Y la evolución de los bonos a 10 años es errática, sube y baje sin una tendencia que la defina… Siguen los bancos centrales moviendo el mercado a su antojo:
Mientras que el euro se mueve recientemente en sentido inverso de toda lógica. Los mercados nunca tienen lógica. Son impulsos. Esa fortaleza reciente no hay quien la entienda por fundamentales y se ajusta a un principio muy simple del mercado: si una cosa no sube, baja. Y viceversa…
PD3: ¿Cuál es la finalidad de mi vida? ¿Por qué existo y por qué existen los otros?
Dios no está guardado en la iglesia, sino que es un Dios vivo que actúa, que hace muchas cosas, casi siempre sin enterarnos. No estamos aquí para ir acumulando poder, para ser más acaudalados, no estamos aquí para ganar dinero, o, solo, para disfrutar de la vida. No estamos aquí en la Tierra por azar, por casualidad. No hemos surgido de repente, no. Hemos sido hechos. Dios es creador y tiene una intencionalidad al crearnos. Ha tenido voluntad, inteligencia e intención al crearnos.
¿Por qué nos crea? No es un entretenimiento del todopoderoso Dios que se aburría. No nos creó para pasar un rato… La intención de Dios al crearnos es que era bueno. Y nos hizo a imagen y semejanza suyos. Creó el Universo para poner allí al hombre. Fuimos creados de materia e insuflados de su aliento, nos dio la Vida.
¿Para qué? Sabemos como somos, somos criaturas divinas. La razón es que Dios es amor y quiere que nosotros participemos de ese amor: que sus criaturas sepan amar y puedan amar.
No era necesaria la creación, no mejoraba a Dios. El hombre no era necesario para Dios. Pero nos hizo y nos hizo eternos, para bien o para mal. Seremos para siempre.