12 septiembre 2017

¡qué poco se ahorra para complementar la pensión!

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Ya sabemos que nos tenemos que complementar la pensión cuando nos jubilemos. Lo sabe todo quisqui… Pero qué poco se hace todavía.

Los españoles ahorran el 7% de sus ingresos para la jubilación

El 62% está preocupado por llegar a fin de mes durante el retiro, según una encuesta de BlackRock.
La mayoría de los españoles reconoce estar preocupada por llegar a fin de mes y ser una carga para la familia durante su jubilación, pero solo un 47% de ellos ha comenzado a ahorrar para su retiro, según el estudio BlackRock Investor Pulse Survey, que la gestora BlackRock realiza en 18 países del mundo y que por tercera vez incluye a España. Este porcentaje está lejos del 67% de Alemania y en línea con el 45% de Francia, que se encuentra a la cola del ahorro para la jubilación.
Según la encuesta, los españoles ahorran una media del 7% de sus ingresos mensuales para la jubilación, porcentaje similar a Suecia y Francia, pero por debajo de cualquier otro mercado del mundo.
Para generar ingresos durante su retiro, la primera opción de los españoles es tener dinero en el banco y aprovechar los intereses generados (28%), seguido por la inversión en inmuebles y generar ingresos por alquiler (24%). De hecho, los españoles mantienen un 65% de sus activos en liquidez y tan solo el 12% contempla invertir parte de ese efectivo. En el actual entorno de tipos de interés, para Aitor Jauregui, responsable de desarrollo de negocio de BlackRock Iberia, es evidente que "hay que trabajar entre las gestoras y los asesores para explicar mejor las soluciones que se ponen delante del cliente. Los ahorradores equiparan planificar la jubilación con un plan de pensiones. Sin embargo, la industria debería hablar de soluciones concretas para lograr los objetivos deseados, más que de productos".

Desconfianza

La encuesta muestra que el optimismo de los españoles sobre el futuro financiero ha aumentado (se sitúa en el 44%, cinco puntos más que en la encuesta de 2015), pero la confianza en la toma de decisiones financieras ha caído 11 puntos, hasta el 38%. Entre las razones de esta merma de la confianza, los encuestados aluden al estado de la economía española, el alto coste de la vida y, en menor medida, la seguridad laboral. Con todo, la prioridad financiera es ahorrar dinero (para un 54%). "Los españoles hablan de ahorrar, no de invertir. El reto es aumentar la educación y la formación para convertir a los ahorradores en inversores mediante la planificación financiera", explica Jauregui.
La confianza en la toma de decisiones aumenta (al 58%) entre los inversores que cuentan con los servicios de un asesor profesional. El nivel de uso de asesoramiento por parte de los españoles se sitúa en el 27%, ligeramente superior al resto de los países encuestados de la zona de Europa, Oriente Medio y África (20%). La mitad de los que cuentan con un asesor reconoce estar 'muy satisfecho'.
En lo que son líderes los españoles es en el seguimiento de las inversiones por internet. El 72% las monitoriza online, principalmente por la sensación de control de sus finanzas, aunque luego solo un 10% reconoce haber tomado decisiones de este control.
Abrazos,
PD1: Es imprescindible ahorrar…

Sistema de pensiones y futuro: por qué ahorrar para la jubilación es imprescindible

Este mes el Círculo de Empresarios ha presentado un informe que recomiendo leer a todos lectores, titulado “Un sistema de pensiones sostenible que asegure la cohesión y el equilibrio intergeneracional”. Es un trabajo no muy extenso, (16 páginas), escrito de manera comprensible, bien razonado y documentado. Un lector interesado en el tema puede hacerse una idea bastante completa del estado de situación de nuestro sistema de pensiones, sus perspectivas futuras y posibles soluciones. Un sistema cuya sostenibilidad, como se apunta en el texto, se halla condicionada por:
+El patrón demográfico,
+El mercado de trabajo
+La estructura productiva de nuestro país.
En efecto, con la vista puesta en el sistema de pensiones, nuestras proyecciones demográficas no son nada halagüeñas. A una elevada esperanza de vida se le suma una muy baja tasa de natalidad. Esto determina un envejecimiento acelerado en el futuro.
En 2030, España será el cuarto país del mundo con mayor edad media: 50,1 años frente a 33,1 a nivel global. El 25,6% de la población española superará los 65 años. En el camino, además:
+Perderemos población.
+Aumentará la tasa de dependencia.
+Y el gasto en pensiones puede hacer inviable al actual sistema, de no adoptarse sustanciales reformas.
Piensen ustedes en este dato a la hora de intentar comprender cómo afectará al sistema de pensiones. En 30 años puede que acabe habiendo más jubilados que trabajadores.
Lo que está en nuestras manos y lo que no.

SISTEMA DE PENSIONES: EL MODELO DE SUECIA

No es objeto de este artículo analizar el contenido del citado informe. Sin embargo, les recomiendo revisar las muy sensatas propuestas de reforma para sistema de pensiones en España. En cuanto a la necesidad de ahorrar, coincido en la validez de plantear una transformación de nuestro actual sistema de reparto en uno mixto. Un planteamiento similar a lo que hizo Suecia hace ya muchos años. Este modelo se basaría en tres pilares o soportes:
+Un primer sistema público, de reparto y con cuentas nominativas, complementado con las pensiones no contributivas. Su objeto sería garantizar unas pensiones básicas de subsistencia.
+Un segundo sistema obligatorio de capitalización. Contribuirían empleadores y trabajadores, con el objetivo de acercar la pensión al nivel de vida disfrutado durante nuestro período de actividad.
+Un tercer sistema adicional de aportaciones voluntarias a planes y fondos de pensiones, que debería impulsarse mediante un mejor tratamiento fiscal que el actual. Este tercer pilar permitiría generar un complemento a nuestras pensiones mediante el ahorro.
Está claro: como individuos, no tenemos capacidad para acometer estos cambios estructurales del sistema de pensiones español en solitario. No obstante, como ciudadanos sí está en nuestras manos exigir a nuestros gobernantes, sin más dilación, un compromiso y voluntad de reforma mucho mayores. Lo que no se puede lograr sin grandes acuerdos nacionales. Y, por supuesto, en el ámbito estrictamente privado, no podemos hurtar nuestra responsabilidad personal a la hora de prepararnos para tiempos más duros. Elemento básico que suele olvidarse demasiado a menudo y que, muy atinadamente, también se menciona en el informe:
“El sistema ha de aspirar a un equilibrio entre ambos conceptos: libertad, para que cada persona tome las decisiones que afectarán a su futuro a través de su capacidad actual de ahorro, y justicia, atendiendo a aquellas en las que esa capacidad es muy limitada o inexistente.”

AHORRAR EN LA MEDIDA EN QUE PODAMOS, PERO AHORRAR

La reciente edición de la Encuesta Financiera de las Familias ofrece datos muy interesantes sobre la capacidad de ahorro de los españoles, con datos de 2014. Aunque un 98,4% de las familias poseen algún tipo de activo, real o financiero, la mayoría (un 80,4%) se decanta por la propiedad de una vivienda.
Como ya se explicaba en mi anterior artículo, los ciudadanos españoles dedican buena parte de todo el ahorro que son capaces de generar durante su vida laboral a la compra de una casa, razón por la que no pueden contratar otros activos financieros. Ello se refleja, entre otras cosas, en el reducido peso que poseen los fondos de pensión privados en España, un 14,3% del PIB frente al 50% de media en la OCDE:
Aparte de nuestra tradicional preferencia por la vivienda, hay otras razones para esta escasísima aportación a los fondos de pensiones privados:
+su deficiente tratamiento fiscal,
+una gestión muy mejorable de los productos disponibles en el mercado, tanto en rendimiento como en información
+y, sobre todo, nuestras endémicas carencias en educación financiera, agravadas por una paupérrima labor divulgativa sobre la realidad del actual sistema de pensiones.
Se nos ha hecho creer que todo nos vendrá resuelto desde arriba, que “todo está garantizado” sin sacrificios personales, y ello nos ha convertido en ciudadanos demasiado pasivos y acomodaticios, poco implicados en nuestro propio futuro económico.
Son muchos los artículos que este blog le hemos dedicado al ahorro y la gestión sensata de nuestras finanzas personales. Les animo a revisarlos, especialmente a los más jóvenes, en cuyos bolsillos recaerá mayormente el impacto de las tendencias demográficas apuntadas al principio de esta entrada. Hay que ponerse manos a la obra, empezando por lo pequeño, para ir creciendo y asentando los cimientos de nuestro provenir. En el próximo artículo trataremos de presentar un sencillo enfoque estratégico que nos ayudará a articular mejor nuestros esfuerzos.
Hasta entonces, recuerden la cita: “La vida pasa. Actúa en consecuencia. Estás avisado”.
PD2: No debe asustarnos el juicio final. El que juzga será el Señor, el que hemos recibido tantas veces en la Eucaristía. Nos conoce y es nuestro amigo. Nos hemos pasado toda la vida haciendo cosas como quería, y nos va a juzgar de lo que hemos hecho. Hay que querer mucho a la gente, saber perder el tiempo con ellos. No es solo lo material, sino en los afectos y cariños que hemos dado, en lo que hemos servido.
Por eso no podemos despistarnos. No seamos como los estudiantes que saben las preguntas del examen y no son capaces ni de estudiárselas. Como decía San Juan de la Cruz: “Al atardecer de la vida se te examinará del amor”. Y vamos a tener el premio del cielo: disfrutar del Señor para siempre.