26 abril 2021

China se ha especializado y tiene muchas ganas de hacer las cosas bien

Hace unas décadas todo eran chapuzas. Copiaba todo lo que hacían los occidentales. Ahora no, es el único país del mundo que tiene ganas, y que no le falta nada de imaginación.

Muy interesante artículo sobre varias obras arquitectónicas que acaba de culminar:

Cinco edificios espectaculares que muestran que China ya vive en el futuro

LA INCREÍBLE ARQUITECTURA DE CHINA

La arquitectura China está haciendo que sus grandes ciudades se conviertan en verdaderas metrópolis situadas entre el optimismo futurista y el urbanismo 'ciberpunk'

China está imparable. Aunque sigue copiando a occidente y robando su tecnología a escala industrial mientras gobierna con puño de hierro y mete a pueblos enteros en campos de concentración, el país también está innovando a marchas forzadas y tomando decisiones que ya nos gustaría ver en Carpetovetonia y Europa.

Su adopción total de vehículos eléctricos y su ambicioso plan de recorte de emisiones de CO₂ –motivado tanto porque creen que el cambio climático es una amenaza grave para la economía mundial y la atmósfera irrespirable de sus ciudades– es más que envidiable. Su innovación tecnológica va camino de adelantar por la izquierda a Estados Unidos. Y su programa espacial compite de tú a tú con los americanos y rusos, tanto como su poderío militar y sus ansias imperialistas.

En China, el futuro está en todas partes, para lo bueno y para lo malo. Sus metrópolis son lo más cercano a Star Trek y Blade Runner que podemos encontrar en el planeta, reflejando lo peor de la distopía ciberpunk –como el control total de la población utilizando inteligencia artificial, marcadores biométricos y cámaras por todas partes– y lo mejor del futurismo más optimista, como la increíble arquitectura que se está extendiendo por sus ciudades.

En una década han pasado del horterismo más absoluto y sus cutres ciudades fantasmas a escenarios de ciencia ficción con una belleza y escala impresionantes que no solo están diseñados por arquitectos occidentales –que pueden jugar allí de una manera que es muy difícil en otros países– sino también por firmas autóctonas que ya tienen fama internacional.

Aquí tenéis cinco de los ejemplos más recientes que son solo una pequeñísima muestra de las maravillas que están construyendo en este país.

Abrazos,

PD1: Sabes que somos muy aficionados a la vela en casa. Ayer una hija mía de 16 años se examinó del PER, y lo aprobó… ¡Bravo por ella! Es un examen complejo. Yo lo pasé hace 14 años cuando tenía 43 y me costó 60 horas metérmelo en el cuerpo: dos meses dos horas diarias. Ella se lo ha sacado, por el morro, estudiando solo un mes, cuando buenamente iba pudiendo, alternando con sus tareas y estudios del colegio, del que sigue sacando buenas notas…

Es bonito pensar que las generaciones que nos siguen son más listas que las que se van. ¡Cuantas veces vemos con preocupación la situación de la juventud, cuando son magníficos y tienen una ganas enormes de hacer bien las cosas! Así que desde hoy, dejo de criticar a todos esos jóvenes y les doy todo mi apoyo. Es un error pensar que los que nos siguen no van a conseguir nada… Cuando demos un paso al lado, cuando mi generación, los nacidos en los 60, dejemos paso a los menores, nos vamos a sorprender de lo bien que harán sus trabajos. Me temo que lo hemos tenido más fácil que ellos. Y nuestros hijos, sabiendo de la dificultad que les ha perseguido siempre (han vivido casi siempre con la crisis), serán mucho mejores, más preparados, y con muchas más ganas, que nosotros.

Todo tiempo pasado fue peor que lo que nos deparan los tiempos nuevos. El futuro es de ellos, de nuestros hijos. Ánimo y a por ello!!!