Y llevará mucho tiempo ponerla en
práctica…
La Ley de Vivienda requiere una inversión superior a los
150.000 millones de euros
El
objetivo de vivienda pública para 2043 aboca a una inversión de 7.500 millones
anuales, según cálculos del sector promotor. El presupuesto del Gobierno en
2023 para vivienda ronda los 3.500 millones
Con
la aprobación definitiva en el Senado,
la Ley de Vivienda es ya una realidad, pero no así
los objetivos que persigue. En especial, el más consistente: extender a todas
las administraciones el compromiso de incrementar la cuota de la vivienda pública
hasta un 20% de los hogares en las "zonas tensionadas" en 2043.
Las preguntas del millón son cuánto y cómo se pagará la cifra fijada por la ley
que han impulsado el PSOE, Unidas Podemos, EH Bildu y ERC.
La cantidad de nuevos pisos que se precisarían rebasa el
umbral de los 600.000 en el Estado incluso en las
proyecciones más escuetas en el sector, un mínimo en torno a los 30.000 al año
durante dos décadas. Y es que, para alcanzar una cuota del 20% de vivienda
pública en toda España como en los líderes europeos, el volumen necesario sería
de unas dos millones de viviendas -por las 290.000
actuales que suponen una ínfima cuota del 3%, lejos también del 9% de media
europea-.
En la ecuación anterior cabría
contemplar una cuota de vivienda protegida de naturaleza privada para compensar
la presión al alza en los precios del resto del mercado y atenuar el costo
público. Un flamante informe de la Asociación de Promotores
Inmobiliarios de Madrid (Asprima) concluye que,
en el contexto actual, hacen falta unas 75.000 viviendas asequibles nuevas al
año -por las menos de 10.000 actuales-. Se precisan así un millón y medio de
unidades residenciales a precios accesibles en 20 años para aplacar la creciente brecha entre los salarios/ahorros
y el precio de la vivienda, multiplicada por cinco en lo que va de siglo.
El presidente Pedro
Sánchez, tras cinco años de Gobierno, se ha comprometido a
poner en el mercado unas 184.000 viviendas a través
de suelos públicos, Defensa, Sareb y colaboración público-privada antes de
2027: la gran mayoría son en verdad unidades prometidas para la
Legislatura que acaba este año.
Entre 120.000 y 250.000 euros por vivienda
Ejecutivos del sector promotor
consultados por Vozpópuli apuntan que el costo
de construir las viviendas rondaría los 250.000 euros por
cada piso si se suman la edificación en sí con la urbanización. Una
estimación que bajo el escenario más conservador antes descrito para el
objetivo en 2043 aboca a una inversión superior a los 150.000 millones de euros,
esto es, de 7.500 millones anuales. El
presupuesto del Gobierno en 2023 para Vivienda con los Fondos Europeos de la
Reconstrucción incluidos -promoción, rehabilitación y ayudas- ronda los 3.500
millones.
Según destacan desde Asprima, la
iniciativa privada ha construido 32.572 viviendas protegidas entre 2018 y 2022,
el 83% del total. En el mismo tiempo, el sector público ha contribuido con
apenas 7.060 unidades. En la misma línea, apuntan que los
promotores privados han impulsado más del 85% de las 3.272.333 viviendas
asequibles construidas entre 1976 y 2022.
"Respecto a la rentabilidad
que se pide para una inversión de bajo riesgo hay referencias como lo que pagan
hoy en días los bonos soberanos a 10 años de España, Alemania o EEUU, que no
tienen riesgo prácticamente"
"Hay que subrayar que estos
más de tres millones de viviendas, no es que hayan dejado de ser vivienda
pública (a pesar de lo escuchado en distintos foros), sino que realmente, nunca
han sido propiedad de la Administración", enuncia un informe presentado
este miércoles por la presidenta de Asprima, Carolina
Roca. "Contamos con un muy escaso parque de vivienda
social pública, pero sin embargo, hay que poner en valor que somos el país
europeo que más vivienda a precio asequible ha construido en los últimos 50
años".
Los promotores inciden así en la
posible contribución del sector privado a la construcción de vivienda asequible
orientada "a los ciudadanos que no pueden acceder a una
vivienda libre pero no se encuentran en riesgo de exclusión social para acceder
a una vivienda pública-social".
Un mínimo de rentabilidad
"Las
compañías promotoras en España no tienen capacidad para asumir la deuda de
100.000 viviendas cada cinco años aunque las condiciones
de financiación fuesen muy buenas. Por tanto hace falta o bien tener a los
inversores para que aporten el capital, o si el Estado va a ser el titular de
esas viviendas, que se dote de los fondos necesarios para su
construcción", señala igualmente uno de los principales ejecutivos del
inmobiliario patrio.
"Respecto a la rentabilidad
que se pide para una inversión de bajo riesgo -en vivienda asequible- hay
referencias como lo que pagan hoy en días los bonos soberanos a 10 años de
España, Alemania o EEUU, que no tienen riesgo prácticamente", añade. La
renta del bono español se sitúa hoy en el 3,4%, ya a la par de la descendente rentabilidad
de un alquiler de vivienda promedio al cierre del primer trimestre, según datos del Banco de España. Por lo
pronto, el PSOE ha abierto la puerta a recuperar la referencia de
la inflación para las actualizaciones de los contratos de arrendamiento si
bien permanecerán topadas, al menos, hasta 2025.
Otras peticiones de los promotores
Entre promotores, constructores e
inversores ven con buenos ojos medidas como los avales públicos
anunciados por Sánchez de hasta el 25% para la adquisición de nuevas viviendas o
algunos de los incentivos fiscales para la reducción del precio de alquileres
pero inciden, por ejemplo, en que "más de un 25% del precio de venta son
impuestos, tasas...", según datos de Asprima. Así, reclaman ampliar el
programa de bonificaciones y deducciones de la nueva ley de vivienda a los
grandes inversores que apuesten por vivienda nueva de alquiler, entre otras
reducciones fiscales para los posibles compradores (AJD, IBI, ICIO, etc.).
"No se puede tardar los mismos
meses en tramitar las licencias que en construir una promoción de 100
viviendas", añaden desde Asprima. Reclaman así otras medidas, como la
generalización de la declaración responsable para la calificación definitiva de
las obras, la puesta en carga de todo el suelo vacante posible para la
promoción de vivienda protegida aunque conlleve cambios de uso y no solo para
vivienda pública, el fomento a programas de colaboración
público privada bajo fórmulas de concesiones y derechos de superficie como ha
empezado a instrumentar la Comunidad de Madrid o el Ayuntamiento de Barcelona,
entre otras líneas de actuación.
Abrazos,
PD: ¡Qué importante es la
educación que reciben los chicos en los colegios! Ha cambiado mucho desde que
nosotros estudiáramos. Es vital que sirva para formar a las personas en la
ciencia, en humanidades, pero también en valores. La sociedad ha cambiado mucho
y quizás sea por eso los cambios educativos, cada día más politizados… Todo
debe basarse en el esfuerzo y el mérito. Sin esfuerzo no se preparan los
jóvenes para la vida adulta. De otra forma se llega a la madurez sin ganas de
esforzarse tampoco… Y lo que hay que conseguir con la educación es formar en el
esfuerzo a los chicos, y darles unos valores cristianos que les marquen en la
vida…, que luego quedan para siempre.
Mira este ejemplo muy tontuno:
Y esto es lo que sacan de notas:
Ahora somos más listos, ¿o se lo ponen más fácil?