05 junio 2023

todo es relativo

La bajada de la inflación también. Ya te hable del efecto base que jugaba a favor. Pero a su vez, que pase del 10% al 5% es muy fácil. Ahora lo difícil es que se acerque al 2%, la subyacente por supuesto…

Relativizando la mejora de la inflación

La mejora de la inflación en Europa y en EE. UU. reflejada en los últimos datos conocidos, en comparación con los máximos de hace menos de un año, es suficiente para que ya abunden las voces que auguran una pronta bajada de los tipos de interés. Existen numerosos factores para considerar que dichas bajadas de tipos no van a tener lugar durante bastante tiempo.


Conviene recordar que la inflación es un índice que recoge la evolución de los precios de los bienes y servicios de consumo de una economía, medida como porcentaje. Por lo tanto, una bajada de la inflación, como la vista en los últimos meses, no supone una bajada de los precios, sino una subida de los precios a menor ritmo.

Son numerosos los factores que impedirán que la inflación vuelva de forma estable al nivel de 2% fijado como nivel objetivo por la Fed y el BCE. La mayoría de estos factores son estructurales, y no meramente coyunturales.

Incremento del riesgo geopolítico. La seguridad en la producción y en la cadena de suministros se ha convertido en el objetivo principal de las empresas y de los países. Conseguir la producción o los suministros al mejor precio ha pasado a ser un objetivo secundario, condicionado por la seguridad en la producción y en los suministros. Los riesgos geopolíticos son inflacionarios, con riesgos de disrupciones tanto en la oferta como en la demanda. Adicionalmente se corre el riesgo de incrementos de precios de determinadas materias primas.

Desglobalización. Como consecuencia del mayor riesgo geopolítico se está produciendo un creciente efecto de regionalización o desglobalización parcial. Tal y como comentó recientemente Lagarde, la fragmentación de la economía en varios bloques es un hecho. Como consecuencia, cada bloque ya ha comenzado a intentar atraer la producción de bienes y de las cadenas de suministros hacia "áreas amigables" (friendly onshoring). De acuerdo con una encuesta de McKinsey, el porcentaje de las grandes empresas que están "regionalizando" sus cadenas de suministros crece significativamente, alcanzando en abril de 2022 a casi la mitad de las grandes empresas. Otro factor inflacionista a considerar.


Fuente:  McKinsey & Company

Aumento del proteccionismo. Estados Unidos ha aprobado la Ley de Reducción de la Inflación (Inflation Reduction Act) y otras leyes como Chip Act, encaminadas a subvencionar la repatriación de producciones a los EE. UU. y el desarrollo de energías renovables. Son medidas proteccionistas que implican ayudas de Estado. Europa intenta contrarrestar estas leyes estadounidenses con sus propias medidas proteccionistas, aunque como suele ocurrir va por detrás de los americanos.

Costes ESG (ASG - Ambientales, Sociales y de buen Gobierno). Las empresas de determinado tamaño deben cumplir crecientes requisitos ESG que van más allá del mero cumplimiento de la ley. Muchas de estas medidas, de dudosa efectividad real, suponen costes crecientes sin que repercutan en una mejora de la productividad o de la rentabilidad de la empresa. El mensaje transmitido es que la rentabilidad financiera ya no es la prioridad de la empresa. Este aspecto está siendo de gran controversia en Estados Unidos. Algunos estados incluso han prohibido a las gestoras de sus fondos de pensiones utilizar criterios ESG en la gestión de dichos patrimonios. (A comentar en un próximo artículo).

Impuestos Verdes. Con la excusa de lograr una economía más sostenible se van introduciendo distintos impuestos como el Impuesto al Plástico, Impuesto al CO2, que permiten a los estados aumentar su recaudación, pero que implican un aumento de coste de los productos.

Transición energéticaEuropa, a pesar de ser responsable de apenas el 7% de las emisiones de CO2, es el área que está tomando medidas más drásticas en materia de transición energética. Se están fomentando de forma intensiva las inversiones en energías renovables. Estas energías son intermitentes: no está garantizada la disponibilidad de la energía 24 horas al día, 365 días al año. Como consecuencia, si los distintos países quieren tener seguridad energética deben duplicar la capacidad con energías no renovables, pero disponibles en todo momento.

Medidas como la prohibición de la venta de automóviles con motor de combustión en la UE a partir de 2035, sin que exista la infraestructura que soporte dicha eventualidad, añade incertidumbre y costes adicionales. A día de hoy, los vehículos eléctricos son sensiblemente más caros que los vehículos de motor de combustión.

Alemania planea prohibir las calderas de gas utilizadas para calentar los hogares. De aprobarse finalmente, se estima que el coste anual hasta 2028 será de 9.000 millones de euros.

La UE está desarrollando una propuesta para prohibir numerosos ingredientes químicos (PFAS - per and polyfluoroalkyl substances) que son absolutamente necesarios para el desarrollo de teléfonos inteligentes, aviones, coches eléctricos y especialmente microchips. Se establece un periodo transitorio de trece años para la industria de los semiconductores. A día de hoy, las posibles alternativas son muy caras y poco disponibles. Se requerirán miles de millones de euros de inversión para poder conseguir una alternativa a tiempo.

Aranceles. Lo último en Europa ha sido introducir aranceles en frontera a la importación de productos que en origen no hayan pagado sus correspondientes impuestos de CO2. Más allá de la dificultad del cálculo justo de dicho arancel, supone un encarecimiento de los productos.

Al margen de los últimos descensos de la inflación de las economías europeas y estadounidenses, las fuerzas inflacionistas de fondo hacen pensar que la inflación difícilmente volverá en un futuro cercano y de forma estable al nivel objetivo del 2%. Antes los bancos centrales subirán su nivel objetivo de inflación al 3%-3,5%, a pesar de que actualmente se niegue tal posibilidad. Como conclusión, es demasiado prematuro esperar bajadas de tipos por parte de los bancos centrales.

Abrazos,

PD: Dar gracias a Dios por todo lo que nos da, no solo por la pasta (el pan nuestro de cada día), sino por la familia y amigos…