Esto es lo que pasó en los
últimos años que generaron semejante inflación. Ahora, que se ha empezado a
corregir la misma, habrá que ir deshaciendo las política monetarias que nos
llevaron hasta donde estamos…
Mucho más que tipos de interés
Esta
semana toda la atención se centra en las decisiones de la Fed y del BCE
sobre los tipos de interés. Tras los últimos datos de inflación,
tanto en Europa como en Estados Unidos, son numerosas las voces que consideran
que los problemas de inflación ya son cosa del pasado y, por tanto, la bajada
de los tipos de interés está cercana.
Diversos factores (leer "Factores Inflacionistas") como la crisis energética no resuelta, la desglobalización, los costes de la transición energética, los costes de las políticas ESG en las empresas, las medidas proteccionistas, los nuevos impuestos, o los nuevos aranceles, llevan a pensar que la inflación es más estructural de lo que descuentan los mercados financieros. Como consecuencia, los tipos de interés fijados por los bancos centrales difícilmente bajarán de forma significativa en el horizonte cercano.
Aun
así, después de más de diez años de medidas de política monetaria de
los bancos centrales totalmente heterodoxas e impensables antes de su adopción, la
actuación de los bancos centrales va mucho más allá de la decisión de subir o
bajar los tipos de interés.
La
transcendencia de las decisiones de los bancos centrales estriba en que
el modelo de crecimiento económico de los últimos
lustros ha estado basado en tipos de interés
artificialmente bajos y en liquidez abundante, suministrada
directa o indirectamente por los bancos centrales.
Las
medidas que ha ido adoptando el BCE en la última década han ido aumentando,
tanto en complejidad técnica como en complejidad política, para llevarlas a
cabo.
El
BCE bajó el tipo de interés de depósito (porcentaje al
que remunera la liquidez de los bancos depositada en el BCE) hasta el 0% en
2012. A partir de 2014 el BCE decidió que los tipos
de interés podían ser negativos,
cobrando desde entonces a la banca por depositar liquidez en sus cuentas del
BCE. Hasta aquí su actuación directa sobre los tipos de interés.
Simultáneamente,
el BCE creó instrumentos que inundaron de liquidez el sistema financiero.
Primero a través de los LTROs (Long Term Refining Operations), préstamos
a largo plazo a un tipo de interés ínfimo, que permitían a
los bancos comprar bonos soberanos con mayor tipo de interés al coste del
préstamo. Por un lado, se lograba que los Estados pudieran colocar sus bonos sin problemas y,
por otro lado, se reforzaban los recursos propios de la banca con beneficios
garantizados en la operación (salvo quiebra de los
Estados). Posteriormente, la "barra libre de liquidez" se sofisticó con
los TLTROs (Targeted Longer-Term Refining Operations): su destino
debía ser el préstamo a empresas de economía real y el tipo de interés aplicado
llegó a ser negativo. En otras palabras, la banca cobraba intereses por
solicitar préstamos TLTRO.
El siguiente paso del BCE fue la compra directa de bonos soberanos de los países de la Eurozona (Expansión Cuantitativa - QE). Inicialmente el BCE no compró bonos soberanos porque se consideraba que era financiación directa a los Estados, algo prohibido. Se encontró la solución (excusa) técnica para soslayar dicho impedimento. Dando un paso más en las medidas anteriormente impensables, el BCE comenzó a comprar bonos corporativos (de empresas). Sólo le ha faltado adquirir renta variable como han hecho el Banco de Japón o el Banco Nacional de Suiza.
El culmen de medidas "heterodoxas" de
un banco central es el llamado "helicóptero monetario": imprimir
dinero y, figuradamente, tirarlo a la población desde un
helicóptero. Esta medida no se ha aplicado en Europa, pero sí
en EE. UU. con las medidas de alivio contra el Covid.
Tiene
importancia conocer todas estas medidas adoptadas por los bancos centrales porque
han sido durante años un apoyo al crecimiento de la economía y la
financiación de familias, empresas y estados. A partir de ahora la economía se
verá obligada a crecer sin un aumento permanente de la deuda y sin estímulos
artificiales de la demanda. La innovación y la
productividad necesariamente tendrán que ser el motor
del crecimiento.
Como
siempre, habrá empresas ganadoras y perdedoras. Muchos zombies se quedarán por
el camino, pero otras sabrán adaptarse al nuevo entorno.
Abrazos,
PD: Esto dijo el Papa en el
Ángelus: “Dios no es distante, es Padre, te conoce y te ama; quiere tomarte de
la mano, también cuando vas por senderos empinados y difíciles, también cuando
caes. A menudo en los momentos en los que eres más débil puedes sentir más
fuerte su presencia. ¡Está contigo, es tu Padre!”
Se nos olvida con frecuencia que somos sus hijos queridos y que nos mima continuamente, sin que nos demos cuenta. Hay que fijarse todos los días en sus caricias…