26 abril 2022

¿deflactar los impuestos?

La inflación genera mayores impuestos… Y aún deflactando la tarifa es el chocolate del loro, pero algo es algo…

Un buen debate sobre inflación y políticas fiscales

El nuevo equipo económico del PP posee una mayor capacidad de análisis y, sobre todo, de juicio comparado con lo que nos tenía acostumbrados en los últimos años.

Cuando en 1974 España comenzó a experimentar lo que luego sería el periodo más inflacionario de su historia reciente, nuestros gobernantes de entonces, acuciados por dos frentes, el económico y el político, adoptaron medidas que luego se vieron, no solo insuficientes, sino además perjudiciales. Buena parte de la guerra a la inflación se desarrolló en el campo de batalla de los impuestos, y, por cómo se hizo, se perdió.

En estos días, el debate sobre la conveniencia de usar los impuestos para aplacar a la inflación y sus efectos ha resucitado, y en un principio no del mejor modo. Así, se escuchó que sería necesario bajar impuestos a los productos para contener la inflación, es decir, bajar el IVA o algún otro impuesto especial, como se hizo con el eléctrico. Esta propuesta, obviamente, resultaba débil, por no decir ingenua. Las razones por las que no tendrían todo el éxito esperado son conocidas y sorprendía que se descansara en ellas el mensaje principal por, por ejemplo, el mismo Feijóo.

Pero otras medidas entraron en el debate. Por ejemplo, se puso énfasis en la necesidad de una rebaja de impuestos a quienes tienen menos renta e, incluso, se acompañaba con la propuesta de deflactar los tramos del IRPF para evitar que la inflación hiciera las veces de impuesto. Esta medida, más que luchar contra la inflación, lo que trataría sería compensar, en parte, su coste entre los más vulnerables.

Al gobierno le será ahora más difícil argumentar en contra y, a otros partidos, en particular otro más a la derecha, justificar sus medidas populistas y demagógicas

Todas ellas se han entremezclado como un ruido sin ritmo ni orden. Durante unos días, la sensación era que se improvisaban mensajes como globos sonda; como si se quisiera tantear las reacciones a las mismas. Pero por suerte, el PP ha separado el grano de la paja y ha confirmado sus propuestas en un documento donde las preferencias han girado hacia aquellas que, en mi opinión, son más sólidas y adecuadas. Todo indica que el nuevo equipo económico del PP posee una mayor capacidad de análisis y, sobre todo, de juicio comparado con lo que nos tenía acostumbrados en los últimos años. Esto es una buena noticia y hay que darle la bienvenida. Al gobierno, por un lado, le será ahora más difícil argumentar, con convicción, en contra y, otros partidos, en particular otro más a la derecha, justificar que sus medidas populistas y demagógicas, que nunca funcionarían y que nunca se implementarían, son mejores.

Hablemos primero de lo que no tenía sentido. Es muy fácil explicar lo dudoso que es que rebajar impuestos indirectos (que suelen ir en tanto por ciento del precio del producto) tuvieran un efecto claro y directo sobre la inflación. Para comenzar, esta rebaja debería ser más que proporcional a la tasa de inflación que se quisiera recortar. Además, deberá afectar a una gran mayoría de productos para que el efecto fuera significativo. Las razones para este escaso efecto son varias, pero se concentran en dos grandes grupos: matemáticas y económicas. Entre las últimas, lo que podemos decir es que, del mismo modo que ocurre con, por ejemplo, un bono al alquiler, una bajada de impuestos indirectos no tendría el efecto deseado sobre los precios en la magnitud que se esperaría. La razón es que los mercados desviarían parte de esta bajada a los márgenes empresariales. Si esto es así, la necesidad de recortar los impuestos para tener un efecto significativo sobre la inflación debe ser considerable. Por suerte, y aunque hace unas semanas todo parecía, quizás erróneamente, que esta fuera a ser la medida estrella del plan del PP, no va a ser así. Se propone recortar el IVA de la luz y el gas, algo que tendrá poco efecto sobre la inflación, pero que sin embargo podría sostenerse por otros argumentos.

Cuanto mejor nos manden los mensajes los precios y menos los toquemos, tanto más limpios serán nuestros incentivos como consumidores e inversores

¿Cómo se podría, entonces, ayudar desde la política fiscal a la situación actual? He de decir que la propuesta presentada por el PP este viernes ofrece buenas respuestas a esta pregunta, y me gusta su espíritu y buena parte de sus instrumentos; aunque sobre alguno de ellos tengo ciertas reservas. Parece que se ha terminado por comprender que, si lo que se quiere hacer es ayudar a las familias y empresas con mayores dificultades, ¿no harían mejor el trabajo ciertas transferencias a las mismas con cargo a los ingresos extraordinarios derivados del aumento de la recaudación? Parece que sí. Incluso se podría ir más allá que del mero crédito fiscal o impuesto negativo que se propone mediante el refuerzo del bono eléctrico para compensar la escalada de los precios de la luz y el gas. Y es que cuanto mejor nos manden los mensajes los precios y menos los toquemos, tanto más limpios serán nuestros incentivos como consumidores e inversores.

Estas medidas no nos deben hacer olvidar, sin embargo, que buena parte del coste de la actual inflación nos llega por el diseño de un mercado energético mayorista y minorista que traslada toda la volatilidad de los precios del gas a nuestras facturas de la luz. Pensemos también que parte del coste de la inflación se materializa en transferencias desde familias y empresas a energéticas, gracias a los llamados beneficios caídos del cielo. Así pues, también tendría que buscarse los mecanismos que reduzcan estas transferencias haciendo bien en diseñar un mercado que no los generara.

Proponer deflactar los tramos del IRPF argumentando que es necesario cuando hay una inflación tan elevada como la de ahora no tiene sentido

En cuanto a las bajadas de impuestos directos, aquí lo importante es cómo lo hagas y, sobre todo, el por qué. En primer lugar, debemos argumentar que no ayudaría a reducir la inflación, sino quizás, todo lo contrario. Rebajar impuestos supone una política fiscal expansiva, del mismo modo que puede serlo una expansión del gasto público. Es cierto que los efectos no son exactamente los mismos, ya que no hay simetría entre ambas medidas expansivas de política fiscal, pero el impulso que esta política ejerce sobre la demanda es positivo, lo que terminaría afectando a la inflación. Pero si este gasto se financia como una transferencia de unos ingresos extraordinarios del estado hacia una ayuda a las familias, este efecto sin duda será menor. Así, si se va a financiar con ingresos que podemos decir son extraordinarios y se hará de forma temporal, como dice el plan del PP, perfecto. Este tipo de medidas deben ser de este modo, y los mensajes de quienes las proponen, si fuera el Gobierno, claro y corto: un año y por tanta cuantía. Los mercados agradecen esta claridad. Las expectativas de inflación, también.

Si se quiere deflactar (bajar) para reducir la carga impositiva temporalmente y ayudar así a afrontar esta fase de inflación alta, perfecto

Sin embargo, proponer deflactar los tramos del IRPF argumentando que es necesario cuando hay una inflación tan elevada como la de ahora no tiene sentido. Hablo del argumento, que no de la medida ya que, por lo mismo que he dicho antes, podría encajar con otro diferente. Las rentas casi no han aumentado, lo han hecho los precios. Por lo tanto, la inflación no está elevando los ingresos de tal modo que suponga un aumento de la recaudación por el “movimiento” nominal de los últimos en la escala del impuesto. Buena parte del aumento de la recaudación por impuestos directos viene determinado por la mejora de la actividad. Así, si se quiere deflactar (bajar) para reducir la carga impositiva temporalmente y ayudar así a afrontar esta fase de inflación alta, perfecto. Me remito al texto anterior. Pero estaríamos hablando de una bajada de impuestos, no de una corrección por subida de la inflación. Ante esto, una vez más, claridad y excepcionalidad.

En definitiva, el debate es interesante y el PP lo ha enriquecido con su plan presentado el viernes. Ahora y más que nunca, hay que meditar las medidas con mente fría y todo parece que el principal partido de la oposición ha puesto las suyas a madurar. Se agradece. Ahora esperemos la respuesta del gobierno.

Abrazos,

PD1: Así de simple: Lo que Dios quiera, cuando Dios quiera y como Dios quiera…

25 abril 2022

las sanciones...

No han sido muchas y se vuelven contra el que las ha aplicado. Los peor parados: los países de la Unión Europea, que tendremos una inflación más elevada… Y encima, la FED dijo el viernes que las subidas de tipos no iban a ser de 0,25 cada mes, sino que podrían ser más elevadas… Otro golpe a los bonos que arrastra a las bolsas… Pero como sabes. Tener acciones es lo único que nos salva de la inflación, es lo que antes se ajusta de precio y frena el proceso de descapitalización que provoca una inflación como la que tenemos.

Sanciones boomerang

Durante el mes de marzo, China ha duplicado la importación de carbón ruso, comparado con el mismo mes del año anterior. Además, ha manifestado que seguirá fortaleciendo sus lazos comerciales con Rusia, a pesar de la guerra de Ucrania. India está adquiriendo petróleo ruso con notables descuentos y pago en rupias indias. Otros países relevantes como Brasil, México, Arabia Saudita o Sudáfrica siguen comerciando con Rusia, a pesar de las limitaciones impuestas al sistema financiero ruso. Si las sanciones aplicadas por Occidente pretendían aislar comercialmente a Rusiael éxito es muy cuestionable.

Los países que han impuesto sanciones a Rusia son 52, entre ellos todos los miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Japón. Aun así, 143 países se mantienen al margen de las sanciones. Dentro de este segundo grupo se encuentran China, Indiatodos los países africanos, incluido Sudáfrica y todos los países latinoamericanos, incluido Brasil.

Incluso los países sancionadoresno han impuesto un embargo comercial total con Rusia, sino de forma selectiva a determinados productos, empresas y personas. A diferencia de las sanciones a Irán en su día, que pretendían lograr el aislamiento comercial total de la República Islámica, ahora parece casi imposible imponer sanciones "secundarias" a los países que comercien con Rusia. Hacerlo supondría dividir el mundo en dos y abocar a la economía mundial a una espiral inflacionista y a un derrumbe del crecimiento económico. Muchos países, como los africanos o Brasil, no pueden renunciar al comercio agrícola y de fertilizantes con Rusia sin sufrir serios riesgos de hambrunas y revueltas internas (leer).

En esta situación, poner vetos desde la UE a determinados productos rusos provoca una subida de los precios de dichos productos para los ciudadanos y empresas europeas. También ocasiona una redistribución del comercio mundial de cada uno de estos productos con encarecimiento de los precios.

Pongamos el ejemplo del petróleo. Si finalmente la UE decide vetar las importaciones de petróleo ruso, a lo que se opone el gobierno húngaro, los países de la UE tendrían que adquirir el petróleo a otros exportadores. La OPEP ha advertido que no es capaz de bombear suficiente petróleo para sustituir el crudo ruso. Por lo tanto, los países de la UE tendrían que competir con otros países importadores de petróleo pagando precios sensiblemente más elevados ante el descenso de la oferta global de petróleo. JP Morgan estima que en caso de producirse el veto al petróleo ruso, el precio del crudo podría alcanzar los $185 el barril, frente a los $104 actuales.

Por su parte, Rusia desviaría el destino de sus exportaciones hasta ahora dirigidas a Europa a otros mercados como China o India en divisa distinta del dólar o del euro, con ciertos descuentos sobre los precios de mercado.

Para Rusia, la sustitución de unos países importadores de sus productos y materias primas por otros no es inmediata. La logística puede ser complicada en función del producto o de la materia prima de que se trate. Cuanto más fácil pueda ser transportado el producto, más rápido será el cambio a otros compradores. Así, en el caso del gas, la sustitución de los compradores europeos por otros compradores llevará su tiempo. El gas viaja mal. Un gaseoducto de miles de kilómetros de longitud no se construye en pocos meses.

Para Europa, la sustitución de Rusia por otros proveedores de productos y materias primas supone, en el mejor de los casos, un incremento de los costes, con riesgo de no lograr en un periodo razonable de tiempo un proveedor sustitutivo para toda la cantidad importada. Este efecto es visible en importaciones como los fertilizantes o el paladio.

Las empresas industriales alemanas han advertido de la catástrofe en términos de crecimiento y de empleo que supondría el veto a las importaciones de gas ruso. Muchas industrias han de mantener sus hornos encendidos de forma permanente. Las industrias no se encienden y se apagan como un interruptor de la luz. El racionamiento del suministro en algunas industrias supondría su paralización permanente. A corto plazo no existe energía alternativa, ni proveedor alternativo de gas. La solución de sustituir el gas ruso por gas LNG (Gas Natural Licuado) estadounidense supone un mayor coste, es sólo parcial y presenta sus propios problemas a comentar en un próximo artículo.

En 2014, tras la anexión de Crimea los países occidentales impusieron sanciones a Rusia. Entonces, EE.UU. y Arabia Saudita, a continuación, incrementaron notablemente su producción de petróleo, inundando el mercado de crudo. Como resultado de ello, el precio del petróleo pasó de $109 en junio de 2014 a $44 en enero de 2015. Debido a esta caída del precio del petróleo, la economía rusa entró en recesión por primera vez desde que Putin es presidente. Se consiguió dañar la economía rusa a través del incremento de la producción de petróleo, consiguiendo bajar el precio del crudo y, por tanto, los ingresos rusos por sus exportaciones energéticas.

Cualquier persona de bien desea que finalice cuanto antes la actual guerra de Ucrania. Sin embargo, las actuales sanciones van camino de empobrecer al conjunto de la población de la Unión Europea, añadiendo más inflación, menos crecimiento (o recesión) y riesgo de disponibilidad energéticasin que se logre el pretendido objetivo de las sanciones sobre Rusia.

Abrazos,

PD1: Se me van quedando embarazados mis hijos… Este año es increíble, me nacerán 4 nietos!!! El sábado les monté un pollo a todos ellos. Vi que usaban el whatsapp para felicitar a la que se había quedado embarazada. Y creo que no es suficiente. Si le quieres dar un abrazo a un hermano tuyo por una buena noticia, coges el teléfono y le llamas, que te cuente algo, que note la cercanía… Así que todos fueron llamando y corrigiendo su error… Como siempre, tratando de formar a mis hijos, a pesar de lo mayores que son ya…

¡Qué fácil es felicitar el cumpleaños o santo por Whatsapp! Pero que falso es. ¿No sería mejor llamar al del santo y preguntarle alguna cosilla de cómo le va? Se sentirá mucho más querido…

22 abril 2022

la inflación cederá desde los máximos alcanzados

Con el petróleo a más de 100 dólares, es más probable que en un año esté por los 80 dólares que suba a los 150. Si así fuera, que es lo que está descontando el mercado estos días, si el petróleo dejara de subir (en los últimos 12 meses lo ha hacho más de un 50%), entonces veríamos ceder a la inflación…

¿Qué pasará con la inflación a final de año?

La disminución de la oferta de alimentos y el aumento de los precios persistirán en los próximos meses

Muchas de las columnas u opiniones que determinados economistas esparcieron las primeras semanas, en la segunda mitad de 2021, en distintos altavoces mediáticos, acerca del repunte de la inflación producían un enorme sonrojo. ¡La achacaban a la política monetaria de los bancos centrales y a la deuda pública! Sí, son los mismos que nunca se enteraron de que fue la deuda privada alrededor de ciertas burbujas de activos financieros e inmobiliarios quien nos llevó al desastre, a la Gran Recesión. Para ellos la deuda privada era neutra, un equilibrio entre ahorradores y deudores, asumida racionalmente por los agentes privados.

El cuento infantil que nos relataban aquellos días era que la inflación es un fenómeno monetario, especialmente cuando la expansión de los bancos centrales sirve para financiar en el mercado secundario a los Tesoros de sus países. Llevamos casi 15 años con una expansión descomunal de los balances de los bancos centrales y el riesgo siempre ha sido la deflación, incluso cuando allá por 2008 la inflación se disparaba, como ahora, por encima del 5%. La teoría del multiplicador monetario, en la que se apoya, es ¡falsa! Tanto el Banco de Inglaterra como la Reserva Federal de los Estados Unidos ya han abandonado este relato. En septiembre de 2021 la Reserva Federal de St. Louis publicó el documento “Teaching the Linkage Between Banks and the Fed: R.I.P. Money Multiplier”. Parafraseando al presidente de la FED, Jerome Powell, “Bueno, cuando tú y yo estudiábamos economía hace un millón de años, M2 y los agregados monetarios generalmente parecían tener una relación con el crecimiento económico... esa relación clásica entre los agregados monetarios y el crecimiento económico y el tamaño de la economía, simplemente ya no se mantiene... así que algo tenemos que desaprender, supongo”.

Las causas del repunte

Obedece a tres factores consecuencia final de la implementación de políticas económicas apoyadas por los economistas conservadores, liberales, y social-liberales (otrora socialdemócratas). El primero, la financiarización de la energía y productos agrícolas, es sin duda el más relevante. Dicha financiarización se llevó a cabo mediante la expansión y el acceso a los mercados derivados de materias primas a especuladores y a fondos institucionales. Como consecuencia, en determinados momentos, la evolución de sus precios no obedece a fundamentales económicos sino a burbujas especulativas y procesos de propensión o aversión al riesgo de los inversores, si bien no son simétricos, impactando mucho más en los precios, al alza, durante las fases de toma de riesgos excesivos, como la actual. Véase gráfico 1.

Gráfico 1.- Financiarización Energía y Productos Agrícolas y su impacto en los Precios


Fuente: Banco Mundial https://www.worldbank.org/en/research/commodity-markets

El segundo factor, paralelo a la desregulación de los mercados derivados de materias primas energéticas y agrícolas, tiene que ver con una reestructuración radical de los sectores industriales, de los que el eléctrico es un ejemplo destacadísimo. Los sectores eléctricos reestructurados, incluido el de España, están mostrando resultados contrarios a los beneficios que los entusiastas de la liberalización proclamaron, produciéndose una rápida escalada de los precios de la electricidad en los hogares y empresas. Además, la inversión en nueva capacidad de generación no está siendo estimulada por los precios del mercado mayorista. Ver gráfico 2

Gráfico 2.- Tasa variación interanual IPC y Electricidad (%)


Fuente: Instituto Nacional de Estadística

El repunte de la inflación se debe básicamente a estos dos factores, tanto a la subida de precios de aquellos componentes que se establecen en los mercados derivados de materias primas, es decir, carburantes y alimentos no elaborados, así como a un defectuoso diseño del mercado eléctrico español, con su reflejo en el precio de la luz. Se trata de los componentes no incluidos en la inflación subyacente, debido a la erraticidad de los mismos, especialmente desde que se desregularon los mercados derivados de materias primas. Mientras la tasa interanual del IPC preliminar de marzo se situó en el 9,8%, la inflación subyacente era del 3,4%.

Otro factor, si bien menos importante, son los problemas de las cadenas de suministro que han afectado al componente del IPC recogido bajo la rúbrica de Bienes Industriales, y que sí forma parte del IPC Subyacente. A nivel académico se ha demostrado que la concentración empresarial, consecuencia lógica de la estrategia de globalización, ha hundido la productividad del capital, ante el descenso en las inversiones en formación bruta de capital fijo. Pero además, la concentración en las cadenas de suministro está detrás de los cuellos de botella que también están haciendo repuntar temporalmente los precios de ciertos productos que no llegan al mercado. Véase gráfico 3.

Gráfico 3.- Tasa variación interanual IPC y Bienes Industriales (%)


Fuente: Instituto Nacional de Estadística

¿Qué podemos esperar de aquí a final de 2022?  Desconectar el precio del gas

De todas las medidas anunciadas, la más relevante es aquella que pretende desconectar temporalmente el precio de la luz del precio del gas, con el anuncio de España y Portugal de enviar una propuesta a Bruselas de topar el megavatio hora (MWH) a 30 euros. El país del G7 con la menor tasa de inflación en marzo fue Francia, con una tasa interanual del 4,5%, muy por debajo del resto de países occidentales. La razón básica es que sí dispone de mecanismos para topar el precio de la luz. El gobierno francés, mediante el control público de la principal compañía eléctrica del país, EDF, limitaba el MWH a 40 euros. Por lo tanto si Bruselas acepta la propuesta conjunta de los gobiernos luso y español, el IPC se aproximará a cifras cercanas al objetivo del BCE, alrededor del 3%.

Sin embargo, existe otro factor que presionará en sentido contrario. Una de las consecuencias de la invasión de Ucrania será la escasez de alimentos, incluido en occidente, y las hambrunas, sobretodo países más pobres. Ello se debe no solo a la importancia de Rusia y Ucrania en determinados productos básicos, como el trigo, la cebada, el maíz, las semillas de girasol y los aceites de girasol. Hay otro aspecto donde Ucrania, pero sobre todo Rusia y Bielorrusia, son fundamentales a nivel global: son los principales proveedores globales de tres elementos, recogidos bajo las siglas en inglés (NPK) -Nitrógeno, Fósforo, Potasio-, y fertilizantes derivados de los mismos como la Urea, necesarios para la agricultura intensiva que nos hemos dotado. La disminución de la oferta de alimentos y el aumento de los precios persistirán en los próximos meses. Ello situaría la tasa de inflación interanual a finales de 2022 en el intervalo 3%-4,5%

Al margen de la inflación, la escalada de los precios de los alimentos no elaborados a medida que aumenten los precios de los alimentos básicos, crecerán las necesidades humanitarias y los riesgos políticos en los países más pobres. La última vez que los precios de los alimentos alcanzaron máximos actuales, prepararon el terreno para las revueltas de la Primavera Árabe. Varios países ya están aplicando restricciones a las exportaciones para asegurar sus propios suministros, al tiempo que agravan los problemas de los países más vulnerables. El impacto total no se sentirá hasta la temporada de cosechas del próximo otoño. Anticiparse a futuros déficits podría ayudar a suavizar el golpe y limitar el impacto humanitario de las crisis de suministro de alimentos.

Abrazos,

PD1: Don Bosco dijo: “No basta amar a los niños, es preciso que ellos se den cuenta que son amados”. He intentado toda mi vida este lema para mis hijos (para mi mujer también). No basta que les demos de comer, que les llevemos al colegio y les eduquemos… Se deben sentir queridos por sus padres. La mayoría de los padres quieren a sus hijos. Pero esto se debe notar de alguna manera clara, y no darlo por supuesto… Ellos lo agradecen y nosotros tenemos recompensa de ese esfuerzo en mostrarlo.


21 abril 2022

otra de bancos...

De la gobernanza bancaria y de los cambios de los últimos años en las entidades españolas:

El BCE, la gobernanza bancaria y los políticos

La gobernanza ha mejorado en estos años, pero los problemas de diversa naturaleza que aquí se exponen siguen planteando que queda camino por recorrer

Desde hace ya algunos años, en sus funciones de supervisión, el BCE otorga una creciente importancia a la gobernanza de las instituciones financieras. Quiere asegurarse de que los administradores sean suficientemente idóneos para el cargo, que los procedimientos y la toma de decisiones en los órganos de gobierno sean adecuados, y que la división de funciones sea correcta. En España esto resulta especialmente importante después de que, en la crisis que se inició en 2007, se pusiera de manifiesto un elevado grado de influencia política en las antiguas cajas de ahorros, lo que constituyó, sin duda, el principal factor que determinó la quiebra de bastantes.

En los mayores bancos no hay accionistas importantes más allá de los fondos, que no ocupan puestos en el Consejo, por lo que la adecuación de los consejeros independientes resulta especialmente importante. Aunque alta remuneración y largo tiempo de permanencia no suelen ser la mejor garantía de independencia. Por otra parte, el BCE quiere que los presidentes de las instituciones financieras tengan carácter no ejecutivo y los consejeros delegados sean quienes asuman toda la dirección del negocio.

Precisamente, en el BBVA, el BCE aprovechó la salida obligada de González por el asunto Villarejo para imponer una merma de las funciones presidenciales, mientras el consejero delegado turco pasaba a depender del Consejo. Actualmente, algunos medios apuntan discrepancias entre los dos lo que, de ser cierto, constituiría otro problema. Además, sigue pendiendo sobre la entidad una espada de Damocles, ya que está imputada en el procedimiento judicial mencionado. Por lo que no puede descartarse que, eventualmente, acabe con cambios en los máximos niveles.

Da la impresión de que, quizás, haya que esperar al nombramiento de un nuevo consejero delegado para que el banco se acabe de adecuar realmente al BCE

En el Santander no ha sido hasta hace pocas semanas cuando se han dado algunos pasos para adecuarse a las exigencias del BCE, aunque han sido de orden menor. Cabe recordar el conflicto que supuso la abortada contratación de Orcel. Aquel fiasco llevó a la continuidad del consejero delegado, por cierto, un gran profesional, aunque relativamente subordinado a la presidenta. Hace unas semanas un medio de comunicación informó sobre su relevo cercano, pero fue desmentido de inmediato por la entidad. Da la impresión de que, quizás, haya que esperar al nombramiento de un nuevo consejero delegado para que el banco se acabe de adecuar realmente al BCE.

En Caixabank, tras la absorción de Bankia, el negocio lo dirige el consejero delegado, si bien cuenta con el mejor presidente de todo el sector bancario, que mantiene algunas (pocas) funciones ejecutivas. Esa integración fue, en realidad, una compra (como indica la existencia de prima para los accionistas), lo que siempre resulta adecuado para organizar bien la cadena de mando. Por otra parte, Fainé parece haber esquivado bastante el control político en la Fundación (dueña del 30% del banco), así como también el desastre que hubiera sido el triunfo del procés, llevándose las sedes fuera de Cataluña.

Las tres mencionadas son las principales entidades financieras españolas, las que son objeto de mayor atención sin duda por parte del BCE y el BdE. Pero, en algunas otras, quizás existan más problemas de gobernanza y politización. Me voy a referir a dos de ellas: Kutxabank Unicaja.

El anterior presidente de Kutxabank fue desalojado del puesto (incluso con malas artes) por su objetivo de salir a Bolsa, que era absolutamente racional, pero incomodaba a ese partido

La entidad financiera vasca es propiedad al 100% de las Fundaciones procedentes de las tres antiguas cajas (más del 50% la de Vizcaya) y está absolutamente controlada por el PNV. Desde luego, creo que no se ha logrado en absoluto el objetivo de la despolitización. El anterior presidente de Kutxabank fue desalojado del puesto (incluso con malas artes) por su objetivo de salir a Bolsa, que era absolutamente racional, pero incomodaba a ese partido. No obstante, no parece que haya interferencias en la gestión, o al menos no groseras. De manera que Kutxabank es una entidad bien gestionada y muy solvente. Pero esa dependencia política es una amenaza. Por ejemplo, podría ser eventualmente controlada por parte de Bildu en el futuro. Que ya veríamos a qué podría conducir.

Por último, tenemos el caso de Unicaja. Que ha venido siendo protagonista en los medios de comunicación desde hace tiempo. Por las dimisiones de consejeros independientes (si bien éstas han sido por diferentes y variados motivos). Por el descontento, fundado o no, en Málaga sobre el reparto de poder, incluso con rumores, bastante absurdos, sobre fuga de la sede social. Y por las noticias sobre la Fundación Unicaja y su presidente, hasta su anuncio de dimisión, donde el tiempo dirá si hay alguna justificación en las supuestas acusaciones.

A diferencia de CBK, en esta integración la entidad de mayor tamaño no asumió la dirección del negocio (los responsables sabrán por qué), sino que se otorgó a LBK. Y se estableció un plazo (hasta 2023) para asentar definitivamente el modelo de presidencia no ejecutiva y ratificar o no al consejero delegado. Lo que, sin duda, ha sido causa de parte de las tensiones. Además, la politización es evidente, por ejemplo, con un partido montando una plataforma de agitación y otros mirando si pueden sacar unos votos de esta campaña. Desde luego, todo este ambiente no resulta nada positivo para la entidad y los partidos políticos deberían quedar al margen del banco y de la Fundación.

En definitiva, la gobernanza ha mejorado en estos años, pero los problemas de diversa naturaleza aquí descritos siguen planteando que queda camino por recorrer aún para llegar a lo que vienen demandando el supervisor y los inversores.

Abrazos,

PD1: Me encanta el evangelio de los de Emaús… No se daban cuenta, pero les ardía el corazón mientras lo escuchaban. ¿Has leído la biblia alguna vez? No es una historia vieja, es algo que nos sirve para hoy y ahora… Pero lo mejor es cuando les piden que se quede con ellos, porque atardece y el día va de caída… No se quieren separar del Señor. Pero desaparece cuando le reconocen al partir el pan. ¿Cómo lo partiría? Los sacerdotes antes de comulgar parten en cuatro trozos la sagrada forma grande que van a comer, el cuerpo de Cristo. Simboliza la cruz el partirla en cuatro, por la mitad y por la otra mitad. Siempre recordamos la cruz, que nos salvó y nos dio la vida eterna…

20 abril 2022

más de inflación

Entender la inflación

La inflación se sitúa en los niveles máximos de los últimos cuarenta años en las principales economías mundiales: 8,5% en Estados Unidos, 7,5% en la Eurozona, 7,2% en Alemania y 9,8% en España. La inflación, expresada a través del Índice de Precios al Consumo (IPC), pretende medir la evolución de los precios de los bienes y servicios que integran la cesta de la compra de una familia. Así, una inflación del 9,8% quiere decir que el conjunto de la cesta de la compra de las familias se ha incrementado de precio en dicho porcentaje en los últimos doce meses.

Como cualquier dato estadístico, la inflación es una aproximación a la realidad, pero con limitaciones para reflejar la evolución de los precios en la cesta de la compra de todas y cada una de las familias de una economía. Conviene conocer cómo se calcula y las limitaciones de dicho índice.

A través de encuestas a miles de familias se llega a definir cuál es la "cesta de la compra" estándar de una familia, asignando distintos porcentajes a los diversos tipos de gastos. En el caso del IPC español, se definen doce grupos distintos de gastos. Los que soportan mayor peso del gasto de las familias son: "Alimentos y Bebidas no alcohólicas" y "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles" con un 22,6% y un 14,2% del gasto total, respectivamente.  

El dato de inflación de un mes concreto se obtiene multiplicando la evolución de los precios de cada "grupo de bienes y servicios" por el incremento de precios de dichos bienes y servicios respecto al mismo mes del año anterior. Obviamente, la distribución de los gastos de una familia dependerá, por un lado, del nivel de ingresos de dicha familia y, por otro, del número de integrantes de la unidad familiar. Cuanto menor capacidad adquisitiva tenga una familia, más concentrado estará el gasto en partidas esenciales como "Alimentación" y "Vivienda" y menos gasto se destinará a partidas prescindibles como "restaurantes y hoteles" y "ocio y cultura".


La cesta de la compra que sirve de base para el cálculo de la inflación varía en cada país. Así, en EE.UU. el apartado de alimentación apenas representa el 13,4% del índice, casi la mitad que en España. Por el contrario, los gastos relacionados con la vivienda representan el 32% del índice, más del doble en el caso de España, aunque no reflejan exactamente los mismos componentes de gastos asociados a la vivienda. En Estados Unidos, a modo de ejemplo, el gasto en vehículos nuevos y de segunda mano supone un 8,8% del índice.


En cualquier caso, una subida de la inflación supone, por un lado, una pérdida de poder adquisitivo de las familias, que ven aumentar su coste de vida sensiblemente por encima de sus ingresos, además de ver reducido el poder adquisitivo de los patrimonios ahorrados durante años. El BCE sigue manteniendo los tipos de interés en negativo a pesar de que la inflación en la Eurozona se sitúa en el 7,5%. Una forma sibilina de licuar la deuda pública en detrimento de los ahorradores.  

Adicionalmente, dado que el cálculo del pago del IRPF se realiza en base a una escala progresiva que no se ajusta (deflacta) con la inflación, incluso en el caso en que los ingresos de una persona se incrementaran al nivel de la inflación, el impuesto a pagar aumentaría y, por tanto, su poder adquisitivo real, después de impuestos, disminuiría.

Aunque ya se oyen voces anunciando que posiblemente hayamos asistido al pico de la inflación, ello no implica que los precios vayan a bajar. En el mejor de los casos subirán a menor intensidad, pero mientras la inflación sea positiva, los precios seguirán subiendo.


A nivel global, la situación en los mercados de materias primas alimenticias y la escasez de fertilizantes a nivel mundial, augura tensiones adicionales en el precio de alimentos básicos durante algún tiempo. Los más afectados serán tanto los países de menos recursos, como las familias de menor poder adquisitivo de los países desarrollados.

Tras largos años con políticas extraordinarias y heterodoxas con la excusa de generar una inflación cercana al 2%, ahora los bancos centrales no saben cómo reaccionar para volver a meter el "genio de la inflación" dentro de la lámpara, sin provocar una profunda crisis económica en la Eurozona.

Abrazos,

PD1: En esta Pascua: hay que ser luz, ser agradecido, ser amable, ser auténtico. Hay que ser feliz…