14 julio 2016

y si los datos del PIB y la deuda no fueran los que nos dicen...

Si todo fuera una gran mentira y el PIB español no es el que es, ni los datos de deuda son los que son… Esto es lo que dicen:

Insostenible: PIB un 18% menor; deuda un 24% mayor

¿Cuál es la situación real de la economía española? Un grupo de profesores y economistas independientes han realizado un análisis detallado. Y lo que han encontrado difiere completamente de la versión oficial.
Un grupo de profesores y economistas independientes hemos realizado un análisis detallado de la actual situación de la economía española. Lo que hemos encontrado difiere profundamente de la versión oficial del Gobierno. Estos son los hechos y las cifras.

Una situación insostenible

Los indicadores sectoriales de producción y consumo de la economía española han tenido, desde el año 2008, una evolución extraordinariamente negativa, solo ligeramente corregida en los dos últimos años. Sin embargo, estos datos no se han visto reflejados más que muy parcialmente en los indicadores agregados de valor añadido, es decir, los datos del PIB. Tan extraña situación, es decir, una desvinculación de los datos de producción y valor añadido en medio de una profundísima recesión, se ha “explicado” oficialmente por una destrucción selectiva de actividades de muy bajo valor añadido mientras que al mismo tiempo se incrementaba el valor añadido generado por los sectores que sobrevivían.
Han existido problemas muy importantes en la elaboración de la Contabilidad Nacional que hacen que la cifra realmente informada por el INE difiera profundamente de la realidad
Esta hipótesis no se ve respaldada por los datos conocidos, que son fundamentalmente las tablas input-output de la economía española y la macroencuesta que realiza el Banco de España a nivel empresarial (Central de Balances). En el primer caso, si acudimos a las últimas tablas input-output previas a la crisis (2007), vemos que las actividades relacionadas con la construcción, si bien están en cuanto al valor añadido generado por unidad producida ligeramente por debajo de la media de la economía, no presentan ni remotamente una desviación como para que su destrucción tenga una influencia significativa sobre la productividad de los factores. 
En el segundo, la Central de Balances del Banco de España, observamos una caída del17,8% del valor añadido a precios corrientes entre 2008 y 2014 mientras que la de la producción fue solo del 15,2%. Esto lo que quiere decir es que durante ese período la productividad de los factores no solo no aumentó sino que disminuyó en 2,6 puntos porcentuales. Esto en nuestra opinión desmiente totalmente la hipótesis de que el valor añadido, que es lo que refleja el PIB, pudo disminuir desde el estallido de la crisis mucho menos que la producción. Antes bien, los datos del Banco de España indican justo lo contrario. Por lo tanto todo pone de manifiesto que han existido problemas muy importantes en la elaboración de la Contabilidad Nacional que hacen que la cifra realmente informada por el INE difiera profundamente de la realidad.

Una situación económica insostenible

Ello tiene repercusiones profundísimas sobre la sostenibilidad de la economía española, ya que si asumimos, en la más conservadora de las hipótesis, que el PIB real ha evolucionado en paralelo a los datos de producción de nuestra economía, el PIB real sería un 18,7% inferior al oficial, y el déficit y la deuda pública en relación al PIB entre un 20 y un 25% superiores a las cifras publicadas por nuestras autoridades.
El problema es que el déficit está totalmente fuera de control
Así las cosas, comprobamos diariamente la ausencia de voluntad política para reducir el déficit de España. El Gobierno después de incumplir todos los objetivos de déficit durante cuatro años, incluidas las ampliaciones acordadas por Bruselas a cambio de recortes que jamás hizo, ahora pide otra moratoria de tres años, pero el problema es que el déficit está totalmente fuera de control, los datos conocidos de 2016 son sencillamente catastróficos, en el primer cuatrimestre en vez de una reducción del 28% se han incrementado en un 18%, lo que lleva el déficit de este año al 6,4%, casi el doble del objetivo ampliado por Bruselas
Adicionalmente resulta absolutamente clara la imposibilidad de que España devuelva su deuda. Solo el soporte ilimitado del BCE y el blindaje de la prima de riesgo que ha rebajado los tipos de interés pagados a niveles históricamente bajos permite mantener artificialmente esta situación insostenible, pero a costa de inflar cada vez nuestra gigantesca burbuja de deuda, que será la ruina de las generaciones futuras.
Si analizamos la evolución de la deuda de acuerdo con el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE), esta ha pasado del 37,9% del PIB en 2007 al 99,2% a final de 2015. Pero la deuda PDE no es toda la deuda. El PDE se basa en una directiva Europea que aplica Bruselas a aquellos países que tienen un déficit público superior al 3% (caso de España), eliminando del cómputo las denominadas “inversiones comerciales” (por ejemplo la inversión en infraestructuras y la deuda de las empresas públicas). La deuda pública total está constituida por los pasivos en circulación menos las deudas entre AAPP, ambas publicadas trimestralmente por el Banco de España, y que en diciembre de 2105 alcanzó un valor de 1,3 billones de euros. Esta deuda total ha pasado del 41,7% del PIB en 2007 al 119,7% a final de 2015. Y aquí se produce la primera diferencia “inexplicable”, que el gap entre deuda total y deuda PDE se ha incrementado desde el 10% al 20,7% en el periodo 2007-2015.
La inacción de la AIReF y de la Comisión ante manipulaciones tan obvias los convierte en colaboradores necesarios en el engaño a los españoles y a los mercados
Resulta sorprendente que ante una discrepancia tan enorme como injustificada ni la Autoridad Fiscal Independiente (AIReF) que está precisamente para eso, ni la Comisión Europea hayan investigado tan sorprendente hecho. Y sin embargo la explicación más plausible es muy sencilla: en las diferentes AAPP con toda probabilidad numerosos conceptos “computables” han pasado a ser “no computables”, por lo que si asumimos que la relación entre deuda total y deuda PDE se ha mantenido invariable, lo que se debe aproximar mucho a la realidad, la deuda PDE a final 2015 debería ser del 107,7% y no del 99,2%. La inacción de la AIReF y de la Comisión ante manipulaciones tan obvias los convierte en colaboradores necesarios en el engaño a los españoles y a los mercados.
Pero la segunda diferencia es mucho mayor y en consecuencia mucho más grave. Desde principios de 2008 el Banco de España primero y el INE después según indican todos los datos disponibles informaron de datos excesivamente positivos primero y luego mucho menos negativos de la evolución de la economía española, empezando por el IV Trimestre de 2007, algo que ayudó a que el PSOE ganara las elecciones generales de 2008. A partir de ese momento las Cuentas Nacionales sobrevaloraron sistemáticamente el crecimiento, de forma que a día de hoy el PIB real es un 18,7% inferior al oficial. Es la conclusión principal de nuestro análisis.

Los hechos centrales del análisis 

En industria comparamos el IPI (índice de producción industrial) con el VAB industrial. Durante el período 1996-2008 observamos una excelente correlación, que se rompe en ese año y se vuelve a recuperar en 2010. Esa falta de correlación durante 2008 y 2009 ha provocado una brecha importante entre el valor esperable del PIB industrial por la correlación histórica. El nivel del IPI en 1996 era de 98, y al comenzar 2008 de 129, mientras que el PIB industrial en 1996 era de 74 y al comenzar 2008 de 105, es decir, que por una subida del 31% del IPI vimos una del 42% del PIB industrial, camino que debería haberse recorrido en sentido contrario durante la caída de 2008-2009. El PIB industrial esperable ahora mismo sería por lo tanto de 75, y no de 91 como se informa oficialmente. Eso supone un 17,6% de diferencia, que para un PIB industrial en 2015 de 167.000 millones de euros es algo más de 29.000 millones de sobrestimación.
La mayor diferencia la encontramos en los servicios de mercado. Comparamos el VAB de los servicios, en volumen, con el IASS (Índice de actividad del Sector Servicios) deflactado con el IPC, ambos con base 2010. Como vemos desde 2002 a 2008 la correlación es absolutamente perfecta, rompiéndose esta súbitamente en esta fecha. En ese momento el PIB de servicios era 95, mientras que el IASS era 125. Desde 2002 a 2008 la subida del IASS fue del 19%, mientras que la del PIB fue del 26,5%. Luego durante la bajada del IASS deberíamos haber esperado la misma relación con el PIB de servicios. Por ello el nivel esperable ahora, con un IASS un 22,5% menor debería ser un 31,4% menor. Si suponemos que el PIB atribuible a sanidad y educación (mayormente públicas) y a administraciones públicas se ha medido correctamente, ya que existe buena correlación entre el PIB informado y las partidas correspondientes de gasto público, esto afectaría al 75% del PIB de los servicios, que fueron en 2015 550.000 millones de euros. La sobrestimación del PIB de servicios sería por tanto en 2015 de 173.000 millones de euros (el 31,4% esperable por la caída del IASS). Como observación destacar que en 2014 y 2015 se ha vuelto a recuperar la correlación en las cifras oficiales de la CN entre IASS y PIB de servicios, algo que ocurrió en la industria, como hemos dicho, en 2010.
Si asumimos que las otras pequeñas partidas del PIB están correctamente medidas (agricultura e impuestos sobre importaciones, producción e IVA), algo perfectamente asumible ya que la agricultura no ha tenido grandes variaciones en el empleo en el período y los impuestos son conocidos, esto implicaría que el PIB real sería en estos momentos un 18.7% menor de lo informado. Eso sin tener en cuenta la mayor caída del valor añadido de la producción de la que informa el Banco de España en su encuesta de la Central de Balances, lo que presentaría una situación aún peor.
La presión fiscal, una de las mayores patrañas aducidas por la clase política para justificar las subidas de impuestos, es realmente del 47%
No tiene sentido para justificar las cifras oficiales el decir que no tenemos en cuenta en estos cálculos el sector exterior, ya que aplicamos la metodología de medida del PIB desde la perspectiva de la oferta, no de la demanda, ni tampoco que pueda deberse a un aumento de la economía sumergida, que por definición queda fuera del PIB.

¿Cuál es la riqueza real de España?

Por las razones explicadas la riqueza real de España o PIB pm, asciende a 879.000 millones de euros en lugar de 1,081 billones oficiales, y esto lo cambia todo. La deuda según el PDE a final 2015 no sería del 99,2% del PIB, sino del 122%, la deuda total no sería del 122,5% del PIB sino del 151%. El déficit 2015 no sería del 5,4% - poniendo la cifra correcta de la Seguridad Social – sino del 6,6%, y este año será aún mayor porque los ingresos fiscales homogéneos han caído un 2,8% hasta mayo mientras que los gastos –sobre todo por la reducción de los gastos por desempleo– han disminuido mucho menos que los ingresos.
La presión fiscal, una de las mayores patrañas aducidas por la clase política para justificar las subidas de impuestos, situada en el entorno del 38% según la versión oficial, es realmente del 47%, algo coherente con los altísimos tipos impositivos que se aplican y con las cifras de presión fiscal sobre las familias y sobre el trabajo que calcula la OCDE, que no cuadraban en absoluto con la cifra oficial. Con el nuevo PIB queda explicado también el tremendo aumento del paro sufrido, algo absurdo si creemos la contabilidad nacional oficial si se tiene en cuenta que desde 2007 los salarios reales han perdido el 25% de su poder adquisitivo[1]. Teniendo en cuenta que el PIB oficial ha bajado un 3,3% y el empleo ha bajado un 13,3%, los datos con el PIB corregido sí que resultan congruentes.
El INE, con datos incompletos, encaja a martillazos los parciales para que sumen la “estimación” del Banco de España
El Banco de España estima mensualmente el crecimiento en base a tendencias sin registros contables reales. Después el INE con datos incompletos encaja a martillazos los parciales para que sumen la “estimación” del Banco de España. Justo al revés de como se realiza una contabilidad de verdad, y a como se hace en el resto del mundo,aquí se empieza la casa por el tejado no por los cimientos. El INE ni da explicación ni corrige sus gravísimas incoherencias, por lo que resulta imperioso que la Comisión audite las Cuentas Nacionales, es demasiado lo que está en juego. Si no lo hacen serán colaboradores necesarios en un engaño masivo al pueblo español y a los mercados, y el BCE no podrá exigir legalmente la devolución de la deuda. Una democracia merecedora de tal nombre debe basarse siempre en la transparencia y en la verdad. Si no es así es que tenemos un problema aún más grave del que estamos poniendo de manifiesto aquí.
Abrazos,
PD1: Mira que íbamos a recuperar en dos años lo que les dábamos a las cajas quebradas… JA!

El Estado pierde 42.000 millones hasta 2015 en el rescate de las cajas quebradas

El FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), el vehículo por el que se ha canalizado el rescate del sector financiero con dinero público, anunció ayer una pérdida de 1.293
El FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), el vehículo por el que se ha canalizado el rescate del sector financiero con dinero público, anunció ayer una pérdida de 1.293 millones en 2015, lo que supone un 50,2% más que los 861 millones que perdió en 2014 (aunque un 53,6% inferior al quebranto de 2.787 millones sufrido en 2013). Este nuevo agujero se explica por el deterioro de la valoración de las participaciones en BFA (matriz de Bankia), Sareb y BMN, según ha informado este miércoles el organismo dependiente del Ministerio de Economía.
En concreto, la disminución de valor de las participaciones en el capital deBFA y BMN han supuesto un impacto negativo total en las cuentas del FROB de 907 millones de euros, de los que 763 millones corresponden a BFA y 144 millones a BMN. En ambos casos, el fondo de rescate justifica el deterioro por su cartera de deuda pública, ya que sus fondos propios se han incrementado. Además, la reducción a cero del capital de Sareb, el banco malo, para absorber sus fuertes pérdidas ha tenido un impacto en la participación del FROB de 415 millones de euros.
Seis años perdiendo dinero
El FROB registró unas pérdidas iniciales de 314 millones en su primer año de vida, 2010, que se dispararon hasta 10.557 millones en 2011, el año del llamado 'FROB 2'; es decir, las inyecciones directas de capital con las que se nacionalizaron al 100% CatalunyaCaixa (luego rebautizada como Catalunya Banc), Novagalicia y Unnim.
Pero la catástrofe llegó en 2012, el año de los Decretos Guindos -que obligaban a las entidades a sanear su exposición inmobiliaria- y del rescate europeo del sector. En ese ejercicio el FROB se apuntó un agujero de 26.060 millones por el hundimiento del valor de las nacionalizadas (a las que ese año se sumó Bankia) y por las macroampliaciones de capital que fueron suscritas con el dinero europeo. Concretamente, 9.176 millones de euros procedían de Bankia, 6.674 de CatalunyaCaixa, 5.498 de Banco de Valencia, 3.091 de Novagalicia, 525 millones de Ceiss y 241 de BMN (Banco Mare Nostrum).
Tras el desastre, en 2013 las pérdidas se redujeron drásticamente hasta 2.787 millones, que se explican por un nuevo quebranto de 1.651 millones provocado por la venta de Novagalicia al grupo venezolano Banesco (esa fue la diferencia entre el precio de venta y el valor ya rebajado con los ajustes de 2012), 552 millones por el deterioro del valor de Catalunya Banc –que no había vendido todavía– y 245 millones por el traspaso del Banco Gallego al Sabadell. Estas pérdidas fueron minoradas porque la participación del Estado en BFA-Bankia se revalorizó en 709 millones y la de BMN, en 10 millones, según las estimaciones del fondo.
En 2014, el quebranto disminuyó aún más hasta 861 millones, que se explicaban fundamentalmente por la pérdida definitiva generada por la venta de Catalunya Banc a BBVApor un precio de 1.137 millones, 1.076 menos que el valor de la participación del FROB al cierre de 2013 (eso no supone la pérdida total del rescate de las cajas catalanas, ya que ésta es muy superior, de unos 11.500 millones). Al igual que en 2013, elevó la valoración de Bankia y BMN, lo que redujo los números rojos.
Finalmente, en 2015, con Jaime Ponce al frente del fondo de rescate en sustitución de Antonio Carrascosa, volvieron a incrementarse  los números rojos hasta los citados 1.293 millones. Sumando todas las pérdidas acumuladas en estos seis años, se alcanzan los 41.872 millones, más del 4% del PIB español. 
Muy difícil recuperar con Bankia y BMN
Esos casi 42.000 millones no es el total inyectado a la banca, sino la parte que el Estado da directamente por perdida en el rescate del sector financiero, básicamente de las cajas de ahorros insolventes. El grueso de estas pérdidas son irrecuperables, puesto que proceden de entidades ya vendidas después de ingentes ayudas públicas (CAM, Catalunya Banc, Unnim, Novagalicia, Banco de Valencia o Ceiss). El FROB ha rescatado a la banca por 61.366 millones de dinero del contribuyente según el Banco de España, aunque si se tiene en cuenta el sobreprecio que pagó Sareb por sus activos tóxicos -que ahora está purgando el banco malo y que la Comisión Europea considera ayudas de Estado-, el importe global supera los 100.000 millones.
La intención del ministro Luis de Guindos siempre ha sido no perder dinero con el rescate financiero. Pero para eso tendría que recuperar el quebranto acumulado con la venta de las participaciones del Estado en Bankia, BMN y Sareb. La primera es la gran esperanza del Gobierno, pero en la actualidad el 65% que posee el Estado sólo vale 5.240,4 millones con su precio actual en bolsa. BMN no supondrá un gran alivio, amén de la dificultad para colovarlo a otra entidad; de ahí que la opción más probable sea la fusión con Bankia. Y en cuanto a Sareb, tampoco se espera mucho después de consumir todo su capital y tener que transformar la deuda subordinada en acciones.
Es llamativo que en 2015 el FROB haya vuelto a rebajar el valor de sus participaciones en BFA-Bankia y BMN después de revisarlo al alza en 2013 y 2014. En ese año, el incremento de valor de ambas participaciones supuso un impacto positivo en la cuenta de resultados por importe de 1.418 millones (1.235 y 183 millones, respectivamente). 
PD2: Si se tienen problemas en el matrimonio, o se resuelven o a terapia…
1. Nunca enfadarse al mismo tiempo.
A toda costa evitar la explosión. Cuanto más complicada es la situación, más necesaria es la calma. Entonces, será preciso que uno de los dos accione el mecanismo que asegure la calma de ambos ante la situación conflictiva. Es necesario convencernos de que la explosión no traerá nada bueno. Todos sabemos bien cuáles son los frutos de una explosión: sólo destrozos, muerte y tristeza. Por tanto, jamás permitir que la explosión llegue a producirse. D. Helder Câmara tiene un bonito pensamiento que dice: “Hay criaturas que son como la caña de azúcar, incluso puestas en el molino, aplastadas, reducidas a pulpa, sólo saben dar dulzura…”
2. Nunca gritar uno a otro.
A no ser que la casa esté ardiendo.
Quien tiene buenos argumentos no necesita gritar. Cuanto alguien más grita, menos se le escucha. Alguien me dijo una vez que si gritar resolviese alguna cosa, ningún puerco moriría (…) Gritar es propio de quienes son flacos moralmente, y necesitan imponer con gritos aquello que no consiguen por los argumentos y por la razón.
3. Si alguien tiene que ganar en una discusión, dejar que sea el otro.
Perder una discusión puede ser un acto de inteligencia y de amor. Dialogar jamás será discutir, por la simple razón de que la discusión presupone un vencedor y un derrotado, y en el diálogo no. Por tanto, si por descuido nuestro, el diálogo se transforma en discusión, permite que el otro “venza”, para que termine más  rápidamente.
La discusión en el matrimonio es sinónimo de “guerra” ; una lucha sin gloria. “La victoria en la guerra debería ser conmemorada con un funeral”; decía Lao Tsé. ¿Qué ventaja hay en ganar una disputa contra aquel que es nuestra propia carne? Es preciso que el matrimonio tenga la determinación de no provocar peleas; no podemos olvidar que basta una pequeña nube para esconder el sol. A veces una pequeña discusión esconde por muchos días el sol de la alegría en el hogar.
4. Si fuera inevitable llamarle la atención, hacedlo con amor.
La otra parte tiene que entender que la crítica tiene el objetivo de sumar y no de dividir. Sólo tiene sentido la crítica que sea constructiva; y esa es amorosa, sin acusaciones ni condenaciones. Antes de apuntarnos un defecto, es siempre aconsejable presentar dos cualidades del otro. Eso funciona como un anestésico para que se pueda hacer la cura sin dolor. Y reza por el otro antes de abordarle en un problema difícil. Pide al Señor y a Nuestra Señora que preparen su corazón para recibir bien lo que tienes que decirle. Dios es el primer interesado en la armonía del matrimonio.
5. Nunca echar al otro en cara los errores del pasado.
La persona es siempre más que sus errores, y a nadie le gusta ser caracterizado por sus defectos.
Toda vez que acusamos a alguien de sus errores pasados, estamos trayéndolos de vuelta y dificultando que  se libre de ellos. Ciertamente no es esto lo que queremos para la persona amada. Es preciso todo cuidado para que esto no ocurra en los momentos de discusión. En estas horas lo mejor es mantener la boca cerrada. El que esté más calmado, el que se controla más, debe quedar quieto y dejar al otro hablar hasta que se calme. No replicar con palabras, si no la discusión aumenta, y todo lo malo puede pasar, en términos de resentimientos, ansiedades y dolorosas heridas.
En los tiempos horribles de la “guerra fría”, cuando pendía sobre el mundo todo el peligro de una guerra nuclear, como una espada de Damocles sobre nuestras cabezas, el Papa Pablo VI avisó al mundo: “la paz se impone solamente con la paz, por la clemencia, por la misericordia, por la caridad”. Ahora, si esto es válido para que el mundo encuentre la paz, mucho más es válido para que todos los matrimonios vivan bien. Por tanto, como enseña Tomás de Kempis, en la Imitación de Cristo, “primero consérvate en paz, después podrás pacificar a los demás”. Y Pablo VI, ardoroso defensor de la paz, decía: “si la guerra es el otro nombre de la muerte, la vida es el otro nombre de la paz.” Por tanto, para haber vida en el matrimonio, es preciso que haya paz; y ésta tiene un precio: nuestra madurez.
6. La displicencia con cualquier persona es tolerable, menos con el cónyuge.
En la vida a dos todo puede y debe ser importante, pues la felicidad nace de las pequeñas cosas. La falta de atención para con el cónyuge es triste en la vida del matrimonio y demuestra desprecio para con el otro. Sé atento a lo que el otro dice, a sus problemas y aspiraciones.
7. Nunca ir dormir sin haber llegado a un acuerdo.
Si eso no sucede, al día siguiente el problema podría ser mayor.  No se puede dejar acumular problema sobre problema sin solución.
¿Tu usarías la misma jarra que usaste el día anterior para poner la leche, sin antes lavarla? La leche ciertamente se volverá ácida. Lo mismo sucede cuando discutimos sin resolver los conflictos de ayer.
Los problemas de la vida conyugal son normales y exigen de nosotros atención y valor para enfrentarlos, hasta que se solucionen, con nuestro trabajo y con la gracia de Dios. La actitud de avestruz, de fuga, es la peor que existe. Con paz y perseverancia busquemos la solución.
8. Por lo menos una vez al día, decir al otro una palabra cariñosa.
Muchos tienen reservas enormes de ternura, pero olvidan expresarlas en voz alta. No basta amar al otro, es preciso decir esto también con palabras. Especialmente para las mujeres, esto tiene un efecto casi mágico. Es un tónico que cambia completamente el estado de ánimo, humor y bienestar. Muchos hombres tienen dificultad en este punto; algunos por problemas de educación, pero la mayoría porque aún no se han dado cuenta de su importancia.
Como son importantes esas expresiones de cariño que hacen crecer al otro: “te amo”, “eres muy importante para mí”,  “sin tu no habría conseguido vencer este problema”, “tu presencia es importante para mí”; “tus palabras me ayudan a vivir”… Di esto al otro con toda sinceridad y experimentarás lo importante que es.
9. Si cometes un error, saber admitirlo y pedir perdón.
Admitir un error no es una humillación. La persona que admite su error demuestra ser honrada, consigo misma y con el otro. Cuando nos equivocamos no tenemos dos alternativas honradas, sólo una: reconocer el error, pedir perdón y procurar remediar lo que hicimos mal, con el propósito de no repetirlo. Esto es ser humilde. Actuando así, incluso nuestros errores y caídas serán momentos para nuestra maduración y crecimiento. Cuando tenemos el valor de pedir perdón, venciendo nuestro orgullo, eliminamos casi en seguida el motivo de conflicto en la relación, y la paz vuelve a los corazones. ¡Es noble pedir perdón!
10. Cuando uno no quiere, dos no pelean.
En la sabiduría popular la que enseña esto. Será necesario entonces que alguien tome la iniciativa de romper en círculo vicioso que lleva a la pelea. Tomar esta iniciativa será siempre un gesto de grandeza, madurez y amor. Y la mejor manera será “no poner leña en la hoguera”, esto es, no alimentar la discusión. Muchas veces es por el  silencio de un que la calma vuelve al corazón del otro. Otras veces será por un abrazo cariñoso, o por una palabra amiga.