06 octubre 2016

el ajuste pendiente de la banca

Esto es lo que no se acaban de coscar los banqueros españoles. No sólo es un problema de rentabilidad, de sus cuentas de resultados, por los rendimientos de los bonos negativos, no es un problema de mora, no es el miedo a lo que viene de nuevos bancos, es más un tema filosófico de no verlas venir…

Tres señales para perder la esperanza en la banca

La banca no da tregua. Los problemas del sector en España no tienen nada que ver con los de Italia o Alemania, pero no por eso hay que subestimarlos. Sobre todo si éste ya es el tercer  año consecutivo en que se escucha a los ejecutivos bancarios repetir la misma letanía: los márgenes de beneficio casi han desaparecido, básicamente por culpa de la política de tipos de los bancos centrales, y el impacto tecnológico amenaza con revolucionar el negocio.
Es en este segundo ámbito donde lo que pasa con la banca se parece mucho a lo que ocurrió con los medios de comunicación a partir de la década de 1990. Las flamantes corporaciones multimedia fueron incapaces de lidiar con el cambio tecnológico que supuso la aparición de Internet. No vieron que su negocio de pago iba a desaparecer. La información se comoditizó y el premio gordo se lo llevaron los creadores de buscadores y de nuevos medios. Los consejeros delegados de los medios convencionales nunca se enteraron de quién se comía, primero su queso publicitario, y después su queso de consumidores y usuarios.
Un problema de las grandes empresas es que los chavales que inventan cosas en los garajes no juegan al golf con sus directivos
Hoy es fácil decirlo, pero en su momento se confundió la típica pérdida de audiencia debido a que el medio defrauda a sus seguidores, con un cambio estructural en la sociedad inducido por las nuevas tecnologías. Cuando descubres que tu oferta ya no mueve a los consumidores, la cambias compulsivamente y cuando ya han fallado tres o cuatro estrategias, puede suceder el milagro de que alguien encuentre una solución o simplemente que administres la miseria. Y la posibilidad de que los que encuentren la salida sean unos chavales en un garaje que no está en tu edificio es muy alta. El problema es que los chavales del garaje no jugaban al golf con directivos de medios de comunicación.
A los banqueros les está pasando algo parecido. Y el martes se pudo comprobar en el VII Encuentro Financiero organizado por KPMG y el diarioExpansión en Madrid donde se escucharon afirmaciones sobre el sector que no resultan nada estimulantes.
Señal de decadencia Nº1.- Si una entidad financiera con más de 26.000 trabajadores sólo tiene 400 empleados de menos de 30 años, el 1,5% de su plantilla, tiene un grave problema de desconexión con el futuro de una sociedad. Y es que el sector financiero cada vez tiene más dificultades para atraer a los jóvenes. Los directores de Recursos Humanos hablan con nostalgia de lo que ocurría hace 20 o 25 años cuando los jóvenes soñaban con colocarse en un banco, ojalá grande. Ahora, ya no es igual.
Señal de decadencia Nº2.- “No conseguimos que el cliente se enamore de esta aplicación”. Esta frase se oye continuamente. Describe bien que el banquero está intentando prescribir a su cliente una solución a sus problemas, pero éste se resiste a adoptarla. Este camino, válido para una sociedad analógica, no tiene sentido con el actual cambio tecnológico. Antes, las innovaciones tecnológicas “llovían”. Ahora, llueven, pero también florecen desde abajo. La gente toma las aplicaciones y los dispositivos y los emplea como les da la gana. Twitter era una mensajería interna que evolucionó hacia una red social. Los smartphones, descendientes del teléfono,para lo que menos se usan es para hablar por ellos. Si las organizaciones no experimentan con cuestiones críticas y no banales (cosa que los bancos odian), no pueden innovar.
Señal de decadencia Nº3.- “Hay una tendencia global a eliminar el efectivo”. Me sobresalté al oír a una ejecutiva bancaria decir esto de corrido y sin ruborizarse. Asumir sin la menor crítica los mensajes de los ministros de Hacienda, convertirse en correas de transmisión de los objetivos de determinados centros de poder, en una cuestión tan delicada como el origen de tu propio negocio (que era custodiar el dinero de los demás), sin considerar las objeciones, preocupaciones o principios de tu clientela, es una magnífica forma de dar por perdida tu actividad. ¿Saben realmente los bancos lo que piensan sus clientes sobre esto? ¿Conocen los principios y valores que están en juego al eliminar el efectivo? ¿Pueden identificar una posición, basada en el servicio a sus clientes, que no sea la simple repetición de órdenes superiores?
Como contrapartida, la única señal optimista que me llegó desde el sector es que hay ejecutivos bancarios tomando clases de Filosofía.
Abrazos,
PD1: No hacemos más que hablar del Deutsche Bank, pero hay otros bancos que andan muy poco finos. Por ponerte varios ejemplos: DEUTSCHE BANK (DBK.DE), BANCA MONTI DEI PASCHI SIENA (BMPS.MI), CREDIT SUISSE (CS) y el español BANCO POPULAR (POP.MC).
Desde el rebote de los mercados tras la crisis de 2008, tanto el Deutsche Bank como Credit Suisse llevan una caída ambos del 70%. El italiano y el español derrumbados, no valen nada y eso que hace poco amplió capital el Banco Popular…
Desde hace 2 años: algo parecido…
Desde principios de este año: El Credit Suisse se ha separado de la tendencia del DB…, a ver lo que le dura. El español e italiano: muertos.
PD2: Ya sabes mi opinión sobre el programa de expansión monetaria que están realizando los bancos centrales. Es una burrada que deben repensarse. Ha servido para que los bonos entren en rendimientos negativos, han inundado el sistema financiero de liquidez, que no ha servido para que hubiera un crecimiento recurrente y sostenible… Lo peor, es que se han quedado sin fuerzas para cuando tengan que enfrentarse a una nueva crisis que llegará…
Mira los balances de los bancos centrales en su proporción al PIB, según JP Morgan:
¿Podemos pensar que el banco central suizo o el japonés podrían hacer algo más en caso de necesidad? Lo dudo. ¿Habrá marcha atrás, volveremos algún día a como estábamos antes de la crisis? Ni de coña, salvo reestructuración de papelitos…
Europa se japonizó y luego Japón se europeizó. EEUU los únicos sensatos. Menuda mierda de curvas de tipos tenemos:
España se italianizó, e Italia ahora se portugalizó… ¿Iremos detrás nosotros?
Primas de riesgo entre España e Italia:
¿Quién está mejor España o Italia? Tiene muchos matices, pero aún siendo muy distintos, ya me gustaría tener el paro de Italia, la industria, la deuda externa… No, no me gustan sus políticos tampoco, ni sus deudas acumuladas, pero sí como le han metido tijera al déficit… Ya me gustaría tener esos coches molones que por ahí circulan, y esas ciudades ricas y esa clase media… Aunque los inversores de lejos nos juntan y nos ven iguales… ¿Qué harán las primas de riesgo, convergirán o divergirán?
PD3: Y lo siguiente que les toca es frenar el QE al BCE y subir tipos de interés a la Reserva Federal:
Desde Fidelity dicen:

Why interest rates matter?

Recent market declines show the importance of interest rates in a slow-growth world, says Jurrien Timmer, director of global macro.
The sudden return of stock market volatility in recent weeks seems like a repeat of the May 2013 "taper tantrum," when the Fed signaled its intention to “taper” its asset purchases. Stocks went down, bond yields rose sharply, and credit spreads widened. It was a trifecta of unwanted correlations among the major asset classes.
It was an important lesson for the markets at the time, and especially for the Federal Reserve (Fed). The financial system was unable to withstand the end of monetary policy accommodation. Fortunately, the Fed “got it” and the taper tantrum was over in a few weeks. But the scars are there, and we see them every time rates rise in the absence of economic growth.
Why do interest rates matter so much? In my opinion, the market’s heightened sensitivity to changes in rates is a function of the stagnation regime in which we’re living. A rise in yields in the absence of economic growth is one of the things investors fear most—especially when rates are so low. And we just got a taste of it, again. When yields rise amid an acceleration in growth, then it’s all good. But when the growth isn’t there, it’s a problem.
I’ll give you an example. Based on my discounted cash flow model, if the yield on the 10-year Treasury were to rise 100 basis points—while earnings growth is zero—that would leave the stock market about 20% overvalued. But if the 10 year were to fall 100 basis points, that would leave the market 20% undervalued.
Now, if this was to happen when earnings are growing at 6%—their historical growth rate—it’s a whole different story. If the 10-year Treasury rose 100 basis points against that backdrop, the market would actually still be undervalued. Such is the power of interest rates when there is no earnings growth. This is why we get these occasional taper tantrums.
So, is the recent uptick in yields the start of a major trend? Or will it be like every other episode of the past few years, a temporary hiccup against the prevailing trend toward lower yields and ongoing stock market levitation? I think it is the latter, simply because without a sustainable increase in growth, every uptick in yields should be short-lived. At least as long as central banks keep listening to the markets. And with the Fed’s Federal Open Market Committee (FOMC) meeting just concluded, there is no question in my mind that central banks remain in “do no harm” mode.
Y ambos movimientos van a ir contra el mercado de bonos y, por tanto, contra el de acciones… ¿Nos meterán en recesión en 2017 cuando frenen sus políticas expansivas? Ese es su temor a hacer nada, a subir tipos, a dejar de imprimir…
PD4: No es que en Europa hayamos dejado de creer en Dios, sino que hemos puesto en su lugar al “dios dinero”. Ateo no es nadie, todos creemos en alguien, o en algo… Aunque el dinero no da la felicidad, sólo da un placer efímero, o alienta la soberbia de poseerlo todo...