20 noviembre 2017

¿Qué mueven los mercados?

Este año lo han movido las expectativas de Trump y su cúmulo de políticas que iba a realizar… Ninguna a llegado a buen puerto todavía…

How to Tell the Bulls From the Bears

The same set of facts and events can be seen in very different ways.
What’s driving the stock-market rally? How you answer that question determines if you are a bull or a bear.
I have been thinking about this for some time. Regular readers know I am in the bull column, and have been for some time -- but only up to a point.
I credit the factors discussed below as key drivers of the bull market. I present them here in what I believe is their order of significance. You may come up with a different list of drivers, or simply a different order. If your order is the opposite of mine, then you might be more bearish than I am.
Global economic expansion: The worst financial crisis since the Great Depression is now almost a decade behind us. It has been a slow painful recovery, but we are now getting to the point where emergency policies are being removed. Monetary policy is being normalized; growth, employment and wages are mostly solid. This is the broadest context, and a great source of strength, for the gains in stocks.
Earnings: Corporate profits are a key underlying driver of stock prices. Say what you will about everything else, corporate earnings have improved in the U.S. and are recovering in emerging markets, Europe and Japan. All other things being equal, rising earnings typically lead to rising equity prices.
Sentiment: For a long time this bull market was the most hated rally in Wall Street history. That is no longer the case. Individual investors are back, mainly via indexing. This can lead to multiple expansion, or higher price-to-earnings ratios, which helps sustain a bull rally. As an example, multiple expansion accounted for about 75 percent of the bull-market gains from 1982 to 2000.
Terrible headlines and news: Whenever I am asked why markets are going higher, despite the parade of terrible news, my standard response is “News is mostly irrelevant.” Why?
1.News is old. Very little is genuinely unknown or is surprising;
2.Headline risk still exists, but it always exists -- it's not specific to this rally;
3.You are predisposed to notice bad news -- evolution has shaped your cognitive functions to look for threats to your survival. Good news is mostly ignored;
4.News creates the infamous wall of worry that markets climb (i.e., creates buyers and sellers);
5.Bad news is, for the most part, is already reflected in stock prices.
Note that terrible headlines do provide emotional support for bearishness.
Monetary policy: Central bank asset purchases and zero interests are ending -- yet markets are still rising. This refutes the claim that the rally is exclusively the result of actions by the Federal Reserve.
Capitulation: Markets that get cut in half, as they did in 2008-09, create a reset that tees up the next secular market. It may be brutal for bulls while it's happening, but once it has been overcome, it provides an underlying support for future gains.
Recovery from the credit crisis: I have been urging readers to stop using the usual recovery from recessions as a frame of reference. Instead, understand that recoveries from deep financial crises, as Carmen Reinhart and Ken Rogoff wrote, are quantitatively and qualitatively different. Long and slow recoveries from crises are normal, and the one we are experiencing presently is very typical.
Valuation: Markets have rallied in anticipation of those rising earnings -- and then some. By most reasonable measures, U.S. stocks are either expensive or very expensive. But that doesn't mean the market stops going higher -- it only means we are borrowing some gains from the future. Thus, investors should lower their expectations for future returns but not assume the rally will stop because of valuation concerns. The 1970s taught us that cheap stocks can get cheaper; the 1990s taught us expensive stocks can get more expensive.
FAANG, bitcoin, speculative excess: In other words, Facebook Inc., Amazon.com Inc., Apple Inc., Netflix Inc. and Google (Alphabet Inc.). So much of the market's gains are accounted for by these five stocks (along with Microsoft Inc. and Paypal Holdings Inc.), that it raises some valid concerns that speculation has run amok. My Bloomberg Gadfly colleague Stephen Gandel pointed out that dot-com stocks rose 680 percent from early 1996 to the peak in March 2000. Bitcoin has risen 825 percent in past year alone. However, the excesses seem to be confined to specific corners of the market.
Fiscal policy: Tax reform! Deregulation! Overseas profits being repatriated! This is perhaps the weakest argument for the rally. It isn't persuasive for the simple reason that overseas markets have outperformed U.S. markets since the November 2016 election.
Let’s stop there. We could keep going, but the main idea is that you probably can find an explanation to support whatever your views are, bullish or bearish, in each of the situations above. Experience informs us that people become bullish or bearish afterthey make a purchase or sale. In other words, our beliefs typically are a consequence of what we just did with our investments.
What do you think is driving markets?
Yo creo que los mercados los han movido las acciones tecnológicas, los FANGs (Facebook, Amazon, Netflix y Google). El resto no ha estado tan fuerte:
Y esto tiene un límite, y una severa corrección en sus precios es más que esperada.
Te pongo el ejemplo de las acciones del sector de venta de ropa, nuestra Inditex y su competencia (Y eso que Zara ha aguantado mucho más por tener un gran inversor dentro):
Subieron como la espuma hasta que se coscaron los inversores de los excesos de las valoraciones…
Abrazos,
PD1: Trump está encantado de que la bolsa suba… Parece que las políticas de los gobiernos es que suban los mercados…, hasta el infinito y más allá.

TRUMP Y LA BOLSA

Un año después de la elección de Trump ninguna de sus grandes promesas para dinamizar la economía impulsando la demanda se ha cumplido:
- El pretendido programa de infraestructuras por importe de un billón de dólares en diez años ni siquiera ha llegado a presentarse formalmente en ningún momento. A día de hoy nadie espera que se materialice durante este mandato presidencial.
- La prometida reforma fiscal con una bajada significativa de impuestos a las empresas y la posibilidad de repatriar beneficios del exterior a una tasa muy reducida, sigue siendo un proyecto cuya materialización dependerá de los acuerdos entre los propios republicanos. El contenido final de la reforma es todavía una incógnita. De acuerdo con los últimos movimientos parece que es más previsible su eventual entrada en vigor en 2019 en lugar de en el próximo ejercicio.
- Las amenazas de guerra comercial con países como China o México han quedado en eso, en amenazas. Así queda demostrado en los acuerdos y declaraciones de su actual visita a China.
A pesar de todo lo anterior, la economía estadounidense sigue creciendo por encima del 2%, la tasa de paro se sitúa en mínimos históricos, la inflación sigue sin ser un problema y los índices bursátiles encadenan máximos históricos uno tras otro. Más de cuarenta en lo que llevamos de año. Trump no deja de otorgarse el mérito del buen comportamiento de las bolsas.
Lo sucedido en la bolsa americana en este último año es digno de análisis. Mientras que la Reserva Federal va camino de su cuarta subida de tipos de interés en apenas un año, los índices S&P, Dow Jones y Nasdaq han subido un 21, 28 y 31% respectivamente. Los FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google) se han revalorizado incluso más, un 46%. Lo más sorprendente de lo acontecido en este ejercicio es la falta absoluta de volatilidad. En todo este año no ha habido ni una sola caída que alcance el 3% desde los máximos. Algo totalmente insólito. En este ejercicio, sólo en cuatro sesiones el retroceso del S&P ha sido superior al 1%.
El mensaje de los bancos centrales, y específicamente de la Reserva Federal, dejando entrever que actuarán con todos sus medios disponibles si hay un desplome del mercado financiero hace que la estrategia de los inversores de asumir más riesgos y "comprar en caídas" sea tan generalizada que la profundidad de las mismas es cada vez más reducida. Hemos pasado de la "put Bernanke" a la "put Yellen" y previsiblemente a la "put Powell". Se le podría denominar el "put de los bancos centrales". Los inversores acaban convencidos de que merece la pena asumir riesgos porque los bancos centrales no pueden permitir que las bolsas caigan de forma considerable por el impacto que tendría sobre la confianza de los consumidores, el efecto riqueza y en última instancia en el crecimiento económico.
Hasta ahora parecería que los inversores que han seguido dicha táctica han estado acertados. Los inversores asumen que el comportamiento de los mercados en el futuro próximo será igual al comportamiento en el pasado más cercano. No son capaces de anticipar ningún catalizador que pueda hacer descarrilar la actual tendencia alcista.
Esta vez no es diferente. Los ciclos económicos y bursátiles seguirán existiendo. La volatilidad en algún momento aparecerá, seguramente con fuerza. La actuación de los bancos centrales y la ingente inyección de liquidez ha condicionado y sigue condicionando el comportamiento de las bolsas. Ahora, poco a poco, los bancos centrales pretenden normalizar sus políticas. Habrá que monitorizar su efecto sobre las bolsas, que inevitablemente se verán afectadas. De momento la alegría en las cotizaciones sigue.
PD2: Cuando alguien te habla de sus problemas no significa que se queje, significa que confía en ti.