Esta es la evolución a largo plazo del EURO desde su inicio
hasta hoy, donde podemos ver su gran volatilidad en función de cada momento y
circunstancia:
Está como parado, esperando a ver los acontecimientos… Pero
acabará moviéndose, ni lo dudes… ¿Se apreciará, o se debilitará? Les gustaría
que se depreciara para reducir su déficit comercial. Aunque el diferencial de
tipos de interés y la situación de desunión de Europa y de populismo creciente,
hace que con el euro se dude… Mira lo que dice Juan Ignacio Crespo:
Hace justo un año el euro
alcanzó su cotización más alta frente al dólar desde diciembre de 2014 al
situarse en 1,25 $/€. Nueve meses más tarde (en noviembre de 2018) había bajado
a 1,12$/€ y se ha mantenido desde entonces no muy alejado de ese nivel, aunque
siempre ligeramente por encima de él.
Ayer bajó a 1,12$/€ de nuevo y
se plantea una vez más la pregunta de si romperá ese suelo de 1,12 y seguirá
cayendo o si retomará el vuelo para aproximarse a los niveles máximos del año
pasado. Hay buenas razones para pensar que cualquiera de las dos alternativas
tiene una probabilidad elevada. Hasta hace pocos días parecía más probable la
segunda que la primera (es decir, era más probable que el euro volviera a subir)
pero la desaceleración tan rápida de la economía europea pesa fuertemente para
impedirle que despegue.
Se podría decir que desde marzo
de 2015 el euro está en trayectoria alcista frente al dólar pues entonces llegó
a 1,05$/€ y ahora está en 1,12$/€. Pero la marcha que le correspondía por los
ritmos históricos ha quedado desvirtuada desde mediados del año pasado, por lo
que es difícil tener claro qué es lo que va a suceder ahora.
Y es que en los últimos doce
meses, ninguna de las noticias que auguraban un debilitamiento del dólar ha
tenido un impacto definitivo en su cotización: 1) ni que Donald Trump proclame
que quiere un dólar débil, 2) ni que presione (con éxito) a la Reserva Federal
de EEUU para que no siga subiendo los tipos de interés, 3) ni que el déficit
comercial de EEUU suba a pesar de los aranceles, 4) ni que sea precisamente con
China con quien más se incrementa ese déficit comercial, 5) ni que la
rentabilidad de la deuda pública de EEUU baje de 3,25% a 2,55%, 6) ni que el
déficit del presupuesto norteamericano se esté incrementando hasta alcanzar el
billón de dólares y un porcentaje del 5% de su PIB, 7) ni la posibilidad más
que probable de que la guerra comercial con China pudiera resolverse, como
otras guerras comerciales, por medio de una depreciación del dólar; ni…
Parece que solo estuvieran
influyendo en la cotización del euro contra el dólar la fortaleza de la
economía de EEUU (apoyada en la bajada de impuestos) comparada con la debilidad
de la europea, y su correlato, el elevado diferencial de rentabilidades entre
la deuda pública de EEUU y Alemania que se mantiene en los niveles más altos
desde 1989 (porque la repatriación de beneficios de las empresas de EEUU en el
exterior, que podría haber actuado como otro elemento determinante, no debería
haber afectado el tipo de cambio grandemente, ya que esos beneficios estaban ya
previamente materializados en dólares en una gran parte).
Recurriendo al Gráfico 1
inferior la conclusión es que el euro está a punto de hacer una gran arrancada.
El patrón de comportamiento que implica esa subida se ha dado al menos en dos
ocasiones, 1988 y 2005. Pero la debilidad de la economía europea, con la
amenaza de recesión, nos pone ante la eventualidad de que se repita otro
patrón, el de 2012 (Gráfico 2) cuando, en los ocho meses previos a la entrada
de la zona euro en recesión, la cotización del euro frente al dólar perdió 20
céntimos (-13%).
Bien es verdad que el euro
venía entonces de una fortaleza extrema: 1,60$/€ en 2008 y, todavía, 1,51$/€ en
2009, y 1,48$/€ en 2011 (a pesar de los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal,
de las medidas excepcionales en España y de la crisis profunda en Italia, así
de fuerte estaba todavía el euro en 2011). Es decir, el euro estaba entonces en
trayectoria bajista frente al dólar (que continuaría hasta 2015) y ahora está
en trayectoria, o movimiento pendular, alcista. Esto hace que la repetición del
patrón de 2012 sea menos probable de lo que pudiera parecer a primera vista.
CONCLUSIÓN
La debilidad del euro frente al
dólar de los últimos 12 meses recuerda la que tuvo en los ocho meses previos a
la recesión europea de 2012-2013, y parece que estuviera haciendo tiempo para
comprobar si, de nuevo, se produce una recesión o no en la Eurozona para, en
caso de que sí, hacer el intento de bajar un escalón más. Pero no hay que
olvidar que hay toda una serie de elementos que pueden venir en su ayuda: a)
que el euro está en su ciclo alcista de largo plazo y eso le da cierta
resistencia a caer, b) que, además, está en un patrón de corto plazo alcista,
c) que la política más laxa de la Reserva Federal y la debilidad del LIBOR del
dólar (en mínimos recientes) le quita fuerza, d) el peso histórico de que las
crisis comerciales se resuelvan con depreciación del dólar, y e) que la
debilidad de la economía alemana no es probable que dure más de uno o dos
trimestres adicionales. Aunque hoy, al borde del 1,12 otra vez, haya que
echarle valor para decir, como es mi conclusión, que… el euro va a subir…
Gráfico 1. ¿Subirá el euro
por fin? Sí
Gráfico 2. ¿Subirá el euro
por fin? Más dudoso
Abrazos,
PD1: Ayer tuve mi retiro mensual. Una hora donde el cura nos
hace la oración… Nos explicó la Misa. No es un recuerdo, es la misma cena del
Señor que se vuelve a hacer presente en la consagración, que vuelve a morir en
la cruz en cada Misa que se celebra, que resucita para redimirnos de nuestros
pecados…, y que nos manda al Espíritu Santo. Esto ya lo sabíamos todos. Pero
nos contó algo nuevo que no, los momentos de la Misa que reflejan cada cosa:
Las lecturas y el evangelio nos traslada a esos tres años, nos
hace estar presentes junto a Él, nos convierte en testigos de esos momentos,
como si estuviéramos allí.
En la consagración se repiten sus palabras en el tabernáculo. El
pan y el vino se convierte en su cuerpo y sangre que luego nos comeremos para
tener verdadera intimidad con Él.
Cuando se dice “por Cristo, con Él y en Él, a ti Dios Padre…”,
es cuando ya colgado en la Cruz, después de una plegaria de oraciones y
agradecimientos, muere.
En el momento que el cura mete un trozo de Hostia consagrada en
el vino, que refleja la fundación de la iglesia, es cuando resucita.
Después comulgamos y, en la bendición final, nos hace apóstoles
y nos manda al Espíritu Santo…
Ha sido muy bonito saber y reconocer cada momento de la Misa y
recordar, lejos de la rutina de haber ido a tantas misas, que lo que ocurre en
la Misa es maravilloso y que es lo mejor que nos dejó el Señor.