Dentro de una completa tranquilidad, el euros y el dólar se
mueven ligeramente…, aunque sus diferenciales de tipos podían ampliar este leve
movimiento…
Empieza a deshacerse el equilibrio de fuerzas entre dólar y
euro
Desde primeros de mayo la
cotización del euro frente al dólar se fortaleció de manera sorpresiva (a pesar
de que la expectativa de una recuperación económica fuerte era mejor para los
EEUU que para Europa) hasta llegar (desde el 1,07 de marzo) a 1,20 dólares por
euro en el mes de agosto. Desde entonces ha retrocedido in poco, hasta 1,17.
En varias ocasiones en los
últimos meses hemos comentado que las fuerzas en liza (apreciación frente a
depreciación del euro frente al dólar) se veían muy equilibradas:
1) Por una parte, el argumento
cíclico favorecía la apreciación del euro y, además, el porcentaje de expansión
del balance de la Reserva Federal desde el inicio de la pandemia (+72%) había
sido muy superior al del BCE (+56%), pero,
2) Por otra, el balance del BCE
equivale ya al 66% del PIB de la Eurozona frente a 37% que representa el tamaño
del balance de la Fed respecto al PIB de EEUU.
Además, desde abril de este año
parecía que el diferencial entre la rentabilidad de la deuda pública a 10 años
de EEUU y la de Alemania para ese mismo plazo quería empezar a ampliarse, lo
que debería favorecer la cotización del dólar. Pues bien, desde primeros de
septiembre el diferencial se ha ido ensanchando y ha pasado de ser 1,03% a
comienzos de abril a estar en este momento en 1,40%.
También, durante la
recuperación en V de la recesión, tanto en EEUU como en Alemania, en todo
momento ha parecido que la expectativa para la economía de EEUU era mejor que
la de la Eurozona.
Todo ello llevaba a la
conclusión de un equilibrio de fuerzas que debería mantener la cotización en
torno a 1,17 dólares por euro.
Sin embargo, en los últimos
días la cosa parece haber empezado a girar lentamente en favor del dólar, no
solo porque el diferencial de rentabilidad se ha ampliado en 0,37%, según lo
dicho, sino porque la debilidad de la economía europea ha comenzado a
manifestarse de manera más acusada de lo normal: los PMIs del sector servicios
en septiembre fueron en general muy flojos y, como comentábamos ayer, empezieza
a cundir el temor de que la Eurrozona vuelva a caer en recesión.
A esta visión negativa de la
economía de la zona euro contribuía el que la presidenta del BCE barajara la
posibilidad de una nueva reducción del tipo de interés negtivo que aplican a la
“facilidad de depósito” y también, retroalimentándose, el que el mercado
empiece a dar por hecho que, en diciembre, prodría ampliarse en medio billón de
euros el programa de compra de bonos por parte del BCE.
En suma, tal y como refleja el
gráfico de hoy, parece que el aumento del diferencial de rentabilidades en
favor del dólar (parte superior del gráfico) está permitiendo que las fuerzas
se decanten por la posibilidad de su fortalecimiento. La expectativa de una
ampliación del programa de compra de bonos por el BCE no hará sino reforzar esa
tendencia y más cuando la Fed parece estar enviando el mensaje de que ellos ya
han completado su tarea, mensaje que tampoco hay que tomarse demasiado en serio
porque, llegado el caso, volverán a intervenir, aunque, por ahora, parece menos
probable que el que lo haga el BCE antes.
CONCLUSIÓN:
continúa el equilibrio de fuerzas aunque se decanta lentamente en favor de la
cotización del dólar frente al euro.
El diferencial sube, el euro se
debilita
Abrazos,
PD1: ¡Cuantas veces los cristianos practicantes creemos que somos
mejores! Y no es así, no por muchos rezos y actos de piedad que hagamos nos
hace mejores… Solo seremos mejores si lo hacemos por amor, no por costumbre u
obligación. Meter el amor en todos nuestros actos es lo que solo nos hace
mejores, es lo que a Dios creo que le agrada.