Últimamente no hago más que oír
a la gente de que esto era impensable hace un año, que el virus nos ha cambiado
todo y no podíamos ni imaginárnoslo… En los temas financieros también y mucho:
El diccionario
de la RAE define tipo de interés como la
"retribución por el uso de una unidad de capital durante un período
de tiempo". Así, antes de que el BCE situara los tipos de interés
en negativo en 2014, era impensable considerar que una retribución por
el uso de un capital pudiera llegar a ser negativa. Cuesta entender
que una retribución de cualquier cosa sea negativa.
Aunque
el mandato del BCE sólo establece como objetivo alcanzar un nivel de inflación
cercano pero inferior al 2%, es evidente que desde el estallido de la crisis de
2008 el BCE ha actuado como la principal autoridad económica en
la Eurozona. Cuando el BCE situó por primera vez en la historia
el tipo de interés en negativo, hace ya seis años, se consideró que
era una medida temporal para lograr inflación, pero sobre todo
para ayudar al crecimiento económico.
Tras
dos años de recesión económica de la Eurozona en 2012
y 2013, la medida de situar los tipos de interés de corto plazo en negativo
iba encaminada a facilitar la recuperación de la economía de la Eurozona. Lo
cierto es que, a pesar de la recuperación del crecimiento de área cercano al 2%
durante cuatro años (2015-2018), el BCE no pudo o no quiso acabar con
los tipos de interés en negativo. Ahora, metidos de nuevo en una recesión y
ante los dañinos y perdurables efectos económicos de las medidas restrictivas
motivadas por la pandemia, es impensable que los tipos de interés
fijados por el BCE vuelvan a subir en un largo (larguísimo) periodo
de tiempo.
El anclaje de los tipos de interés de corto plazo en negativo junto con la contundente intervención del BCE, y del resto de bancos centrales, en los mercados de bonos ha hecho que los tipos de interés negativos se hayan extendido a la mayor parte de los bonos emitidos por los distintos Estados de la Eurozona. Actualmente, la práctica totalidad de los bonos soberanos de la Eurozona con vencimiento hasta siete años, con la excepción de los italianos, ofrecen rentabilidad negativa. Cuanto más endeudados están los Estados, logran financiarse "gratis" recibiendo intereses en lugar de pagarlos, incluso a plazos de siete y diez años.
Tanto representantes del BCE como de la Reserva Federal estadounidense (Fed), como del Fondo Monetario Internacional (FMI) abogan por más medidas de gasto público para evitar que la actividad económica sufra una considerable corrección. De acuerdo con el FMI, el destino de dicho aumento del gasto público se debería orientar a mitigar la pérdida de ingresos de los trabajadores, a incentivar la contratación, a ampliar los programas de asistencia social, a garantizar y avalar el crédito a las empresas e incluso a aportar recursos propios a ciertas compañías. Por supuesto, dicho aumento del gasto público y, por tanto, del déficit será financiado en gran parte por el banco central correspondiente.
De
acuerdo con las declaraciones de la presidenta de la Reserva Federal de San
Francisco, Mary Daly, la economía es tan dependiente de la liquidez de
la Fed que en el momento en que se decidiera cambiar de política y retirar
liquidez se podría poner en riesgo millones de empleos. En otras palabras,
los bancos centrales están atrapados en unas políticas de tipos de interés y de
compra de bonos de la que difícilmente pueden dar marcha atrás sin causar un
descalabro en los mercados financieros y una considerable caída de la economía
en general.
Otro
miembro de la Fed, Randal Quarles, confirma que el mercado de bonos del
Tesoro es ya tan grande que la Fed tiene que continuar muy implicada para su
adecuado funcionamiento. En otras palabras, no le queda más remedio que
seguir interviniendo tal y como lo hace ahora.
Algo
que hace seis años era impensable, tipos de interés negativos, se
ha convertido en la "nueva normalidad". Los tipos de
interés de los bonos seguirán distorsionados por mucho tiempo por la intervención
de los bancos centrales, favoreciendo a los endeudados y perjudicando a los
ahorradores. Hasta la EBA (Autoridad Bancaria Europea) advierte a
los bancos que tendrán que pagar por las hipotecas que tengan tipos de
interés negativos. (Como el Euríbor a un año se sitúa en -0,46%, aquellas
hipotecas a tipo variable con un diferencial inferior Euríbor +0,46% tendrán
intereses negativos en la hipoteca). El mundo al revés. El endeudado
recibe intereses y estos sirven para pagar parte del principal.
Abrazos,
PD1: Los católicos tenemos que
ser consciente que los más importante es tener una vida de oración. Si no
alimentamos nuestro espíritu, nos convertimos como en plantas sin ser regadas,
que eventualmente mueren. Si no regamos nuestra fe, ésta desaparece. Esos que
dejan sus prácticas de oración, el ir a Misa el domingo, el rezar aunque sea un
Padrenuestro al día..., pierden la fe y les cuesta mucho recuperarla luego…