Te llevo contando muchos meses
que las cosas andan mal, que la recesión es muy severa. JP Morgan acaba de
publicar esto que da alas a pensar que quizás no esté todo tan mal, que hay
vida al final del túnel… Permíteme que lo dude, pero te copio lo que dice:
Razones para ser optimistas con la recuperación y los
mercados
La
vuelta a la volatilidad de estas últimas semanas, empujada por unos datos
preocupantes de los contagios por COVID-19 y renovadas tensiones geopolíticas,
nos pueden llevar a perder de vista la imagen completa. Porque a pesar de un
septiembre complicado, en la foto final del tercer trimestre los principales
activos de riesgo salen bien parados. ¿Está justificado? ¿Respaldan los datos
económicos el rally en las bolsas? En opinión deJ.P. Morgan Asset Management, sí. Hay
razones, y muchas, para ser optimistas.
Lucía
Gutiérrez-Mellado, directora de Estrategia de J.P. Morgan AM
para España y Portugal, no duda en su pronóstico: “El tercer trimestre va a sorprender
al alza”. En su opinión, los datos macro así lo avalan. La
actividad manufacturera en las principales economías da claras muestras de su
recuperación. Y destaca dos cifras: las de nuevas peticiones y el desempleo en
Estados Unidos. En Asía, también, la industria muestra su fortaleza.
El tono general entre las principales economías es que se tocó fondo en marzo. Algunas con más fuerza, otras con menos, pero como apreciamos en el gráfico anterior, incluso los negocios directamente limitados por la pandemia levantan cabeza ya.
Lo que no quiere decir que no persistan nichos de debilidad. Y el
consenso tiene muy claro su foco, en el sector servicios. “Es algo que no
sorprende. La realidad es que hasta que no haya vacunas habrá partes de la
economía que ineludiblemente van a sufrir”, reconoce la experta. Y por eso
mismo es tan difícil determinar qué forma tendrá la recuperación económica.
Lo que sí tiene claro es que la habrá. De hecho, que estamos
inmersos en ella y que continuará a lo largo del año que viene. “Lo bueno es
que vemos las
condiciones necesarias para que la recuperación se materialice”,
afirma. Ciertamente, los
índices de confianza empresarial encadenan varios meses de mejora.
Más notablemente en Estados Unidos, pero aun así repunta en Europa. Además,
como bien recuerda, Gutiérrez-Mellado, las condiciones financieras siguen
siendo muy acomodaticias.
Donde sí se aventura a ver una recuperación en V es en China. En el país asiático la actividad manufacturera volvió en agosto a niveles previos a la crisis y en las últimas semanas incluso las ventas al por menor vuelven a estar en terreno positivo. De los datos que llegan de China, la experta resalta el gráfico de la derecha, el de las exportaciones, que desde hace meses está en proceso de mejoría. Y es más, que podemos extraer de él señales positivas. “La buena noticia es que durante la primera mitad de año las exportaciones de China se sostuvieron gracias a la demanda de material sanitario, pero desde verano detectamos un cambio de tendencia. La gama de productos que exporta se ha ampliado y vuelven a ser bienes más normalizados”, comenta.
A nivel negocio también hay argumentos que respaldan estar
positivos. La
temporada de resultados del segundo trimestre, en opinión de
Gutiérrez-Mellado, nos confirma que las
empresas en general han tocado fondo. Y que, además, lo han
hecho tras meses de fuertes revisiones a la baja por parte de los analistas.
“Algo que nos llevaba a nosotros a ser más optimistas que el mercado cuando
analizábamos empresas es que notábamos el enorme esfuerzo que están haciendo
las corporaciones para lidiar con la crisis, en la gestión de costes, etc.”,
cuenta. Así, para 2021 desde J.P. Morgan AM pronostican una recuperación de los
beneficios del 30% frente a la caída del 20% prevista para este año.
Abrazos,
PD1: Voy a tener otro nieto
más, el décimo. Mis hijos son unos valientes. La mayor tiene 5 hijos y el
segundo está esperando el quinto también… ¿Habrá competencia entre ellos? Solo
sé que el mensaje continuo que han recibido en casa de apertura a la vida ha
calado en ellos. No importa que haya crisis, ni cómo se pagarán las
facturas, que los hijos son muy caros y van contra el placer de hacer viajes o
darse caprichos… Esa confianza en que Dios proveerá se impone sobre el consumismo
total que impera en la sociedad. ¡Olé por ellos! Se van ganando el cielo…, que
es lo que los padres deberíamos querer para nuestros hijos.