25 enero 2023

la banca y sus comisiones

Prefieren no pagar por los depósitos y que se vendan sus fondos de inversión domésticos, que les genera más rendimiento por comisiones.

Es una frescura, pero su capacidad de colocación de productos es enorme. Sus comerciales andan a la carga con vender fondos suyos, que no son buenos, pero son muy rentables para el banco…

Golpe de la banca a las gestoras extranjeras: el mercado de fondos retrocede una década

Las gestoras extranjeras sufrieron en 2022 su peor año desde la crisis financiera, pese a que los fondos españoles recibieron entradas netas de más de 17.000 millones

La industria española de fondos de inversión ha vuelto, al menos por el momento, una década atrás. A una época previa a MiFID II en la que los bancos colocaban mayoritariamente fondos propios, arrinconando a las gestoras internacionales para introducir sus productos solo en las carteras de los inversores más sofisticados de banca privada. La diferencia es que ahora está MiFID II, así que se hace con el amparo de la regulación que propuso la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Los fondos españoles captaron, en términos netos, 17.219 millones, según datos de la patronal de gestoras, Inverco. El patrimonio acabó en 306.198 millones. Es decir, los fondos españoles tuvieron buen comportamiento comercial en un año nefasto de mercados, con pérdidas generalizadas tanto en renta variable como en renta fija. Los números rojos fueron del 8% de media en renta fija a largo plazo, y de dos dígitos en renta variable, con los peores resultados en Estados Unidos y emergentes, del 17% en cada caso.

Las gestoras de los grandes bancos han liderado la captación de dinero. CaixaBank es la primera, con 4.896 millones, por delante de BBVA (3.751 millones) y Kutxabank (2.308 millones). También por encima de 1.000 millones están Ibercaja, Bankinter y Gescooperativo, la gestora de Grupo Caja Rural. Cerca de este umbral se queda Sabadell.

El año sirve para romper con lo que era habitual antes del covid. Esto es, que los inversores compraran cuando los activos subían y viceversa. La duda es si se debe a un aumento de la cultura financiera, lo que sería positivo, o a una mayor capacidad de ventas con la estrategia de la banca en los últimos años. Y es que a raíz de la entrada de MiFID II en 2018, los bancos han ido modificando la forma en que colocan productos de inversión.

Los fondos más vendidos muestran que los bancos han conseguido este resultado a través de las carteras de gestión discrecional y de inundar la red con productos para el cliente conservador. En vez de remunerar los depósitos con la subida de tipos de interés, los bancos optan por lanzar fondos garantizados y, sobre todo, vehículos de renta fija a vencimiento. Son fondos compuestos por bonos, principalmente de España e Italia, que se quedan en cartera de forma pasiva durante el horizonte temporal del fondo. En medio, los clientes podrían sufrir pérdidas y hay penalizaciones en algunos casos si recuperan su dinero.

En este contexto comercial, las cosas no han ido bien para todos. Hay gestoras independientes españolas con buen resultado comercial, como Abante o azValor, y otras para las que ha sido nefasto, como Bestinver, que encabeza las salidas netas. Pero si hay un colectivo que ha sufrido una auténtica sangría, es el de las gestoras internacionales, cuyo peso había ido creciendo en la industria española. Su patrimonio estaba en 228.245 millones en septiembre, según los últimos datos de Inverco.

Los números que manejan en el sector, según fuentes del mercado, son de salidas netas en España de 19.000 millones hasta noviembre, a partir de bases estadísticas como la de la consultora Broadridge. Hay razones coyunturales y otras estructurales para explicar esta sangría, que algunas gestoras internacionales temen que se mantenga, mientras que otras son más optimistas.

Las coyunturales tienen que ver con los mercados. El desplome de los activos de riesgo ha provocado salidas de dinero de fondos de fondos, compuestos por productos de gestoras internacionales, y también de fondos comprados directamente. Pero la venta de productos conservadores, para los que los bancos no necesitan a las gestoras internacionales, ha permitido el mencionado resultado global. Hay que tener en cuenta que MiFID II exige que la oferta esté compuesta de productos también de terceros para poder cobrar retrocesiones, que son las comisiones que se queda el vendedor. En este caso, el banco, aunque el fondo sea de una gestora del grupo.

Hay otro tema más estructural, y tiene que ver con las carteras de gestión discrecional, una forma de vender fondos aplaudida por la propia CNMV en la época de Sebastián Albella, cuando moldearon MiFID II para romper con el modelo tradicional de ventas de fondos en España. Es decir, con las retrocesiones y el conflicto de interés que genera el hecho de que el vendedor se lleve una comisión del producto y pueda decidir en función de ella en vez de atender la mejor opción del inversor.

A partir de 2018, CaixaBank apostó por las carteras de gestión discrecional, con cobro explícito y sin retrocesiones, por las que el cliente delega la inversión. Son carteras prefabricadas según diferentes perfiles de riesgo. Otros bancos optaron por fondos de fondos y añadir productos de terceros a la oferta, pero han ido basculando hacia el modelo de carteras de gestión discrecional, que tan buen resultado da. Los ingresos son más predecibles, porque no hay reembolsos masivos cuando caen los mercados, y es más fácil incentivar las aportaciones periódicas. En CaixaBank, que es líder, ya suponen más de la mitad del patrimonio de la gestora.

No obstante, y aquí viene el problema estructural de las gestoras internacionales, los bancos cada vez usan más producto propio para rellenar las carteras de gestión discrecional, apostando por la opción de la doble comisión —la explícita de la cartera y la implícita de los fondos de su gestora—. Según datos de Inverco, el 75% del patrimonio de estas carteras es de fondos del grupo bancario. Es difícil pensar que la mejor opción en el 75% de los activos es un fondo de la casa y no uno cualquiera de gestoras independientes españolas o internacionales.

Mientras siga esta tendencia, las gestoras internacionales tienen un nicho cada vez más reducido para vender fondos, porque la distribución minorista de los bancos parece ir por este camino. El patrimonio de las carteras alcanza los 102.455 millones, un tercio del total de activos que tienen los fondos españoles. Pero la dinámica es de claro crecimiento. Santander, por ejemplo, está dando una vuelta a su gestora y una de las prioridades de su nuevo plan estratégico es apostar por las carteras de gestión discrecional.

Aun así, a las gestoras internacionales siempre les queda la banca privada, seguros de vida ahorro para invertir como los unit links o los fondos de fondos, que siguen siendo habituales en la industria. También está la inversión directa a través de supermercados de fondos como MyInvestor, Renta 4, Tressis, Openbank, etc. Y los robo advisors para fondos indexados y ETF, normalmente de firmas extranjeras.

Abrazos,

PD1: El evangelio de hoy es muy clarito. Se lo decía a los apóstoles, pero como todo lo que iba diciendo, nos lo contaba a nosotros, hoy y ahora…

“Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien”.