Están cambiando las tornas de
forma acelerada. China se ha convertido en el principal exportador. Pobres
alemanes. Pobres estadounidenses antes, hace décadas. Y los japoneses, como no
se pongan las pilas, dejaran de ser los líderes en la exportación…
¿Lo arreglarán con aranceles?
Y en el tema de los coches
eléctricos
Limpio aquí, mugriento en origen
Tanto la
UE como una docena de estados de EE. UU. han prohibido
la venta de vehículos con motor de combustión interna (ICE) a partir de 2035,
debiendo ser sustituidos por vehículos eléctricos (EV). Esta
prohibición tiene consecuencias profundas y estructurales en el
sector de la automoción y en la movilidad futura de cientos de millones de
ciudadanos.
Los problemas
para lograr un cambio tan radical son múltiples: necesidad
de ingentes inversiones; dependencia
exterior de materias primas esenciales para la fabricación
de las baterías, especialmente de China; pérdida
del liderazgo en el sector por parte de empresas
europeas; mayores costes de los vehículos eléctricos
para los usuarios; necesidad de crear una infraestructura, hoy inexistente, para
la recarga de vehículos eléctricos; necesidad de incrementar significativamente
la capacidad de las redes eléctricas...
La justificación
esgrimida para la adopción de esta medida tan drástica en
un sector tan relevante de la economía es la menor contaminación
producida por los vehículos eléctricos en comparación con los vehículos de
motor de combustión (gasolina o diésel). El problema
radica en que esta premisa es, cuando menos, "incierta".
Que un vehículo eléctrico no expulse gases contaminantes por el tubo de escape
no quiere decir que, en su fabricación, su recarga y una vez acabada su vida
útil, no contamine.
Los
distintos análisis comparativos de emisiones están basados en
"hipótesis y suposiciones" para distintas
variables. Dichas hipótesis y suposiciones son altamente
discutibles. De hecho, la Agencia Internacional de la
Energía (IEA), muestra en los gráficos de sus análisis,
con sus propias hipótesis, que el margen de error (barras verticales del gráfico) en la
posible reducción de emisiones puede hacer que no exista reducción alguna al
pasar de vehículos de combustión a vehículos eléctricos.
Como indica un reciente informe de "Manhattan Institute", incluso las hipótesis consideradas por IEA son altamente discutibles.
Para
comparar si un EV contamina menos que un ICE habrá que analizar la contaminación ocasionada desde
la obtención de las materias primas necesarias para
fabricar cada componente de los vehículos, incluidas las
baterías, hasta la contaminación generada en la vida útil de los
vehículos y la provocada una vez que finaliza la vida útil de los mismos.
Algunos
de los factores que condicionan el resultado del análisis son:
- El
tamaño de las baterías considerado. De 50 estudios
analizados, el tamaño medio considerado es el de
una batería de 30 kWh. Al menos en Estados Unidos,
el 75% de los EV vendidos tienen
baterías entre 60-90 kWh. Obviamente, la cantidad de minerales
necesarios es sensiblemente superior, y la contaminación generada también.
- La
vida de la batería. La mayoría de los análisis considera
que un EV sólo utilizará una batería en toda su vida útil.
La recarga de la batería de forma rápida reduce la vida de la batería
hasta el 50%. La duración de la batería dependerá de la forma
de recarga. Esta variable no es considerada en la inmensa mayoría de los
análisis.
- Localización
de las minas. Más del 80% de los minerales necesarios para
los vehículos eléctricos son extraídos fuera de la UE y EE .UU. El uso
de la energía requerida para obtener los distintos metales
depende del grado de pureza de los minerales, del tamaño y naturaleza de las
minas, de la distancia a la que tienen que ser transportados y del tipo de
energía utilizada para extraer los minerales y procesarlos. China
procesa entre el 50% y el 90% de los minerales necesarios. El 65% de la
producción de electricidad en China procede del carbón.
Fuente: IEA
Estas
son sólo algunas de las variables que pueden variar cualquier análisis
comparativo entre vehículos eléctricos y de motores de combustión. Todo esto
incluso antes de considerar cuál es la contaminación generada en la
producción eléctrica en cada área donde se recargan los
vehículos eléctricos.
De
acuerdo con el informe mencionado, no
es posible determinar que cambiar los vehículos de motor de combustión por
vehículos eléctricos vaya a proporcionar una reducción de emisiones, si
es que realmente se produce. La prohibición de ICE llevará
a una masiva mala asignación de capital en la industria de movilidad
personal de 4.000 billones de dólares. Sería mucho más
fácil, barato y rápido, y totalmente verificable, incentivar a los consumidores
a adquirir vehículos de motor de combustión más eficientes.
Mientras
tanto, China lleva la delantera a Europa en el
desarrollo del EV, habiéndose convertido ya en el principal exportador
de coches del mundo, superando a Japón. En
el caso de China, con un 65% de la electricidad procedente de
carbón, es difícil defender que el cambio a vehículos eléctricos supone una
reducción de las emisiones.
Abrazos,
PD: Santa Faustina Kowalska: "Proclama que la misericordia es el atributo más grande de Dios". Por eso lo reconocemos, porque fue misericordioso. Y nosotros, que debemos imitar al Señor, debemos ser misericordiosos también, perdonar, olvidar el rencor de los que nos ofenden, ayudar a los más débiles, y esto nos llevará a amar de verdad…